Europa

Zona de seguridad anunciada por Putin: motivaciones militares y políticas

Por PIA Global –
Ante la intensificación de los ataques ucraniananos sobre el territorio ruso y algunos elementos de lógica estratégica, Putin anuncia la creación de una zona de seguridad.

El presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, anunció oficialmente el establecimiento de una  “zona de seguridad” a lo largo de la frontera con Ucrania, luego de su viaje a Kursk.

De acuerdo a las declaraciones del propio Putin, el objetivo es proteger las regiones rusas, en particular Bélgorod, Briansk y Kursk, y para ello las tropas rusas avanzan atacando activamente las posiciones militares ucranianas cerca de la frontera.

También anunció que comenzarán “a trabajar para restaurar y reconstruir todo lo que fue destruido. Ayudar a las personas a regresar a sus pueblos y ciudades de origen, donde las condiciones de seguridad lo permitan, restablecer todo el transporte y otras infraestructuras, el funcionamiento sostenible de las empresas industriales y agrícolas, apoyar a los empresarios y sus equipos”.

“En este sentido, encargo al Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia que, junto con mis colegas de la Administración Presidencial, prepare lo antes posible un programa para la recuperación integral de las zonas afectadas de las regiones de Kursk, Belgorod y Bryansk. Este programa debe estar provisto de los recursos financieros y materiales necesarios y debe involucrarse equipo y especialistas adicionales, incluso de otros sujetos de la Federación”, declaró Putin asegurando también la necesidad que otros Departamentos como los Ministerio de Defensa, del Interior, del de Situaciones de Emergencia, de Construcción, de Transporte, Energía, Desarrollo Digital y Comunicaciones, de Salud y Educación, participen activamente en el desarrollo e implementación de dicho programa.

De acuerdo a Petr Lavrenin, periodista político nacido en Odessa y experto en Ucrania y la ex Unión Soviética, “desde un punto de vista militar, una zona tampón (o «sanitaria») sirve como barrera física destinada a reducir el riesgo de enfrentamientos directos y provocaciones. Estas zonas pueden estar desmilitarizadas, tener una presencia restringida de tropas o estar totalmente ocupadas por fuerzas militares, funcionando como un colchón estratégico”.

Dmitri Medvédev, Vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, aseguró que “en caso de que el régimen de Kiev utilice misiles Storm Shadow/SCALP-EG con un alcance de al menos 550 kilómetros y con una distancia de 429 kilómetros entre Belgorod y Kiev, prácticamente todo el centro y una parte significativa de los territorios occidentales de la antigua Ucrania caerán dentro de dicha zona sanitaria. Ucrania cae dentro de dicha zona sanitaria. En otras palabras, Rusia debería estar allí en todas partes (550 km más otros 70-100 km para estar seguros)”.

Para el coronel ruso retirado y veterano de combate, que sirvió en Afganistán y Siria, Anatoli Matviichuk, “no será simplemente un cinturón desmilitarizado: se trata de proteger las regiones de Bélgorod, Kursk, Briansk, Crimea, Zaporozhie, Jersón y Donbás del fuego de artillería de la OTAN”.

El analista geopolítico internacional, Andrew Korybko, cree que la actual decisión de Putin, en comparación con las anteriores anunciadas zonas de seguridad en 2024, “podría tener más éxito debido al contexto tan diferente en el que se desarrolla, en particular en lo que respecta a la nueva dinámica diplomática y militar del conflicto”.

En este sentido, los analistas coindicen en que la lógica estratégica se explica por diversas motivaciones militares y políticas, como el aumento de las amenazas transfronterizas en donde los ataque sobre territorio ruso con apoyo y aval de países extranjeros se han intensificado; la influencia en las negociaciones fortaleciendo la posición rusa en especial pensando en la desmilitarización de las regiones de Sumy, Chernigov o Járkov; y también como estrategica a largo plazo utilizando la zona de seguridad como herramienta táctica defensiva en caso de que la guerra se extienda.

Para Korybko, “el plan de zona de amortiguación de Putin demuestra que Rusia está ampliando sus objetivos, lo cual tiene sentido considerando que está ganando y que Ucrania sigue negándose a cumplir con las concesiones exigidas para resolver políticamente el conflicto. Cuanto más se niegue Ucrania a aceptar la paz en los términos de Rusia, más territorio podría perder, lo que podría ser mucho más de lo que se espera si Estados Unidos abandona pronto a Ucrania para reducir sus pérdidas”.

La decisión de Putin también da en el marco de la intensificación de los ataque ucranianos sobre territorio ruso, “casualmente” cuando se están desarrollando los procesos de negociaciones. No sería la primera vez que Zelensky intente por todos los medios boicotear cualquier posible conversación sobre un acuerdo con Rusia.

Recordemos que en los últimos dos días, Kiev llevó a cabo un ataque masivo con drones de largo alcance que se adentró aún más en Rusia. Según el Ministerio de Defensa ruso, un total de 485 drones ucranianos fueron derribados en todo el país en las últimas 48 horas. Al menos 63 drones fueron interceptados en la región de Moscú, mientras que la mayor cantidad se detuvo sobre la región de Orel, según el ejército.

El ataque sobre la ciudad de Lgov, en Kursk, dejó al menos 12 civiles heridos, entre ellos dos niños. Según el gobernador interino de Kursk, Aleksandr Khinshtein, el ataque tuvo como objetivo una zona cercana a la autopista Kursk-Rylsk, donde la ruta entra en la ciudad. Según informes de prensa, el ataque incluyó al menos tres proyectiles disparados por un lanzacohetes múltiple HIMARS, suministrado por Estados Unidos.

Justamente por este motivo es que Putin había declarado la importancia de la zona de seguridad como la restauración de la misma, ya que “el enemigo suele elegir objetivos que no tienen importancia militar: bienes civiles, viviendas sociales”.

La noche del 23 de mayo, el Ministerio de Defensa en Moscú informó que las defensas aéreas rusas derribaron 112 drones ucranianos.

La mayoría de los drones (24) fueron destruidos en la región de Moscú, seguida por Crimea, donde fueron derribados 22 vehículos aéreos no tripulados, según el comunicado. En total, se produjeron 18 intercepciones sobre la región de Tula y 11 más sobre la región de Kursk, añadió. También se desplegaron defensas aéreas en las regiones de Orel, Bryansk, Riazán, Kaluga, Belgorod, Ivanovo, Vladimir, Voronezh y Lipetsk, dijo el ministerio.

Ucrania ha intensificado sus incursiones con drones en Rusia esta semana, y el Ministerio de Defensa en Moscú anunció el jueves que un total de 485 vehículos aéreos no tripulados ucranianos han derribado en todo el país desde el martes.

En los últimos días, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ha informado de la destrucción de decenas de drones que se acercaban a la capital rusa. Los aeropuertos moscovitas de Domodédovo, Zhukovski, Vnúkovo y Sheremétievo han suspendido repetidamente sus operaciones durante los ataques, lo que ha provocado importantes retrasos en los vuelos.

Foto de portada: Reunión con miembros del Gobierno (vía videoconferencia). Kremlin.

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