Estas acusaciones se suman a la lista de altas tensiones que se venían atravesando entre el líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin, y los líderes rusos Valeri Guerásimov, Jefe de Estado Mayor, y Serguéi Shoigú, Ministro de Defensa de la Federación Rusa.
Luego de jornadas de extrema tensión en Rusia, la mediación de Lukashenko y el interés de las partes por no escalar en un contexto en el que nadie saldría beneficiado, lograron llegar a un acuerdo que involucró la retirada de Wagner del territorio ruso; ningún procesamiento penal para los involucrados; la retirada de Prigozhin a Bielorrusia sin causa penal; la posibilidad de que los empleados de Wagner que no hayan participado de “la marcha” se unan a las filas rusas; y por ahora ninguna dimisión ni despido en la cúpula rusa.
La rebelión del grupo Wagner deja muchas especulaciones, preguntas y análisis. Principalmente sobre cómo afecta o afectará al interior de Rusia, ya que se especula con que acciones como estas buscan desestabilizar a Rusia desde dentro. También se desarrollan análisis sobre cómo la rebelión profundizó la debilidad rusa, o por el contrario fortaleció la unidad interna y externa. Asimismo, se evalúan los intereses de Prigozhin a quien acusan de golpista.
Se observa el silencio y la cautela del occidente colectivo, quienes venían alimentando las tensiones en Prigozhin y los mandatarios rusos. Por supuesto que vuelve a ponerse en cuestión la utilización de grupos mercenarios, o la contratación de empresas militares privadas para formar parte de frentes claves en el desarrollo de una guerra.
“El comité de comando del grupo Wagner decidió que hay que poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país”, dijo el líder de Wagner, en un mensaje de audio por telegram, refiriéndose a Shoigú y a Guerásimov.
El Ministerio de Defensa ruso negó las acusaciones de Prigozhin y calificó de “provocación informativa” y “falsos todos los mensajes y videos distribuidos en las redes sociales en nombre de Prigozhin”.
El Comité Nacional Antiterrorista (CNA) anunció el mismo viernes que iniciarían una causa penal en virtud del artículo 279 del Código Penal de la Federación Rusa (“Rebelión Armada”), calificaron el llamado de Prigozhin como una “rebelión armada” con el objetivo de iniciar un conflicto civil armado en Rusia y exigieron “detener de inmediato las acciones ilegales”. Además, el CNA anunció que la Oficina del Fiscal General de la Federación Rusa daría una evaluación legal de las acciones de Prigozhin que podría enfrentar una sentencia de 12 a 20 años de cárcel.
Los oficiales de la Guardia Rusa y los policías fueron puestos en alerta y en varias regiones del país se comenzaron a tomar medidas de seguridad, en especial cerca de la sede del Distrito Militar del Sur en Rostov-on-Don y en las principales instalaciones de Moscú.
El Comandante de las Fuerzas Armadas, Serguéi Surovikin, habló a los combatientes y comandantes de las PMC Wagner y apeló al mismo camino en común que han transitado junto a las Fuerzas Armadas rusas y les pidió que “detengan las columnas y que las devuelvan a sus puntos de despliegue permanente”, “antes de que sea demasiado tarde, es necesario obedecer la voluntad y la orden del presidente elegido por el pueblo”.
En la mañana del 24 de junio el equipo militar del grupo Wagner se asentó en las calles de Rostov-on-Don con tanques, vehículos blindados de transporte de personal y vehículos de combate de infantería.
Las medidas de seguridad comenzaron a desplegarse inmediatamente y se cancelaron eventos masivos y públicos, se modificaron los patrones de tráfico, aumentaron las medidas de seguridad y se introdujo régimen de operaciones antiterroristas en Lipetsk, Rostov-on-Don, Voronezh, Moscú, Tver, Kaliningrado y más ciudades que se fueron sumando a medida que los acontecimientos de acrecentaban.
Además, las fuerzas de seguridad rusas acordonaron el edificio del Centro PMC Wagner en San Petersburgo. Mientras, el Ministerio de Defensa habló a los ‘empleados’ de Wagner y les pidió que “muestren prudencia y se comuniquen de inmediato con los representantes del departamento” y confirmandoles que tendrían seguridad garantizada.
El presidente Ucraniana, Volodimir Zelensky, tuiteó:
“Quien elige el camino del mal se destruye a sí mismo. Quien envía columnas de tropas para destruir la vida de otro país y no puede evitar que huyan y traicionen cuando la vida se resiste. Quien aterroriza con misiles y, cuando son derribados, se humilla para recibir drones Shahed. Que desprecia a la gente y lanza a cientos de miles a la guerra, para finalmente atrincherarse en la región de Moscú de aquellos a los que él mismo armó. Durante mucho tiempo, Rusia utilizó la propaganda para enmascarar su debilidad y la estupidez de su gobierno. Y ahora hay tanto caos que ninguna mentira puede ocultarlo. Y todo esto es una sola persona, que una y otra vez asusta por el año 1917, aunque no es capaz de dar como resultado otra cosa que esto.
La debilidad de Rusia es evidente. Debilidad a gran escala. Y cuanto más tiempo mantenga Rusia sus tropas y mercenarios en nuestra tierra, más caos, dolor y problemas tendrá para sí misma después. También es obvio. Ucrania es capaz de proteger a Europa de la expansión del mal y el caos rusos.
Mantenemos nuestra resistencia, unidad y fuerza.
Todos nuestros comandantes, todos nuestros soldados saben lo que tienen que hacer.
¡Gloria a Ucrania!”
El discurso de Putin
Luego de horas de tensión, llamados y evaluación de situación, el presidente ruso, Vladimir Putin emitió un discurso públicamente y habló “a los ciudadanos de Rusia, al personal de las Fuerzas Armadas, a las fuerzas del orden y a los servicios de seguridad, así como a los soldados y comandantes que ahora luchan en sus posiciones de combate, también me dirijo a aquellos que fueron arrastrados a esta aventura criminal mediante engaños o amenazas y empujados por el camino de un grave crimen: un motín armado”.
El mandatario recordó que Rusia se encuentra librando una “dura lucha por su futuro, repeliendo la agresión de los neonazis y sus patrocinadores”, en donde “toda la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente está dirigida contra nosotros”.
Explicó que en esta batalla se requiere la consolidación de todas las fuerzas, “Requiere unidad, consolidación y sentido de la responsabilidad, y hay que descartar todo lo que nos debilite, toda lucha que nuestros enemigos externos puedan utilizar para subvertirnos desde dentro”.
Por ese motivo, Putin calificó “cualquier acción que divida a nuestra nación es esencialmente una traición a nuestro pueblo”. Dijo que se trata de una apuñalada por la espalda a Rusia y al pueblo ruso.
“Nos enfrentamos a una traición”.
“Las ambiciones infladas y los intereses personales han llevado a la traición: traición contra nuestro país, nuestro pueblo y la causa común por la que los soldados y comandantes del Grupo Wagner luchaban y morían hombro con hombro, junto con nuestras otras unidades y tropas”.
También fue muy contundente en afirmar que “las acciones para defender a la Patria de esta amenaza serán duras”. “Todos aquellos que hayan elegido conscientemente el camino de la traición, hayan planeado un motín armado y hayan tomado el camino del chantaje y el terrorismo, serán inevitablemente castigados y responderán ante la ley y ante nuestro pueblo”.
Abrumadores apoyos internos y externos a Putin
A medida que las tensiones se acrecentaban, el presidente ruso comenzó a recibir apoyo tanto interno como externo, mostrando una fuerte unidad frente a los intentos de desestabilización. Algunos pronunciamientos claves se desarrollan a continuación.
Los líderes de la República Popular de Donetsk, Lugansk y Crimea fueron de los primeros actores que hicieron llegar su apoyo al mandatario ruso.
El presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin declaró que los diputados estaban a favor de la consolidación de las fuerzas y apoyaban al presidente ruso.
«Los combatientes de Wagner deben tomar la única decisión correcta: estar con su pueblo, del lado de la ley, proteger la seguridad y el futuro de la patria, cumplir las órdenes del Comandante Supremo en Jefe. Cualquier otra cosa es traición», dijo Volodin. Además, agregó que el país debe encontrarse unido ya que «se enfrenta a un enemigo exterior común que promueve la ideología del nazismo» y amenaza la seguridad del país.
La presidenta de la Cámara Alta del Parlamento, Valentina Matviyenko, confirmó su “apoyo total” al presidente ruso y además desarrolló la necesidad de «una posición responsable y consolidada de toda la sociedad, los habitantes, y las administraciones de todas las regiones rusas sin excepción».
Además, dijo que “la fuerza de un país tan grande y multinacional como Rusia reside en la unidad y en la intolerancia histórica a la traición y la provocación”.
Vladimir Shamanov, diputado de la Duma estatal, aseguró que “Todas las facciones apoyan unánimemente las acciones de nuestro presidente, y los diputados en plena unidad tomarán todas las medidas para garantizar que los acontecimientos actuales no reciban mayor desarrollo”.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores, afirmó por su parte que Rusia tiene «un solo comandante en jefe, no dos ni tres», y éste ha llamado a la unidad.
El Patriarca Kirill de Moscú y toda Rusia, Vladímir Mijáilovich Gundiáyev, declaró que “los intentos de sembrar la discordia dentro del país son el mayor crimen que no tiene justificación”.
El Jefe de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, calificó las acciones de Prigozhin de “rebelión y traición”, también dijo que “la rebelión debe ser aplastada” y aseguró que los combatientes del Ministerio de Defensa y la Guardia Rusa en la República de Chechenia ya se encontraban en las zonas de tensión. “¡Haremos todo lo posible para preservar la unidad de Rusia y proteger su condición de Estado! La insurgencia debe ser suprimida, y si para ello hay que tomar medidas duras, ¡estamos preparados!».
Además, el mismo sábado, Putin habló telefónicamente con los líderes de Bielorrusia, Uzbekistán y Kazajstán. Takayev, líder de este último país, dijo que los eventos son asunto interno de Rusia y agregó que “el orden constitucional y el estado de derecho son una condición indispensable para mantener la ley y el orden en el país. Esta es la base para la seguridad de la sociedad y su desarrollo exitoso».
Putin también conversó telefónicamente con Erdogan, presidente de Türkiye, quien expresó su apoyo al liderazgo ruso, se mostró predispuesto a contribuir a una rápida resolución de los eventos en condiciones de paz y tranquilidad y opinó que “nadie debería beneficiarse de los eventos en Rusia”.
Principio de resolución del conflicto
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, fue el gran mediador que logró apaciguar las tensiones y evitar una escalada con graves consecuencias.
Primero mantuvo conversaciones telefónicas con el presidente ruso y luego se comunicó con el jefe de PMC Wagner. Se trataron de varias conversaciones durante todo el día con un gran resultado. Cabe destacar que la iniciativa de estas conversaciones surgió del propio Lukashenko quien mantiene una gran relación con su homólogo ruso, Putin, pero en especial por su vínculo de hace más de 20 años con Prigozhin.
El principal acuerdo se logró priorizando la inadmisibilidad de desencadenar «un baño de sangre en el territorio de Rusia«.
Prigozhin aceptó detener el avance de sus tropas en el territorio ruso para bajar las tensiones mientras que desde Rusia se ofrecían garantías de seguridad para sus empleados. Este fue el primer paso para comenzar a establecer negociaciones.
Prigozhin declaró que “comprendiendo la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por un lado, estamos dando la vuelta a nuestras columnas y regresando a los campamentos de campaña según lo previsto».
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció que se acordó con las PMC Wagner que sus empleados volverán a sus campamentos, y quienes no participaron de esta “marcha” podrán firmar posteriormente contratos con el Ministerio de Defensa ruso si así lo desean.
Peskov también anunció como parte del acuerdo, que Prigozhin se irá a Bielorrusia y que la causa penal contra él quedará archivada. El portavoz aseguró no conocer el paradero del líder de Wagner y confirmó que los miembros del grupo tampoco serán procesados “teniendo en cuenta sus méritos en los frentes del conflicto ucraniano”.
«Si se preguntan cuál es exactamente la garantía de que Prigozhin podrá ir a Bielorrusia, es la palabra del presidente ruso», declaró.
Peskov dijo que desde Rusia “estamos agradecidos al Presidente de Bielorrusia por este esfuerzo. Conseguimos resolver esta situación sin más pérdidas, sin elevar el nivel de tensión».
El portavoz también fue muy contundente en afirmar que la rebelión no afectará el curso de la operación especial en Ucrania, en defensa del Donbass.
«En absoluto. La defensa aérea continúa, nuestros combatientes en la línea del frente están demostrando heroísmo, están repeliendo la contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) de forma muy, muy eficaz. Y la operación continuará», afirmó.
Para el domingo 25 de junio, las fuerzas de Wagner que se encontraban en territorio ruso comenzaron a abandonar Rostov-on-Don. Así lo confirmó el jefe de la región de Rostov, Vasili Golubev, “el convoy de la PMC de Vagner abandonó Rostov y se dirigió a sus campamentos sobre el terreno. Doy las gracias a todos los que en estas condiciones extraordinarias garantizaron el buen funcionamiento de los sistemas de soporte vital en la capital del Don y en toda la región de Rostov».
El 26 de junio, con las tensiones resueltas y la retirada de Wagner, el régimen de operaciones antiterroristas se fue levantando hasta ser cancelado por completo.
“Debido a la ausencia de amenazas a la vida, la salud, la propiedad y otros intereses legalmente protegidos de las personas, el jefe de la operación antiterrorista, el jefe del FSB de Rusia para la ciudad de Moscú y la Región de Moscú, decidió cancelar el régimen legal de la CTO en el territorio de Moscú y la región de Moscú a partir de las 09:00 horas del 26 de junio de 2023″, dice el comunicado.
Se estuvo especulando con la posibilidad de que existan cambios en los mandos del Ministerio de Defensa, ya que se supone que fue el motivo principal de “la marcha”. De acuerdo a Peskov, los cambios de personal no fueron discutidos en las negociaciones con Prigozhin ya que son prerrogativa exclusiva del presidente como comandante en jefe y que él, personalmente, no estaba al tanto de ningún cambio.
*Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: El jefe de los mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, abandona la sede del Distrito Militar Sur en medio de la retirada del grupo de la ciudad de Rostov del Don, Rusia, 24 de junio de 2023. REUTERS/Alexander Ermochenko