La relación entre la península de Corea y Rusia se remonta a siglos atrás, mucho antes de la formalización de relaciones diplomáticas en el siglo XX. Esta historia compartida ha sido marcada por la coexistencia pacífica y colaborativa de diversas tribus y etnias coreanas en el Lejano Oriente ruso, reflejando una armonía que ha perdurado a lo largo del tiempo.
Este artículo explora la evolución de estas relaciones históricas y destaca la importancia de la convivencia histórica entre Corea y Rusia destacando los recientes acontecimientos geopolíticos de gran importancia como lo es la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Corea del Norte que dan un impulso a la unión bilateral de ambos pueblos.
Los Primeros Contactos y la Convivencia de Tribus
Era Pre-Imperial
Los primeros contactos entre los pueblos de la península de Corea y los territorios del actual Lejano Oriente ruso se remontan a la antigüedad, cuando tribus nómadas y seminómadas cruzaban las fronteras naturales en busca de nuevas tierras y recursos. La región conocida hoy como Primorie, en el Lejano Oriente ruso, fue hogar de tribus Tunguses, Manchúes y otras, que interactuaban con los antiguos reinos coreanos como Goguryeo y Balhae.
Reino de Balhae
Uno de los momentos clave en esta interacción fue durante el período del Reino de Balhae (698-926 d.C.), un estado que abarcó partes del noreste de China, el Lejano Oriente ruso y la península de Corea. Balhae, con su capital cerca de la actual Vladivostok, actuó como un puente cultural y comercial entre las tribus de Siberia y la península de Corea. Esta coexistencia no solo facilitó el intercambio de bienes, sino también de ideas y tecnologías.
Incluso los primeros misioneros ortodoxos que llegaron a estas regiones del Lejano Oriente dejaron muy por sentado en diversos escritos la amabilidad de estos grupos y las relaciones cercanas de gran amplitud lo que permitía mantener un contacto estrecho y muy provechoso.
Era Imperial y el Surgimiento de una Comunidad Coreana en Rusia
Siglo XIX y la Migración Coreana
La relación entre Corea y Rusia se intensificó en el siglo XIX, particularmente después del Tratado de Pekín en 1860, que expandió el territorio ruso en el Lejano Oriente. A medida que el Imperio Ruso consolidaba su control sobre esta región, muchos coreanos comenzaron a emigrar al Lejano Oriente ruso, huyendo de la pobreza y la opresión en la península de Corea, que estaba bajo la dinastía Joseon y, posteriormente, bajo la ocupación japonesa.
Establecimiento de Comunidades
Estas olas migratorias resultaron en el establecimiento de comunidades coreanas en ciudades como Vladivostok, Jabarovsk y otros asentamientos en la región de Primorie. Los coreanos se dedicaron principalmente a la agricultura, pero también participaron en el comercio y la industria local. La comunidad coreana en el Lejano Oriente ruso floreció, contribuyendo significativamente al desarrollo económico y cultural de la región.
El Siglo XX y la Cooperación Soviético-Coreana
Apoyo durante la Guerra de Corea
La relación entre Corea del Norte y la Unión Soviética se consolidó durante y después de la Segunda Guerra Mundial. La Unión Soviética fue el primer país en reconocer a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) tras su fundación en 1948. Durante la Guerra de Corea (1950-1953), la URSS proporcionó apoyo militar y económico significativo a Corea del Norte, fortaleciendo aún más los lazos entre ambos países.
Intercambio Cultural y Educativo
Durante la era soviética, hubo un intercambio cultural y educativo notable entre Corea del Norte y la URSS. Muchos estudiantes norcoreanos recibieron formación en universidades soviéticas, y se promovieron programas de intercambio cultural que incluían visitas de delegaciones artísticas y deportivas. Esta colaboración ayudó a cimentar una relación basada en el respeto mutuo y la cooperación.
Caída de la URSS
Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) enfrentó un periodo de aislamiento significativo y devastador. El colapso de su principal aliado y benefactor, junto con las continuas sanciones económicas impuestas por Occidente, pusieron al país al borde del colapso.
Aislamiento y Desafíos Post-Soviéticos
Impacto del Colapso Soviético
La disolución de la Unión Soviética dejó a la RPDC sin su principal fuente de apoyo económico y militar. La pérdida de subsidios soviéticos, combinada con la transición de Rusia hacia una economía de mercado, agravó en gran manera la situación económica. Durante la década de 1990, el país sufrió una severa crisis económica y una hambruna devastadora, conocida como la “Ardua Marcha”, que resultó en la pérdida de muchas vidas valiosas.
Sanciones y Aislamiento Internacional
Además de los problemas internos, se enfrentó una intensificación de las sanciones internacionales. Estas sanciones, lideradas principalmente por Estados Unidos y sus aliados, tenían como objetivo aislar y forzar un cambio de régimen. Las restricciones económicas incluyeron embargos comerciales, prohibiciones de transferencia de tecnología y congelamiento de activos, exacerbando aún más las dificultades del país que hasta la década del 80 era mas industrializado que su vecino del sur.
El Nuevo Contexto Geopolítico: Hacia un Mundo Multipolar
El Resurgimiento de Rusia y China
En las últimas dos décadas, Rusia y China han emergido como potencias globales que desafían la hegemonía unipolar de Estados Unidos. Ambos países han trabajado activamente para crear un orden mundial multipolar basado en el respeto mutuo y la cooperación. En este contexto, la RPDC ha encontrado en sus vecinos con que ha compartido una historia milenial, nuevos aliados en su lucha contra el aislamiento occidental y la manipulación de los agentes de Washington en la región.
La Estrategia de Kim Jong Un
Desde que asumió el liderazgo en 2011, Kim Jong Un ha adoptado una política exterior más proactiva, buscando fortalecer las relaciones con Rusia y China. Este enfoque ha permitido obtener apoyo diplomático y económico, ayudando a mitigar los efectos de las sanciones internacionales. Las cumbres con Vladimir Putin y Xi Jinping en reiteradas ocasiones han sido fundamentales para reintegrar al país en la esfera internacional.
En el contexto de un mundo en transición hacia un orden multipolar y bajo la dirección del presidente Kim Jong Un que ha logrado resistir todas las presiones del exterior, la RPDC ha resurgido como un actor clave en la resistencia contra la hegemonía occidental.
El Papel de la RPDC en la Geopolítica Actual
Contrapeso en el Mar de Japón y el Mar Amarillo
En medio de las crecientes tensiones en el Mar de Japón y el Mar Amarillo, el país ha adoptado un papel estratégico como contrapeso a las avanzadas militares de Estados Unidos y la OTAN en la región.
El despliegue de las fuerzas militares norcoreanas y el desarrollo potencial de capacidades nucleares y de misiles balísticos han sido herramientas clave para disuadir la presencia occidental y proteger sus propios intereses nacionales y los de sus aliados.
Resistencia contra la Hegemonía Occidental
Junto con Rusia y China han criticado abiertamente la política exterior de Estados Unidos y su intento de imponer un “orden basado en reglas” que se percibe como una forma de neocolonialismo. Reiterando de esta forma el compromiso con la lucha por un mundo multipolar, apoyando a Rusia en su conflicto en Ucrania y solidarizándonos con China en cuestiones de soberanía territorial en torno al conflicto con Taiwán.
La Actualidad y la Nueva Era de Cooperación
La reciente visita de Vladimir Putin a Corea del Norte marca un punto crucial en la relación entre ambos países, no solo reafirmando su amistad y cooperación, sino también firmando nuevos acuerdos estratégicos.
Estos acuerdos destacan la intención de ambos países de fortalecer sus lazos en múltiples áreas, incluyendo la defensa, la economía, y la cultura, mientras se oponen a la hegemonía occidental y promueven un mundo multipolar.
Un Tratado Innovador de Asociación Estratégica Integral
Asistencia Mutua en Caso de Agresión
Uno de los acuerdos más significativos firmados durante esta visita es el Tratado de Asociación Estratégica Integral, que incluye una cláusula de asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes del acuerdo. Este tratado, descrito por Putin como un “documento innovador”, refuerza el compromiso de ambos países de apoyarse mutuamente frente a amenazas externas.
El tratado sustituye a los documentos fundamentales sobre las relaciones ruso-norcoreanas, entre ellos el Tratado de Amistad y Asistencia mutua de 1961; el Acuerdo de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación de 2000; así como las declaraciones bilaterales de 2000 y 2001.
Naturaleza Pacífica y Defensiva
Kim Jong Un subrayó que el tratado es de naturaleza “pacífica” y “defensiva”, y expresó su convicción de que este acuerdo será una fuerza motriz en la creación de un nuevo mundo multipolar. Esta perspectiva de relaciones internacionales amplias y con respeto a las soberanías nacionales destaca la intención de ambos países de trabajar juntos para desafiar la hegemonía occidental y promover un orden mundial más justo y equitativo.
“Este poderoso tratado representa (…) nada más que un documento de carácter verdaderamente constructivo, orientado al futuro, de carácter exclusivamente pacífico y defensivo, diseñado para proteger y defender los intereses básicos de los pueblos de ambos países”, dijo Kim tras la firma del documento.
Desafío a la Hegemonía Occidental
Crítica a la Intervención de Occidente en Ucrania
Putin aprovechó la ocasión para criticar las acciones de Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, señalando que la entrega de sistemas de armas de largo alcance, aviones F-16 y otros equipos a Kiev es una violación flagrante de las restricciones internacionales. Este contexto se resalta la importancia de la cooperación entre Rusia y Corea del Norte en la defensa de su soberanía y en la resistencia contra la intervención occidental.
Cooperación Técnico-Militar y Económica
Rusia y Corea del Norte no descartan el desarrollo de la cooperación técnico-militar, lo que podría incluir el intercambio de tecnología y conocimientos en defensa. Además, ambos países están fortaleciendo sus relaciones en ámbitos como la agricultura, la cultura, la educación, los deportes y el turismo. Estos esfuerzos conjuntos no solo mejoran las economías de ambos países y la cooperación multisectorial, sino que también refuerzan su independencia frente a las sanciones promovidas desde Washington.
Oposición a las Sanciones y la Hegemonía
Rechazo al Chantaje y al Dictado
Putin y Kim Jong Un expresaron su firme oposición al “lenguaje del chantaje y el dictado” utilizado por Occidente. Ambos líderes enfatizaron que, a pesar de las presiones exteriores, sus países se desarrollan con éxito de forma soberana e independiente. Abogando por un orden mundial multipolar más justo y democrático, rechazando las sanciones, medidas coercitivas y restricciones impuestas por motivos geopolíticos mezquinos.
Es importante destacar en este contexto las palabras de Kim Jong Un que calificó a Rusia como “el amigo y aliado más honesto”, y al presidente ruso como “el amigo más querido del pueblo norcoreano”.
Derecho a la Seguridad y la Política Exterior Independiente
Putin en una declaración sumamente importante que marca un cambio de era, reafirmó que Corea del Norte tiene derecho a tomar medidas para garantizar su propia seguridad y que Rusia está dispuesta a proseguir sus esfuerzos diplomáticos para eliminar la amenaza de conflicto en la península coreana. Este apoyo incondicional subraya la alianza estratégica entre ambos países y su compromiso con la paz y la seguridad regional.
El claro enojo occidental.
En este contexto, la respuesta de Occidente ha sido notablemente “histérica” y “convulsiva”, como lo describe María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia. Esta reacción se atribuye en parte al “odio inhumano” e “histórico” que Estados Unidos siente hacia Corea del Norte, un país que ha resistido persistentemente la presión y no ha seguido el camino de naciones como Libia que al desarmarse voluntariamente fue víctima de una agresión que culminó con un cambio de gobierno.
Zajárova subraya que cualquier acción de Rusia en la región Asia-Pacífico, a la que Estados Unidos prefiere referirse como Indo-Pacífico es un intento de reconfigurar los mapas geopolíticos, inevitablemente desencadena histeria en Washington, Londres y la OTAN.
Este “odio histórico” de Estados Unidos hacia Corea del Norte se debe a la negativa de Pyongyang a rendirse y a su determinación de seguir su propio camino de desarrollo, a pesar de las inmensas dificultades impuestas por décadas de hostilidad occidental.
La visita de Putin ha desatado una “reacción monstruosa” de aquellos que Zajárova llama “democratizadores de ultramar”, quienes temen la perturbación del equilibrio de poder en la región.
Sin embargo, la alianza entre Rusia y Corea del Norte refuerza su derecho a desarrollar relaciones equitativas que no conduzcan a la inestabilidad regional, sino que promuevan un orden mundial más justo y democrático.
Por esto mismo el viaje de Putin a Corea del Norte y los acuerdos resultantes no solo fortalecen los lazos entre ambas naciones, sino que también envían un mensaje claro al mundo: Rusia y Corea del Norte están decididas a resistir la hegemonía occidental y a trabajar juntas en la construcción de un futuro multipolar.
Esta alianza estratégica subraya la importancia de la cooperación y la soberanía en un mundo que se despierta en contra de las presiones externas que buscan constantemente desestabilizar y dominar todo a su paso sin tener en cuenta las voluntades de los pueblos.
Algunas conclusiones en limpio.
Este encuentro de Vladimir Putin con Kim Jong Un en la capital norcoreana de Pyongyang marca un cambio significativo en la dinámica geopolítica actual. Esta visita y la firma del Tratado de Asociación Estratégica Integral reflejan una profunda evolución en las relaciones entre Rusia y Corea del Norte, en respuesta a las cambiantes circunstancias mundiales y regionales.
El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov explicó que la creación de este nuevo documento se debe a los cambios cualitativos en las relaciones entre ambos países y a la evolución de la situación geopolítica. Este tratado no solo busca fortalecer los lazos bilaterales, sino también garantizar la estabilidad en la región del noreste de Asia.
Putin, acompañado por una amplia delegación de altos funcionarios rusos, destacó la importancia de este encuentro en Pyongyang. La delegación incluyó al ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov; al ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; al vicepresidente primero del Gobierno, Denís Mánturov; y otros altos funcionarios, subrayando la seriedad y el compromiso de Rusia en fortalecer esta relación estratégica.
Esta visita, la segunda de Putin a Corea del Norte, viene después de su primer encuentro en 2000 con el entonces líder supremo, Kim Jong-il, padre del actual líder Kim Jong-un. Esta continuidad histórica destaca la consistencia y la profundidad de la relación entre ambos países a lo largo de las décadas.
La política occidental de confrontación ha sido un factor clave que ha catalizado esta ampliación de la amistad entre Rusia y Corea del Norte. Frente a las presiones y sanciones, ambos países han encontrado en su cooperación una vía para resistir la hegemonía occidental y promover un nuevo orden mundial multipolar.
Esta renovada amistad entre Rusia y Corea del Norte simboliza un cambio de era en las relaciones internacionales. La cooperación estratégica entre estos dos países refuerza su posición como defensores de un mundo más justo y equilibrado, alejándose de la confrontación y el control impuestos por las potencias occidentales. Este fortalecimiento de la alianza representa un paso significativo hacia la construcción de un futuro multipolar que respete la soberanía y los intereses de todos los Estados.
Tadeo Casteglione* Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global
Foto de portada y cuerpo de la nota: KCNA medio estatal de Corea del Norte
