El próximo domingo 24 se desarrollará la segunda vuelta electoral en Uruguay en donde el pueblo elegirá a su nuevo presidente para los siguientes 5 años, en un contexto internacional que ha cambiado drásticamente.
La primera vuelta celebrada el 27 de octubre, tuvo una gran participación electoral, el 90% de los ciudadanos y ciudadanas acudieron a las urnas, que dejó al candidato por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, con el 43,9% de los votos y al oficialista del Partido Nacional, Álvaro Delgado, con un 26,8%.
Además, en la primera vuelta electoral se definió la composición de la Asamblea General. En la Cámara de Senadores donde se disputaban 30 bancas, el Frente Amplio obtuvo 16 escaños quedándose con la mayoría, mientras que el Partido Nacional alcanzó 9 escaños y el Partido Colorado consiguió 5 escaños. Aun formando coalición entre el Partido Nacional y el Partido Colorado no llegan a hacer frente al Frente Amplio.
En la Cámara de Representantes o Diputados, donde se disputaban 99 bancas, el Frente Amplio obtuvo 48 escaños logrando una fuerte representación, aunque no la suficiente para lograr la mayoría absoluta. El Partido Nacional consiguió 29 escaños, el Partido Colorado 17 bancas, Cabildo Abierto logró unos 2 escaños y los otros 3 escaños se encuentran repartidos entre partidos minoritarios.
Estos primeros resultados de octubre arrojan una serie de conclusiones contundentes. Por un lado, los resultados parlamentarios establecen que después de casi 20 años el gobierno de turno no gestionará con la mayoría en ambas cámaras, por lo que se abre un momento complejo de gobernabilidad para quien asuma la presidencia, de posibles negociaciones y acuerdos o de la utilización de decretos. No obstante, en el caso de una victoria del Frente Amplio, la mayoría en el Senado, que sería presidido por Carolina Cosse, le podría otorgar una gran ventaja en decisiones como en los nombramientos, designaciones o remociones de funcionarios de relevancia en el país. En el caso de la Cámara de Representantes, la acción del Frente Amplio como bloque también le asigna cierta ventaja debido a que este órgano admite la aprobación por mayorías por quórum y/o por votos afirmativos/negativos, ante una coalición dividida que abre la posibilidad de negociaciones de forma individual y no como bloque opositor.
Por otro lado, para la derecha ha sido una pésima campaña resultado de no haber logrado llegar a un acuerdo para ir unidos a la contienda electoral. No obstante, puede que luego de esta tajante primera vuelta electoral traiga como consecuencia la alianza de los históricos Partidos Nacional y Colorado que dejaran de competir para hacer frente al Frente Amplio.
Otro punto a mencionar que arrojó el resultado de la primera vuelta fue el deplorable resultado de Cabildo Abierto que no sólo no ha logrado cumplir con sus expectativas sino que ha perdido tres bancas en el Senado reduciendo su participación e influencia y también ha perdido el apoyo electoral ciudadano. De hecho, el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini, perderá sus fueros como senador lo que podría impactar en la investigación de la fiscalía en donde se lo acusa de ocultamiento de información en casos de crímenes de lesa humanidad.
Las fórmulas Yamandú Orsi – Carolina Cosse y Álvaro Delgado – Valeria Ripoll se disputan la presidencia en esta segunda vuelta electoral, en donde el Frente Amplio, aún con un porcentaje de triunfo en la primera vuelta electoral, debió continuar disputando y militando cada voto en estas semanas ya que si la derecha unificada logra mantener todos los votos obtenidos en primera vuelta, puede revertir la tendencia el 24 de noviembre.
Quien asuma la presidencia en el país sudamericano será clave para conducir el posicionamiento estratégico en el marco regional en Nuestra América, pero también frente a los desafíos y oportunidades que supone la consolidación del mundo multipolar con los BRICS liderando el proceso.
Mientras que para el Partido Nacional el enfoque de Política Exterior se centra en la inserción económica y comercial con énfasis en una mayor apertura para atraer inversiones, el Frente Amplio posee un análisis geopolítico posicionado como antiimperialista, solidario con los pueblos que se enfrentan a los ataques imperiales, con consciencia sobre cómo “algunas potencias y sectores del capital transnacional buscan asegurar la posesión, el control y la administración de nuestros recursos”, con pensamiento latinoamericanista e internacionalista con fuerte oposición a considerar que Nuestra América es el “patio trasero” de EEUU y al militarismo en la región respetando lo acordado por el Atlántico Sur como zona de paz y cooperación.
El programa del Partido Nacional titula el punto internacional “Un Uruguay más abierto al mundo”, y el Frente Amplio lo titula “Un país soberano en una nueva situación mundial”.
Para profundizar el análisis en cuanto a la política internacional de Uruguay, hemos conversado con Pablo Álvarez, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Frente Amplio (CARIFA), con Agustina Alejandro militante del equipo de internacionales del Frente Amplio y con Mateo Grille, periodista, editor de la revista Caras y Caretas de Uruguay y corresponsal de Telesur.
Perspectiva de la política exterior
El gobierno de Lacalle Pou se ha caracterizado por un tipo de política exterior centrada en el comercio y la economía con énfasis en la apertura al libre comercio promoviendo acuerdos bilaterales fuera del marco del Mercosur, lo que ha generado tensiones dentro del bloque. Lacalle Pou ha buscado fortalecer los vínculos con Estados Unidos a partir de acuerdos bilaterales de libre comercio; en el entrenamiento de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad uruguayos bajo la, muy conocida retórica, lucha contra el crimen organizado, la seguridad cibernética y la protección de infraestructuras críticas; en la cooperación con los servicios de inteligencia.
El gobierno actual también ha mantenido una postura pragmática en lo que se refiere a China con quien ha fortalecido la relación convirtiéndose en uno de los principales socios comerciales. Respecto a Venezuela, Lacalle Pou ha sido sumamente duro con Nicolás Maduro tratándolo de dictador y de haber cometido fraude.
El régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional viene denunciando: el fraude.
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) August 22, 2024
Una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo. No debemos callar ni cesar en defensa de la causa venezolana.
Los tres entrevistados destacaron la importancia de una política exterior uruguaya centrada en la integración, enfocada en el Mercosur y en una visión que supere lo meramente comercial y económico.
Pablo Álvarez destacó que el “Frente Amplio va a apostar con fuerza a la integración regional como un elemento central de su política exterior”, en especial considerando “un escenario global que está promoviendo por la vía de los hechos, los regionalismos”. En este sentido aseguró que “sin duda va a intentar fortalecer el Mercosur y hacer que el Mercosur también sea beneficioso para la negociación con terceros”.
Por último, el presidente de la CARIFA expresó que espera una victoria del Frente Amplio para volver a Uruguay en el posicionamiento histórico respecto “al respeto a las normas del derecho internacional, a la resolución pacífica de los conflictos y al derecho de la no injerencia y autodeterminación. Esto me parece que es importante, ya que tuvimos una política bastante errática en materia de política exterior en este sentido en el actual gobierno”.
Por su parte, Agustina Alejandro, destacó que “en un mundo multipolar que se desarrolla en bloques, el refuerzo de los ámbitos multilaterales son de vital importancia, y en ese sentido, todo lo que tiene que ver con política de política exterior, política de defensa, etc, del Frente Amplio está orientado hacia una integración y sobre todo al Mercosur, aún con las dificultades o vicisitudes que podamos encontrar en la región como el gobierno de Milei en Argentina, o a lo que pase en Bolivia, alineados al gobierno de Lula en Brasil, pero haciendo énfasis a la integración regional”.
Mateo Grille, dijo no tener dudas de que, si el Frente accede nuevamente al gobierno hay tres pilares que serán los que guiarán la acción política.
“El Frente Amplio (FA) sostiene principios fundamentales desde su fundación en febrero de 1971. Sus principios políticos, incorporados en sus estatutos son, entre otros, que es una fuerza política antiimperialista que respeta la autodeterminación de los pueblos y rechaza cualquier tipo de injerencia en los asuntos internos de otros Estados. Además, se define como una fuerza pacífica y pacificadora, valores compartidos por todos sus miembros y que deben guiar su política exterior”, expresa el periodista.
Por lo que, de llevarse la victoria el 24 de noviembre, “el Frente Amplio aspira a una integración sólida con los pueblos latinoamericanos, particularmente del Cono Sur, y planea fortalecer organismos como el Mercosur, así como otras entidades de cooperación continental, con una visión amplia que va más allá de lo económico”, asegura Grille.
Proyección sobre el Mercosur
Lacalle Pou ha buscado reformar algunos puntos del funcionamiento del Mercosur, especialmente, en lo que se refiere a una mayor flexibilidad y apertura al momento de comerciar con otros países de manera bilateral. El actual presidente a abogado por una rápida implementación del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, fuertemente resistido por otros miembros que se han posicionado buscando defender la soberanía nacional y regional frente a un acuerdo desigual y asimétrico.
Agustina Alejandro, aseguró que “el Mercosur necesita un fortalecimiento, necesita renovar su institucionalidad, lo que no implica el mismo posicionamiento del presidente (Lacalle Pou) que considera al Mercosur como un lastre, sino desde un lugar en donde el fortalecimiento del bloque sirva para poder negociar hacia afuera, ya que han habido trabas históricas”.
“El Mercosur es un organismo que no se crea por afinidades ideológicas, pero que si se debilita por falta de afinidades ideológicas y por la propia falta de cohesión dentro de nuestros propios gobiernos”, explicó la militante del equipo de internacionales del Frente Amplio, y aseguró que por eso se “necesita un Mercosur que piense en el siglo XXI, que piense en las dinámicas geopolíticas y regionales que se precisan para la nueva dinámica global, para ello se requiere de una apuesta a su institucionalidad pero en especial, voluntad política”.
Para Grille, “los procesos de integración en América Latina son complejos y están muy condicionados a las correlaciones de fuerzas internas de los países que son las que se pueden construir en momentos determinados”.
En este sentido, el periodista aclaró que existen muchas diferencias entre el Partido
Nacional y el Frente Amplio respecto al Mercosur. Por ejemplo, “la derecha hizo campaña hablando del Mercosur como si fuera un lastre, incluso lo quiso romper pero no pudo. Para el actual gobierno el Mercosur parece no ser necesario aunque es una postura puramente declarativa porque buena parte de nuestro comercio es con países del Mercosur, fundamentalmente Brasil y Argentina. Es decir, probablemente haya muchas cosas que mejorar pero el Mercosur es muy relevante y es nuestro primer socio comercial así que lejos de hacer propaganda permanente contra él más bien habría que reforzarlo y entenderlo no sólo como un bloque comercial, que también lo es, sino que habría que apostar a profundizar la integración en otras dimensiones porque es una forma también de respaldar nuestra propia soberanía”.
Posicionamiento geopolítico ante los conflictos internacionales
En este punto, Pablo Álvarez, manifestó que “la discusiones en materia geopolítica en el Frente Amplio son un elemento importante, los análisis y las valoraciones de los impactos con respecto a los posicionamientos en alguno de los conflictos para el Frente Amplio ha tenido miradas diversas al interior, pero encuentran el foco en respetar e intentar que se ejerza plenamente el derecho internacional”.
“Respecto a la situación de Israel y Palestina, el Frente Amplio ha sostenido históricamente la solución de dos Estados con fronteras mutuamente reconocidas según lo existente hasta el año 67, y de todas formas, hoy también se denuncia fuertemente la situación de masacre que se está cometiendo sobre el pueblo de Palestina”, expresó Álvarez.
Para Mateo Grille “la posición de Uruguay variará si el Frente Amplio accede al gobierno”.
En este sentido explicó que si bien “Uruguay tiene una tradición y una coherencia respecto a su posición en conflictos internacionales abogando históricamente por la paz y proclamando su respeto al derecho internacional, este gobierno actual modificó los posicionamientos históricos del país y decidió romper con esa tradición en algunos temas muy sensibles y actuales como en el conflicto entre Israel y Palestina”.
“En este sentido, desde el primer momento [el gobierno actual de Luis Lacalle Pou] modificó algunas posturas históricas del país en la ONU, en el Consejo de los Derechos Humanos, e incluso con anuncios como la apertura de una representación diplomática en Jerusalén, contraviniendo resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El actual gobierno uruguayo mostró ese alineamiento con Israel y lo sigue haciendo con declaraciones casi periódicas de apoyo a su accionar en el marco de la presente fase de agresión contra el pueblo de Palestina”, aseguró Grille.
El periodista también expresó que “es doloroso constatar el silencio del gobierno uruguayo ante la masacre contra la población de Gaza que ya ha costado miles de muertos, en su mayoría mujeres y niños, decenas de miles de desaparecidos, cientos de miles de mutilados, millones de desplazados y la destrucción total la Franja de Gaza y de otros territorios”, y aseguró que de ganar el Frente Amplio, la política de gobierno cambiaría y “el país volverá a asumir una posición de condena a la violencia, respeto al derecho internacional, a los derechos humanos, el reconocimiento de la existencia de dos pueblos y la coexistencia de ambos pacíficamente” agregando además de que el trabajo por la paz y por la resolución pacífica “vale también para el actual conflicto entre Rusia y Ucrania como para todos los conflictos”.
Grille destacó también que “en el ámbito continental, también hay discrepancias notables” entre el Partido Nacional y el Frente Amplio, en tanto que el Partido Nacional se alinea con Estados Unidos mientras que el Frente Amplio apuesta al mundo multipolar naciente y a la defensa de la paz como la mayor garantía para los pueblos. Por eso, “mientras el gobierno actual condena a ciertos países en nombre de los derechos humanos, evita pronunciarse sobre gobiernos que han dado golpes de Estado o persiguen a opositores, como ocurrió al reconocer fugazmente al gobierno de facto en Bolivia y Perú”, expresó el periodista.
Proyección en BRICS
Para Pablo Álvarez, ante una victoria del Frente Amplio, la proyección de Uruguay hacia los BRICS “sin duda va a estar arriba de la mesa este tema en los próximos tiempos, sobre todo por las solicitudes de ingreso que han habido de países de la región y también por el rechazo que tuvo el actual gobierno de Argentina”.
El periodista Grille, recordó que “desde el año 2018, durante la última presidencia de Tabaré Vázquez, Uruguay firmó una asociación integral estratégica con China y se integró a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Además es desde hace más de cinco años miembro titular del Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura y desde 2021 es miembro del Nuevo Banco de Desarrollo, el banco creado por los BRICS que dirige la expresidenta brasileña Dilma Rouseff. Esa línea de acción debería continuar y profundizarse”.
En este sentido, Grille explicó una gran diferencia entre los partidos que se disputan la segunda vuelta electoral, “los partidos de la derecha también apostaron a profundizar los vínculos comerciales con China pero encapsulan la relación a esos términos de intercambio económico exclusivamente. El Frente Amplio plantea niveles de cooperación bastante mayores”.
Vínculos con Argentina y Brasil
Argentina y Brasil representan un punto importante en los vínculos en política exterior para Uruguay ya que son los dos principales países limítrofes. Las relaciones con Argentina han sufrido fuertes tensiones debido a los proyectos del Puerto de Montevideo debido a su creciente importancia como un hub logístico y comercial en el Atlántico Sur; y la Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las principales rutas fluviales de Sudamérica, que conecta a Brasil, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, facilitando el transporte de millones de toneladas de productos, principalmente granos y minerales.
Pablo Álvarez aseguró que “para Uruguay el tema ‘puertos e hidrovía’ ha sido un tema siempre importante. El actual gobierno de la derecha en Uruguay ha logrado un acuerdo con el gobierno de Milei sobre el metraje de calado del Puerto, un punto que Uruguay venía buscando hace tiempo. Por lo que independientemente de la mirada política que puedan tener los gobiernos, en caso de que el Frente Amplio gane el Gobierno nacional, van a tener que dialogarse estos temas, por el interés de ambos países”.
Por su parte, Agustina Alejandro dijo que el acuerdo entre el gobierno Uruguay y Argentina fue una “gran estupidez por parte del mandatario argentino y que Lacalle Pou aprovechó ya que se trata de un tema de alto interés nacional”.
“El diálogo entre Uruguay y Argentina se encontraba estancado por varias razones,
relacionadas al interés nacional argentino pero también por falta de negociadores con conocimiento de causa que estuvieran del lado uruguayo. El ‘cipayismo’ de Milei para entregar o hacer concesiones con un gobierno ‘amigo’ como el de Lacalle Pou hizo que el Uruguay obtuviera los 14 metros”, aseguró la integrante del equipo de internacionales del Frente Amplio. No obstante, también explicó que en todo caso más adelante “se debería volver a revisar, pero por un tema de hermandad, a partir de una negociación que nos sirva a ambos países”.
Para Grille, “lo que debe primar en el vínculo entre pueblos es el bienestar de los pueblos, de todos los pueblos. En este marco hay que trabajar en los intereses económicos nacionales y buscar su desarrollo”.
“Es comprensible que se mejoren las condiciones para el desarrollo portuario de Argentina, por ejemplo, pero no a costa de empeorar las condiciones de desarrollo portuario de Uruguay, y viceversa. ¿Es posible eso ahora? Tiene que serlo y habrá que construir las condiciones de posibilidad. Si existe una mediación en donde élites económicas se benefician a costa de sacrificar intereses populares, sean de la orilla que sean, entonces no estamos enfocando el problema atendiendo el bienestar popular”.
“Para Uruguay, Brasil hoy es un actor central para el Frente Amplio, es un actor estratégico en las relaciones entre el Frente Amplio y el Partido de los Trabajadores, que son relaciones políticas muy estrechas y sin duda el reconocimiento de la izquierda uruguaya a Lula como dirigente, a Lula como presidente, son muy relevantes. En ese sentido nosotros proyectamos las mejores relaciones posibles con Brasil, pero también sin duda este en función del Brasil de Lula”, manifestó el presidente de la CARIFA.
Ante una eventual victoria del Frente Amplio, Álvarez aseguró que se buscarán “los
mecanismos para que la integración regional, las cadenas de valor, pero también la
posibilidad de inversión directa en Uruguay ayuden tanto a los intereses de Uruguay
como de Brasil en la región, porque efectivamente consideramos que la integración regional es un elemento estratégico y Brasil es un jugador central en ese escenario”.
Este 24 de noviembre Uruguay se define entre la continuidad del proyecto oficialista de derecha enfocado en la apertura del país o en cambiar hacia un gobierno con una ruta clara antiimperialista, latinoamericanista e internacionalista enfocada en fortalecer la integración regional en un contexto mundial de multipolaridad.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Este artículo ha sido publicado originalmente en inglés en el portal United World International – UWI Data.
Foto de portada: PIA Global.