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Un acuerdo pensado para fugar capital exhibe la crisis del Mercosur

Por Tomás Merani*- El único resultado de la cumbre es un tratado que profundiza el rol subordinado de los países sudamericanos y abre las puertas al blanqueo y la fuga de capitales hacia paraísos fiscales

El Mercosur firmó un acuerdo de libre comercio con el EFTA, un bloque conformado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, durante la cumbre realizada en Buenos Aires el miércoles y el jueves, en el marco de la creciente conflictividad del comercio mundial y del estancamiento de las negociaciones con la Unión Europea. Forma parte de un proceso perjudicial para Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay: profundizará la primarización de sus economías, con el aumento de la exportación de materias primas y la importación de productos de alto valor agregado, y facilitará la fuga de capitales hacia paraísos fiscales.

El acuerdo podría sellarse en el segundo semestre del 2025, aunque falta la aprobación parlamentaria y la revisión legal de los miembros de ambos bloques, y fue lo único que el Mercosur pudo presentar como un resultado de la cumbre.

Los países del EFTA no son potencias industriales como los principales integrantes de la Unión Europea. A excepción de Islandia, los miembros del bloque comercial concentran sistemas financieros que operan como ductos globales para la fuga de capitales. Casi el 50% de las inversiones directas en Liechtenstein son inversiones fantasma, informó el Corporate Tax Haven Index, y Suiza es el segundo país más opaco del mundo, indicó el Financial Secrecy Index.

De esta forma, el acuerdo facilitará que los grupos económicos dominantes de los países sudamericanos realicen operaciones pantalla para blanquear o fugar capitales a los paraísos fiscales del EFTA.

Por otro lado, el EFTA exporta productos de alto valor agregado. Solo Islandia exporta pescado, un 40% del total de sus ventas externas, a Reino Unido y Noruega. Pero Suiza exporta su industria químico-farmacéutica, un 52% del total, a Estados Unidos y la Unión Europea. Noruega exporta el 30% del gas usado por Europa desde la guerra en Ucrania. Liechtenstein exporta maquinaria e instrumentos de precisión, un 22% del total, a Alemania y Estados Unidos.

En cambio, el Mercosur exporta productos primarios. Argentina exporta el complejo soja, un 26% del total, a Brasil, China y Estados Unidos. Brasil exporta petróleo crudo, un 13,3% del total, a China, Estados Unidos y Países Bajos. Uruguay exporta carne bovina, un 40% del total, a China, Estados Unidos y la Unión Europea. Paraguay también exporta soja, un 41% del total, a Brasil, Argentina y Chile.

El EFTA tendrá “un mejor acceso al mercado para más del 97% de sus exportaciones” durante 15 meses, dijeron las partes en un comunicado conjunto. De esta forma, los países del bloque europeo aprovecharán una reducción de aranceles para sus productos farmacéuticos, industriales y tecnológicos. Los países del bloque sudamericano, por su parte, profundizarán la primarización de sus economías.

Cabe destacar, además, que el EFTA tiene un volumen ínfimo: ocupa el puesto 13 en el ranking de PBI mundial, representa el 0,7% en términos de paridad de poder adquisitivo y acumula una población de apenas 14 millones de personas. El único resultado de la cumbre es un acuerdo que profundiza el rol subordinado de Sudamérica y abre las puertas al blanqueo y la fuga de capitales hacia paraísos fiscales.

La cumbre realizada en Buenos Aires exhibió la crisis al interior del bloque. “El Mercosur no funciona”, dijo el presidente de Paraguay Santiago Peña. No existe una integración real entre los países sudamericanos. Brasil ahora preside el Mercosur y lo concibe como un espacio geopolítico propio.

Lula Da Silva, figura de un multipolarismo, es el principal impulsor del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea pese al rechazo francés. También planteó que el Mercosur debería mirar hacia Asia, “centro dinámico de la economía mundial”.

Javier Milei busca disputar el protagonismo brasilero bajo su subordinación al unilateralismo estadounidense. A su vez, buscó más exenciones para facilitar un posible acuerdo con Washington, incluso por fuera del bloque. Los avances de las negociaciones con Europa podrían atenuar sus amenazas de salir del Mercosur.

Tomás Merani* candidato a membresía del equipo PIA Global, analista internacional.

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