El autor de United World International, Mehmet Perinçek, explicó al periódico ruso Vzglyad la cuestión de si “Estados Unidos puede apuntar al TurkStream después del Nord Stream”. Presentamos a nuestros lectores el artículo con el comentario de Mehmet Perinçek, publicado en ruso, traducido al inglés.
Los gasoductos que van de Rusia a Türkiye pueden repetir el destino del Nord Stream. Los temores al respecto surgieron en la comunidad de expertos de Türkiye después de que el periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh destapara el caso de las explosiones en el fondo del mar Báltico ocurridas hace seis meses. El principal sospechoso del sabotaje fue Estados Unidos. ¿Tiene Estados Unidos motivos y capacidad técnica para atacar el Turkish Stream?
El Departamento de Estado emitió una declaración el jueves (23/2). Afirmó que Estados Unidos no tenía nada que ver con el socavamiento del Nord Stream y estaba dispuesto a reiterarlo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Cuando se le preguntó si la ONU debería desempeñar algún papel en la investigación de los incidentes, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que la explosión se produjo fuera de Estados Unidos y que los socios en las aguas, donde se produjo la explosión, deberían hablar sobre los mecanismos de investigación, informó TASS.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, se abstuvo de acusar directamente a Estados Unidos de estar implicado en el sabotaje, pero llamó la atención sobre otra cosa: todos los principales medios de comunicación occidentales se quedaron repentinamente sin habla después de que el ganador del Premio Pulitzer Seymour Hersh describiera la semana pasada en detalle el plan para socavar el Nord Stream. Según Hersh, el crimen lo cometió Estados Unidos. Wang Wenbin pidió una investigación objetiva sobre el socavamiento del Nord Stream, informa RIA Novosti. Rusia ya ha calificado las explosiones de gasoductos de acto de terrorismo internacional.
Mientras tanto, las revelaciones de Hersh hicieron temer en los círculos de expertos por el destino del homólogo del Mar Negro del oleoducto perdido: el TurkStream. Si Estados Unidos resultaba ser el principal sospechoso, el motivo de los criminales quedaba claro: cortar el suministro de combustible azul ruso a Europa Occidental. Por tanto, lo lógico sería “acabar lo que empezaron”.
Por cierto, la carga en la ruta del Mar Negro ha aumentado recientemente. Desde principios de febrero, Gazprom ha aumentado los suministros a Europa, por lo que el TurkStream ha superado en volumen al tránsito ucraniano, informa Eadaily. Los expertos atribuyen el aumento de los suministros al enfriamiento en Europa y al precio del gas ruso, que está vinculado a las cotizaciones bursátiles.
En este contexto, los expertos temen por el destino del Turkish Stream. Mehmet Perinçek recuerda cómo Estados Unidos y Ucrania acordaron hace cuatro años coordinar sus esfuerzos para detener la construcción de la segunda línea del TurkStream.
“El protocolo en esta ocasión fue firmado por el secretario de Estado Mike Pompeo y el ministro de Exteriores ucraniano Pavlo Klimkin, que visitó Washington en noviembre de 2018. El texto de este acuerdo es fácil de encontrar en la página web del Departamento de Estado. Como se puede ver, en ese momento Ucrania no valoraba demasiado las relaciones con Türkiye si actuaba abiertamente en detrimento de nuestros intereses.
Es lógico suponer que Kiev y Washington han conservado ese objetivo hasta hoy. En los primeros años, intentaron frenar la “corriente” con herramientas puramente políticas, pero recientemente han pasado a utilizar métodos violentos. Como ya se informó, el pasado otoño los terroristas del régimen de Kiev intentaron volar el oleoducto que conduce a Türkiye”, señala Perinçek.
“Los estadounidenses están utilizando la crisis ucraniana no sólo contra Rusia, sino también contra Europa. Quieren privar a Europa del gas ruso y aumentar así su dependencia de Estados Unidos. Ahora venden su gas a través del océano, que es bastante más caro que el ruso. El volumen es menor, el precio es más alto y la logística es más difícil. Pero la Unión Europea sigue comprando”, dice perplejo el profesor.
Perinçek no descarta que se produzca un atentado terrorista en un futuro próximo, ya sea contra el Turkish Stream o contra el Blue Stream, un gasoducto más pequeño que también bombea gas de Rusia a Türkiye desde 2003. “Un atentado de este tipo puede compararse en sus efectos con el bombardeo de Ankara. Ankara defenderá sus intereses en cualquier caso. Además, ahora el mundo entero está sufriendo una crisis energética, y Türkiye no puede permitirse perder un recurso como estos preciosos gasoductos”, señala el politólogo.
*Mehmet Perinçek, Historiador y politólogo (Turquía).
Artículo publicado en United World International.
Foto de portada: United World International.
