Miles de tunecinos han protestado contra el presidente Kais Saied, exigiendo el retorno al orden democrático normal y rechazando la sustitución de la comisión electoral independiente por una que él mismo nombró.
«El pueblo quiere democracia» y «Saied ha llevado al país al hambre» fueron dos consignas coreadas por los manifestantes en la manifestación principal en el centro de Túnez el domingo, una semana después de una manifestación mucho más pequeña en su apoyo.
«Ha quedado claro que la calle apoya el regreso al camino democrático», dijo Samira Chaouachi, la vicepresidenta del parlamento disuelto que, al igual que los otros opositores de Saied, lo acusa de un golpe de Estado.
Subrayando la amplia oposición entre los partidos políticos a Saied, quien parece conservar cierta popularidad entre la gente común, cientos de simpatizantes del exlíder de Túnez realizaron su propia protesta por separado en su contra.
Saied ha afianzado su gobierno desde que tomó el poder ejecutivo el verano pasado, destituyó al parlamento, pasó a gobernar por decreto y dijo que reemplazará la constitución democrática a través de un referéndum.
Saied niega un golpe y dice que su intervención fue legal y necesaria para salvar a Túnez de años de parálisis política y estancamiento económico a manos de una élite corrupta y egoísta que había tomado el control del gobierno.
Subrayando la amplia oposición entre los partidos políticos a Saied, quien parece conservar cierta popularidad entre la gente común, cientos de simpatizantes del ex líder de Túnez realizaron su propia protesta por separado en su contra.
La mayor crisis política
Mientras tanto, la economía y las finanzas públicas de Túnez están en crisis y el gobierno está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para un paquete de rescate en medio de la pobreza y las penurias generalizadas.
Las medidas de Saied han llevado a Túnez a su mayor crisis política desde la revolución de 2011 que introdujo la democracia y desencadenó la ‘primavera árabe’, amenazando los derechos y libertades ganados hace 11 años.
Ha reemplazado a un consejo judicial que garantizaba la independencia de los jueces, así como a la comisión electoral independiente, poniendo en duda la integridad tanto del proceso legal como de las elecciones.
La constitución de 2014 fue el resultado de meses de intensas negociaciones entre las facciones políticas de Túnez, pero Saied ha rechazado los llamados a un diálogo inclusivo similar, diciendo que aquellos que se oponen a sus movimientos deberían ser excluidos de la discusión.
En la otra protesta del domingo, el Partido Constitucional Libre de Abir Moussi, un crítico frecuente de las políticas democráticas del país desde la revolución, también se manifestó contra el intento de Saied de cambiar el sistema político por sí mismo.