Jóvenes incendiaron neumáticos y bloquearon carreteras con barricadas, mientras las fuerzas de seguridad arrojaron gases lacrimógenos y llevaron a cabo un número indeterminado de detenciones, según medios locales.
Frente a la escalada de tensión, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, destacó este miércoles en un comunicado que «aunque el daño deliberado contra infraestructuras públicas no es aceptable, las autoridades deben garantizar que quienes se manifiestan pacíficamente siguen haciéndolo de manera libre y segura».
«Me preocupa que la represión y la ausencia de pluralismo en Comoras continúen desde hace varios años», señaló Türk.
Con un 62,97 % de los votos, Assoumani logrará en primera vuelta, si el Tribunal Supremo confirma estos resultados provisionales, un cuarto mandato de cinco años y un tercero consecutivo al frente al país, después de haber gobernado democráticamente entre 2002 y 2006 y desde 2016 hasta la actualidad.
Coronel retirado, de 65 años, y candidato del partido Convención para la Renovación de Comoras (CRC), Assoumani accedió por primera vez al poder en 1999, tras liderar el golpe de Estado que derrocó al entonces presidente, Tadjidine Ben Said Massounde.
Pero los cinco aspirantes opositores que concurrieron con él en estos comicios denunciaron un fraude electoral e irregularidades, como el «relleno de urnas», y pidieron la anulación de la votación.
Los candidatos aseguraron, por ejemplo, que algunos de sus apoderados no recibieron las acreditaciones oficiales necesarias, lo que hizo que no se les permitiera la entrada a los colegios electorales.
Los resultados definitivos serán proclamados el próximo 30 de enero por el Tribunal Supremo, después de un plazo en que se pueden presentar recursos.
Unos 340.000 ciudadanos, de una población total de más de 850.000 personas, estaban llamados a las urnas en los sextos comicios presidenciales que celebra el pequeño estado insular desde la firma, en 2001, de los acuerdos de Fomboni, que pusieron fin a la crisis separatista e iniciaron un sistema de gobierno rotatorio entre las tres islas del archipiélago: Gran Comora, Mohéli y Anjouan.
Esos pactos, plasmados en la Constitución de 2001, determinaban que la Presidencia debía rotar entre las tres islas tras cada mandato, con el objetivo de dar estabilidad a un país que ha sufrido una veintena de golpes de Estado -fallidos y exitosos- desde su independencia de Francia en 1975
Sin embargo, en julio de 2018 se aprobó en un referéndum una modificación de la carta magna que autoriza la reelección del presidente, lo que permitió a Assoumani volver a presentarse en los comicios anticipados de 2019 -que ganó en primera vuelta con el 60,77 % de los votos- y en los del domingo.
Los partidos opositores, que han criticado con dureza esa reforma constitucional y reclaman modificar otra vez la ley fundamental o redactar una nueva, no lograron unirse y llegaron divididos a estas elecciones.
Antes de la celebración de la votación, parte de la oposición pidió el boicot al denunciar falta de transparencia en el proceso electoral.
Aunque la CENI estimó inicialmente una participación del 60 %, esta fue finalmente sólo del 16,30 %, según el organismo electoral.
Las autoridades de Comoras instauraron este miércoles (17.01.2024) un toque de queda en todo el archipiélago tras los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que protestan por la victoria en las elecciones del presidente saliente Azali Assoumani, calificada de «fraude» por la oposición. Los incidentes comenzaron luego de que la Comisión Electoral informara de los resultados, la noche del martes.
«Se ha establecido un toque de queda», anunció en televisión Youssoufa Mohamed Ali, el delegado de Defensa de Comoras, un archipiélago de tres islas situado frente a las costas del sureste de África, en el Océano Índico. Según el decreto publicado posteriormente, la medida -que entró en vigor de inmediato- pone a Moroni, la capital, bajo toque de queda entre las 19:00 y las 06:00 horas, así como al resto del territorio entre las 22:00 y las 06:00 horas.
Durante todo el día los manifestantes construyeron barricadas con trozos de asfalto y piedras y muchos negocios permanecieron cerrados en esta ciudad de unos 10.000 habitantes. El centro fue acordonado por policías, gendarmes y soldados desplegados en gran número y que se enfrentaron con grupos conformados principalmente por jóvenes.
ONU expresa preocupación
Frente a la escalada de tensión, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, destacó en un comunicado que «aunque el daño deliberado contra infraestructuras públicas no es aceptable, las autoridades deben garantizar que quienes se manifiestan pacíficamente siguen actuando de manera libre y segura». «Me preocupa que la represión y la ausencia de pluralismo en Comoras continúen desde hace años», añadió Türk.
La oposición exigió la «cancelación» de las elecciones del domingo en las que 340.000 votantes estaban convocados para elegir a su presidente y a los gobernadores de las tres islas del país. «Incuestionablemente, estas elecciones no son válidas», dijeron los cinco candidatos rivales de Assoumani en un comunicado conjunto, alegando fraude e irregularidades, como relleno de urnas.
Azali Assoumani, un exmilitar golpista de 65 años, obtuvo el 62,97 por ciento de los votos en la primera vuelta, según resultados provisionales, lo que le da un tercer mandato consecutivo que debería mantener en el poder hasta 2029. Assoumani accedió por primera vez al poder en 1999, tras liderar el golpe de Estado que derrocó al entonces presidente, Tadjidine Ben Said Massounde.