Cuando analizamos ese documento señalamos que el jefe ucraniano tenía razón. Aunque, agregamos, que la situación de guerra de desgaste en el largo plazo inclinaba la balanza hacia la victoria rusa en forma cada vez más clara; y que por más que los ucras realizaran algunas buenas operaciones, su posibilidad de triunfo era muy remota. En realidad, desde un punto de vista objetivo, sostenemos que la salida a la guerra era una negociación que contemplara necesidades de seguridad rusa, tal como el mismo Kissinger manifestó en Davos antes de morir. De hecho, la profundización de la guerra vuelve más sólida la posición del mundo multipolar y dentro de este, al acercamiento entre Rusia y China. Algo que a los argentinos no nos preocupa en primera instancia y que podríamos aprovechar, pero que a los occidentales y globalistas sí debería hacerlo.
También podemos señalar, en forma crítica a los apologistas obtusos de Rusia, que la “elección” de una guerra de desgaste no es una “elección”, sino una desgraciada imposición de las circunstancias, del fracaso, imposibilidad, o incapacidad de salir de esta forma de guerra. Es “desgaste” de hombres, material etc. de ambos contendientes, o sea no es una elección racional desde un punto de vista humano digamos, es que no te queda otra. O sea, desde el fracaso de la “Operación militar especial” se desveló que Ucrania (o al menos una parte importante de la población) estaba dispuesta a resistir, y que occidente estaba en decisión de participar en una guerra contra Rusia en forma activa a través de Ucrania como proxi (aclaramos “proxi” no es necesariamente “títere”). Y así la abismal diferencia, que anunciaba un rápido cambio de gobierno apoyado por Rusia, se equilibró.
Sin embargo, el tiempo fue dando la razón a los rusos, el desgaste (opción clara desde el repliegue ruso de Jerson y la derrota en Karkov), la lucha de posiciones, con ataques y operaciones micro tácticas, fueron desde la batalla de Bajmut en adelante, un largo camino de avances pequeños, pero constantes para Rusia. Aunque no debe ser olvidada o ninguneada la ofensiva ucra en Karkov, que tuvo como característica la sorpresa operacional y la rapidez de movimientos. Puede ser vista como antecedente de una intención operacional que se repite ahora.
A fines de julio y principios de agosto los avances rusos en la zona de Advitka hacia Pokrovsk parecen indetenibles paso a paso, semana tras semana, los rusos acumulan pequeñas victorias. Que se están transformando en una victoria de carácter operacional cuando se anuncia la posibilidad de la caída de la importante posición de Pokrovsk y con ella una amenaza inminente a Kromatovsk y Slaviansk. Y (quizás) hasta la ruptura del frente, lo que sería una catástrofe que podría precipitar negociaciones (o la muy remota posibilidad de intervención directa de occidente).
La sensación general era (y para nosotros aun es) una derrota ucraniana en el mediano plazo. Eso se sustentaba en el rotundo (y para nosotros evidente y anunciado) fracaso de la ofensiva ucraniana en Zaporiya del 2023. Esta dejó la conclusión de que Ucrania solo podía defenderse, y que el que solo defiende al final es derrotado. Por ello iniciamos esta nota con las declaraciones de Zalushny sobre la necesidad de guerra de movimientos. Y allí entra con claridad esta operación en Kursk. De hecho, la única real victoria ucraniana, fue la operación de guerra de movimientos y ataque sorpresa sobre una posición mal defendida: la mencionada Karkov, la que fue realmente una operación interesante. Si bien no cambio el curso final de la guerra, lo cierto es que obligó a Rusia a acelerar cambios en sus planes y en occidente un entusiasmo desmedido que llevó a los errores estratégico, operacionales y tácticos de ofensiva de Zaporiya (entusiasmo que fue mayor en los decisores políticos que en los militares).
Recomendamos seguir el mapa interactivo de “Descifrando la guerra”, donde se puede apreciar el frente actualizado. https://www.descifrandolaguerra.es/coberturas/guerra-ruso-ucraniana/
La operación de Kursk
El 6 de agosto a las 5,30 hs. Poco después del amanecer, unos 1000 hombres con 30 blindados se lanzaron al ataque en la provincia de Kursk, unos cientos de km al norte del frente del Donbass y unos 100 de las últimas ofensivas rusas en Karkov. Era la vanguardia de una ofensiva importante, no la típica inclusión de sabotaje o propaganda de “voluntarios rusos” o un ataque para destruir alguna infraestructura o símbolo.
De hecho, esta ofensiva abrió un nuevo frente principal, y extendió la línea de combate en una notable cantidad de km., lo que merece un análisis, dada la carencia de recursos ucraniana. En ese momento la artillería, drones, baterías de misiles, guerra electrónica, probablemente grupos de sabotaje o señalamiento, infiltrados previamente, etc. atacaron las defensas, puntos clave y las comunicaciones de toda la provincia. Junto con este ataque los ingenieros de combate avanzaron con sus vehículos y equipos para abrir brecha, hacia donde pasarían en poco tiempo las fuerzas móviles ucranianas para destruir las posiciones defensivas, puntos fortificados, campos de minas, dientes de dragón, etc. de las posiciones rusas. La inteligencia ucraniana conocía con buen detalle las defensas rusas. Aclaramos que no eres algo muy difícil de lograr, ya que estaban a la vista en un frente descuidado. Salvo que una inteligente operación de camuflaje las mantenga ocultas, o que reservas estén concentradas en algún lugar desconocido de retaguardia. Pero recordemos que las eficaces defensas de la línea Surovikin, eran visibles y mapeadas.
Una vez completada esta operación las unidades ucranianas altamente móviles se lanzaron en tres líneas de avance abriendo una brecha hacia norte oeste (flanco izquierdo), hacia el este norte (centro) y hacia el este (flanco derecho). En una reunión de urgencia presidida por Putin ante la gravedad de los hechos, las autoridades rusas señalaron que las tropas de frontera resistirían, ya que estaban atrincheradas en dos líneas defensivas en los primeros 10km de frontera. Pero la realidad fue otra. La línea rusa se desmoronó con facilidad, y rápidamente en el lapso de un día las unidades móviles ucranianas estaban a campo abierto, sin enemigos ni posiciones que los detuvieran. Mientras unidades más potentes de un siguiente escalón se encargaban de liquidar los puntos de resistencia. Según los informes unos 2000 hombres de dos brigadas ucranianas iniciaron la ofensiva, con fuertes apoyos de otras brigadas, conformando kampfgruppes o “grupos de tareas” de armas combinadas (en este caso, infantería motorizada, artillería de campaña, tanques, equipos de drones, ciberguerra, antiaéreos, ingenieros, con un estado mayor que coordina y asigna refuerzos o apoyos de acuerdo a la circunstancia), todas unidades mecanizadas, muy móviles, cuestión clave, creemos, en el diseño de esta operación. Suponemos que las tropas ucranianas se han ido incrementado a medida que la lucha y la resistencia se extiende. Pero los primeros días avanzaban sin que hubiera resistencia seria.
La operación inicial era un rotundo éxito. Muy bien pensada y con las informaciones correctas para que el plan se cumpliera. Al menos el plan inicial, a nivel táctico y hasta operacional, todo iba viento en popa. Los objetivos estratégicos, es más complejo de saber, aún no lo tenemos claro, y una táctica sin estrategia puede ser fatal.
Más que un fracaso ruso en la defensa de las posiciones de frontera, lo que existió fue un éxito ucraniano, operacional. Lograron pasar de una guerra de posiciones y desgaste (escenario elegido por los rusos) a una de movimientos (escenario que pretenden los ucranianos), al menos los primeros días. La elección del lugar del ataque en el que fuerzas fogueadas y bien equipadas sin dudas iban a superar con facilidad una tenue línea de defensa constituida por conscriptos y guardia nacional (Rosgardia). Es la esencia de la guerra de movimientos (sea la “blitzkrieg” alemana, o el “arte operacional” soviético): romper el frente y para ello elegir el/los puntos precisos, donde concentrar las fuerzas necesarias, sorprender si es posible, y desde allí derramarse en la retaguardia. Por ello no se debe echar la culpa a los soldados, nada podían hacer.
De hecho, habría que pensar cual era la razón por que los rusos consideraban que un ataque ucraniano fuera del Donbass era inimaginable, cuando ellos atacaron por todo el frente al inicio de la guerra y en tiempos recientes lo volvieron a hacer al norte de Karkov; y mientras inclusive mantienen la amenaza desde Bielorrusia (que consideramos, sin dudas solo una distracción). Es probable que, como la mayoría, creyeran que los ucras no estaban en condiciones de desviar fuerzas de sus tambaleantes frentes. Y que (como al inicio de la guerra) exista cierto menosprecio de sus capacidades. Porque quien escribe analiza la guerra, y mide los éxitos y fracasos, con la “misma vara”. Es claro que los ucranianos podían y sí estaban en condiciones de atacar en cualquier lugar del frente, o más bien, tenían la decisión de hacerlo asumiendo los riesgos. Como de hecho ya lo venían haciendo con disidentes rusos al servicio de ucrania en incursiones de menor envergadura.
Como la idea era que los ucranianos estaban al límite, y que cualquier extensión del frente era perjudicial para ellos, los rusos se descuidaron. Por ello la valoración general de la reciente ofensiva rusa en Karkov (10 de mayo de 2024 en dirección a Vovchansk) se centró en la idea de que la “extensión del frente de guerra”, más allá de que los rusos consiguieran penetrar o no, era un éxito para Rusia, ya que obligaba a Kiev a distraer más de sus escasas fuerzas en cada vez más extensos frentes de batalla.
La opción rusa de debilitar zonas de la frontera a cambio de fortalecer la línea principal de combate donde llevan las de ganar, es perfectamente racional. Según algunos informes las fuerzas armadas rusas deponen de unos 450.000 hombres en combate hoy. Su amplia mayoría en el frente de Donetsk. Solo un 5% fuera del Donbass. Aunque debemos señalar que la idea de que los ucras solo podían o debían mantearse con todas sus fuerzas defendiéndose en donde estaban comprometidos, es al menos muy simplista. O sea, la única forma militar de obtener un éxito no es ir donde se encuentra la línea de mayor expectativa y acumular fuerzas ahí. Menos cuando tu enemigo está en condiciones de acumular más que vos. Eso te lleva a quedar atrapado en la estrategia de desgaste plantada por Rusia, como ha sido hasta ahora. Los ucranianos en cambio decidieron golpear en otro lado, donde si podían obtener una victoria. Quizás así confundir o debilitar la capacidad rusa de sostener la ofensiva en el frente principal. Lo que por ahora no está sucediendo.
Ciertamente el ataque ucraniano mientras no sea un fracaso rotundo, crea un dilema estratégico a los rusos. ¿Su enemigo dispone de la capacidad y fuerzas suficientes para atacar en cualquier sitio? ¿los ucranianos disponen de más fuerzas para lanzar a la batalla en Kursk? Por lo tanto, los rusos deberán tomar en cuenta estas posibilidades. Creemos (como también creíamos que era imposible Kursk) que otra operación de este tipo esta fuera del alcance ucraniano, más aún si sufren grandes bajas y no consiguen objetivos que impliquen cambios en la guerra: perdida de la iniciativa estratégica por parte del ejército ruso; o, aunque sea, en lo táctico/operacional debilitando su ofensiva en Donbass.
Mapa del territorio donde las fuerzas ucranianas han avanzado en Kursk
Un poco más de la situación y análisis del campo de batalla
Se debe tener en cuenta que a nivel táctico las acciones se desarrollan de forma en que día tras días haya nuevas novedades, el quiebre de un frente, el fracaso de un ataque o la intervención de nuevas fuerzas pueden alterar lo descripto como una foto para el día anterior. Es una etapa de guerra de maniobras aún. Como también que si ajustamos el foco en Kursk (lo que es correcto para este análisis específico) debemos tener en cuenta que la guerra se desarrolla con operaciones de importancia en otras secciones del frente, y que debemos mirar también el conjunto, ya que este con junto nos puede presentar un panorama distinto que una victoria o derrota en una sección particular.
El mando ucraniano parece haber elegido la zona de la operación con varias consideraciones. Una “aproximación indirecta” a la ofensiva principal rusa desde un punto de vista estratégico. Dos, la localización de un frente débilmente defendido. Tres, la capacidad de enmascarar sus fuerzas por varios métodos (como quizás hacerlas aparecer como fuerza de contención frente a la repetición de una operación rusa como la de Karkov). Y, por último, la elección de un terreno que permitiera, sin obstáculos naturales, los movimientos amplios de fuerzas motorizadas.
Los ucranianos desarrollaron su avance con tres tipos de unidades. De sabotaje, de reconocimiento y de ataque/ocupación. Incorporaron masivamente medios de guerra electrónicos muy potentes. Como nuevas tácticas de drones combinando la utilización de estos con la interferencia electrónica de negación para los enemigos. Constituyendo equipos de armas combinadas móviles con capacidad de neutralizar mediante guerra electrónica los drones rusos y con una fuerte capacidad antiaérea para neutralizar a la aviación enemiga (factor clave en estas operaciones para frenar incursiones enemigas que se alejan de sus bases. Al menos eso se señala. Hubo sin dudas un fuerte apoyo occidental (pero eso es permanente) especialmente en nuevas técnicas que se experimentan en esa operación. De hecho, han logrado desorganizar a los rusos en los primeros días y prever los posibles movimientos de unidades y refuerzos para atacar las fuerzas en movimiento bajo la cobertura de la guerra electrónica.
Es interesante ver un cierto paralelismo con los avances rusos al inicio de la guerra, pero en escala razonable y con tropas para asegurar ciertas posiciones clave; claro porque, a diferencia de los rusos, los ucras preveían resistencia y que no los recibirían con los brazos abiertos (recordemos que donde la población era más claramente «prorrusa» la “Operación especial” tuvo éxito). Avanzaron grupos de tareas pequeños por muchos lugares. Estos operan así para “desorganizar” y saben que pueden ser aniquilados, por ello deben estar en constante movimiento. Y en algunos casos son aniquilados, sin dudas. Pero en otros no, pasan ocupan unas horas y se van antes de que lleguen los contraataques rusos. Generando dilemas a sus enemigos ¿Dónde está la fuerza principal?
Las primeras imágenes que comenzaron a circular al inicio de las operaciones fueron de prisioneros rusos, esto tiene un efecto moral y de propaganda. según Zelensky unos 100 soldados son ahora cautivos. Pero como en toda la guerra, salvo en la rendición de Mariupol, la cantidad de cautivos es poca. La primera reacción del EM ruso fue hacer converger las unidades que estuvieran disponibles para intentar taponar brechas, volver a llamar a Wagner desde Bielorrusia y acudir a los Chechenos. Y usar toda la capacidad de bombardeo artillero o de drones disponible. Lo que sin dudas causó bajas a los ucranianos; aunque se señala que la “guerra electrónica” ucraniana afecta a algunas de estas armas con efectividad, no sabemos hasta que nivel ni hasta que profundidad. A quien escribe esta nota le sigue llamando la atención de relativa poca participación de la FA rusa. En una invasión a su propio territorio, y con regular profundidad imaginamos que la FA deberá haber estado en plena actividad, pero los informes son limitados. Las experiencias históricas señalan esto, pero quizás suceda que en la actual penetración los equipos antiaéreos móviles blindan cobertura eficaz. Creemos que la FA debería estar en condiciones de operar, y esto es una falencia, que quizás tenga alguna raíz material más que doctrinaria o de incapacidad de sus mandos.
Debemos destacar que esta ofensiva cuenta con un silencio informativo total por parte de Ucrania, y muy poca información fiable por parte oficial de Rusia. Sin embargo, contamos con una muy nutrida información de los rusos de a pie que inundan las redes con imágenes y comentarios, análisis en muchos casos interesantes. Esto permite “filtrar” la información especialmente la ucraniana que ha comenzado a ser difundida. Según el Estado Mayor ucraniano desde el 12 al 14 de agosto sus tropas continuaban la guerra de movimientos y pasaron de controlar unos 25 “pueblos” (o aldeas) a unas 40. Acercándose a unos 1000 km2 de control territorial. No sabemos si será real, o solo poblaciones en las que establecieron un control sorpresa circunstancial. Pero lo cierto es que la idea de mantener el frente fluido continuaba el 14 de agosto. Aunque es de destacar que el ISW (think tank proccidental) había confirmado menos territorio y menos poblaciones siguiendo fuentes abiertas).
Según se puede ver en el flanco izquierdo de la penetración de Kursk las tropas de Kiev siguen en movimiento, sin que los rusos consigan aun establecer el frente fijo y encajonar a sus enemigos. De hecho, el 15 los ucras ocuparon otras dos aldeas y Rusia decidió evacuar a la población de la retaguardia. Lo que parece confirmar las dudas del Kremlin en esa sección.
En la zona central de la cuña, los rusos han contraatacado y recuperado algunas poblaciones. Es en esa sección del frente donde las unidades ucranianas han sufrido un mayor desgaste según parece alto, la 82 brigada de asalto aéreo como la 22 brigada mecanizada han debido ser retiradas para su descanso y recomposición (al menos los elementos de estas que están destinados a esta ofensiva). Pareciera que los rusos han establecido una línea de frente. Se informan intercambios de fuego, artillería, drones, que producen bajas en ambos bandos; con informes de columnas rusas destruidas y de fuerzas de Kiev que son aniquiladas al intentar avanzar.
En el flanco sur de la cuña.
Los ucras han obtenido según parece hasta el 14 una gran victoria con la toma competa de la cuidad de Sudhza. Mientras que más al sur de la misma una columna mecanizada (no una fuerza de sabotaje, ni de reconocimiento) avanzó profundamente en el territorio ruso, pero fue detenida con grandes bajas cercanas a la aniquilación. Debiendo sus restos replegarse unos kilómetros en algún lugar entre su punto máximo de avance y sus posiciones de partida. La zona sur de la penetración está muy activa, e intentan consolidar y avanzar desde Sudhza. Es una posibilidad de que los ucranianos estén priorizando ampliar los flancos de la cuña para evitar una maniobra de pinzas rusa.
Operaciones en Kursk al 15 de agosto
Los ucranianos siguen retirando fuerzas del frente del Donbass, está confirmada la 95 brigada aerotransportada (o unidades de la misma) que debe reemplazar a unidades de las mencionadas brigadas iniciales. Esta fue retirada desde Niu York (en Donetsk, unos km al norte de la penetración principal hacia Pokorvsk) donde el frente finalmente colapsó y los ucranianos se retiran. Lo que indica un amplio desgaste, pero también la voluntad de sostener esta ofensiva. Como mencionamos las fuerzas de Kiev parecen sostener una guerra electrónica eficaz por ahora, que les permite tener cierta superioridad táctica en lo que hace a la utilización de armas que requieran control de radio, especialmente para detectar y atacar columnas en movimiento. Aunque es de destacar que pasada la sorpresa inicial los rusos (que también son buenos en esa área de la guerra) deberían estar en condiciones, al menos, hacer lo mismo o neutralizar esta desventaja. Más aún en tropas que se despliegan al interior de su territorio, o sea deberían ser más vulnerables.
Los rusos mientras tanto van construyendo a una velocidad admirable un sistema de fortificaciones, en torno a la penetración ucraniana. Es lógico que más allá de mandar a tontas y locas unidades al combate, construyan una línea defensiva que esté en condiciones de frenar el avance principal en todas direcciones a unos km de las actuales posiciones. La central nuclear tiene ya un anillo en su alrededor hasta unos 10 km. Y las principales líneas de avance posibles van siendo cubiertas de defensas. Si bien esto no implica frenar los movimientos ni anclar las fuerzas ucranianas, limita en teoría su capacidad de proyección.
Según fuentes ucranianas elementos de las brigadas de fusileros motorizados 38 y 64 de Rusia (del 35 Ejército de Armas Combinadas, Distrito Militar Oriental) se habían redesplegado en Kursk. Una parte de estos elementos habrían sido trasladados desde Zaporiya (zona no critica del frente). Según ISW los ucranianos también declararon que elementos del 272 Regimiento de Fusileros Motorizados ruso (de la 47 División de Tanques, integrante del 1 Ejército de Tanques de la Guardia del Distrito Militar de Moscú) y elementos del 488 Regimiento de Fusileros Motorizados también de Moscú. Todos se habían redesplegado recientemente desde la dirección de Kupyansk hacia Kursk. Según se informa, los reclutas rusos, incluidos los del 488 y del 1428 Regimiento de Fusileros Motorizados (de la 150 División de Fusileros Motorizados, 8 CAA, están combatiendo en Kursk). También se ha informado de que elementos de la 810 Brigada de Infantería Naval de la Flota del Mar Negro y dos batallones VDV se han redesplegado desde Kherson hasta Kursk. Siguiendo con informes de ISW también ha observado a elementos de la 810 Brigada de Infantería Naval redesplegados a Kursk desde Vorochansk, en Kárkov. El Ministerio de Defensa ruso confirmó el 13 de agosto que elementos de artillería de la Agrupación de Fuerzas del Norte de Rusia se habían redesplegado desde el norte de Járkov. También se sabe con certeza que las fuerzas de Wagner sitas en Bielorrusia y los elementos Chechenos de se desplegaron inmediatamente en la zona.
Los rusos sostienen el frente en gran medida con reclutas y de elementos de algunas unidades militares regulares e irregulares extraídos de sectores menos críticos de la línea del Donbass. Construyendo con conscriptos, unidades de la guardia nacional, unidades de zonas poco críticas del frente, fuerzas Chechenas y PMC Wagner, una fuerza capaz de hacer frente a la incursión ucraniana sin afectar el curso de la ofensiva principal de Donetsk sobre Prokrovsk (es en realidad todo un frente que abarca desde Chasivyar al oeste de Bajmut, pasa por Niu York y llega hasta la punta de lanza que se prolonga desde Advitka en dirección a Prokrovsk). Debe destacarse que la cantidad de información de fuentes abiertas producida por los propios rusos y que permite obtener una cantidad de datos muy superior a la que se permite circular en occidente y menos aún en Ucrania. Por otro lado, es necesario aclarar que cuando hablamos de brigadas o ejércitos desplegados en el frente, en general son batallones o grupos operativos extraídos de las brigadas mencionadas. No las brigadas completas. Por último, si bien podemos confirmar las unidades ucranianas mencionadas, el secretismo (muy correcto) ucraniano, no permite saber a ciencia cierta las unidades que disponen; ni si, además, de las que aparecen en operaciones confirmadas, existen más elementos de esas brigadas en retaguardia o si existen otras brigadas preparadas para explotar la ofensiva si se abren nuevas líneas de penetración, o para hacer frente el contraataque ruso que sin dudas será muy fuerte.
Objetivos posibles
Desviar fuerzas rusas.
Este es un objetivo que podría ser, en lo militar concreto, suficiente para considerar un éxito la ofensiva ucraniana: que los rusos se vieran obligados o tentados a responder con rapidez e impaciencia, desplazando unidades desde las zonas del frente donde se encuentran avanzando. Así se debilitaría el avance que ha sido sinónimo de su victoria posible, quizás paralizándolo. Esa seria desde nuestro punto de vista una consecuencia deseada por Kiev en forma prioritaria. Por ahora eso no ha sucedido; pasando ya más de una semana del ataque los rusos, como hemos señalado, han respondido con prudencia. Esto significa que tienen dificultades para estabilizar el frente, y quizás para estructurar una contraofensiva. Pero, no para seguir con su ofensiva en Donetsk, ya que consideramos el principal objetivo ruso en esta etapa de la guerra es vencer claramente en ese frente, llegando a tomar Prokrovsk. Esa sería una victoria clara y según todos los analistas la progresión sobre ese objetivo continúa.
Puntos activos rusos del frente de Donetsk y Lugansk/Karkov
Objetivo sobre la moral propia y rusa.
Desde la derrota de la contraofensiva de Zaporiya la moral ucraniana se encontraba baja. Mientras que Rusia se presentaba como ganadora evidente, sin contestación. Una penetración en territorio ruso, aunque sea poco territorio, simbólicamente ante la población rusa (aunque ese efecto debe evaluarse), pero sobre todo ante el mundo y los mismos desanimados ucranianos (de acuerdo a la propaganda y la actitud de preocupación del gobierno ruso) ayuda a revertir el factor moral. Tan importante en la guerra. Recordemos que la acción sobre Ucrania sigue siendo en Rusia una “operación militar especial” algo lejano, en el extranjero. Como las expediciones e invasiones occidentales, que no afectan la vida cotidiana, o sea un objetivo puede ser hacer que los rusos sientan la guerra cerca, aunque para eso la penetración debería ser más profunda y la movilización de conscriptos más masiva.
Propaganda a occidente. En reconocido la dependencia de Ucrania de todo tipo de ayuda occidental. Y esta se encuentra condicionada por varios factores internos del bloque occidental, de cada uno de los países en cuestión, y de la idea de posibilidad real de Ucrania de hacer un uso adecuado de la ayuda: léase no perder sistemáticamente como el último año. Con esta ofensiva Kiev puede revertir la imagen de que la derrota era inminente e irreversible. El ataque a Kursk (depende de cómo termine) se realiza para mostrar que se está en condiciones de luchar con efectividad si hay ayuda, que se puede golpear a Rusia y así volver a generar un mayor y prolongado apoyo.
Tomar o amenazar logística e infraestructuras críticas: gas, central nuclear, vías de comunicación. En Sudhza se encuentra un “Punto de control y de medición” del ultimo gasoducto que vincula la UE con Rusia (aunque se compra gas ruso a través de Turquía). Sí, Rusia sigue suministrando gas a occidente. Eso le permitiría a Ucrania disponer de una herramienta de presión y negociación no solo con Rusia, sino con algunos países de Europa. Este objetivo parece haber sido alcanzado: de hecho, el gas aumentó hasta los 40 u$s el m3 al haberse suspendido el suministro por parte de Gazprom. Eslovaquia, Austria e Italia son los países de la UE que siguen recibiendo gas por ese conducto (12.000 m de m3 hoy, antes de la guerra 90.000 m de m3 para toda Europa). La otra infraestructura crítica que puede ser objetivo es la central nuclear de Kursk, que proporciona energía a toda la zona. Este objetivo parece más lejano, aunque una aproximación podría colocar la central a tiro de artillería, (cosa que sin dudas los ucranianos se cuidarán de no hacer). Sin embargo, como en Zaporiya, sería un elemento de negociación más en manos de los ucras. Por último, por la zona circula carreteras y vías férreas que eran usadas para la logística. Sorprende a este analista que, a pocos km de la frontera, al alcance de ataques de mucho menor envergadura se considere la existencia de rutas logísticas de importancia, pero la penetración puede dificultar las comunicaciones rusas.
Intercambio de prisioneros.
Según señaló Zelensky, una tarea de las tropas ucranianas consiste en tomar prisioneros para el intercambio. Los avances rusos de los últimos meses han permitido a Rusia capturar una cantidad de prisioneros ucranianos, sin contrapartida de rusos por parte de Kiev. Los 100 hombres en sus manos permitirán establecer un nuevo intercambio. Es lógico, pero sin duda este no es el objetivo primordial, sino secundario de tan vasta operación.
Elementos de negociación.
Territoriales, simbólicos, etc. Una mesa de negociaciones es algo que ya está en el discurso de Kiev. Pero una negociación con algo en la mano para que la negociación no sea una rendición. Todos los mencionados puntos son elementos de negociación o que favorecen una negociación. Es claro que la propuesta rusa hasta ahora es para la situación de Ucrania una “rendición incondicional”. Una situación en la que Rusia negocia directamente con occidente. La ofensiva ucraniana puede introducir a Ucrania dentro de esa negociación. O al menos ese puede ser el intento. De hecho, cuando los analistas prorrusos señalan que esta ofensiva “aleja las posibilidades de paz”, no se equivocan tanto, porque parece alejar las posibilidades de que Ucrania esté al borde del derrumbe. Esto último no lo sabemos, dependerá del resultado ya que un fracaso podría ser el fin de la guerra con derrota, en realidad. Creemos que si esta operación en desarrollo, además de no alcanzar objetivos estratégicos termina con un gran desgaste de fuerzas para Ucrania, puede debilitar su situación en los demás frentes. Y aún existe la posibilidad que un contraataque ruso pudiera reducir las conquistas actuales a cero y dejar a Ucrania peor que al principio. En realidad, estamos ante un final abierto.
Cambio de la iniciativa estratégica.
O sea que los ucranianos comiencen a atacar o contraatacar, manejando los tiempos de la guerra, mientras que los rusos solo a responder o defenderse de las decisiones de Kiev, pasando la guerra a otra etapa de iniciativa ucra. Creemos que esto está muy lejos de ser posible. Mas bien nos parece una maniobra activa de aproximación indirecta dentro de la defensa.
Ejemplos históricos
Las comparaciones o paralelismos etc. con hechos del pasado pueden ser anacrónicos, si los matizamos desde una perspectiva amplia sirven para extraer elementos de análisis, así lo señala el “método comparativo” de la historia. Aunque en general se suele usar vulgarmente, pero lo cierto es que en las ciencias sociales especialmente en la guerra la “experimentación de laboratorio” no es posible, solo se puede recurrir a guerras pasadas para intuir que puede suceder, o ayudar a explicar. Ciertamente la existencia de muchas experiencias analizadas es lo que permite crear teorías válidas.
Algunos señalan que la respuesta rusa será muy dura y que los ucranianos se arrepentirán de haber atacado territorio ruso. Bueno, son los más divulgadores prorrusos, los que como un acto reflejo señalan esto. Mientas que entusiastas occidentales (otra vez) caen en el profundo error de ver una Rusia con pies de barro. Primero debemos saber que esto es una guerra entre dos estados, haya declaración de guerra o no de parte de Rusia. Por lo tanto, toda operación militar contra el territorio enemigo es legítima, lo mismo contra la infraestructura clave o la logística. Claro, matar a la hija del filósofo Alexander Dugin es un acto terrorista, pero atacar el puente de Crimea, el puerto de Odessa o un nudo ferroviario, no lo es.
Hace más de 80 años el entonces jefe de la FA alemana Herman Göring declaró que si un avión ingles se acercaba a suelo alemán él cambiaría de nombre… sin dudas debió tragarse sus palabras. Y posteriormente Hitler en una decisión de muy negativas consecuencias decidió “vengarse”, desviando a al Lutwaffe de sus objetivos militares y ordenando concentrar la venganza con bombardeos sobre Londres. El mentor de la provocación Winston Churchill, sabía como era su enemigo y que mordería el anzuelo. Bueno, lo cierto es que los ataques de los ucranianos a Rusia en general no ponen en riesgo las capacidades rusas, aunque sí tienen un gran efecto de propaganda y provocación. Un estadista debe responder moderadamente, con inteligencia. Los blogueros y analistas de la web pueden decir cualquier cosa.
También en son de comparaciones, podemos ver que Kursk trae rima con la última gran ofensiva alemana en el frente oriental, donde definitivamente el Reich perdió la iniciativa estratégica. Sin embargo, esta operación no tiene nada que ver con aquella ofensiva, solo el nombre por los que las conocemos. No solo por el número de fuerzas involucradas. Si no porque conceptualmente es muy distinta. De hecho, Kursk de 43 ha tenido una cierta similitud con Zaporiya del 2023. Allí una concentración de fuerzas blindadas ucranianas se lanzó para cortar un sector del frente ruso, sobre posiciones fortificadas en profundidad y con los rusos esperando (aunque, a favor de los alemanes del 43 podemos señalar que no sabían que los estaban esperando, los urcas sí lo sabían y lo declaraban a los cuatro vientos, lo que profundiza su error), pero esta vez corrigieron ese error, en esta de Kursk los rusos fueron tomados por sorpresa.
La operación ucraniana de Kursk actual, guarda en realidad algún paralelo con la ofensiva de las Ardenas alemana de fines de 1944. Allí un ejército que ya se lo consideraba derrotado lanzo una ofensiva en un sector del frente desprotegido, para alcanzar un objetivo operacional de repercusiones estratégicas (Amberes) sorprendiendo a un enemigo muy superior que estaba preparando sus operaciones en otros sectores del frente. Claro, el objetivo operacional alemán de Amberes era inalcanzable, tal como todos los generales alemanes sabían sin lugar a dudas. Y ahora no sabemos con claridad cual es el objetivo ucraniano, aunque lo presumimos más modesto y realista. También sabemos que los alemanes, estaban solos y carecían de recursos para mover sus fuerzas y de todo tipo de reemplazos. Era una muy potente fuerza, pero con un solo impulso.
Hoy los ucras disponen del apoyo material de occidente, y pretenden con esta ofensiva redoblar ese apoyo. Aunque desconocemos con cuantas tropas de reemplazo disponen, suponemos que al igual que los alemanes en el 44, muy pocas. Aunque podríamos pensar que si el efecto moral es positivo quizás puedan mejorar la recluta. Los rusos sin dudas fueron tomados en la más absoluta sorpresa. Y a diferencia de los aliados en las Ardenas no disponen del ejército de Patton en las inmediaciones, ni de la abrumadora masividad de recursos, terrestres, aéreos, logísticos, etc. para reaccionar con rapidez y contundencia. Pero sin dudas son superiores y reaccionaran con la suficiente eficacia cuando la sorpresa inicial deje de surtir efecto. Los mismos informes occidentales señalan que la sorpresa esta desapareciendo y que los ucranianos cada vez más encuentran límites a sus movimientos.
Además, los ucranianos tampoco son el ejercito alemán, pero han demostrados ser fuerzas muy competentes. Aunque no está de más señalar que los alemanes debieron jugar con las condiciones climatológicas para evitar la presencia de la aviación aliada. Y, no nos cansamos de señalar, que la que debería ser una abrumadora superioridad aérea rusa parece muy disminuida, quizás por (insistimos) los medios antiaéreos aportados por occidente. En las Ardenas, finalmente, los alemanes gastaron fuerzas necesarias para defenderse, se quedaron sin logística y tuvieron que abandonar sus mejores blindados en la punta de su cuña acorazada, y cuando debieron retirarse se enfrascaron en una defensa de posiciones del territorio conquistado que le era inútil contra un enemigo inagotable. Mas aun con la superioridad aérea aliada puesta en juego. Aquí no sabemos qué pasará.
Algunos señalan que esta operación se enmarca en la idea de “aproximación indirecta”. Si lo tomamos moderadamente puede ser. O sea, no habría un objetivo estratégico en la zona de la operación. Sino que, al actuar y atacar por la línea de menor expectativa, por un flanco lejano o menos protegido, se sorprende al enemigo que paraliza sus operaciones principales o se logra amenazar algún núcleo de poder por medios indirectos. Pero esto debe ser efectivo en algún momento. Porque ha habido “operaciones indirectas” de este tipo (o sea no tácticas, sino estratégicas, suponiendo que esta sea una de ellas) que fracasaron rotundamente porque el enemigo, por el contrario, supo responder con eficacia sea el caso de Galípoli en la Primera Guerra mundial.
Por último, algunos analistas de los EEUU señalan cierto parecido a lo que fue la incursión Doolitte sobre Tokio en 1942, cuando un grupo de bombarderos de los EEUU fue lanzado en una misión para demostrar que se podía responder a Pearl Harbor atacando la capital nipona. Eso era para propaganda y dar moral a la población de los EEUU. Debemos destacar que eso fue una misión suicida. Y no sabemos si el analista de los EEUU lo dice como un elogio o critica a los ucranianos. Ya que la pérdida de los aviones y sus dotaciones por parte de EE.UU. en el 42, no significaba nada. Pero la pérdida ucraniana de sus unidades podría ser fatal.
Consecuencias y conclusiones
Según los datos que disponemos la operación ucraniana estuvo bien planificada y contó con una buena tarea previa de inteligencia. El terreno fue bien elegido y logró establecer una guerra de movimientos. Así mismo las fuerzas participantes fueron las mejores que dispone Kiev. Creemos que tiene que haber contado con apoyo directo de las fuerzas occidentales (más allá de lo que se sabe de armas y entrenamiento) en lo que hace a inteligencia, guerra electrónica, monitoreo, dirección del campo de batalla y combinación de armas para acrecentar la efectividad de las fuerzas en acción.
Las fuerzas destacadas a la ofensiva no han sido masivas, en el inicio se hablaba de elementos de dos brigadas. Una brigada mecanizada debería disponer en planilla de unos 3 a 5 mil hombres (organizados en tres batallones mecanizados y uno de tanques más una serie de batallones y compañías de complementos de artillería, guerra electrónica etc.), aunque con el desgaste sin dudas se deben encontrar sensiblemente disminuidas. Como podemos ver fuerzas relativamente pequeñas. Unos 2000 hombres al comenzar, algunos más unos días después, quizás más aún hoy, con la incorporación de más unidades para sostener la ofensiva. Lo cierto es que dado el, en apariencia eficaz enmascaramiento ucra, las versiones de existencia de mas fuerzas de las unidades mencionadas o mas brigadas en reserva podría ser creíble o simplemente una acción para confundir al enemigo.
La “teoría” indica que podrían haber sido una punta de lanza y una vez roto el frente lanzar fuerzas más masivas. Sin embargo, podemos asumir que el nivel de fuerzas se mantiene estable o incrementado moderadamente con los reemplazos de unidades. La clave de la ofensiva ha sido la movilidad. Y dudamos que Ucrania haya pensado esta ofensiva con el objeto de avanzar masivamente dentro del territorio ruso. El éxito está en seguir con cierto grado de libertad, una línea de acción que responde a las doctrinas militares de guerra de movimientos y armas combinadas.
Las fuerzas ucranianas han sufrido muchas bajas, lo podemos aceptar. Los informes rusos hablan de cientos de vehículos y unas 2500 bajas (lo mismo que cuando hablamos de fuentes ucranianas, estas cifras son solo una referencia ante la ausencia de otras, sujetas a verificación futura). Aunque probablemente sean menos. Los ucranianos también muestran muchas bajas rusas. O más bien convoyes de refuerzo o unidades que se aproximan al frente destruidas (no sabemos cuántas bajas). Lo que sí muestran es que disponen de una preparación previa para desarrollar las operaciones de reconocimiento o ataque con drones, u otras armas a distancia, sobre las unidades que detectan que convergerían sobre sus posiciones. Como una buena maniobrabilidad, defensa electrónica y AA para eludir, o disminuir la efectividad, de las concentraciones de fuego rusas. De hecho, hace no mucho tiempo se difundió la llegada de un gran cargamento de drones asignados a estas brigadas hoy al ataque.
Los ucranianos no han logrado lo que debería haber sido uno de sus principales objetivos: detener la ofensiva rusa en Donetsk. Pareciera más bien que ellos han debilitado sus posiciones en ese frente, mientras que los rusos han recurrido a todo tipo de fuerzas sin caer en la desesperación: cediendo espacio por tiempo. Por ello los ucranianos siguen (el 15 de agosto) aun avanzando, aunque ya más módicamente según parece. Pero, podría ser que sus avances en los flancos de su penetración estuvieran pensados para evitar unas pinzas rusas que llevaran a la aniquilación. Los rusos, por el contrario, continúan presionando en todo el frente del Donbass, especialmente en la dirección de Pokorvsk y logran éxito tras éxito, a su ritmo, muy lento, pero sin pausa y a una velocidad que podría significar en uno o dos meses la obtención de una victoria importante. Si esto es así, uno de los posibles objetivos más importantes de Kursk no se habrá cumplido.
Dirección de avance hacia Prokorvsk
En el momento de escribír de esta nota, las fuerzas ucranianas no habían sido completamente contenidas en la zona de Kursk, sin embargo, se puede aventurar que en unos días los rusos lograrían estabilizar el frente, consolidando una línea de contención y que la guerra de movimientos se vuelva de posiciones o de desgaste como en el resto del frente. En ese caso, creemos, que Ucrania tendrá un nuevo frente que sostener y habrá sufrido una cantidad de bajas significativas de unidades claves de su ejército, más difíciles de reponer que para Rusia. Lo que dará un balance negativo sobre la operación, pero esto debería ser previsto por el mando ucraniano, suponemos. Los rusos, quienes también tienen muchas bajas, las sufren en unidades secundarias, de lugares no comprometidos en la guerra, conscriptos, guardia nacional, o laterales a su fuerza estatal, sea Wagner o los Chechenos. Veremos, pero la clave es que, si la ofensiva ucraniana es finalmente contenida, ¿Cuáles serán sus objetivos estratégicos, se habrá cumplido alguno? ¿los rusos continuarán con sus avances en Donetsk?
Sin embargo, los ucranianos deben tener otros objetivos posibles como señalamos. Si pueden sostener las tierras conquistadas, habrán intervenido en él envió de gas a occidente, aunque creemos que no llegaron a amenazar seriamente la central nuclear, lo que hubiera sido un logro importante en el balance de “toma y daca” para posibles negociaciones. Ciertamente los ucranianos han mostrado que son competentes y combativos. Y hasta el momento de escritura de esta nota, que pueden morder. Sin embargo, con los paralelos que trazamos de la segunda guerra mundial. Quizás esta ofensiva sea unas “Ardenas” con una ambición más razonable, pero que no altera el resultado final. Lo que si queda claro es que occidente necesitaba una inyección de entusiasmo y esta ofensiva se la dio.
Es claro para nosotros que la propuesta rusa es inaceptable para Ucrania, sin embargo, no lo es para occidente necesariamente. Es un piso que Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, España o los EEUU podrían aceptar para empezar a discutir. Quizás hasta los países de Europa del este. Pero no Ucrania mientras pretenda tener voz y se considere que su voz es respaldada por algo (capacidad militar para empezar). Ya que la propuesta rusa no toma en cuenta la existencia de un actor llamado Ucrania, jaja. Y los occidentales e inclusive Polonia podrían decidir “repartírsela”, con Rusia. Quizás esta ofensiva tiene el objeto de mostrar que deben ser tenidos en cuenta. El resultado final, que veremos en semanas, nos dirá si esto se cumplió o si la derrota continúa con su marcha sobre los Ucrania, a un paso aún más precipitado.
Por último, no sabemos si esta operación es parte de un plan más amplio. Hasta hoy solo vemos la ofensiva en Kursk y el retroceso en Donetsk. Dudamos, o más bien creemos con bastante certeza que Kiev no dispone de fuerzas ni capacidad de hacer otras operaciones similares en otras secciones del frente que descubran poco protegidas. Creemos que los rusos con razón evalúan lo mismo (es otra de las cuestiones esenciales: generar dilemas al enemigo) Pero de la misma forma que nos sorprendieron mucho en Kursk, podrían hacerlos en otro lugar en le futuro cercano. Aunque, a los entusiastas de occidente, les recomendamos no esperanzarse en esto.
Nuestra predicción final es que los rusos están construyendo fortificaciones para aislar y fijar el frente en Kursk, están aglutinando fuerzas de diferente tipo sin debilitar su frente principal hasta lograr construir un ejército combativo y suficiente. Quizás después pasen a una contraofensiva intentando recuperar el territorio. Si esto sucede el costo para Ucrania de un nuevo frente será alto. Prevemos también que los rusos seguirán avanzando sobre Prokrovsk y amenazando así a Kormatovsk y Slaviansk, cuya conquista (ahora sí) sería una victoria de importancia muy grande y repercusiones.
No sabemos como madura la movilización ucraniana, quizás esta operación haya levantado la moral. Sabemos si que los refuerzos de occidente están llegando y permiten equipar nuevas unidades. De la misma forma podemos afirmar que occidente está probando nuevas tácticas y nuevas armas. Lo que es lógico. Pero frente a esto, es un dato de la realidad que Rusia dispone de más reservas, ha demostrado adaptabilidad, tiene un posicionamiento internacional sólido, y una situación económica envidiable (aunque, ojo, de vigencia limitada).
En definitiva. La ofensiva ucraniana en Kursk es una muy buena operación que logró poner en acción una campaña de movimientos, saliendo de las posiciones y batallas de desgaste por pocos cientos de metros (por ahora y en este frente). En una semana ocuparon entre 500 y 1000 km2 lo que a los rusos les costó meses. Cierto que eligieron un territorio muy propicio. Demostraron también que, con inteligencia y aplicación de operaciones de armas combinadas bien dirigidas, con las nuevas tecnologías, la “completa iluminación” del campo de batalla que “impide” cualquier guerra de maniobras, no es tal, que hay que saber adaptarse. Y en este caso lo han hecho. Pero también sabemos que Kursk es solo un nuevo frente de otros al menos cinco (si agrupamos varios en cada uno: Dnieper, Zapoyiya, Donetsk, Karkov/Lugansk, Karkov norte) en donde los rusos siguen con la iniciativa y en, al menos uno de ellos, con objetivos de gran importancia a su alcance. Por lo tanto, la guerra y la iniciativa parece que continuará en manos de Moscú. También es cierto y no hay que dejar de señalarlo, que en caso de que en Kursk finalmente sean derrotados y que el frente de Donetsk se haya debilitado (aún más) y se quiebre, esto podría ser la derrota final de Ucrania. Veremos.
Señalamos que esta batalla esta en un desarrollo muy dinámico y que las informaciones que disponemos, si bien están contrastadas, son de entre 24 y 48hs de retraso, respecto a la estructura de este artículo en 16 de agosto.
Guillermo Martín Caviasca* Doctor en Historia UBA / Docente e investigador UBA y Universidad de la UNLP/ Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa
Foto de portada: rtve.es/
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