El politólogo serbio experto en Diplomacia y Seguridad Vuk Milenkovic Jankovic nos ofrece en exclusiva una perspectiva sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta el país balcánico, destacando la necesidad de equilibrio entre las distintas potencias mientras preserva su soberanía. A través de sus respuestas, se revelan las tensiones internas y externas que moldean el futuro de Serbia, desde la cuestión de Kosovo hasta su potencial ingreso en los BRICS.
La relación Serbia-UE: entre la aspiración y la desilusión
Serbia ha mantenido una relación compleja con la Unión Europea. Aunque el presidente Aleksandar Vučić ha realizado varias visitas a países de la UE, las tensiones históricas, especialmente en torno al reconocimiento de Kosovo, complican las aspiraciones europeas de Serbia. El politólogo serbio señala que «Serbia insiste en tener relaciones soberanas con países de la UE, aunque la mayoría reconoce la independencia de Kosovo». Esta postura refleja el delicado equilibrio que Serbia intenta mantener: por un lado, busca acercarse a la UE; por otro, debe proteger su integridad territorial y evitar comprometer la soberanía de Kosovo.
A pesar de las presiones económicas y políticas, la entrada de Serbia en la UE parece cada vez menos deseada por la población serbia. Según las encuestas, «la mayoría de la población ya no quiere la adhesión a la UE, y mucho menos a costa de perder Kosovo». Este desencanto refleja una creciente desilusión con las promesas europeas y una percepción de que los intereses nacionales serbios están en riesgo.
Kosovo y la OTAN: tensiones permanentes
El conflicto en Kosovo sigue siendo un tema delicado en la región de los Balcanes. El politólogo Vuk Milenkovic Jankovic resalta que «las tensiones en el norte de Kosovo son permanentes», y acusa al primer ministro kosovar, Albin Kurti, de agravar la situación para ganar apoyo político. «Kurti tiene una política económica fallida o inexistente, y necesita ganar crédito a costa de la población serbia restante», afirma, haciendo hincapié en las violaciones de los derechos humanos básicos que enfrentan los serbios en Kosovo, como el acceso limitado a medicamentos provenientes de Serbia.
En este contexto, la OTAN desempeña un papel ambiguo. Aunque oficialmente su misión es «mantener la paz», el periodista critica la organización por «no hacer más que armar a Kurti», lo que perpetúa las tensiones en la región. La resolución de la ONU 1244 prohíbe la formación de un ejército kosovar, pero según el entrevistado, la OTAN ha permitido que esta norma sea ignorada, lo que contribuye a la inestabilidad y a la percepción de que no hay un futuro seguro para los serbios en los Balcanes sin una fuerza armada serbia.
“Una vez mas La historia se repite y nos da una lección muy clara donde no existe una fuerza armada Serbia, no existe un futuro seguro para los serbios en los Balcanes” concluye al ser preguntado sobre la tensa situación actual.
La República Srpska y la resistencia balcánica
El tema de la soberanía y la autonomía también se extiende a la República Srpska, una entidad dentro de Bosnia y Herzegovina que enfrenta presiones constantes desde Occidente para alinearse con la política bosnia y reducir su autonomía. Estas presiones, según el periodista, violan los acuerdos de Dayton que dieron lugar a la creación de la República Srpska y podrían desencadenar una crisis política en la región.
«Existe una relación de interés mutuo y respeto entre los gobiernos soberanistas de Serbia, Hungría y Eslovaquia», señala, sugiriendo la formación de un bloque de resistencia frente a las políticas globalistas que intenta imponer la UE. Este «eje soberanista» podría consolidarse como un movimiento que defiende la soberanía nacional frente a las imposiciones de entidades supranacionales.
El papel de Turquía y la influencia de China
En este escenario geopolítico, Turquía también juega un papel relevante. La reciente visita de Recep Tayyip Erdogan a Serbia fue vista como un gesto diplomático de alta importancia. «Erdogan mantiene influencias en varias regiones, incluida la de los Balcanes», explica el politólogo, destacando que tanto Turquía como Serbia comparten un interés común en la estabilidad y el desarrollo de la región. Esta relación es clave para equilibrar las influencias de Oriente y Occidente, ya que Turquía ocupa una posición geográfica y geopolítica crucial entre ambos mundos.
Por otro lado, la influencia china en Serbia ha crecido de manera significativa, especialmente en áreas como la infraestructura y la defensa. «La inversión china en proyectos como el tren de alta velocidad que conectará Belgrado con Budapest es solo un ejemplo de la presencia cada vez mayor de China en la región», comenta el analista. La relación entre Serbia y China no solo es económica, sino también política, y está marcada por un enfoque pragmático que contrasta con las imposiciones de Occidente. Según el entrevistado, esta influencia «seguirá aumentando en los próximos años», lo que posiciona a Serbia como un socio clave en la estrategia de expansión de China en Europa.
¿Serbia en los BRICS? Un movimiento estratégico
Uno de los temas más impactantes de la entrevista fue la posible adhesión de Serbia a los BRICS, el bloque de economías emergentes compuesto por las principales economías emergentes del mundo. Según el ministro serbio Aleksandar Vulin, Serbia ha sido oficialmente invitada a unirse a este grupo, lo que marca un cambio significativo en su política exterior. «Es una gran noticia que algunos aún no logran digerir bien», reflexiona Milenkovic Jankovic, sugiriendo que este movimiento representa una oportunidad no solo para Serbia, sino para todos los Balcanes.
La posible adhesión de Serbia a los BRICS tiene implicaciones geopolíticas profundas. Por un lado, fortalecería los lazos con potencias emergentes como Rusia y China, consolidando un bloque alternativo al orden occidental liderado por Estados Unidos y la UE. Por otro lado, podría generar tensiones con Occidente, que ve en los BRICS una amenaza a su hegemonía global. Para Serbia, sin embargo, esta invitación representa una «oportunidad para mostrar que hay alternativas a las puertas de la UE», lo que subraya su búsqueda de un equilibrio geopolítico en un mundo multipolar.
Soberanía y equilibrio
A lo largo de la entrevista, el politólogo serbio ofrece una visión clara de los desafíos y oportunidades que enfrenta Serbia en el escenario internacional. Desde las tensiones en Kosovo y la ambigua relación con la OTAN, hasta el papel de China y la posible adhesión a los BRICS, Serbia se encuentra en una encrucijada geopolítica. Lo que emerge de sus respuestas es la importancia de preservar la soberanía nacional en un mundo cada vez más dividido entre las potencias occidentales y los bloques emergentes del Sur Global.
Serbia enfrenta el reto de manejar equilibrios complejos, manteniendo relaciones soberanas tanto con actores globales como regionales. Su capacidad para promover la estabilidad y el desarrollo en los Balcanes será crucial en los próximos años. La posible incorporación al bloque BRICS y el fortalecimiento de la cooperación con países como China y Turquía reflejan su búsqueda de un rol más independiente en la escena internacional, distanciándose de las tradicionales presiones occidentales y explorando nuevas alianzas en un mundo que está en constante cambio.
*Tadeo Casteglione, experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global.
Foto de portada: PIA Global.