Centros laborales, escuelas y comercios abrieron el lunes con normalidad en Argelia, luego de un fin de semana agitado por multitudinarias manifestaciones populares y un plantón de abogados para exigir lo que aquí denominan «cambio radical».
Pero para los profesionales del Derecho como para los de la Salud, docentes, obreros, estudiantes y otros estratos el reclamo convergente es el ‘cambio radical del sistema’, la renuncia de Buteflika y todo su gabinete, y ‘elecciones presidenciales en el plazo fijado’ (18 de abril).
La intransigencia popular, que ha hecho igualmente fuertes pronunciamientos contra cualquier intervención extranjera en la actual crisis, llevó incluso a objetar el apoyo expresado por la dirigencia del gobernante Frente de Liberación Nacional (FLN).
Selim Buaz, un joven portero en una compañía telefónica, garantizó que los manifestantes ‘seguiremos hasta el final, hasta que caigan todos’ y aseguró que esta semana, además de la demostración prevista para el viernes, habrá concentraciones más discretas todos los días en zonas de la capital.
Los juristas provenientes de distintas wilayas (provincias) exigieron ‘el respeto de la Constitución, libertades públicas e individuales, y las leyes de la República’, así como ‘la independencia de la Justicia’ y ‘la aplicación estricta de la ley y la independencia del Poder Judicial’.
Amplios sectores de argelinos se oponen a la extensión del cuarto mandato del jefe de Estado, luego de que éste declinó presentarse a un quinto, pero anunció reformas que lo mantendrían en el cargo al menos un año más.
Con evidente sarcasmo algunos volvieron a gritar que ‘Sólo queda Chanel para hacer el número cinco’ (por el anunciado quinto mandato).
Abrigados con la bandera nacional, ondeándola desde las ventanillas de sus autos o empuñándola en plazas y avenidas, los inconformes recalcaron el carácter pacífico y patriótico de las marchas mientras coreaban “FLN al museo”, en alusión a cerrar un ciclo histórico del partido que ganó la guerra de independencia contra Francia.
‘Querido EE.UU., no hay más petróleo aquí, así que mantente a distancia, a menos que busques aceite de oliva’ o ‘Queridos EE.UU. y Unión Europea, gracias por preocuparse, pero esta es una historia de familia, así que permanezcan fuera, esto no es asunto suyo’, se leía en pancartas.
Y es que entre los manifestantes hay clara conciencia y responsabilidad de peligros internos y externos. ‘Nuestro pasado y nuestra experiencia nos permiten manejar los momentos de crisis, sabiendo que hay personalidades capaces de apoderarse de la antorcha’, advierten varios en las calles.