En aquella batalla los soldados argentinos al mando del general Lucio Victorio Mansilla, combatieron contra la flota anglo-francesa, superior en número de soldados y en capacidad bélica, emboscándolos en la zona del río más angosta, impidiendo de esta manera, que pudieran remontar el Paraná para establecer una cabeza de playa para asegurar su posición a la espera de refuerzos.
El enfrentamiento duró más de siete horas, el Gobernador Juan Manuel de Rosas, con el respaldado, desde el exilio, del general José de San Martín, prepararon la resistencia que culminó con la victoria de las fuerzas nacionales y la ratificación de nuestra soberanía con la firma de un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña, y quedando este hecho, como un símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.
Fue una batalla militar memorable, pero no la única, en la defensa de nuestra soberanía; y en tiempos moderno una de las tantas que deberíamos librar en otros terrenos, como el diplomático, el cultural y el económico.
El caso que abordaremos hoy, trata de la soberanía sobre la navegación y administración soberana de nuestros ríos [2] y sobre lo que significa la firma del Decreto Nacional 949/20[3] firmado por el gobierno nacional.
Para este análisis, recurrimos al Ingeniero naval, mecánico y empresario, Horacio Tettamanti, subsecretario de Puertos y Vías Navegables de Argentina durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al cual le preguntamos
Oscar Rotundo- ¿Qué expectativa genera la firma el Acuerdo Federal de la Hidrovía Paraná-Paraguay y que alcance estratégico tendría?
Horacio Tettamanti- Yo creo que la lectura del Decreto949/20 es prácticamente “divina”, la figura o los objetivos, o las expectativas que se habían creado sobre la intervención de las provincias en el manejo de nuestros ríos; ha quedado en abstracto, pues el decreto 949 lo reduce, simplemente a un conjunto consultivo no vinculante, prácticamente intrascendente.
OR- ¿Que modificación ha sufrido el planteo original hasta la fecha?
HT- De las intenciones políticas que se expresaron en aquella reunión de Rosario* con la presencia del Presidente y los gobernadores fluviales, que intentaba abrir un nuevo capítulo sobre la proyección de nuestros ríos de cara al futuro, no quedo prácticamente nada, el Decreto949/20, leyendo sus considerandos, es prácticamente una apología de la normativa de los 90, o sea que, es una copia del decreto originario de Menem; es un espejo y una absoluta continuidad de lo que se venía llevando adelante los últimos treinta y cinco años; técnicamente es una misma continuidad histórica; salvo que es un hecho más grave, porque no se advirtió, que el gobierno anterior permitió que Argentina se allane a la profundización del canal de Montevideo, con lo cual, la continuidad del modelo anterior, que es una instrucción del Consenso de Washington, más los pasos que había dado Macri por lo del canal de Montevideo y el decreto por el cual Argentina renuncia a la soberanía normativa en sus ríos soberanos, evidencia no solo que el modelo es el mismo, sino más profundizado. Prácticamente Argentina ha quedado afuera de todo tipo manejo de sus propios ríos.
OR- Según su opinión ¿Cómo debería abordarse este tipo de proyectos que contempla a países limítrofes?
HT- Yo creo que es imperativo que la Argentina recupere su soberanía sobre los ríos Paraná, Paraguay, Rio de La Plata y rio Uruguay, en lo que son propios absolutamente, como es lo que significa al sur de confluencia y en lo que son los tramos binacionales; es evidente que el tratado de hidro-via del año 95 de Menem, ha dejado consecuencias devastadoras para Argentina; hemos perdido nuestra flota, hemos perdido nuestros puertos, hemos perdido nuestra industria naval, hemos perdido la soberanía normativa y los ríos se han puesto al servicio de los intereses de las multinacionales en desmedro de los nacionales, de nuestros propios productores y nos han, prácticamente expulsado del agua, además, de dejar una situación geopolítica muy grave que es la Argentina partida al medio; ha quedado desvinculada la Argentina fluvial de la Argentina marítima; por lo tanto es imperativo que la Argentina haga uso de las facultades que el artículo 33 del mismo tratado le otorga y que haga un “borrón y cuenta nueva” sobre ese punto, reiniciar un nuevo orden de transporte en el Mercosur en los ríos tanto argentinos como suramericanos y ponerlos al servicio de una verdadera integración y no al servicio de un modelo extractivo de materias primas que solamente es funcional a los intereses de las multinacionales.
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Notas
[1] La Batalla de la Vuelta de Obligado se produjo el 20 de noviembre de 1845, en aguas del río Paraná, sobre su margen derecha y en el norte de la provincia de Buenos Aires, en un recodo donde el cauce se angosta y gira, conocido como Vuelta de Obligado, en lo que hoy es la localidad de Obligado
[2] En nuestro país, existen variados tipos de límites entre los que se destacan los fluviales: el límite con Uruguay esta dado por los ríos de la Plata y Uruguay, con Brasil, los ríos Uruguay e Iguazú, además de una pequeña sección de frontera seca. De Paraguay nos separa los ríos Pilcomayo, Paraguay y Paraná. Con Bolivia, los límites son mixtos, ya que una parte son naturales (ríos Pilcomayo y Bermejo)
[3] https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/237782/20201127
* Rosario ciudad portuaria de la provincia de Santa Fe
