El domingo se llevaron a cabo varias manifestaciones en todo Marruecos en apoyo de los palestinos bombardeados por el ejército israelí en la Franja de Gaza, y los manifestantes también denunciaron la reciente normalización de las relaciones entre su país y el estado judío. En Rabat, la capital del reino, cerca de mil manifestantes se reunieron en el centro de la ciudad para condenar «la violencia perpetrada por Israel contra los palestinos» y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel.
Empuñando banderas palestinas, los manifestantes corearon: «Palestina libre, los sionistas salgan» o «El pueblo quiere la caída de la normalización». A la vez que también se quemaron banderas del estado hebreo.
No solo Rabat fue el epicentro de las manifestaciones, los mismos ecos se escucharon en varias ciudades marroquíes, incluida la capital económica Casablanca y la capital turística Marrakech, donde los manifestantes pidieron «la liberación de Palestina» y «la abolición de la normalización».
Cuando decimos contradicciones, nos referimos a que Marruecos fue el cuarto país árabe en anunciar en 2020 la normalización de sus relaciones con Israel, impulsada por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, claramente en una decisión a espaldas de los deseos del pueblo.
Mientras los ataques, la represión y la violación de los derechos humanos crece contra el pueblo saharaui en los territorios usurpados del Sahara Occidental, la causa palestina es considerada una «causa nacional» en el reino y moviliza a la sociedad civil y algunos partidos políticos de izquierda e islamistas que se oponen a esta normalización de las relaciones con Israel. Sin embargo y a pesar de estas protestas, para el gobierno, el acuerdo es estratégico, ya que está vinculado al reconocimiento estadounidense de la «soberanía» marroquí sobre el territorio en disputa del Sahara Occidental.
Ayuda humanitaria para Palestina. Represión para saharauis
En los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania al menos 192 personas, entre ellas 58 niños, han muerto desde el lunes, bombardeadas por el ejército israelí en respuesta a Hamas. El desproporcionado uso de la fuerza y la enorme diferencia de poder de fuego del ejército sionista están haciendo estragos en territorio palestino. La lluvia de cohetes hacia blancos civiles es incesante y las necesidades del pueblo palestino van en aumento. Ante esta situación y fortaleciendo una contradicción más, Marruecos envió ayuda humanitaria a los Territorios Palestinos. El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Quds, ha dado instrucciones para enviar ayuda humanitaria de emergencia a la población palestina en Cisjordania y la Franja de Gaza. El envío consistió en 20 toneladas de alimentos básicos, medicamentos de emergencia y mantas.
En Amman, la ayuda será recibida por el embajador palestino en Jordania en presencia del embajador del Reino de Marruecos y el representante de la Organización Benéfica Hachemita de Jordania para la Ayuda y el Desarrollo (JHCO). El departamento de Nasser Bourita dijo que un envío equivalente de ayuda también volará en otros dos aviones a la capital egipcia, El Cairo, antes de ser transportado a la Franja de Gaza. “Esta decisión real es parte del apoyo del Reino a la causa palestina y su solidaridad con el pueblo palestino”, dijo el mandatario.
Entonces mientras el reinado de Mohammed VI, cierra filas diplomáticas con el sionismo israelí y los EEUU, Las calles de Rabat expresan otra cosa, los manifestantes gritan «El pueblo quiere liberar a Palestina», «el pueblo pide criminalizar la normalización (diplomática)», «lucha por la justicia, la libertad y la dignidad», estas sido algunas de las consignas que los manifestantes corearon en la protesta en la que participaron al menos 2.000 personas, incluidas familias enteras con niños.
Durante la manifestación, convocada por el Frente Marroquí de Apoyo a Palestina que integra a varios organismos sindicales, políticos y defensores de derechos humanos de diferentes tendencias islamistas e izquierdistas, los participantes criticaron la pasividad de los países árabes ante las acciones de Israel, ondearon banderas palestinas y al finalizar quemaron la bandera del país hebreo.
Cabe señalar que fue una manifestación pacífica, tolerada en esta ocasión por las autoridades (tras varios intentos abortados de manifestaciones anti israelíes en las anteriores semanas), aunque en un momento hubo un forcejeo entre las fuerzas del orden y los manifestantes, que intentaron salir del perímetro donde se desarrollaba la protesta, frente al Parlamento, y convertirla en una marcha. En los pasados días se organizaron en Marruecos varios actos de protesta contra Israel tras la última escalada de violencia en Oriente Medio y las redes se llenaron de imágenes de solidaridad con Palestina. Para Rabat, la situación es clara. La cuestión palestina está siempre en el primer plano de sus preocupaciones. Marruecos condena los discursos de odio de ciertas organizaciones extremistas israelíes y rechaza cualquier violación del estatuto jurídico de Jerusalén.
Una semana antes, la misma diplomacia marroquí aseguró, en un canal de televisión estadounidense, que llegaría hasta donde fuera posible en el fortalecimiento y desarrollo de la cooperación Marruecos-Israel. Un acto de equilibrismo para el reino.
La RADS se manifiesta
El embajador saharaui en Botsuana, Malainin Mohamed, pidió a los sindicatos, partidos políticos y representantes de la sociedad civil de ese país que apoyen la legítima lucha por la libertad que llevan a cabo los pueblos saharaui y palestino, colocando a ambos pueblos en una de igualdad por una causa común. La ocupación territorial de forma ilegal por parte de los estados de Marruecos e Israel, igualan a estos pueblos. También la represión y el hostigamiento constante de las fuerzas ocupantes los coloca en un lugar donde las similitudes no son casualidad.
«No se equivoquen, el conflicto del Sáhara Occidental no es sólo del pueblo saharaui. Es una lucha por el derecho de todos los pueblos a la libertad y la autodeterminación», dijo el embajador durante su intervención en una reunión organizada por la organización de empresarios de Botsuana BOFEPUSU.
La lucha del pueblo saharaui contra la ocupación de una gran parte de su territorio «es la de toda nación» que defiende su derecho a la independencia y al establecimiento del sistema político de su libre elección, dijo. También se trata, de respetar la legalidad y establecer un «multilateralismo justo y equilibrado», agregó.
Malainin Mohamed señaló que el pueblo saharaui, al igual que el pueblo palestino, lucha por el derecho a la independencia y a la dignidad. “Si por alguna razón perdemos esta lucha, créanme, amigos míos, todas las naciones y países pequeños perderán esta misma lucha al día siguiente. Esto es algo que debe estar claro en nuestras mentes», dijo.
«Los partidos políticos, los sindicatos y los actores de la sociedad civil de Botsuana también han apoyado la lucha del pueblo saharaui y creo que debería darse el mismo apoyo al pueblo palestino. Es incluso el momento de dar más apoyo (a ambas causas) porque nuestra lucha es también la suya», añadió.
Además, el embajador expresó su agradecimiento al gobierno y al pueblo de Botsuana que ha adoptado «una posición honorable» respecto a la lucha del pueblo saharaui, recordando que Botsuana reconoce desde los años 80 a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y rechaza la agresión marroquí y su ocupación de los territorios saharauis. «Esta honorable posición también ha sido claramente expresada por el presidente (de Botsuana) Mokgweetsi Erik Kebetswe Masisi en diferentes ocasiones ante la Asamblea General y con motivo de las cumbres de la Unión Africana».
Está claro el juego de roles en la diplomacia marroquí, que acepta el chantaje norteamericano al ofrecerle su apoyo ante la ocupación de la RADS, a cambio de que este acepte el restablecimiento de los acuerdos con el sionismo israelí, muy a pesar de su expreso apoyo a la causa palestina. Contradicciones que se juegan en el tablero de las Relaciones Internacionales, con el peligro constante de que miles de personas mueran en el juego de poder.
Notas:
*Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, Licenciado en Comunicación social, UNLP, Miembro del Equipo de PIA Global
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