Análisis del equipo de PIA Global Europa

Meloni, la derecha conservadora que incomoda a Bruselas y al globalismo

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini –
Meloni resulta una contradicción fuerte al interior de la Unión Europea y para el ala imperial estadounidense hegemónico en Europa: el globalismo.

El 25 de septiembre se realizaron elecciones generales en Italia luego de que Mario Draghi renunciara a su cargo como primer ministro el 21 de julio. Con sólo dos meses de campaña y con un electorado que recién volvía de sus vacaciones de verano, el 64% de la población se presentó a las urnas, una de las elecciones con menos participación reciente.

Se eligieron 400 diputados y 200 senadores para conformar el nuevo Parlamento de la República. La derecha italiana, que venía ganando terreno en la política nacional, se consagró victoriosa con Fratelli d’Italia a la cabeza, seguido por la Lega y Forza Italia. El Partido Democrático quedó en segundo lugar, y el Movimiento 5 Estrellas en tercer lugar.

Fratelli d’Italia ganó enorme apoyo comparado con las elecciones en 2018 donde obtuvo el 4,4% de votos frente al 27% de este año. Además, en estas últimas elecciones, Meloni consiguió casi tres millones de votos más que sus compañeros de derecha. Esto, la posicionó en un lugar seguro de liderazgo entre su coalición.

Finalmente, el viernes 21 de octubre, el presidente italiano Sergio Mattarella se reunió con la líder de Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, para nombrarla primera ministra del país y encargarle que forme gobierno. De esta manera se consagró el cuarto gobierno italiano en menos de cinco años.

Al día siguiente, Meloni juró en el Palacio Quirinal como nueva primera ministra, o como ella pidió que la nombren, primer ministro de Italia. Meloni se convirtió en la primera mujer en la historia italiana en asumir ese cargo.

“Escribimos historia. Ahora escribamos el futuro de Italia”, tuiteó la nueva Primer Ministro.

Rápidamente Meloni anunció los nombres de los ministros para su Gobierno, entre los que se encuentran 9 ministros de Fratelli d’Italia, 5 ministros de la Lega, 5 ministros de Forza Italia y 5 técnicos. Salvini se convirtió en el viceprimer ministro del Consejo y ministro de Infraestructura; el expresidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani, de Forza Italia, asumirá la cartera de Asuntos Exteriores y será segundo vicepresidente; Giancarlo Giorgetti, de la Lega, estará al frente de la cartera de Economía y Matteo Piantedosi, quien fue prefecto de Roma, de Interior.

Programa del partido Fratelli d’Italia para las elecciones en 2022. Fuente: diseño de PIA Global.

Mientras los titulares anunciaban la victoria de la “ultraderecha” o del “fascismo”, el militante, psicólogo y docente universitario argentino, Gustavo Cangiano* consultado por PIA, reflexionó que “la coalición ganadora no es de «ultraderecha» sino de derecha conservadora. Adhiere al programa económico «neoliberal» y le añade posturas conservadoras en el plano del «reconocimiento». Está contra la legalización del aborto, denuncia al movimiento lgbti y pone reparos a la inmigración”.

“Estamos convencidos de que el declive no es un destino, sino sólo el resultado de decisiones equivocadas y oportunistas de una clase política que ha renunciado a defender el interés nacional y, con ello, a las familias y las empresas”.

Fragmento del programa de Fratelli d’Italia. 

Este análisis resulta interesante ya que nos permite comprender la hipocresía de la Comunidad Europea al momento de señalar sólo a ciertos líderes como fascistas o autoritarios. Meloni resulta una contradicción fuerte al interior de la Unión Europea y para el ala imperial estadounidense hegemónico en Europa: el globalismo.

Como explica Cangiano, utilizando a “Norberto Bobbio, la visión eurocéntrica sobre el mapa políticoideológico en las sociedades capitalistas “desarrolladas”, es decir, imperialistas, propondría un régimen político que se edificaría sobre la “alternancia” entre un centroizquierda “democrático e igualitarista” y un centroderecha también democrático pero no igualitarista. En el borde izquierdo, una minoría “igualitarista y autoritaria”, y en el borde derecho habría una minoría “anti-igualitarista y autoritaria”. Mientras el 80% o el 90% de la ciudadanía se sintiera interpelada por el centroizquierda y el centroderecha, las cosas marcharían más o menos bien. Esto quiere decir que los intereses capitalistas podrían vehiculizarse tanto a través de agentes políticos más o menos socialistas o socialdemócratas como a través de agentes políticos conservadores o “neoliberales”. Mejor dicho, podría vehiculizarse a través del trabajo mancomunado de los unos y de los otros, ocupando alternativamente el lugar del oficialismo y de la oposición según las exigencias de la coyuntura. Porque centroizquierda y centroderecha se necesitan mutuamente, tal como River y Boca -clubes de fútbol clásicos de Argentina- se necesitan mutuamente para mantener en funcionamiento el negocio del fútbol profesional”. 

Pero, continúa Cangiano, “el problema aparece cuando las crisis recurrentes del sistema capitalista mundializado, en el nivel de la infraestructura, amenazan la estabilidad política conseguida en la superestructura por los arquitectos al servicio de la burguesía, como el propio Bobbio. Entonces, los “marginales autoritarios” de la izquierda y de la derecha pueden crecer más allá de lo conveniente para la salud del sistema. Si crecen los “autoritarios de izquierda”, es porque crece la amenaza revolucionaria, y se fortalecen organizaciones marxistas, trotskistas, maoístas, semi-anarquistas, etc. Si crecen los “autoritarios de derecha”, es porque crece la amenaza contrarrevolucionaria, y se fortalecen organizaciones fascistas o filo-nazis”. 

En este sentido, Meloni con una postura fuertemente otanista, antirusa que apoya a Ucrania, con políticas neoliberales sirve a los intereses globalistas en la región, en cierta medida no existe un cambio radical con la tradición de política italiana en la región.

No obstante, la propuesta “Italia protagonista en Europa y en el mundo” en política exterior de la nueva primer ministro deja entrever pequeñas grandes diferencias que pueden entrar en conflicto con el ala imperial globalista. Se encamina a:

  • una política exterior enfocada en la protección del interés nacional y la defensa de la patria;
  • relanzar el sistema de integración europea; defensa de las raíces clásicas y judeocristianas de Europa y sus valores fundamentales;
  • promover políticas comunes de defensa de la Unión Europea y el establecimiento de una «columna europea» de la OTAN, pilares fundamentales para la seguridad y la independencia del continente;
  • apoyo a nuestras Fuerzas Armadas, sin recortes de personal y superando la precariedad laboral. Mejorar los cursos de formación de las academias y escuelas militares. Relanzamiento de una política espacial nacional;
  • revisión del Pacto de Estabilidad y de Gobernanza económica europea;
  • lucha contra la competencia desleal de los paraísos fiscales europeos;
  • restaurar la centralidad del Mediterráneo en las políticas italianas y europeas.

Es decir, sin salirse del bloque imperial, Meloni propone un enfoque que implica el fortalecimiento nacional de las fuerzas armadas; jugar de manera más estratégica su posicionamiento geopolítico en el mediterráneo; poner en debate modificaciones claves al interior de la Unión Europea que van desde el sistema de integración y valores, políticas comunes de defensa de la UE, una “columna europea” dentro de la OTAN buscando cierta “independencia” al interior de la Alianza, hasta la revisión de políticas económicas de la Comunidad. Sólo enumerando algunos aspectos sobre política exterior.

Distinto al «centroizquierda» derrotado, explica Cangiano, que, en realidad, “es la derecha progresista pro-Unión Europea, que también adhiere al «neoliberalismo» pero prefiere servirlo con alguna dosis de «perspectiva de género», de feminismo y de «sensibilidad» por la suerte de los inmigrantes”.

Y este punto es importante para comprender que “el “centroizquierda” en Europa, y no sólo en Europa, no tiene nada que ver con la izquierda, si entendemos por izquierda la voluntad de organizar a la clase trabajadora y al conjunto de los explotados y oprimidos para enfrentar al capitalismo en una perspectiva revolucionaria y socialista. El centroizquierda es uno de los guardianes del statu quo, junto a la denominada “centroderecha”, sintetizó el docente. 

En este punto, Cangiano utilizando a la académica feminista norteamericana Nancy Frazer, explica que “hay que distinguir las “demandas de distribución”, que tienen que ver con cómo se reparte el producto entre las clases y sectores sociales, y las “demandas de reconocimiento”, que se refieren a los problemas identitarios de minorías oprimidas: homosexuales, pueblos originarios, negros, mujeres (aunque no son una minoría sino una mayoría), etc. Dentro del “reconocimiento” entrarían también las luchas medioambientales, la lucha contra el maltrato animal, etc”.

“Frazer observa que la distinción entre populistas y neoliberales se refiere a las “demandas de distribución”, y la distinción entre progresistas y conservadores se refiere a las “demandas de reconocimiento”. En consecuencia, un neoliberal puede ser progresista o conservador, lo mismo que un populista”, desarrolla Cangiano.

“El triunfo electoral de Meloni y sus” Hermanos de Italia”, considerado un triunfo de la “ultraderecha”, podría ser interpretado como un triunfo de un neoliberalismo conservador. Aunque tal vez más conservador que neoliberal, porque parece inscribirse en el ala “soberanista” de la burguesía imperialista, que busca interpretar las “demandas de distribución” de la clase trabajadora europea, y no en el ala “globalista”, que es la dominante. Y encuentra su base social en la pequeña burguesía universitaria y más o menos instruida”, concluye el entrevistado.

Importancia geopolítica de Italia en el mapa regional europeo. Fuente: Google Maps.

Resulta importante atender a estas cruciales diferencias cuando hablamos de Italia, ya que como nos explicaba Larsen cuando analizamos la renuncia de Draghi, “Italia es, desde el punto de vista geoestratégico, un espacio muy relevante, es como si fuera un portaaviones sobre el Mediterráneo. Es un punto de conexión entre los Balcanes, el norte de África y Europa Occidental. Es decir, es muy relevante desde el punto de vista geopolítico. También es la puerta de entrada del gas que proviene de Argelia y otro gasoducto que proviene del Cáucaso, que a través de los Balcanes llega efectivamente al sur de Italia”.

Fuente: El Orden Mundial.

Tanto Bruselas como Washington y la OTAN estarán pendientes del rumbo político regional de Italia, sus vínculos internacionales y las decisiones de la controversial nueva Primer Ministro, Giorgia Meloni.

*Gustavo Cangiano milita desde los años setenta en la Izquierda Nacional de Argentina. Perteneció al Frente de Izquierda Popular (FIP) encabezado por Jorge Abelardo Ramos. En los años 80 el FIP organizó el Movimiento Patriótico de Liberación (MPL), que participó del FREJUPO, el cual, en 1989 llevó a la presidencia a Menem. Tras la adopción por parte de Menem del programa oligárquico-imperialista histórico del anti-peronismo, el MPL dejó de existir. Un sector, encabezado por Abelardo Ramos, se incorporó al Partido Justicialista abandonando las banderas históricas de la Izquierda Nacional. Otro sector, mayoritario, dio vida a diferentes organizaciones militantes. Desde una de ellas, Socialismo Latinoamericano, Gustavo Cangiano continuó su militancia hasta nuestros días. Es psicólogo, docente universitario y autor de algunos libros y folletos, como “La Izquierda Nacional y la traición menemista” (1990), “El Pensamiento vivo de Arturo Jauretche” (1999) y “Rico: un desafío para la izquierda” (1994).

Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: “Aquí está el equipo de gobierno que, con orgullo y sentido de la responsabilidad, servirá a Italia. Ahora derecho a trabajar”, tuiteó Giorgia Meloni junto a la foto del nuevo equipo de gobierno. Fuente: Twitter.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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