Durante la conferencia, los oradores discutieron las sanciones contra Malí, la cooperación con otros países, incluida Turquía, y el futuro del movimiento anticolonial en África.
El 9 de enero, los países miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS) impusieron sanciones contra Malí. La justificación fue la postergación de elecciones de la dirigencia del país por 5 años, hasta diciembre de 2026.
Según la opinión unánime de los participantes de la conferencia “Malí en la encrucijada de las sanciones y la multipolaridad”, las medidas restrictivas contra Malí se tomaron por iniciativa de Francia.
“No a Francia”
Ibrahim Ikassa Maiga denunció el sistema Francafrique como el principal obstáculo para el desarrollo de la región. Según él, las autoridades francesas han internalizado todos los medios de la ONU, utilizando la creciente amenaza terrorista y separatista en Malí para controlar el país. El control llegó a un momento en el que las Fuerzas Armadas de Malí solo podían operar en su propio suelo con el permiso francés. Sin embargo, Francia no pudo brindar asistencia real a Malí en la lucha contra el terrorismo, por lo que “Malí decidió decir no a Francia, no a la CEDEAO”.
“Lo que hemos visto en los últimos 10 años es que el gobierno de Malí, las instituciones de Malí no tomaron decisiones propias. Las decisiones se tomaron en otros lugares”, dijo Ibrahim Ikassa Maïga, señalando que esto había llevado a Malí al borde de convertirse en un “Estado fallido”.
El pueblo maliense y el actual gobierno han reaccionado ante la situación iniciando la lucha por “una nueva independencia y una nueva soberanía”, dijo el Ministro al señalar que su país también decidió comprometerse más activamente con otros países, especialmente con Turquía, China y Rusia.
La cooperación entre Malí y Turquía: perspectivas
Ibrahim Ikassa Maïga también subrayó que Mali tiene una actitud positiva hacia la política patriótica y soberana del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el legado de Mustafa Kemal Atatürk y le gustaría cooperar con Turquía, incluso en la esfera “militar”.
Además, el ministro maliense subrayó que Bamako está interesada en atraer empresas constructoras turcas a Malí para desarrollar infraestructuras y ampliar los lazos comerciales y culturales entre los dos países.
“Nuestros amigos eres tú, Turquía. Nuestros amigos son Rusia. Nuestros amigos son China. Nuestros amigos son Guinea, Mauritania, Argelia y Marruecos. Todos los demás países del mundo que no están bajo el dominio francés”, dijo el ministro.
“Rusia respeta a los demás”
“Se nos acusa de cooperar con ‘mercenarios’, aunque estaba claro que había cooperación entre los estados de Malí y Rusia”, dijo Ibrahim Ikassa Maiga.
Según él, cualquier acusación de que Malí coopere con instructores privados rusos carece de fundamento: “Estamos cooperando con el gobierno ruso, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Malí, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. El ministro de Defensa con su homólogo en Rusia. Y nadie nos representó a Wagner“.
Ibrahim Ikassa Maiga señaló que este tema fue “inventado” por las autoridades francesas, que buscan difamar a las autoridades malienses a través de los medios.
El ministro de Malí también destacó lo que las autoridades de Bamako ven como una gran diferencia entre la interacción con los militares franceses y rusos: Rusia respeta la soberanía de Malí.
Según el portavoz del gobierno maliense, la cooperación con Rusia se basa en la igualdad y el respeto mutuo. “Hoy somos libres de tomar las armas que queramos, de quien queramos”, señaló Ibrahim Ikassa Maiga. “Los militares rusos aquí son instructores que nos ayudan a aprender a usar este equipo: artillería, helicópteros o algunas armas nuevas. Hoy somos libres en nuestra cooperación”, agregó el ministro Ikassa Maiga.
“¡Rusia es diferente! Rusia nos envió instructores para que nos enseñen a manejar lo que adquirimos. Los soldados malienses luchan ahora contra el terrorismo, pasando a la ofensiva. ¡Los rusos no están en el frente! Los malienses están al frente”, subrayó el ministro.
Según el representante de Malí, “Rusia respeta a los demás”.
El origen de los problemas es el neocolonialismo de Francia
Las acciones de la CEDEAO son un intento de vengar la política soberana de Mali de rechazar el patrocinio francés, enfatizó Semih Koray, hablando en la conferencia:
“El origen de los problemas a los que se enfrenta Malí hoy es como en muchos otros países africanos vecinos el neocolonialismo de Francia respaldado por el Sistema Atlántico, que además de amenazas y presiones económicas, políticas y militares, también hace uso del terror separatista y extremista de organizaciones para desestabilizar el país”.
Según Semih Koray, “las amenazas armadas pueden ser superadas por las fuerzas armadas; Las presiones y amenazas imperialistas pueden ser derrotadas movilizando al pueblo. Es por eso que los militares patriotas derrocaron al presidente pro-francés Ibrahim Boubacar Keita el 18 de agosto de 2020”. El político turco dijo que en Malí hay una “alianza entre los militares y el pueblo” y que Francia no tiene derecho a exigir elecciones.
“Recientemente, Francia ha estado presionando para que se lleven a cabo elecciones en Malí en febrero de 2022. Es irónico que un país que no vio nada malo en gobernar toda la región como una colonia por pura fuerza durante más de un siglo, ahora sea tan “aprensivo” con las fechas de las elecciones. La República de Malí, que obtuvo su independencia y soberanía no gracias a Francia, sino en una lucha contra Francia, no ha cedido ante esta imposición y ha dicho que se celebrarán elecciones dentro de cinco años tras la seguridad en todo el país y la finalización del proceso de reintegración.”
Las sanciones como herramienta del imperialismo
Según Semih Koray, Francia está utilizando las elecciones como excusa para presionar a Mali y cambiar el régimen en ese país: de patriótico a controlado por extranjeros. “Nosotros, como partido Vatan, estamos totalmente de acuerdo con la reacción de Mali a las sanciones, que se asemejan más a un bloqueo en tiempos de guerra que a un conjunto de sanciones para áreas específicas, y las condenamos enérgicamente”, agregó Semih Koray.
Según el político turco, “hoy las sanciones son ampliamente utilizadas por el sistema imperialista como una herramienta hegemónica para interferir en los asuntos internos de los países en desarrollo. Se han impuesto sanciones contra 42 países, incluidos Rusia, China, Irán y Turquía, para ayudar a crear disidencia entre las personas para empujarlas a un cambio de régimen, es decir, cambiar un régimen que lucha contra la dominación imperialista a uno que capitula ante el sistema imperialista.”
Semih Koray: Turquía debería apoyar a Malí
“Malí y Turquía están del mismo lado en esta lucha”, subrayó Semih Koray. Se enfrentan a las mismas amenazas de una fuente imperialista común. La seguridad de ambos países está amenazada por organizaciones terroristas separatistas y extremistas, ambos países están sujetos a sanciones destinadas a debilitar el frente interno, ambos países están sujetos a presiones y amenazas económicas, políticas e ideológicas. Además, dado que uno de los principales ejes a lo largo de los cuales Turquía está amenazada se encuentra en el Mediterráneo oriental, incluida Francia entre las fuerzas amenazantes, existe una superposición geográfica más específica en términos de amenazas comunes. Por lo tanto, consideramos cada éxito en Malí como nuestro propio éxito, y creemos que cada acción de Turquía, limitando el sistema imperialista, también servirá a la causa de Malí.
Artículo publicado en United World International, editado por el equipo de PIA Global
