Los incendios arrasan Italia y Grecia. Las inundaciones sacuden a Eslovenia y Austria. Alemania registra en pleno agosto fuertes nevadas. Y España capea unas olas de calor de extremas. Los efectos de la crisis climática se están dejando notar con mucha virulencia durante este periodo estival en Europa. A pesar de ello, las fuerzas de extrema derecha continúan con un discurso negacionista y con la ambición de enterrar el pacto verde europeo.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se desplazó este miércoles a Eslovenia para expresar solidaridad y ayuda al país. «La magnitud de la devastación provocada por las inundaciones en el país es desgarradora», ha señalado la alemana.
Las intensas tormentas han generado estragos en dos tercios del país. «Eslovenia es conocida como el lado soleado de los Alpes. Pero sus paisajes idílicos se han convertido en un infierno de agua y barro. Ni siquiera este paraíso alpino se ha librado de los impactos del cambio climático», ha pronunciado frente al Parlamento del país, en el que seis personas han perdido la vida y miles de familias han sido evacuadas.
Hace unos días, la inquilina del Berlaymont mostró el mismo apoyo europeo a Grecia. Las islas helenas luchaban contra las llamas, avivadas por el calor extremo. Una situación producto del «cambio climático», aseveró por entonces.
Todo ello se produce en medio de un intenso movimiento reaccionario de las fuerzas de extrema derecha por derrocar la agenda verde comunitaria. Incluso el Partido Popular Europeo, comandado por el alemán Manfred Weber, se ha visto tentado por estos postulados. En la última sesión de Estrasburgo, los democristianos maniobraron para paralizar la Ley de Restauración de la Naturaleza, uno de los pilares del bautizado como Green Deal, el pacto verde europeo, que busca en última instancia convertir a Europa en el primer continente neutralmente climático en 2050.
Italia está registrando tres veces más incendios que en la media de los últimos años. El sistema europeo de Copernicus ha advertido, además, de que las llamas están emitiendo grandes cantidades de humo contaminante en la atmósfera. Con miles de hectáreas arrasadas y centenares de turistas evacuados, las autoridades griegas llegaron a señalar que se está librando «una guerra».
Entretanto, España lidia estos días con su tercera ola de calor en lo que llevamos de verano con temperaturas superiores a los 44ºC. Hace justo un año, Europa registró un récord histórico de superficie quemada, con la Península Ibérica a la cabeza. Las 657.988 hectáreas arrasadas por los incendios de entonces se van a superar con toda seguridad este 2022. El año pasado, 20 Estados miembros registraron un aumento de zonas quemadas superior a 2021.
Negacionismo climático
Con este escenario de fondo, la estrategia de las fuerzas de extrema derecha es frenar la agenda climática erigiéndose como los defensores del mundo rural. «Llevan décadas maltratando al sector agrícola y ahora les piden que sean facilitadores de la transición verde. Cuando estaban en sus casas atemorizados por el virus de Wuhan, había miles de agricultores españoles que trabajaban para que ustedes pudieran comer fruta, hortalizas o verduras. No tenemos derecho a pedirles ni un solo sacrificio más. Inmólense ustedes en el altar del fanatismo climático. Ustedes decidieron hace tiempo que se abandone a los agricultores y que la seguridad alimentaria de Europa quede en manos de países como Marruecos o Turquía», aseguró Jorge Buxadé, líder de Vox en la Eurocámara, en un debate plenario sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Inmólense ustedes en el altar del fanatismo climático.
Jorge Buxadé (Vox)
Su aliada Giorgia Meloni, con quien comparte grupo en el Parlamento Europeo bajo la bandera de los Conservadores y Reformistas, cargó hace unas semanas contra el «fanatismo ultraecológico», alegando sus daños a la economía y a los agricultores. Con las llamas abrasando territorio transalpino, su ministro de Transporte ironizó afirmando que en «verano hace calor y en invierno hace frío».
Previamente, el responsable de Medioambiente hizo apología negacionista. «Si el clima está cambiando es debido al clima. Realmente no sé cuánto de ello se debe a la acción humanas y cuánto al cambio natural», afirmó.
Un informe de Climate Central, publicado a comienzos de este mes, ha concluido que el cambio climático atribuido a las acciones de las personas ha provocado un mes de julio de 2023 «inusualmente caluroso» a lo largo del globo.
Según la investigación, las acciones humanas han provocado que el aumento de las temperaturas se multiplique por tres. «Al menos 2.000 millones de personas han sentido una fuerte influencia del cambio climático en cada uno de los 31 día de julio», concluye.
En estos momentos hay alerta por inundaciones en Austria, Suecia, Hungría, Croacia y Eslovenia. Peligro extremo de incendios en Bulgaria, Croacia, Chipre, España, Grecia, Francia, Italia y Portugal. Con este telón de fondo, la Unión Europea ha activado el modo alerta de desastres y está asistiendo a los países con centenares de bomberos y aviones de extinción bajo el Mecanismo de Protección Civil, un mecanismo voluntario de ayuda y coordinación pensado para situaciones naturales de crisis, que nació en 2001 y tomó una mayor relevancia tras la crisis sanitaria del coronavirus.
*María Zornoza, periodista.
Artículo publicado originalmente en Público.es
Foto de portada: Los bomberos intentan extinguir un incendio en Sesklo, en el centro de Grecia, el 26 de julio de 2023. —Alexandros Avramidis/REUTERS.