Muchas personas me han preguntado si la resistencia palestina está formada sólo por musulmanes. Siempre respondo que la liberación de Palestina de la ocupación colonial sionista es una lucha de toda la humanidad, independientemente de la religión, la raza o la ideología. Se trata de una cuestión de respeto al derecho internacional y al derecho humanitario. Lo que Israel practica en Palestina es un crimen permanente de lesa humanidad, que es el nombre que se da a los crímenes cometidos deliberadamente de forma generalizada y sistemática contra una población civil.
Existe, sí, una fuerte relación de los cristianos palestinos que viven en Gaza con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que siempre ha mantenido vínculos con todas las sectas e iglesias cristianas dentro de Palestina y en la diáspora. Se trata de una relación que no obedece únicamente a condiciones o tácticas políticas de ambas partes, sino que forma parte de la religiosidad islámica, ya que el Sagrado Corán recomienda tratar a los cristianos con amabilidad. Los musulmanes y los cristianos son socios en la lucha contra la ocupación, ya que tienen los mismos derechos, tienen los mismos deberes y sufren las penurias del Estado judío del apartheid.
Esta armonía se ha observado claramente en diferentes momentos políticos, sociales y religiosos, incluso cuando se trata de apoyar a la resistencia y a los luchadores por la libertad. Los palestinos viven bajo una ocupación israelí fascista y racista que nunca distingue entre musulmanes y cristianos, mezquitas e iglesias, o jeques y sacerdotes. En medio de esta sombría realidad, cristianos y musulmanes tratan de unificar al pueblo y proteger juntos sus lugares sagrados y el legado de cada una de las religiones.
En una emisión en directo del Instituto Brasil-Palestina (Ibraspal) sobre la cuestión palestina, en la que tuve el honor de participar, dialogué con el sacerdote palestino Manoel Musallam, nacido en Birzeit, cerca de Jerusalén, en 1938. Nos dijo que los cristianos palestinos siempre han convivido con los musulmanes: «Nunca hemos temido a los musulmanes, al contrario. No son los musulmanes los que ocupan Tel Avivi y no las tierras de 1948, ni hacen asentamientos en Cisjordania. Hamás lucha por los derechos de los palestinos, por el retorno de los refugiados. Cristianos y musulmanes somos hermanos de la misma causa, de la misma tierra y siempre hemos estado codo con codo en esta resistencia».
El padre Musallam estudió en el seminario de Beit Jalla y se hizo sacerdote en 1963. Estuvo en parroquias de Jordania, luego en Jenin y finalmente, desde 1993, en Gaza, donde dirige la Iglesia de la Sagrada Familia, que data de 1747. También es miembro del Comité Cristiano-Islámico para la Protección de los Lugares Santos. Tras el cierre de las fronteras de Gaza con la Palestina ocupada por Israel, y más aún tras la guerra del Líbano y las acciones militares en los territorios ocupados, el padre Musallam ha librado una batalla, y su batalla es denunciar lo que ocurre en Gaza, «sin censura».
Cuando le pregunté por qué una autoridad religiosa cristiana debía defender el derecho del pueblo palestino a recurrir a las armas contra el ocupante sionista, el padre Musallam respondió sin reparos que no era más que el derecho a la autodefensa. «No llevamos armas para atacar a Israel, llevamos armas para impedir que Israel siga cometiendo atrocidades», dijo, citando la agresión sionista a la Franja de Gaza en 2008, cuando Israel demolió e incendió 50 mezquitas y una iglesia, demolió guarderías y escuelas y mató a cientos de niños. Estas agresiones se repitieron en 2012, 2014, 2015, 2018 y mayo de 2021.
El sacerdote habló con dureza sobre estas agresiones: «¿Qué espera el mundo que diga sobre esto? ¿Esperan que haga un discurso de paz a este ocupante? No, este enemigo no conoce el lenguaje de la paz. Lo que se tomó con la fuerza nunca volverá con la paz. Por eso es necesaria la resistencia contra este enemigo».
Como cristiano que vive bajo el horror de la ocupación, Musallam dijo que ama al Movimiento de Resistencia Islámica: «Amo a Hamás porque es mi pueblo. Amo a Hamás porque es la resistencia y amo a todo mi pueblo palestino». Aunque los medios de comunicación sionistas hegemónicos del mundo difunden ampliamente que Hamás es un grupo terrorista islámico, Musallam, que, como religioso cristiano, al igual que un sacerdote, no toma las armas y nunca mataría a un ser humano, subraya que siempre estará del lado de la resistencia armada en la búsqueda de la justicia, contra la opresión y la ocupación.
La falta de respeto de Israel por los lugares sagrados tanto para los cristianos como para los musulmanes hace que el pueblo palestino, ya sea musulmán o cristiano, luche no sólo por la tierra sino por el respeto a estos lugares y ritos. ¿Cómo podemos tener piedad con un enemigo que no tiene piedad con un pueblo y sus asuntos sagrados, que está demoliendo todo lo que es importante para el pueblo palestino?
El derecho a la resistencia por todos los medios, además de ser uno de los principios de la Carta de la ONU, es un derecho humano, un derecho sagrado y un derecho de la humanidad. ¿Cómo quiere el mundo que los palestinos se enfrenten a la ocupación cuando los niños son asesinados o encarcelados a diario y los prisioneros no son tratados según el derecho internacional? ¿Hay que reaccionar de forma pacífica, esperando una paz que no llegará con «acuerdos de paz»?
Los cristianos palestinos son una parte importante de la nación palestina y de las naciones árabes. No son un tema aparte y no son una comunidad apática y ajena a lo que ocurre, precisamente porque no se trata de una guerra, de un conflicto, que tiene sus raíces en la religión, sino en la búsqueda de la justicia. Si se logra la justicia, se puede abrazar la paz. Palestinos, cristianos y musulmanes están unidos contra la ocupación y por la liberación de Palestina, que es una causa de la humanidad.
*Sayid Marcos Tenório, es historiador y especialista en Relaciones Internacionales. Es vicepresidente del Instituto Brasil-Palestina (Ibraspal) y autor del libro Palestina: del mito de la tierra prometida a la tierra de la resistencia (Anita Garibaldi/Ibraspal, 2019. 412 p). Correo electrónico: sayid.tenorio@uol.com.br – Twitter: @HajjSayid
Foto de portada: Una mujer palestina sostiene la bandera nacional durante una protesta a lo largo de la frontera con Gaza el 18 de mayo de 2018 (AFP)
