Europa

Letonia: Edgars Rinkēvič nuevo presidente

Por Giulio Chinappi* –
Las elecciones presidenciales indirectas han recompensado al ministro de Asuntos Exteriores, Edgars Rinkēvičs, que será jefe de Estado letón a partir de julio. El país báltico mantiene una firme posición antirrusa en la escena internacional.

El 31 de mayo se celebraron elecciones presidenciales en Letonia, que, como en Italia, tienen lugar de forma indirecta. De hecho, es el Parlamento unicameral de Riga, llamado Saeima, en el que se sientan cien diputados, el que decide el nombre del Jefe del Estado. Según las elecciones legislativas del pasado diciembre, la Saeima está dominada por fuerzas de derechas con una clara postura antirrusa, grupo encabezado por el primer ministro Arturs Krišjānis Kariņš. Por tanto, no cabía duda de que el nuevo presidente también sería elegido entre las filas del bando gubernamental.

Sin embargo, había dudas sobre el nombre del nuevo presidente, ya que dos de las coaliciones que apoyaban a Kariņš habían propuesto nombres diferentes. La coalición Lista Unida (Apvienotais saraksts, AS) -integrada por la Alianza Letona de Regiones (Latvijas Reģionu Apvienība, LRA), el Partido Verde de Letonia (Latvijas Zaļā Partija, LZP) y el Partido Liepāja (Liepājas Partija, LP)- habían apostado de hecho todo por su líder, el empresario Uldis Pīlēns, mientras que el Nuevo Partido de la Unidad (Jaunā Vienotība, JV), el del primer ministro Kariņš, proponía el nombre del ministro de Exteriores Edgars Rinkēvičs, que ocupa este cargo desde 2011.

Por su parte, la oposición sabía que no tenía casi ninguna posibilidad de elegir a su propio candidato, si no era explotando la rivalidad interna dentro de la coalición gubernamental. Los Progresistas (Progresīvie), uno de los pocos partidos que ofrecen una visión verdaderamente alternativa al nacionalismo liberal-conservador que domina la política letona, presentaron sin embargo la candidatura de la activista Elīna Pinto, esperando atraer así los votos de los diputados opuestos al gobierno actual, táctica que resultó poco exitosa.

El veredicto final llegó tras tres votaciones y, como era de esperar, premió a Edgars Rinkēvičs, que obtuvo 42 votos en las dos primeras vueltas y 52 en la decisiva. La elección del ministro de Asuntos Exteriores, defensor de la política fuertemente antirrusa del país, no contribuirá sin duda a mejorar las relaciones con Moscú, actualmente en su punto más bajo desde el final de la Unión Soviética, como demostró la expulsión mutua de diplomáticos a principios de año, que acabó llevando a Vladimir Putin a expulsar directamente al embajador letón en Moscú, Mijaíl Vanin. De hecho, Letonia, al igual que las demás repúblicas bálticas, se afirma cada vez más como un puesto avanzado antirruso de la OTAN, y el gobierno de Riga ha mantenido una posición absolutamente alineada con los deseos de Washington desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.

No es casualidad que las primeras felicitaciones por la elección de Rinkēvičs procedieran del presidente ucraniano, Volodymyr Zelens’kyj, quien declaró que espera trabajar con su nuevo homólogo cuando asuma el cargo el 8 de julio, fecha en la que Rinkēvičs tomará oficialmente el relevo de Egils Levits, procedente a su vez del partido Nueva Unidad.

Mientras tanto, la OTAN sigue reforzando sus posiciones en el mar Báltico, como confirmó el mando del ejército lituano el 25 de mayo. “Se está creando una nueva plataforma ‘tres más tres’ para garantizar una mejor coordinación, que reunirá a los comandantes de las fuerzas de la OTAN estacionadas en nuestros países y a los mandos de las fuerzas armadas de los países bálticos”, reza la nota. Esto significa que, en efecto, los ejércitos de Estonia, Letonia y Lituania estarán directamente bajo las órdenes de los comandantes de la OTAN, que a su vez responden ante Washington. El 29 de mayo, la ciudad lituana de Rukla acogió la primera reunión de este tipo, en la que las partes debatieron la coordinación entre las fuerzas armadas nacionales y los aliados de la OTAN. No olvidemos tampoco que batallones alemanes, británicos y canadienses también están presentes en las tres repúblicas bálticas, con la clara intención de reforzar la presencia de la OTAN en la región en función antirrusa.

En los últimos meses, Letonia también se ha “distinguido” por acciones como la demolición de monumentos de la era soviética o el bloqueo de exportaciones de fertilizantes rusos. Los fertilizantes en cuestión iban destinados a países pobres, como Malawi, bajo los auspicios del programa alimentario de la ONU, pero el gobierno letón negó la entrada a los inspectores de la máxima organización internacional, provocando retrasos con graves consecuencias en esos países. Hasta el 23 de abril, tras meses de obstruccionismo, no salió del puerto de Riga un primer cargamento de 34.000 toneladas de fertilizantes rusos con destino a Mombasa (Kenia). El grupo Uralchem-Uralkali, que produce estos fertilizantes, recordó que el suministro de fertilizantes rusos a los países pobres se realiza “en estrecha colaboración con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que ha fletado un barco para transportar los fertilizantes”, y que en total el grupo exportaría unas 300.000 toneladas de fertilizantes a los países en desarrollo.

*Giulio Chinappi, politólogo.

Artículo publicado originalmente en giuliochinappi.wordpress.com.

Foto de portada: extraída de giuliochinappi.

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