La reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, su homólogo ucraniano, Dmitri Kuleba, y el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, ha empezado este 10 de marzo al margen del Foro Diplomático de Antalya por iniciativa de la parte turca.
Tras su reunión con los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía y Ucrania, Mevlut Cavusoglu y Dmitri Kuleba, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ofreció una rueda de prensa.
Lavrov señaló que los jefes de la diplomacia de los tres países hablaron principalmente sobre cuestiones humanitarias.
Según el canciller ruso, la iniciativa para la apertura diaria de corredores humanitarios en Ucrania está en vigor.
Lavrov recordó que durante las negociaciones en Bielorrusia la parte rusa presentó propuestas concretas y Kiev prometió dar una respuesta al respecto. Rusia quiere mantener ese diálogo «de manera seria», aseveró el canciller.
Mientras tanto, el ministro ruso indicó que Moscú ve peligrosa la manera en la que Occidente está actuando, que «de hecho alienta los suministros de armas letales a Ucrania«, incluidos sistemas de defensa aérea portátiles. «¿Adónde irán luego miles de esos sistemas de defensa aérea portátiles? Es una pregunta que le hacemos a nuestros socios en la Unión Europea», declaró.
Moscú formuló durante años llamamientos y propuestas, pero «nadie escuchó»
Lavrov destacó que Rusia «no planea atacar otros países», haciendo hincapié en que no agredió a Ucrania, sino respondió a «una situación que creó amenazas directas para la seguridad de la Federación de Rusia«. Asimismo, señaló que Moscú formuló durante varios años llamamientos y propuestas que fueron ignorados: «Nadie nos escuchó».
Además, afirmó que nuevos datos descubiertos en las regiones de Donetsk y Lugansk muestran que se planeaba lanzar un ataque contra estas repúblicas populares.
En cuanto a la información sobre laboratorios biológicos en Ucrania, Lavrov declaró que Washington realizó esta actividad «en un profundo secreto».
Hospital de maternidad bombardeado
Lavrov comentó también las informaciones sobre el bombardeo de un hospital de maternidad en la ciudad de Mariúpol y destacó que el edificio había sido tomado hace tiempo por el nacionalista Batallón Azov.
El canciller ruso afirmó que no es la primera vez que se producen «gritos sobre las llamadas atrocidades que cometen las Fuerzas Armadas de Rusia».
En ese contexto destacó que Rusia presentó el 7 de marzo ante el Consejo de Seguridad de la ONU datos de que esa maternidad había sido capturada hace tiempo por el batallón Azov «y otros radicales».
De acuerdo con sus palabras, todas las pacientes, enfermeras y personal de servicio fueron expulsados y el hospital se convirtió en «una base del batallón ultrarradical Azov».
Posibilidad de una reunión de Putin y Zelenski
Al ser preguntado sobre la posibilidad de un encuentro entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo de Ucrania, Vladímir Zelenski, Lavrov afirmó que el mandatario ruso nunca rechaza contactos.
Moscú quiere reunirse si es posible lograr algunos resultados y resolver un problema, mientras que Kiev «prefiere reunirse por reunirse, prefiere pretender, simular decisiones concretas con nuevos contactos».
Sanciones contra Rusia
Durante la misma rueda de prensa, Lavrov se expresó sobre las sanciones impuestas por parte de varios países contra Rusia por su operación militar en Ucrania.
«Lo que los estadounidenses hacen no lo ocultan, que exigen a Turquía, India, Egipto, países del Asia sudoriental y hasta a China que cumplan con las ilegales sanciones estadounidenses unilaterales: no puedo imaginarme tal falta de respeto hacia grandes países, grandes civilizaciones», afirmó, reiterando que Moscú «no se ocupa de acciones de este tipo».
En este sentido, aseguró que Rusia solucionará «este problema de tal manera» que ya no tendrá que «depender de Occidente y sus empresas» en el futuro. «Resolveremos este problema, y lo resolveremos de tal manera que nunca más, de ninguna manera, dependeremos de socios occidentales, ya sea de gobiernos o de compañías que no se guían en absoluto por los intereses de su negocio, sino que se han convertido en un instrumento de la agresión política que Rusia ahora está experimentando desde Occidente», declaró el canciller.
Asimismo, Lavrov prometió que Moscú tomará las medidas necesarias para que Rusia «no vuelva a encontrarse en una situación similar» y que «nadie más» sea capaz de «tomar decisiones que tengan como objetivo destruir nuestra economía». «Encontraremos la manera de no depender más de esto y debería haberse hecho hace mucho tiempo», aseguró.
«En cuanto al estado de la economía de la Federación Rusa, nos encargaremos nosotros mismos, el presidente lo está haciendo, nuestro Gobierno lo está haciendo», declaró el ministro tras una reunión con sus homólogos de Ucrania y Turquía.
El canciller ruso subrayó que el pueblo ruso «ha superado dificultades a lo largo de su historia» y vaticinó que el país «saldrá de la crisis con una psicología más saludable». Lavrov enfatizó que Moscú ya no sé hará más «ilusiones» de que Occidente, «cuando habla de sus valores, cree en sus hechizos», ya que tendrá la certeza de que es capaz de «traicionar en cualquier momento, de traicionar a cualquiera, traicionar sus propios valores».
¿Es posible una guerra nuclear?
Lavrov afirmó que «no quiere creer y no cree» que el escenario de una guerra nuclear sea posible, indicando que las insinuaciones de que pueda ocurrir un conflicto de este tipo solo fueron planteadas desde Occidente.
- El pasado 6 de marzo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, y expresó que la suspensión de la operación militar rusa en Ucrania es posible solo en el caso de que Kiev cese las hostilidades y cumpla con las exigencias de Moscú
- En este contexto, Putin subrayó que Rusia está dispuesta a dialogar con las autoridades ucranianas y con los socios extranjeros a fin de resolver el conflicto.
Las negociaciones entre Moscú y Kiev
Hasta el momento Rusia y Ucrania ya han celebrado tres rondas de negociaciones llevadas a cabo mediante sus delegaciones.
El primer encuentro, durante el cual Moscú y Kiev establecieron una serie de temas prioritarios sobre los que se delimitaron «ciertas decisiones», tuvo lugar el 28 de febrero.
La segunda ronda se celebró el 3 de marzo. Como resultado de esa reunión las partes acordaron una serie de cuestiones de carácter humanitario, incluida la posibilidad de un alto el fuego temporal para la organización de corredores humanitarios y la entrega de medicamentos y alimentos en las zonas donde los combates han sido más intensos, aunque desde Moscú denunciaron reiteradamente que unidades de nacionalistas ucranianos impiden la salida de la población civil local.
El 7 de marzo se llevó a cabo la tercera ronda de negociaciones, a la cual la delegación rusa acudió con un paquete de documentos que contenía «acuerdos, proyectos y propuestas concretos», esperando firmar «por lo menos un protocolo» respecto a los puntos en los que ambas partes fundamentalmente llegaron a un acuerdo. «La parte ucraniana se llevó todos los documentos a casa para estudiarlos, no pudo firmar nada en el lugar. Y dijeron que regresaremos a esta cuestión, quizás, durante la próxima reunión», señaló entonces el líder de la delegación rusa, Vladímir Medinski.
Artículo publicado en RT.