“Iberoamérica” es una ficción de un colonialismo Ibérico trasnochado, dependiente de EE. UU, que jamás podría ser sostenible, porque el capitalismo imperialista que comanda EEUU, su OTAN y sus mega millonarios, es humanamente y ambientalmente insustentable. Pura demagogia de un mequetrefe de REY.
Hay monarcas confesos incorporados al dominio y la modernidad capitalista, y hay empresarios metidos a políticos y a gobernadores de colonia, con ínfulas de Monarcas y con asesores post modernos como De Vengoechea y Joao.
«La historia compartida» con España no es para celebrarla, menos con el Rey heredero de un Rey fugitivo por corrupto.
Es para indignarnos por el exterminio de pueblos originarios, el cruel coloniaje de más de tres siglos y la perversa herencia racista y neocolonial todavía dominante.
Si las 27 Cumbres Iberoamericanas anteriores hubieran mejorado la calidad de vida de los pueblos en los países que la integran bajo el mando de viejos conquistadores, entonces fuera creíble la afirmación de que esta XXVIII Cumbre lo hará. Pero es todo lo contrario. Palabrería sobre calidad de vida, soberanía y justicia, sin hechos que la avalen; e incluso con medidas que contradicen esos valores.
En esta Cumbre, todavía dominada por súbditos de un capitalismo imperialista gansterizado, patriarcal, seudo-cristiano, racista, xenófobo y ecocida, solo merecen atención y respaldo los presidentes independientes que se aproximan a las huellas de Bolívar, Che, Allende, Caamaño, Fidel y Chávez, y a las dignas actitudes de López Obrador ¡Y los hay!
Los demás podemos y debemos escucharlos para valorar cómo proceden y maniobran en esta época enemigos y adversarios de la autodeterminación de los pueblos de Nuestra América.
Narciso Isa Conde* Periodista y Coordinador del Movimiento Caamañista-MC
Este artículo fue publicado en diariodominicano.com
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