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La alta efectividad de la vacuna rusa Sputnik V resultó en una alta demanda en diferentes partes del mundo. Sin embargo, algunos países europeos optan por vacunas con una efectividad inferior o con graves efectos secundarios. Sputnik analiza cómo se sacrifica la salud de la población por razones políticas.
Un ejemplo de un país europeo que hasta se enfrentó a una grave crisis política a causa de la vacuna rusa es Eslovaquia. El 1 de marzo, el primer ministro, Igor Matovic, organizó el suministro del primer lote de Sputnik V sin informar previamente a la presidenta del país ni a los miembros del Gobierno. Como consecuencia, los ministros quedaron indignados por las acciones del presidente del Gobierno.El razonamiento detrás de las acciones de Matovic es evidente: seguramente había evaluado la situación y eligió la mejor opción posible en momentos en que la nación se enfrenta a una considerable crisis sanitaria. Este pequeño país de cinco millones de personas diariamente registra un promedio de 1.200 nuevos contagios. Casi 10.000 ciudadanos eslovacos fallecieron a causa del COVID-19.
La llegada del primer lote de Sputnik desencadenó una ola de indignación en algunos políticos eslovacos. Si bien la meta de Matovic era frenar las muertes por COVID-19 en el país, muchos no le perdonaron al primer ministro que tramitara en secreto el envío de las dosis y exigieron su renuncia. Pero la reciente crisis política en Eslovaquia no estuvo exclusivamente vinculada con la llegada de Sputnik V al país, sino también con otras razones importantes.