Análisis del equipo de PIA Global Asia Occidental

La presencia militar rusa en el este de Libia

Escrito Por Gianna Rosciolesi

Por Gianna Rosciolesi *. – Libia se encuentra en medio de una crisis que tiene a su territorio dividido en dos gobiernos. Sin embargo, es al mismo tiempo uno de los mayores productores de petróleo de África, ubicado además en un punto estratégico de comunicación, por ello, hace décadas se enfoca en la mira imperialista.

Luego de que se divisaran imágenes satelitales que muestran los movimientos expansionistas de las fuerzas rusas sobre Libia, se comenzó a suponer que el país africano podría ser un nuevo punto estratégico para el Kremlin. La toma del poder en Siria en manos del HTS le quitó lugar en la escena a Moscú, por lo que se figura que el país buscará nuevas zonas de poder.

En los datos enviados por centrales satelitales estadounidenses, se observaba la actividad del ejército ruso en la base aérea Mataan Al Sarra, ubicada en el sureste de Libia, en la intersección de las fronteras con Sudán y Chad.

 La instalación militar, había sido utilizada por última vez por las fuerzas de Muammar Al Gaddafi hasta el 2011, ahora se encuentra bajo el control del Ejército Nacional Libio (LNA) de Khalifa Haftar.

Tras la caída de Gadafi en 2011, el poder libio se meneó entre distintas facciones políticas, etnias y grupos yihadistas, llegando a un punto de inflexión en 2014. Ese año, estalló la segunda revolución civil que dio lugar a la división del territorio en dos gobiernos: uno en Trípoli y otro en el este libio, en Bengasi.

Ambas facciones controlan sus territorios y disputan el poder, generando una crisis total para la población, proyectado en los niveles de vida y de la incrementación de la migración hacia otros países.

El gobierno de Trípoli, se conoce como el Gobierno de Unidad Nacional, o GNU, está reconocido por la ONU, y cuenta con apoyo especial de Türkiye. Por otro lado, la autoridad de Bengasi es Khalifa Haftar, quien comanda el Ejército Nacional Libio (LNA) y apoya a la Cámara de Representantes con sede en Tobruk.

La presencia rusa en el este del país árabe, simboliza la protección del Ejército Nacional Libio contra las fuerzas amparadas por Erdogan. Moscú le otorga a Hafar una fachada de legitimidad diplomática y respaldo militar. Al mismo tiempo, el LNA respalda su permanencia, a fin de que se cumplan los intereses rusos.

 Se prevé que Putin estaría buscando establecer un corredor comercial y militar desde el Mediterráneo hasta África. Los analistas sugieren que el principal objetivo de Rusia es utilizar a Libia como plataforma de lanzamiento y puerta de entrada a África, particularmente a la región del Sahel, donde ha estado compitiendo por influencia con Francia.

Si bien, en Siria los rusos están operando bajo la protección del HTS, su lucha contra el mismo organismo durante la guerra le otorgó una posición definida. Para diciembre ya habían abandonado la mayor parte de la costa levantina. Aun así, el éxodo de Putin de Siria hacia Libia, no pareciera significar la construcción de un nuevo apoyo hacia las partes, dado que Hafar no logra representar una figura estable como lo hacía Assad. Si no, que lo que denota es su ansia por captar nuevas vías libres de comercio.

El primer ministro del GNU, Abdelhamid Dbeibah, afirmó que “cualquier parte que entre a Libia sin permiso o acuerdo será combatida”, asegurando que solo permite el ingreso de fuerzas extranjeras en misiones oficiales de entrenamiento, a pesar de que su gobierno sea respaldado por milicias turcas

Dbeibah considera la posibilidad de unirse a los BRICS si el lugar le es concedido.

Una presencia con historia

En 2008 Libia y Rusia acordaron la cancelación de la deuda de 4.500 millones de dólares que Trípoli le debía al Kremlin desde épocas de Guerra Fría. Desde ese entonces, Moscú ha observado con interés la costa mediterránea libia para establecer bases allí, considerando también que el país es el segundo mayor productor de petróleo en África.
Desde el 2011 se aloja en Bengasi, la base rusa que respalda al Ejército Nacional Libio. En aquel entonces, respaldó al LNA en las guerras por las tomas de poder luego del derrocamiento de Gadafi. Además, comenzó a servir como centro logístico para las operaciones militares en otros países africanos como Sudán y Malí.

En 2023 Hafar mantuvo contacto con Moscú, recibiendo y yendo a visitar funcionarios gubernamentales, acordando y proponiendo intensificar la presencia militar del gigante asiático en las costas libias. Rusia también ha modernizado las pistas de sus bases aéreas y ha enviado 1.800 nuevos efectivos militares en la primavera del pasado año.

Luego del derrocamiento de Bashar Al Assad, Rusia inmediatamente transportó armamento sofisticado hacia Bengasi, habiéndose divisado los sistemas de defensa aérea S-300 y S-400, junto con otros 1.000 soldados. Estas tropas fueron extraídas del Quinto Cuerpo y la 25 División de Tanques Especiales, que resguardaban al presidente sirio, y fueron transferidas en aviones Ilyushin para evitar el Mar Negro.

Gianna Rosciolesi* Técnica en Relaciones Públicas y Ceremonial, periodista junior del equipo de PIA Global

Foto de portada: escudodigital.com/

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