Colaboraciones Nuestra América

La gentrificación en Palestina y México

Por Fernando Trujillo* Especial para PIA Global. – Hay una fuerte solidaridad entre México y Palestina, en los últimos meses del año dos mil veintitrés, en un ambiente de un encarnizado ataque israelí sobre civiles palestinos, justificando sus acciones como “combate al terrorismo” (¿Dónde escuchamos eso antes?), la solidaridad con Palestina ha ido en incremento en territorio mexicano.

El pasado octubre la bancada de Morena en San Lázaro, lanzó arengas por la libertad de Palestina, una vez terminado el minuto de silencio en memoria de las víctimas de la guerra en Israel, algo que causó conmoción en los círculos de opositores políticos, el presentador de noticias Francisco Zea de Imagen Noticias, se mostró indignado con esta demostración de apoyo, dejando en claro que está del lado del país invasor.

Varios miembros del partido Morena han manifestado su apoyo a Palestina, incluyendo a la legisladora María Clemente García quien desde su cuenta Twitter expresó: “¡Viva Palestina libre! Muerte a los invasores de Israel”, que causó mucha controversia. Pero quien más ha declarado su apoyo a la causa palestina, ha sido el diputado Fernández de Noroña, quien ha criticado duramente la ocupación israelí en redes sociales o eventos públicos. No obstante, hasta el momento no hay una postura oficial del partido.

Por otra parte, los partidos de oposición conformados por el PAN y el PRI a la cabeza, han mantenido una fuerte postura a favor del eje anglo-israelí.

En Latinoamérica, ha sido la izquierda política quien más ha apoyado la lucha del pueblo palestino, la solidaridad latinoamericana con los palestinos, data desde los años sesenta con las posturas antisionistas de personajes como el Che y Castro.

No obstante, entre México y Palestina, no solo hay una solidaridad, sino también muchos parecidos. Lo que sucede actualmente en Palestina, es un espejo de la situación de México.

 Palestina fue ocupada y colonizada, por las potencias occidentales victoriosas de la Segunda Guerra Mundial, para crear el estado de Israel en mil novecientos cuarenta y siete. Poco a poco, los colonos israelíes fueron desplazando a los habitantes autóctonos.

Desde entonces han sucedido guerras entre Israel y el mundo árabe, desplazamiento, colonización y un genocidio de la población autóctona, con apoyo y complicidad de Occidente.

Esta colonización ha sido denunciada por diferentes organizaciones internacionales, mandatarios como Hugo Chávez en Venezuela, judíos antisionistas, pero poco o nada ha servido, pues Israel ha continuado con su ocupación.

Con la operación militar de Hamas sobre Israel el pasado octubre, se revitalizó el conflicto y la posición que el mundo ha tomado. Mientras que los gobiernos de Occidente y la OTAN han dado su apoyo a Israel, los representantes del mundo multipolar han mostrado su apoyo por Palestina, el mismo profesor Dugin ha escrito a favor de Palestina y el mundo árabe, calificando al sionismo como “satanismo judío o satanismo dentro del judaísmo” (lo que, de paso, desmonta el patético bulo de los “tercerposicionistas” de que Dugin era un “agente sionista”), el profesor Dugin escribe sobre la fundación del estado de Israel:

 “En 1947, después del final de la Segunda Guerra Mundial, el Estado de Israel fue fundado bajo la influencia de los sionistas. En la medida en que la religión judía en su versión sionista representa una doctrina racista bastante estricta, la población palestina local -en gran parte árabe y musulmana, aunque también incluye a muchos cristianos entre los palestinos árabes- fue sometida a un verdadero genocidio, al apartheid y a la limpieza étnica. Los judíos, que acababan de ser sometidos a una persecución sin precedentes por parte de los nazis en el Tercer Reich, parecían estar tratando de empujar su dolor y su ira contra los palestinos que, por cierto, no eran culpables de nada. Millones de palestinos fueron deportados de las tierras en las que habían vivido durante siglos.” (Dugin, 2016)

En lo encarnizado del conflicto, podemos ver opiniones de todos los ámbitos, desde su cuenta Twitter el presidente del Salvador Nayib Bukele (quien tiene descendencia palestina), apoyo a Israel, mientras que por otro lado la ex actriz porno Mia Kaliffa, no tuvo miedo en expresar su apoyo al pueblo palestino. Que una ex actriz de cintas para adultos, tenga más valentía y afinidad con su pueblo, que un presidente, dice mucho.

Ahora ¿Qué tiene que ver México? Pues México es la Palestina de Latinoamérica, la mayor parte de nuestro territorio nos fue arrebatado después de la guerra contra Estados Unidos, pero antes de esta guerra, hubo una colonización por parte de norteamericanos en Texas, lo que llevó a un movimiento independentista y a toda una guerra. Es curioso, ver como México perdió la mayor parte de su territorio en mil ochocientos cuarenta y ocho, cien años antes de que los palestinos perdieran su tierra a manos de los colonizadores.

Es interesante ver también paralelismos entre Latinoamérica y el mundo árabe, ambos son espacios geopolíticos, con su tradición y cultura, amenazados por un imperio depredador como lo son Estados Unidos e Israel, que organizan golpes de estado, arman a carteles de la droga y movimientos jihadistas para desestabilizar naciones soberanas.

México tiene en estos momentos un proceso de colonización, pero con el nombre de gentrificación.

A muchos le va a parecer exagerado, pero la colonización que tuvo Palestina hace ochenta años, no se diferencia de la gentrificación que asola nuestro país o que tuvo lugar cien años atrás con la colonización de Texas.

Estados Unidos y Canadá forman imperios depredadores sobre México y Latinoamérica, son en ambos casos, el Israel de nuestro continente.  

CDMX, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán, han sido gentrificadas, los gringos son dueños de zonas comerciales, mientras los habitantes autóctonos están solo para servir, el costo de la vivienda y de venta es tan elevado, que los nativos no pueden costear.

La gentrificación es colonización, zonas residenciales donde solo se habla inglés, restaurantes y cafeterías donde no dejan entrar a los locales, porque “dan mala imagen”, playas privadas para los extranjeros, videos y noticias de gringos maltratando física y verbalmente a gente autóctona, México está bajo una limpieza étnica de forma agradable, todo disfrazado de colores arcoíris de la propaganda gringa.

Lo que está pasando en México, no es diferente a lo que sucede en Palestina, donde la población autóctona (árabe), es sometida de diferentes maneras por los colonos y sus descendientes.

Palestina también tiene un proceso de gentrificación de sus grandes ciudades, como Jerusalén, ciudad que se ha ido gentrificando como parte del colonialismo sionista, los habitantes autóctonos, excluidos de la urbanización de los vecindarios.

Tanto Estados Unidos como Israel fueron fundados bajo principios fundamentalistas abrahamicos, la misión es la de tener su “tierra prometida” consagrada a Jehová, para ello deben esclavizar y exterminar a los pueblos gentiles. Para los gringos es México y para los israelíes es Palestina.

Esta visión mesiánica los llevó a exterminar y encerrar en reservas a los indios nativos, a arrebatarles su territorio a México y a sus continuos golpes de Estado, deuda externa y turismo sexual en toda Latinoamérica.

Ellos (los Estados Unidos) son el pueblo elegido, nosotros en México y Latinoamérica somos los gentiles, paganos, inferiores, que deben ser educados en progresismo woke, esclavizados o exterminados en el último caso. Pues esa es la voluntad de Yave, el Destino Manifiesto, Superman y Mickey Mouse.

La gentrificación es entonces invasión, desplazamiento y en todo caso limpieza étnica, no es exagerado decir que, en algunos años, si esto no se frena, la situación escalará a lo que actualmente pasa en Palestina; genocidio, bombardeos, fosforo blanco, asesinatos, hasta ir empujando a la población mexicana a reservas o guetos.

Por eso lo que actualmente sucede en Palestina, es un vistazo a lo que le espera a un México gentrificado. Si no se actúa ya, repetiremos el mismo escenario de mil ochocientos cuarenta y siete y será mucho peor.

Por eso existe una solidaridad y amistad entre México y Palestina, porque somos pueblos gemelos, enfrentados a imperialismos sionistas en nuestras tierras.

La lucha de Palestina es la lucha de todo el mundo árabe, así como la lucha de México es la lucha de toda América Latina.

Palestina y México dos pueblos en busca de su liberación, una que vendrá de la mano de la gran idea multipolar.

Fernando Trujillo Peña* Narrador, ensayista critico político y literario mexicano

Foto de portada: «Viva Zapata, Viva Abed al-Qadir al-Husayni» de Burhan Karkutly, 1984.

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