El 31 de julio se reavivaron las tensiones entre Serbia y Kosovo luego de que las autoridades de Pristina anunciaran que a partir del 1 de agosto se prohibía el uso de matrículas (placas o patentes de vehículos) y documentos serbios en territorio kosovar.
Esto desató manifestaciones al norte de Kosovo con población de mayoría serbia, en donde unas aproximadamente 50 mil personas que viven en esa zona utilizan matrículas emitidas por Serbia y se niegan a reconocer las instituciones kosovares. El mismo 31, los manifestantes decidieron bloquear las rutas que llevan a los dos cruces fronterizos utilizando camiones y maquinarias pesadas. Se escucharon sirenas de ataque aéreo durante más de tres horas en la ciudad de North Mitrovica, de acuerdo a Reuters.
El año pasado se vivieron protestas similares debido a que se prohibió el acceso de residentes en vehículos con matrículas serbias. La policía de Kosovo, bajo el control de la fuerza especial de la OTAN, reprimió a los manifestantes para despejar las rutas. Por su parte, Serbia aumentó el nivel de alerta de sus Fuerzas Armadas, aviones caza serbios sobrevolaron varias veces la zona fronteriza y varios blindados fueron avistados cerca de la frontera.
Las tensiones de julio de este año, fueron apaciguadas momentáneamente luego de una serie de consultas por parte de Pristina con los embajadores de la Unión Europea (UE) y EEUU. Las autoridades kosovares decidieron aplazar el plan por un mes, es decir, la prohibición de matrículas y documentos serbios en territorio de Kosovo comenzaría a implementarse el 1 de septiembre.
La Fuerza de Kosovo (KFOR), comunicó en medio de las tensiones que se encontraba “monitoreando de cerca la situación en el norte de Kosovo con organizaciones de seguridad locales e internacionales”, y que se encuentra “lista para adoptar las medidas necesarias para mantener a Kosovo a salvo”.
De acuerdo a Reuters, también se vieron fuerzas de paz italianas en Mitrovica y alrededores, y helicópteros sobrevolando la zona.
Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic pidió a la población serbia no caer en las provocaciones y que no hagan nada que pueda llevar a un conflicto.
“Buscaremos la paz, pero dejenme decirles de inmediato: no habrá rendición y Serbia ganará. Si se atreven a perseguir a los serbios, a maltratarlos o a matarlos, Serbia ganará”.
Para comprender las tensiones actuales entre Serbia y Kosovo se vuelve necesario repasar algunos puntos esenciales en los procesos históricos de ambos territorios y de los Balcanes en general, y en los principales actores involucrados. Para ello, PIA Global conversó con Guillermo Caviasca, Dr. en historia, docente e investigador UBA/UNLP (Argentina), autor de libros y artículos sobre historia argentina, historia militar, geopolítica y relaciones internacionales.
Puntos claves en la historia
Caviasca explica que un primer punto importante a tener en cuenta es que la composición poblacional en la región de los Balcanes es compleja y responde a los procesos históricos que vivió la región durante siglos.
“En todos estos procesos de conflicto que siguen hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial y hasta hace pocas décadas, se dan corrimientos de población, limpiezas étnicas, o sea, suelen haber periodos de conflictos y de procesos muy traumáticos que afectan capilarmente la sociedad y la composición de las poblaciones del lugar, de los diferentes lugares”.
Respecto a las raíces kosovares, Caviasca dice que “tendríamos que remitirnos a la época de la ocupación otomana de esa región, después de la derrota de Serbia en el año aproximadamente 1400. A partir de esa fecha, el Imperio Otomano avanzó llegando casi hasta Viena, ocupando todos los Balcanes, en los cuales permaneció en gran parte de ellos, hasta fines del siglo XIX, retrocediendo durante un par de siglos en una lucha muy larga”.
“La conformación geográfica, étnica, cultural de la región se vio alterada. Uno de los últimos territorios en donde los otomanos fueron expulsados, justamente fue en el territorio de Kosovo, allá por la Segunda Guerra Balcánica, a principios del siglo XIX y antes de la Primera Guerra Mundial. Esos territorios fueron vueltos a ocupar por el reino de Serbia (si se puede tomar lapsos de tiempo tan amplios como siglos y siglos)”.
“A la salida de la Primera Guerra Mundial, los imperios se disolvieron, entre ellos el Imperio Austrohúngaro y se creó lo que fue el reino de Yugoslavia, o sea, de los eslavos del sur. Diferentes pueblos eslavos de la región de lo que fue Yugoslavia se unificaron en una monarquía en la cual estaban principalmente los serbios, los croatas y los eslovenos”.
“Sin embargo, el cruce de etnias era mucho más complejo. Podemos ver la existencia no solo de estas etnias que mencioné, sino de diferentes grupos religiosos como católicos croatas, cristianos ortodoxos serbios y musulmanes; en la región de Bosnia, que se encuentra entre Serbia y Croacia, también hay croatas, serbios y musulmanes; en la región de Kosovo, albanos kosovares, gente de origen albanés”.
“La Segunda Guerra Mundial también fue un proceso traumático: Yugoslavia se dividió entre un estado croata, un estado serbio, ambos títeres de Alemania, e importantes sectores ocupados por Italia, entre los cuales estaba Kosovo, que fue anexionado a Albania. (porque son albano kosovares, el reino de Italia era rey de Albania también)”.
“A fines de la Segunda Guerra Mundial, el mariscal Tito (Josip Broz Tito, ex presidente de Yugoslavia), principal jefe militar de la resistencia a la ocupación alemana e italiana, logró (quizás sea el caso más destacado, el único caso que logró por sus propios medios con el ejército, un ejército partisano transformado en ejército), expulsar a los alemanes, recuperar el Estado yugoslavo, esta vez como Estado socialista. Esto permitió la convivencia bastante exitosa de estas diferentes comunidades yugoslavas o eslavas durante décadas”.
“Sin embargo, hacia la década del noventa, con el colapso de la Unión Soviética, hubo una importante ofensiva occidental para ocupar los territorios que aún no habían sido ocupados en forma económica y política por parte del sistema capitalista liberal occidental”.
“Esto se manifestó en el mundo de diferentes maneras, en los antiguos países de la esfera soviética de una forma, en la antigua Unión Soviética de otra, y en Yugoslavia de una forma particular, que fue un importante proceso de desestabilización del sistema yugoslavo, a partir de la muerte de Tito, que terminó con un complejo de guerras importantes en Yugoslavia”.
“Eso llevó a la desintegración de Yugoslavia en varios Estados en los cuales el ‘gran perdedor’ fue Serbia, por diversos motivos”.
“Una de las cuestiones que tenía la Federación yugoslava era que para que los serbios no tuvieran la hegemonía (debido a que eran los más numerosos, los que más tradición histórica tenían, los que tuvieron un Estado, un reino, un Estado en la edad media reconocido, que habían sido independientes y habían sido protagonista de la política en la región) había que buscar un equilibrio. Se equilibró el poder serbio y la población serbia quedó distribuída en diferentes territorios”.
“Otro punto es que Serbia estaba sola y la intervención extranjera consideraba que Serbia representaba el vestigio de un orden geopolítico y económico que había que eliminar, un orden que poseía una tradición muy fuerte de vinculación con Rusia, no sólo por ser eslavos, sino también por ser eslavos ortodoxos y aliados importantes desde tiempos remotos, a pesar de las grandes diferencias que existían principalmente entre Stalin y Tito, por tener concepciones del socialismo distintas”.
“Cuando Serbia quiso unificar todos esos territorios, terminó en un conflicto armado con los demás pueblos que se iban separando de la antigua Yugoslavia, apoyados e incentivados por Occidente, fue una guerra muy sangrienta”.
“Tito pertenecía a lo que se llamaba el Tercer Mundo y tenía un socialismo propio, un socialismo nacional, llamémoslo, una vía propia, la construcción del socialismo en Yugoslavia. Occidente se alineó fuertemente en contra de Serbia, en contra de las minorías serbias, y Serbia fue derrotada. Eso en las primeras partes de la guerra”.
“La segunda parte de la guerra fue directamente con el núcleo estatal serbio que tenía, entre otras cosas, una provincia en el sur: Kosovo. A principios de este milenio se desata el conflicto que tiende a debilitar aún más a Serbia, a deshacerse del régimen serbio, y poder colocar una presencia definitiva, importante, militar, un protectorado en la región de la antigua Yugoslavia, en el corazón de los Balcanes”.
¿Qué es la KFOR?
Un actor importante mencionado cada vez que se reavivan las tensiones entre Serbia y Kosovo es la KFOR.
Caviasca explica que la “KFOR es la fuerza de intervención de la OTAN para Kosovo, una fuerza militar que intervino y que ocupó Kosovo en 1999, a partir del reinicio de la guerra civil en el interior de Serbia”.
De acuerdo a la OTAN, la KFOR estaba compuesta inicialmente por unos 50000 hombres y mujeres de países miembros de la OTAN, países socios y otros países no pertenecientes a la OTAN bajo mando y control unificados. A principios de 2002, la KFOR se redujo a alrededor de 39.000 soldados, en junio de 2003 se redujo a 26.000 y a 17.500 a finales de 2003. Entre 2010 y 2011 se redujo a 5000.
Actualmente cuenta con 3700 soldados proporcionados por 27 países, trabaja junto a las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), y las decisiones sobre los cambios de fuerzas son tomadas por el Consejo del Atlántico Norte. Además cuenta con dos Comandos Regionales, unidades militares a nivel de regimiento que incluyen dos batallones cada uno. Uno es un batallón de maniobra que es altamente móvil, flexible y rápidamente desplegable a posibles puntos conflictivos en todo Kosovo. El segundo batallón es una unidad no cinética que es responsable de monitorear y vincularse con los actores civiles locales (por ejemplo, municipios, instituciones, grupos étnicos) a través de sus Equipos de Monitoreo de Enlace (LMT). Aparte de las tropas de la KFOR en Kosovo, la OTAN sigue manteniendo fuerzas de reserva listas para desplegarse en caso necesario.
KFOR está bajo una sola cadena de mando, bajo la autoridad del Comandante KFOR (COMKFOR). COMKFOR depende del Comandante del Comando Conjunto de Fuerzas de Nápoles (COM JFCN), Italia. El actual COMKFOR es el mayor general Ferenc Kajári.
En 2008, la OTAN comenzó a implementar tareas adicionales en Kosovo en coordinación con las autoridades locales e internacionales. Supervisó la puesta en marcha y el entrenamiento de una Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF), así como una estructura civil para supervisar las KSF. El KSF es una fuerza de voluntarios con armas ligeras. Tiene la responsabilidad principal de las tareas de seguridad que no son apropiadas para la policía, como la respuesta a emergencias, la eliminación de artefactos explosivos, la gestión de materiales peligrosos, la extinción de incendios y la protección civil. La fuerza total de las KSF tiene como mandato un máximo de 2500 efectivos activos y 800 reservistas.
Además de las tareas asignadas a la KFOR, la OTAN también lleva a cabo iniciativas de desarrollo de capacidades con las organizaciones de seguridad en Kosovo. Estas actividades están a cargo del Equipo de Asesoramiento y Enlace de la OTAN (NALT), que se creó en 2016 tras la fusión de dos entidades: el Equipo de Asesoramiento de la OTAN (NAT), creado en 2008 para supervisar el establecimiento de una organización liderada por civiles de las autoridades de Kosovo para ejercer el control civil sobre las KSF; y el Equipo Asesor y de Enlace de la OTAN (NLAT), que continuó apoyando a las KSF más allá de la declaración del Consejo del Atlántico Norte sobre la plena capacidad operativa de las KSF en julio de 2013.
El NALT informa directamente al Estado Mayor Internacional de la OTAN. Actualmente, cuenta con un equipo de unos 45 militares y civiles de 13 países aliados y socios. Brinda asistencia práctica y asesoramiento a las organizaciones de seguridad en Kosovo en áreas como logística, adquisiciones y finanzas, desarrollo y planificación de fuerzas, así como desarrollo de liderazgo. El Equipo actualmente está diseñado en tres líneas de desarrollo: Estrategia y Planes, Operaciones y Soporte.
El NALT también juega un papel clave en la implementación de la interacción mejorada con Kosovo que incluye temas importantes como la construcción de integridad, cibernética, diplomacia pública y ciencia.
No obstante, Caviasca dice que para entender el rol de la KFOR es necesario comprender cómo se desarrolló la fuerza sobre el mismo territorio que naciones internacionales reconocían como parte del Estado serbio.
“Hacia fines de siglo surgió el UÇK (Ejército de Liberación de Kosovo), una fuerza que luchaba por la independencia total de Kosovo respecto de Serbia. La disolución de la antigua Yugoslavia y la transformación de Serbia en un Estado independiente, separado del resto de las antiguas regiones Estados que constituían la Federación yugoslava, implicó también la solidificación de las estructuras estatales serbias, con lo cual los kosovares, o este sector, decidió llevar adelante un proceso de búsqueda de la independencia de Kosovo”.
“Esta idea, evidentemente chocó contra las autoridades serbias y la soberanía serbia en la región que tiene raíces históricas muy importantes. Esa idea fue fomentada e incentivada por el accionar del Ejército de Liberación de Kosovo, cuyo curso de origen puede ser dudoso aunque sus objetivos estaban claros. Inclusive planteados por sus propios medios, la idea del Ejército de Liberación de Kosovo no era de ninguna manera vencer al ejército serbio, lo cual era muy difícil, sino lograr la intervención extranjera”.
“Para ello, se necesitaba crear ciertas condiciones para que en el mundo se asumiera la existencia de un genocidio en Kosovo por parte del ejército serbio. Había que incentivar la conflictividad de la zona, difundir y amplificar la violencia echando toda la responsabilidad de la misma al ejército serbio”.
“Los números y la visión en Occidente de lo que pasaba en Kosovo, indudablemente estuvo muy amplificada y tergiversada, sumado a la naturaleza del Ejército de Liberación de Kosovo (dudas legítimas sobre su financiamiento, sobre quiénes lo sostenían, cómo se originó y cómo estaba coordinado con los planes más estratégicos que después desplegó la OTAN), no dejó muchas dudas sobre la idea de que las intenciones por parte de Occidente fueron desde el principio lograr la ocupación de esta parte del territorio serbio, incentivando, creando y aprovechando la existencia de una población que se iba haciendo desafecta al gobierno central serbio”.
“Esto implicó para la población serbia de Kosovo un proceso de represiones que aún hoy se están viviendo. Por eso estamos viendo el conflicto que ha salido nuevamente a la luz, cuando la minoría serbia de Kosovo reclama por determinadas libertades que el gobierno de Kosovo, un protectorado de la OTAN, les quita”.
“El ejército serbio fue el primero en ser atacado por la Fuerza Aérea, una muy fuerte campaña aérea que produjo mucho daño. Después, esa campaña aérea se extendió sobre la misma Yugoslavia, sobre la misma Serbia, atacando Belgrado, atacando inclusive a la embajada china, a medios de comunicación para impedir la difusión de las noticias por parte del gobierno serbio, atacando la infraestructura, intentando dañar al corazón del gobierno y del Estado serbio”.
“Luego de la disolución de la Unión Soviética, Rusia atravesaba un proceso de crisis muy fuerte, y Serbia se encontraba sola. La posibilidad de la intervención terrestre de las fuerzas de la OTAN tenía su dudas, porque el ejército serbio era un ejército fuerte, un ejército combativo, de hecho, no había podido ser derrotado por los bombardeos. Finalmente, en la intervención, entre ellos de la misma Rusia, sugirieron a Yugoslavia que aceptara la retirada de las fuerzas serbias de Kosovo, que aceptara una parte sustancial de los reclamos de la comunidad internacional, pero reconociendo la comunidad internacional que Kosovo era parte de Serbia”.
“Eso llevó al fin de la guerra y a la ocupación militar de Kosovo por la fuerza de la OTAN. Bajo el paraguas de las Naciones Unidas, la OTAN ocupó este territorio y lo transformó en su protectorado. Los demás países de lo que fue la esfera soviética le negaron el espacio aéreo, entre ellos Rumania, por donde tenía que pasar los aviones que iban a transportar una brigada rusa para garantizar un cierto equilibrio en la ocupación, que no fueran todas fuerzas anti serbias, incluso amenazaron con derribar los aviones que transportaban tropas rusas”.
“Finalmente la ocupación de Kosovo se produjo por el conjunto de la fuerza de la OTAN, sin ningún contrapeso”.
“Aunque parezca algo muy pequeño, la ocupación de Kosovo, la instalación de un protectorado de la OTAN en esa zona que mantenga disciplinado a un actor no disciplinado en la estrategia occidental como era Serbia, tenía como objetivo eliminar cualquier posibilidad de desarrollo como actores independientes a lo que era el antiguo espacio ruso, el antiguo espacio soviético o sus aliados”.
¿Qué tiene que ver con la coyuntura actual?
“Si uno ve las declaraciones, las resoluciones de la última cumbre de la OTAN en Madrid, puestas bajo el título de nuevo concepto estratégico, implican claramente una agudización, una decisión, por lo menos de esta fracción sustancial de la élite occidental, de la oligarquía financiera, de no contemplar los posibles acuerdos con Rusia y solo lograr y profundizar la guerra hasta vencer”.
Caviasca resalta que desde el punto de vista táctico, estratégico, se utilizan formas de guerrerismos, provocaciones por parte de la OTAN, por parte de Estados Unidos, por parte del grupo dirigente que ha triunfado a través de Biden, que representa un poder muy grande en Occidente y en el mundo, con el objetivo de dividir China de Rusia.
“En este sentido podemos ver no sólo la guerra en Ucrania, sino la agudización de conflictos que nunca estuvieron cerrados, el conflicto en Kosovo; algunas nuevas escaladas que aparecen entre Azerbaiyán y Armenia; conflictos que se puedan dar en diferentes lugares; la última provocación de Estados Unidos en Taiwán; la alianza AUKUS y el intento de cerco estratégico y de contención sobre China para impedirle salir del mar interior de la China; y en los Balcanes algo similar, ahora inclusive hace poco se hablaba de la posibilidad de que Ucrania inicie una ofensiva contra Transnistria, un pequeño estado no reconocido o reconocido por pocos países, pero en este caso afín a Rusia, protectorado ruso”.
“La agudización por parte de Occidente, de la OTAN y de este sector de élite de la OTAN, de la estrategia guerrerista, es evidente. Y en ese sentido un peón, un Estado sin autonomía como es Kosovo, puede jugar un rol importante”.
Según el analista internacional Pablo Jofré Leal “sólo el 40% de los países que conforman la ONU reconocen a Kosovo como una República y sin embargo el estatus político diseñado por las potencias occidentales se mantiene incólume. En cambio, ese 60% restante, donde sobresale la República Popular China, Rusia, la propia Serbia, la enorme mayoría de los países americanos, africanos y asiáticos, no aceptan la declaración unilateral de independencia del año 2008 ni reconocen a una llamada República de Kosovo como un Estado soberano”.
Además, Jofré Leal considera importante que “tengamos presente un hecho fundamental: Kosovo posee el Campo Militar de Bondsteel una de las bases militares más grandes y costosas construidas por los Estados Unidos. Alberga a 4.000 tropas de ocupación. El complejo fue construido en 386,47 hectáreas con un perímetro de 11,27 kilómetros. Construida por la empresa privada Kellogg, Brown, and Root (KBR) y el ejército estadounidense por 350 millones de dólares en Uroševac, cerca de la frontera con Macedonia. Bondsteel tiene un costo de 70 millones de dólares al año, para mantener en activo su propia central eléctrica, depuradoras, helipuerto e incluso Burger King y una Taco Bell. Nada que pueda faltarles a las tropas en esa región, parte de las 800 bases militares estadounidenses en el mundo.
La realidad de la construcción de Camp Bondsteel no tiene que ver exclusivamente con Kosovo y la OTAN. Existen intereses geoestratégicos relacionados con los Balcanes, Asia Occidental y la frontera occidental de Rusia. Recordemos que la base se encuentra en una zona a vuelo de avión sin reabastecer de Asia Occidental, el Cáucaso y Rusia. De esta forma se puede controlar oleoductos y corredores energéticos vitales como el oleoducto transbalcánico donde multinacionales estadounidenses como Halliburton tienen presencia e intereses”.
*Guillermo Martin Caviasca, Dr. en historia, docente e investigador UBA/UNLP, autor de libros y artículos sobre historia argentina, historia militar, geopolítica y relaciones internacionales.
Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Bandera de Serbia. Bandera de Kosovo. Logo de FKOR – OTAN. Diseño de PIA Global.