Pezeshkian obtuvo 16.384.403 votos frente a los 13.538.179 de Jalili, con una participación del 49,8%. Esta victoria marca un hito importante en la política interna de Irán, reflejando una serie de dinámicas sociales y económicas que han influido en el electorado.
Contexto Económico y Social
Uno de los factores cruciales que ha impulsado la victoria de Pezeshkian ha sido la creciente preocupación por la situación económica del país. Las sanciones occidentales han asfixiado la economía iraní, generando un aumento en el desempleo y una inflación galopante.
La población iraní, enfrentándose a estas dificultades económicas diarias, ha buscado un cambio en la administración que pueda ofrecer soluciones prácticas y alivio económico. Pezeshkian, con su enfoque más pragmático y reformista, ha sido percibido como una figura capaz de llevar a cabo las reformas necesarias para mejorar la situación.
Pezeshkian ha dicho durante gran parte de la campaña que está buscando formas de resolver el problema económico y prometió obtener ayuda de expertos siempre resaltando que tampoco hará promesas incumplibles. Por ejemplo, enfatizó en los debates que se dieron con Jalili que es poco probable que se produzca un crecimiento económico del 8% en el corto plazo, pero prometió que intentará reducir la inflación y aumentar el crecimiento económico, lógicamente esta visión de comprender la actualidad interna y enfocarse en ello fue una de las causas que dan estos resultados.
Además durante los debates electorales, Pezeshkian insistió repetidamente en el cumplimiento de las políticas macroeconómicas del país, incluido el Séptimo Plan de Desarrollo. Dado que no es posible desarrollar el país por caminos variables y a veces contradictorios, la adhesión a las grandes políticas del Ayatola Jamenei se considera una necesidad inevitable.
Desde este punto de vista, el énfasis de Pezeshkian y los reformadores en el compromiso con las políticas macro es algo positivo, que, si va más allá del nivel de las palabras y se hace una planificación cuidadosa para implementarlas, puede evitar que el tren del progreso del país se detenga.
Movilización Étnica y errores políticos
Otro factor importante para comprender los resultados ha sido la movilización de sectores étnicos dentro de Irán. Pezeshkian, de etnia azerí, ha logrado captar el apoyo significativo de esta comunidad, que representa una parte importante de la población iraní principalmente en las regiones del norte.
El ala más dura y revolucionaria, representada por Jalili, ha cometido una serie de errores políticos que han alienado a segmentos clave del electorado. Su retórica y políticas intransigentes, así como la falta de respuesta efectiva a los problemas económicos y sociales, han generado poca movilización del electorado representada en un apoyo a las políticas del ejecutivo.
Durante los debates presidenciales, la actuación de Jalili no había logrado obtener el protagonismo y la dinámica, ante un contrincante hábil en lo discursivo que logró ir de lleno a los problemas cotidianos que enfrenta la sociedad, lo cual se vio reflejado en el caudal de votos obtenido en la segunda vuelta.
Los moderados han jugado un papel esencial en esta elección, actuando como mediadores y facilitadores del cambio. Al no manifestar un apoyo abierto a Jalili han permitido el triunfo electoral de manera directa o indirectamente a Pezeshkian que de aquí hacia adelante cuenta con un gran desafió, como la formación de una coalición más amplia que abarque diferentes sectores de la sociedad iraní, uniendo a reformistas y moderados para tener un gobierno más fuerte con mayor representatividad y peso político.
Continuidad en la Política Exterior
A pesar de este cambio significativo en el liderazgo interno, es importante señalar que no se anticipan grandes cambios en la postura internacional de Irán. La política exterior y estratégica del país sigue estando estrechamente ligada a las decisiones del Ayatolá Ali Jamenei, el líder supremo de Irán.
En este sentido Pezeshkian señaló al exministro de Exteriores Javad Zarif como su elección para encabezar la Cancillería y se comprometió con el cumplimiento de las directivas del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí.
Javad Zarif tiene un largo historial diplomático en Irán habiendo sido entre los años 2002 y 2007 representante de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas y también canciller del país durante el gobierno de Hasan Rohani durante los años 2013-2021, siendo responsable del acuerdo nuclear de Irán con occidente, destacando también su rol como actual jefe de la comisión de negociación de la política nuclear iraní, muy probablemente su nombramiento como canciller va en este sentido con las promesas de campaña de Pezeshkian de negociar un nuevo acuerdo nuclear.
La postura de Irán en la configuración mundial multipolar y su apoyo al Eje de la Resistencia, que incluye a Hezbollah en el Líbano, a las milicias chiíes en Irak y al gobierno de los hutíes en Yemen, probablemente permanecerán constantes. Pezeshkian, aunque reformista, tendrá que navegar dentro de los límites establecidos por la estructura de poder existente.
A medida que Irán continúa enfrentando desafíos tanto internos como externos, la administración de Pezeshkian deberá equilibrar las demandas de reforma con las realidades del poder establecido en la República Islámica. La integración en el BRICS, la OCS, el BRI (Proyecto de la Franja y la Ruta) y la futura asociación y acuerdo de libre comercio con la UEEA demuestra el compromiso de Irán con una estrategia de diversificación y fortalecimiento de sus alianzas internacionales, especialmente en el Sur Global.
Estas iniciativas no solo permiten a Irán mantener su posición en la arena internacional, sino que también ofrecen vías para aliviar la presión económica causada por las sanciones, contribuyendo a la estabilidad y al desarrollo del país en el contexto de un mundo cada vez más multipolar.
En palabras del presidente electo respecto a sus relaciones con Rusia planteó que «Rusia es un amigo y un socio de Irán, y consideró prioritario profundizar y ampliar las relaciones con Rusia y China, así como intensificar las actividades de política exterior en el conjunto de Asia. Y sin duda, a todos los niveles —bilateral, regional e internacional— continuaremos esforzándonos por ampliar nuestra cooperación con Moscú”
Al mismo tiempo se sostuvo que una de las prioridades de su programa de política exterior es la cooperación regional, y con este fin, Irán ampliará su presencia en los BRICS y la OCS, aseguró el presidente electo.
Reacciones internacionales.
En la primera reacción a los resultados de las elecciones presidenciales iraníes, el Departamento de Estado de los EE.UU. repitió las clásicas declaraciones intervencionistas afirmando que las elecciones en Irán no fueron libres y justas y dijo que los resultados de las elecciones no tendrán un impacto significativo en el acercamiento de Estados Unidos hacia Irán.
En su mensaje a los medios de comunicación estadounidenses, el portavoz del departamento de Estado estadounidense afirmó: «Las elecciones no tendrán un impacto significativo en nuestra actitud hacia Irán. Nuestras preocupaciones sobre el comportamiento de Irán no han cambiado”
Por otro lado, la portavoz de la Unión Europea felicitó la victoria de Pezeshkian en las elecciones presidenciales iraníes y añadió que la Unión Europea está dispuesta a cooperar con el nuevo gobierno de Irán.
A las pocas horas de conocerse el resultado, en el ámbito internacional, fueron muchos los líderes globales que emitieron su mensaje de felicitación y apoyo al nuevo gobierno iraní, entre ellos, los líderes de las principales potenciales globales como China y Rusia que inmediatamente se mostraron abiertos a trabajar en conjunto con las nuevas autoridades de Teherán.
También Vladimir Putin en su mensaje hacia el presidente electo destacó que las relaciones ruso-iraníes, son amistosas y de buena vecindad y agregó que Moscú y Teherán «coordinan eficazmente sus esfuerzos para resolver los problemas actuales de la agenda internacional».
«Espero que su actividad como presidente contribuya a un mayor aumento de la cooperación bilateral constructiva en todos los ámbitos en beneficio de nuestros pueblos amigos, en aras de simplificar la seguridad y la estabilidad regionales», indicó Putin.
Una derrota a la conspiración.
Estas elecciones también marcan una derrota significativa para aquellos sectores, tanto dentro como fuera de Irán, que buscan el colapso de la Revolución Islámica. A pesar de los esfuerzos de la oposición exterior y las sanciones impuestas por potencias extranjeras, la participación consciente del pueblo iraní ha prevalecido.
La línea de boicot fue derrotada en esta fase de las elecciones por lo cual los continuos esfuerzos del eje occidental fracasaron una vez más, lo que pone en énfasis que el pueblo de Irán rechazó con su participación consciente en las elecciones los esfuerzos desesperados de los enemigos del país.
En estas elecciones el ganador fue el pueblo noble de Irán, que nuevamente rechazó a las presiones externas y los intentos de desestabilización, lo que demuestra la fortaleza y la determinación del pueblo iraní para decidir su propio destino.
Un nuevo gobierno, una sola realidad
La victoria de Masoud Pezeshkian representa un cambio significativo en la política interna de Irán, impulsado por las preocupaciones económicas, la movilización étnica y los errores del ala revolucionaria. Sin embargo, este cambio no necesariamente indica una alteración en la postura internacional de Irán ni en su estrategia regional.
A medida que Irán continúa enfrentando desafíos tanto internos como externos, la administración de Pezeshkian deberá equilibrar las demandas de reforma con las realidades del poder establecido por los ordenamientos supremos en la República Islámica.
Los problemas económicos han sido la causa más importante de insatisfacción social en la última década. El equipo de Pezeshkian también han demostrado que son conscientes de la importancia de este tema al hacer hincapié repetidamente en los problemas de subsistencia de la población.
Ahora tiene que demostrar en el ámbito del rendimiento lo eficaz que es para él. Dar prioridad a los problemas económicos requiere un plan detallado y el uso de expertos de élite y administradores experimentados, independientemente de las facciones políticas.
Tadeo Casteglione* Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global
Foto de portada: .innlb.com/