Este martes los habitantes de Groenlandia celebran elecciones para tres instancias representativas del territorio. Elegirán representantes municipales, legisladores para el parlamento de Groenlandia y dos candidatos que conformarán el parlamento de Dinamarca.
La importancia geopolítica de la isla generó inestabilidad en el gobierno en febrero, cuando una parte de los miembros decidió renunciar luego de que el partido Siumut, que ostenta la mayoría, propuso detener las consultas públicas para permitir la extracción minera.
Groenlandia es considerada la isla más grande del mundo. Políticamente, se trata de un territorio autónomo perteneciente a la comunidad de Dinamarca, donde viven alrededor de 57 mil personas y que cuenta con una democracia representativa.
En esta oportunidad, la contienda buscará elegir a los alcaldes de las cinco ciudades que conforman el territorio. Se trata de entre 15 y 19 personas que formarán los poderes ejecutivos municipales y que son electas cada cinco años.
A su vez, serán elegidos los representantes para el Inatsisartut, nombre con el que se conoce al parlamento de Groenlandia, que elige a sus 31 representantes cada cuatro años de entre los candidatos que presentan los siete partidos existentes.
Una vez elegidos los representantes del parlamento, estos deberán elegir al Ministro de Gobierno, denominado naalakkerersuisoq, quien representará al Poder Ejecutivo de Groenlandia. El nombre que se le da al gobierno es Naalakkersuisut y desde la introducción del gobierno autónomo para Groenlandia en 1979, el representante ha sido siempre del partido Siumut.
Por último, debido a que el territorio forma parte del reino de Dinamarca, podrán elegirse dos representantes para el parlamento danes por un período de cuatro años. Estos son responsables de salvaguardar y representar los intereses de Groenlandia y el Ártico en la Commonwealth of the Realm, y de proporcionar información sobre Groenlandia en Dinamarca.
INTERESES EXTRANJEROS
Groenlandia es un territorio que despierta el interés de potencias extranjeras por tratarse de una reserva de lo que se conoce como minerales raros, utilizados en su mayoría para la producción industrial de turbinas de viento, paneles solares y autos eléctricos, vitales para la transición verde a la que aspiran principalmente países de la Unión Europea. A su vez, dichos minerales son materia prima esencial para productos de alta demanda como teléfonos y hardware militar como los aviones de combate F-35.
La elección para el parlamento de alguna manera amenaza los intereses extranjeros en la isla, ya que organizaciones de protección ambiental del territorio han presionado a los candidatos para manifestarse contra la explotación minera en Groenlandia.
Según anticipó el periodista Martin Brewn en EUobserver, «a medida que la campaña electoral en Groenlandia se acelera, aún más políticos groenlandeses parecen vacilar en su apoyo a un proyecto minero propuesto en el sur de Groenlandia, que alberga uno de los depósitos de minerales de tierras raras más grandes del mundo».
Por otro lado, el periódico Sermitsiaq de Groenlandia explicó a Brewn que «la nueva dirección del partido intentó que se pospusieran las audiencias públicas sobre la mina. Me parece que Siumut está más dividido que nunca sobre este tema».
Por su parte, el principal partido de oposición Inuit Ataqatigiit es uno de los más férreos opositores al proyecto de la mina para extracción de estos minerales. Luego de convocadas las elecciones, varias asambleas populares fueron realizadas para escuchar a la población en relación a estas instalaciones. El principal interés lo tiene la empresa Greenland Minerals LTD, una firma australiana que llegó inclusive a unirse a la Alianza Europea de Materias Primas, una iniciativa de la Unión Europea para promover el desarrollo sustentable.
Uno de los principales motivos de oposición al avance de la extracción minera en Groenlandia tiene que ver con que dicho proyecto se ubicaría a pocos kilómetros de una reserva de uranio, a su vez muy cercana a una ciudad de 1.400 habitantes.
Según explicó el jefe de la oficina de Nuuk del Fondo Mundial para la Naturaleza, Kaare Winther Hansen a Martin Brewn, «Greenland Minerals no enviará sus desechos químicos fuera de Groenlandia. Quieren arrojarlos a un lago detrás de una presa artificial, y hay dudas sobre estas presas: ¿durarán o no?».
A su vez, agregó: «En segundo lugar, no establecerán una mina subterránea, sino una mina a cielo abierto en un lugar con compuestos de torio, uranio y fluoruro, que son potencialmente peligrosos y probablemente se propaguen en los alrededores».
PRESERVACIÓN VS CRECIMIENTO
Uno de los principales problemas que enfrenta Groenlandia es la dificultad para el crecimiento económico, lo cual también entra en contradicción con los proyectos mineros que podrían avanzar en la región. Quienes apoyan la explotación en Kuannersuit sustentan que dicho emprendimiento sería capaz de generar entre 700 y 800 puestos de trabajo permanentes en una región que sufre un índice cada vez menor de pobladores, una alta tasa de desempleo y los índices de suicidio más altos del mundo.
Según explica Martin Brewn, las estimaciones advierten que es probable que Groenlandia reciba más de 200 millones de dólares al año en impuestos y otros ingresos a lo largo de los 37 años de minería proyectada. Esto tendría un impacto sustancial en los futuros desafíos económicos del territorio, donde la principal actividad económica es la pesca.
Aún tratándose de un territorio autónomo de Dinamarca, lo cierto es que el país europeo todavía responde por cerca de la mitad de los gastos de la isla. El desarrollo de la mina en cuestión es visto como una posibilidad de construir independencia económica. «Simplemente cerraremos los agujeros en la economía de Groenlandia», dijo en diciembre Jørn Skov, director general ejecutivo de Greenland Mining.
Sin embargo, quienes se oponen a la explotación minera advierten que los beneficios serán por tiempo limitado. «Si vamos a depender de minerales raros va a ser por 25-30 años. Luego se termina. Por supuesto que la mina puede ser un buen trato, pero hay que ver si una multinacional va a actuar en beneficio del país del cual extrae» dijo a Foreing Policy Steven Arnfjord, director del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Groenlandia.
EL FACTOR CHINA
Otro de los aspectos que despierta inseguridad entre quienes tienen intereses específicos en la explotación mineral de Groenlandia es el papel de China, país que actualmente concentra cerca del 90% de la producción global de minerales raros. En ese sentido es importante tener en cuenta que el conglomerado Shenge, empresa minera china, es dueño mayoritario (12,5%) de Greenland Mining, empresa australiana con presencia en el territorio y principal interesado en avanzar en la construcción de la mina.
Estados Unidos también tiene un gran interés en la isla, no sólo por su riqueza en cuanto a minerales raros sino por su importancia estratégica. Tal es así, que en 2019 el ex presidente Donald Trump sugirió que Estados Unidos debía comprar Groenlandia a Dinamarca para avanzar en la explotación minera y para la construcción de una base militar. La idea fue rechazada tanto por los habitantes de la isla como por los daneses.
En un contexto donde parece tener más peso el interés extranjero por recursos naturales claves que la autodeterminación del pueblo de Groenlandia, las elecciones buscarán establecer un equilibrio que sirva a los intereses de los locales y al crecimiento económico necesario de la isla más grande y más fría del mundo.
*Ana Laura Dagorret es periodista, corresponsal en Río de Janeiro y parte del equipo de PIA Noticias.
Este artículo fue publicado por ARG Medios.