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Fuerzas de Kosovo en Malvinas, herramienta del Global Britain

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
La reacción argentina y serbia; Kosovo en la OTAN; tensiones entre Serbia y Kosovo y; la importancia geoestratégica de las Islas Malvinas para el ‘Global Britain’ en el tablero de disputa internacional.

El 23 de noviembre se ratificó el acuerdo entre el Ministerio de Defensa del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y el Ministerio de Defensa, en nombre del Gobierno de la República de Kosovo, para la adscripción de personal de la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF) en las Islas Malvinas a la Compañía de Infantería Roulement.

La propuesta/decisión, presentada y explicada en la Asamblea por el Primer Ministro kosovar, Albin Kurti, fue aprobada en la “109ª reunión del Gobierno de Kosovo”, bajo la Decisión No.08,/109. Luego de la presentación del informe, con las recomendaciones del Comité de Seguridad y Defensa, la Asamblea decidió, con 77 votos a favor, enviar la misión de las KSF al exterior. 

De esta manera, con el aval británico, Kosovo enviará un Contingente de las KSF a las Islas Malvinas bajo el rótulo de “operación de apoyo a la paz”. De acuerdo al comunicado extendido en la “110ª reunión del Gobierno kosovar”, “la misión de KSF será de apoyo a la paz en las Islas Malvinas y estará sujeta al acuerdo firmado con el Reino Unido. En esta misión se enviarán hasta 7 miembros de KSF y puede durar hasta tres años con posibilidad de prórroga. Las KSF estarán bajo el mando de las Fuerzas Armadas del país anfitrión y serán cubiertas financieramente por el Presupuesto de la República de Kosovo”.

Esta decisión se da en un contexto de aumento de tensiones con Serbia; una profundización de la militarización de la OTAN en Kosovo y en Europa; el intento de Kosovo de unirse a la UE; el avance de los intereses del Reino Unido bajo su proyecto ‘Global Britain’ tanto en Europa del Este como en el Atlántico Sur; a 57 años de la adopción de la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de la ONU; y la desesperada búsqueda del atlantismo occidental por hegemonizar y someter a toda Europa y cortar cualquier posible vía de relaciones entre Rusia/China y Europa. En este último punto, los Balcanes occidentales y Serbia en particular, son hartamente importantes. 

Pero el punto más importante que trataremos en este artículo es la importancia geoestratégica y geopolítica de las Islas Malvinas y el Atlántico Sur para Gran Bretaña como potencia internacional que disputa hegemonía frente a la transformación a un mundo multipolar.

Reacción Argentina

La Cancillería Argentina emitió un comunicado el 1 de diciembre en donde “rechaza en forma contundente la intención de enviar nuevas tropas militares a las Islas Malvinas, territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, los que constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones internacionales de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas”. 

Específicamente, Argentina “rechaza el supuesto carácter de ‘misión de paz’ que se pretende darle a la actividad militar” ya que “resulta totalmente injustificado” y evidencia la intención británica de militarizar el Atlántico Sur. 

En el comunicado, Argentina explica que “el envío de “Fuerzas de Seguridad” kosovares al Atlántico Sur contraviene específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que insta a ambas partes (Argentina y Reino Unido) a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando el proceso de negociación recomendado por la misma Asamblea”.

Además, “esta nueva presencia militar en el Atlántico Sur contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General (Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur) que, entre otras disposiciones, exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en esta región”.

El abogado en Derecho Internacional, magister en RRII y docente, Facundo Rodriguez recuerda que Reino Unido también estaría violando la resolución 2621 (XXV) de la Asamblea General de la ONU que “insta a todos los Estados Partes a condenar y oponerse a las actividades y arreglos militares de las potencias coloniales, ya que constituyen un obstáculo para el proceso de descolonización”.

Argentina, junto a un 60% de países que conforman la ONU, no reconocen la declaración de independencia por parte del Parlamento de Kosovo en febrero de 2008. El no reconocimiento de Kosovo por parte del país nuestroamericano, se explica por la importancia que este país le otorga a la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1999 que resalta el principio de integridad territorial y la solución de las controversias mediante un acuerdo negociado y mutuamente aceptado por las partes involucradas, principios que resultan relevantes para la cuestión de las Islas Malvinas.

Además, de acuerdo a otro comunicado emitido el 8 de diciembre (ya no disponible en el portal oficial de la Cancillería), Argentina convocó el 6 de diciembre a la Embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Buenos Aires, Kirsty Hayes, para transmitirle el rechazo del gobierno argentino de introducir nuevos actores militares en las Islas Malvinas y la protesta por el apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1600829689974636550?s=20&t=Ga62Tm_pZ4ZijZyysIaOmA

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) también rechazó el acuerdo entre Reino Unido y Kosovo para enviar miembros de la Fuerza de Seguridad de Kosovo a Malvinas, calificandolo como una «injustificada provocación».

El nuevo intento de militarización británica sobre las Islas Malvinas violando los acuerdos y resoluciones de las Naciones Unidas, se realiza a 57 años de la adopción de la resolución 2065 (XX), la primera referida exclusivamente a la Cuestión Malvinas, en la cual se reconoce la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido y se invita a ambos países a negociar para encontrar una solución pacífica a la controversia.

La 2065 (XX) se establece cinco años después de la Resolución 1514 (XV) sobre la “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales” que establece “la necesidad de poner fin, rápida e incondicionalmente, al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones”. Por ello, entre los principales elementos de la Resolución 2065 (XX) se establece que el caso de las Islas Malvinas es una de las formas de colonialismo al que se debe poner fin. 

Es llamativo que un miembro de la “comunidad democrática occidental” abanderada del orden basado en normas y valores sea quien viola y hace la vista gorda a las resoluciones del organismo internacional de las Naciones Unidas.

Reacción Serbia

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Serbia también ‘protestó’ sobre el acuerdo. Expresaron la “sorpresa” de que “tal paso provenga de un miembro permanente del Consejo de Seguridad que, como se sabe, es el máximo órgano de la ONU encargado de preservar la paz y la seguridad internacionales”. 

Además, el país balcánico advierte a la comunidad internacional que la decisión kosovar apoyada por otros países alimenta el proceso de militarización de las ‘Fuerzas de Seguridad de Kosovo’ con el objetivo de alcanzar las capacidades operativas ofensivas de las citadas fuerzas en el sentido militar.

Por último, Serbia también protesta por la violación y contradicción de la Resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Kosovo y Metohija, así como las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas relativas a la solución pacífica de la disputa de las Islas Malvinas.

Kosovo y la OTAN

En un artículo anterior analizamos algunos puntos esenciales de los procesos históricos de Serbia y Kosovo, y de los principales actores involucrados, para comprender las tensiones actuales entre ambos. PIA Global había conversado con Guillermo Caviasca*, quien realizó un exhaustivo recorrido de los procesos, al que invito a los lectores a leer.

Aquí nos enfocaremos en el papel de los actores internacionales involucrados, especialmente la OTAN. Dos días después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara la resolución 1244 en 1999 tras la finalización de la guerra, la OTAN ingresó a territorio kosovar bajo el rótulo de KFOR (Kosovo Force) con el objetivo de “mantener el orden y la seguridad en Kosovo, mantener los puntos acordados en el acuerdo de paz y dar asistencia al programa de la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK)”.

“Aunque parezca algo muy pequeño, la ocupación de Kosovo, la instalación de un protectorado de la OTAN en esa zona que mantenga disciplinado a un actor no disciplinado en la estrategia occidental como era Serbia, tenía como objetivo eliminar cualquier posibilidad de desarrollo como actores independientes a lo que era el antiguo espacio ruso, el antiguo espacio soviético o sus aliados”, explicó Caviasca. 

Desde ese momento, Kosovo ha desarrollado un fuerte interés en la OTAN al punto que, entre los principales objetivos del gobierno kosovar, se destaca la integración euroatlántica, la membresía en la ONU y en la OTAN, y constituir un ejército moderno según el modelo de la OTAN. Incluso han compartido misiones con miembros de la OTAN como el año pasado cuando las Fuerzas de Seguridad de Kosovo sirvieron en Kuwait junto al ejército de EEUU. 

Además, “Kosovo posee el Campo Militar de Bondsteel una de las bases militares más grandes y costosas construidas por los Estados Unidos. La realidad de la construcción de Camp Bondsteel no tiene que ver exclusivamente con Kosovo y la OTAN. Existen intereses geoestratégicos relacionados con los Balcanes, Asia Occidental y la frontera occidental de Rusia. Recordemos que la base se encuentra en una zona a vuelo de avión sin reabastecer de Asia Occidental, el Cáucaso y Rusia. De esta forma se puede controlar oleoductos y corredores energéticos vitales como el oleoducto transbalcánico donde multinacionales estadounidenses como Halliburton tienen presencia e intereses” explicaba el analista internacional Pablo Jofré Leal.

El último hecho significativo, y no casual, respecto a la intervención de la OTAN en Kosovo se dio hace pocos días cuando la Alianza Atlántica anunció que realizará ejercicios militares cerca de su base en Novo Selo. No es casual debido a que se decide este accionar justo cuando se dispararon las tensiones entre Serbia y Kosovo que revisaremos a continuación.

Aumento de tensiones entre Serbia y Kosovo

Las tensiones entre Serbia y Kosovo vienen desde hace años y su intensidad ha variado en el tiempo. Se han desarrollado enfrentamientos pero también negociaciones y acuerdos con países e instituciones externas como mediadores.

Desde el año pasado, y especialmente a mitad de este año, las tensiones aumentaron luego de que las autoridades de Pristina anunciaran que prohibirían el uso de matrículas (placas o patentes de vehículos) y documentos serbios en territorio kosovar. Estas fueron apaciguadas momentáneamente luego de una serie de consultas por parte de Pristina con los embajadores de la UE y EEUU. No obstante, en las últimas semanas la situación escaló gravemente.

A mitad de diciembre, funcionarios de origen albanés que apoyan a Pristina, tomaron el municipio serbio más grande del norte de Kosovo. Según informaron desde RT, los funcionarios serbios que renunciaron como protesta el mes pasado fueron reemplazados por un nuevo consejo municipal de North Mitrovica que prestaron juramento acompañados de una guardia policial armada. Además, afuera del edificio se encontraban fuerzas de la KFOR. 

Este hecho ocurrió justo el mismo día en que el gobierno de Kosovo decidió solicitar la membresía a la UE, aunque Chipre, Grecia, Rumania, Eslovaquia y España aún no reconocen la independencia de Kosovo.

Desde Serbia argumentaron que la medida de conformar un nuevo Consejo equivale a una limpieza étnica. El comisionado del gobierno serbio para Kosovo, Petar Petkovic, dijo que constituye “una violación de todos los acuerdos, incluidas las propias leyes de Pristina. Nadie eligió, ni votó por los nuevos miembros del Consejo”.

El gobierno de Serbia decidió enviar una solicitud a la KFOR para desplegar hasta 1.000 soldados y policías serbios en la región en conflicto, respetando la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. Allí se permite a Belgrado enviar su personal militar y policial a Kosovo en determinadas situaciones.

Y aunque sea una obligación para la KFOR, el presidente serbio sabe de antemano que la solicitud será rechazada por lo que ‘no se hace ilusiones’. El enviado especial de EEUU para Kosovo, Gabriel Escobar dijo que Washington se opone «categóricamente» al regreso de algunas fuerzas de seguridad serbias a la provincia, citando también la RCSNU 1244.

Para Caviasca, la OTAN y EEUU utilizan formas de guerrerismos como “agudizar conflictos que nunca estuvieron cerrados, como el conflicto en Kosovo; algunas nuevas escaladas que aparecen entre Azerbaiyán y Armenia; conflictos que se puedan dar en diferentes lugares; la última provocación de Estados Unidos en Taiwán; la alianza AUKUS y el intento de cerco estratégico y de contención sobre China para impedirle salir del mar interior de la China; y en los Balcanes algo similar”.

De hecho en el informe británico Global Britain in a competitive age: The Integrated Review of Security, Defence, Development and Foreign Policy, se explicita que debido a que existirá un “aumento de los conflictos y la inestabilidad impulsadas por la competencia sistémica, las potencias externas seguirán probablemente implicadas en los conflictos nacionales y regionales, influyendo en su curso en busca de su propio beneficio. Esto aumentará el riesgo de que los conflictos se intensifiquen”.

Importancia geoestratégica de las Islas Malvinas para el ‘Global Britain’ en el tablero de disputa internacional

Si bien no reviste de novedad la decisión de las potencias de entrenar fuerzas de países aliados o socios llevándolos a sus territorios, no son casuales las decisiones sobre los actores y territorios elegidos.

El punto común entre Kosovo y Argentina, en esta situación, es el Reino Unido. A Kosovo le interesa formar parte de cualquier plataforma, acuerdo o proyecto que dicte el bloque anglosajón de Occidente (EEUU/ReinoUnido/OTAN), especialmente si se trata de entrenamientos militares y reconocimiento internacional como país independiente. 

A Reino Unido le interesa tener estrechas relaciones y presencia en Kosovo ya que se trata de un protectorado otantista ubicado geopolíticamente como puente entre Asia y Europa occidental, dispuesto a ser utilizado como herramienta de desestabilización. 

Pero también a Reino Unido le interesa consolidar su presencia en el Atlántico Sur. Este punto es clave comprenderlo como parte del contexto internacional de disputa por la reconfiguración del sistema de orden mundial en donde se observa un claro declive del bloque anglosajón occidental como cabecillas del unipolarismo frente al avance del bloque multipolar liderado por Rusia y China.

Para profundizar en este análisis, PIA Global conversó con Guillermo Caviasca* y con Julián Bilmes**

En su trabajo titulado “Malvinas frente al Brexit y la disputa geopolítica mundial: amenazas y oportunidades para el reclamo argentino”, Bilmes explicó que “las islas y espacios marítimos del Atlántico Sur Occidental y la Antártida no son ajenas a este proceso, dada su gran relevancia geoestratégica, en términos económicos, geopolíticos y militares”.  Para Caviasca, “Inglaterra, como uno de los principales actores del orden mundial, no resignará parte de sus lugares claves que le permite desplegarse como potencia en el mundo como es el Atlántico Sur”. 

“Lo central para las pretensiones nacionalistas británicas constituye su propia proyección de poder en pos de vigorizar sus complejos exportadores, industrial-militar y científico-tecnológico sobre otros territorios, para conservar su rol de “jugador global” ante la transición geopolítica de este siglo XXI, apuntando sobre sus históricas esferas de influencia. He ahí el rol esencial de los 14 territorios británicos de ultramar, las dependencias de la Corona Británica y la Mancomunidad de Naciones”, desarrolló Bilmes.

Fuente: “Malvinas frente al Brexit y la disputa geopolítica mundial: amenazas y oportunidades para el reclamo argentino”, Julián Bilmes.

Para Bilmes, la decisión de Inglaterra sobre la militarización británica en la región del sur atlántico es clave, pero no novedosa ya que este avance ha sido constante desde hace varios años. El especialista destaca la posición de Malvinas como enclave colonial imperial militar en donde podemos encontrar al Complejo Militar de Mount Pleasant y a la Cuarta Flota de la Armada de los Estados Unidos, responsable de todas las operaciones en el Caribe, América Central y América del Sur. 

Según detallan desde el Centro de Estudios de Integración Latinoamericana «Manuel Ugarte», “el complejo de bases militares británicas Mount Pleasant Complex (Monte Agradable en la toponimia argentina) es el centro militar más importante de toda América Latina e integra el dispositivo de seguridad global montado por la OTAN lo cual evidencia la relevancia estratégica que los británicos y sus aliados le otorgan al Atlántico sur”.

Cuenta con una base naval, una base aérea y una base de lanzamiento de misiles, además del centro de comunicaciones y monitoreo. Con “2500 militares y casi 400 civiles conforma una serie o “collar de perlas” con las bases de Ascensión, Tristán da Cunha, Santa Helena, que conjuntamente con la de Diego García en el Índico, ofician de trípode de control militar de la doble confluencia bioceánica Índico-Atlántico y Atlántico-Pacífico”.

De acuerdo a Caviasca si bien sorprende que se trate de Kosovo, la intención de Reino Unido no debería sorprender ya que nuevamente “buscan demostrar que tienen el control sobre el territorio, que ejercen soberanía. No nos debe sorprender para nada la presencia de fuerzas de un enclave de la OTAN entrenando en Malvinas”.

Caviasca explica que para los británicos, “Malvinas supone, en aspectos estrictamente técnicos, un amplio y seguro territorio donde realizar los entrenamientos militares. Son grandes Islas con un espacio marítimo y aéreo muy importante que nadie le disputa en términos reales. De hecho, Malvinas ha sido usado reiteradamente para aclimatar tropas para ir a otros escenarios de combate”. 

“Los ingleses no dejan de avanzar en la consolidación de su presencia en Malvinas”.

Caviasca

Desde el Centro Manuel Ugarte muestran en detalle en el siguiente mapa cómo “desde 1982, Gran Bretaña continúa ampliando de manera arbitraria y unilateral el área usurpada (…) explotando sus recursos pesqueros e hidrocarburíferos”. 

Fuente: Centro de Estudios de Integración Latinoamericana «Manuel Ugarte».

En una entrevista con PIA Global y United World International, el Secretario de Estado sobre Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, había confirmado que “ los archivos que han sido desclasificados por el Reino Unido muestran que, durante la Guerra de Malvinas, Londres decidió desplegar armas nucleares en las islas”.

“Hay 31 bombas de profundidad con carga nuclear equivalente, cuyo poder destructivo equivale a 15 o más que el de la bomba de Hiroshima”, declaró el funcionario.

También dejó en claro que actualmente “el Reino Unido sigue militarizando parte del territorio argentino” y que “con ‘Global Britain’ el Reino Unido intenta revivir las tradiciones imperialistas” pretendiendo “desempeñar un papel en el que el mantenimiento del colonialismo, en lo que consideran territorios de ultramar, es uno de los elementos clave”.

Además de la importancia del potencial geoestratégico militar de las Islas Malvinas y la región del Atlántico Sur, también se trata de “una inmensa región en la cual las Malvinas ofician de “pivote” entre vastos espacios marítimos, insulares y continentales, ricos en recursos ictícolas e hidrocarburíferos y otros recursos estratégicos”, explican desde el Centro Manuel Ugarte. 

“Pensar Malvinas desde esta perspectiva permite dar cuenta de la encrucijada geopolítica en la que se encuentra atravesada la región más austral de Suramérica en un contexto de agotamiento de reservas a escala planetaria. Permite comprender las razones estructurales a partir de las cuales una potencia mundial está dispuesta a defender los vestigios de su “perimido” dominio colonial”.

Centro Manuel Ugarte

Otro punto clave que destacan desde el Centro, es el emplazamiento geográfico de las Islas Malvinas que se “encuentra próximo a espacios codiciados por parte de poderes hegemónicos mundiales, muy particularmente el Estrecho de Magallanes”, que funciona como corredor interoceánico entre el Atlántico y el Pacífico. Se enfatiza la actual importancia geoestratégica del Estrecho de Magallanes ante la posibilidad de “un eventual cierre del Canal de Panamá, en un contexto de creciente conflictividad entre EEUU y el bloque China-Rusia”, quedando como única opción de corredor bioceánico.

Fuente: Centro de Estudios de Integración Latinoamericana «Manuel Ugarte».

También se destaca “la proximidad de la denominada confluencia antártica”, que dota a la región de “una notable riqueza biogeográfica, potencialidad ictícola, con aguas ricas en nutrientes y ecológicamente muy productivas”. Además, las Islas Malvinas se encuentran muy cerca del continente antártico que, según el Centro, “alberga alrededor del 80% del agua dulce del planeta y concentra reservas de carbón, petróleo, hierro y otros minerales”. 

Fuente: Centro de Estudios de Integración Latinoamericana «Manuel Ugarte».

¿Cuáles son las intenciones por las cuales el Reino Unido elige a Malvinas como territorio de entrenamiento militar para los kosovares? Caviasca responde que “Inglaterra viene avanzando con una política muy coherente (desde antes de la guerra, para intentar evitar el cumplimiento de las distintas resoluciones, específicamente a partir de los Acuerdos de Madrid de 1989/90) de avanzar en la consolidación de su presencia en el Atlántico Sur. Lo ha hecho y lo hace, no deja de avanzar”.

“La decisión de llevar fuerzas de “otros Estados” (entre comillas porque Kosovo no está reconocido como independiente) es una posibilidad de los ingleses de demostrar que tienen el control del territorio, que ejercen la soberanía sobre el territorio, aunque no está reconocida, la ejercen de hecho. Demuestran que nosotros (Argentina) no podemos hacer nada para evitarlo” declaró Caviasca.

El analista explicó que Argentina redujo la capacidad de acción a declaraciones diplomáticas, que renunció explícitamente a la utilización de la fuerza aunque sea hipotética o simbólicamente, incluso no puede expresar ningún tipo de represalia económica significativa contra Reino Unido.  

“Nosotros (Argentina) con las decisiones políticas que venimos tomando mostramos al mundo una contradicción muy grande entre lo que decimos, lo que pensamos y lo que hacemos. Decimos querer consolidar nuestra soberanía en el Atlántico Sur, hacerla efectiva, pero tanto económicamente y militarmente actuamos en contra. Esa decisión argentina nos debe preocupar. Nos debe asustar más que argentina no pueda tener industria pesquera propia, que no disponga de aviones de combate serios en condiciones de volar para implicar un tipo de desafío hipotético a la presencia británica en la región. Si nosotros no tenemos eso, papelitos en Cancillería no nos van a llevar a ningún lado”, concluyó el analista.

*Guillermo Martin Caviasca, Argentina. Dr. en historia, docente e investigador UBA/UNLP, autor de libros y artículos sobre historia argentina, historia militar, geopolítica y relaciones internacionales.

**Julián Bilmes, Argentina (IdIHCS-UNLP-CONICET). Equipo de Investigación sobre la Cuestión Malvinas (EdICMa) en el Instituto Malvinas de la UNLP – Red de Investigadores sobre la Cuestión Malvinas (RedICMa). Proyecto de Investigación y Desarrollo de la UNLP (H822) “El Atlántico Sur y sus relaciones con otras regiones de interés geopolítico mundial. Estudios de casos frente a las actuales tendencias hegemónicas”.

Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: Diseño de PIA Global. Foto británica extraída de britishlegion.org.uk. Diseño bandera de Argentina y mapa de Malvinas extraída de impulsociudadano.com.ar.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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