En nuestro anterior artículo sobre la política francesa, hablábamos del nombramiento por el presidente Emmanuel Macron del centrista François Bayrou como primer ministro tras la caída del Gobierno dirigido por Michel Barnier. En aquel momento, señalábamos que la elección de Bayrou, un veterano de la política transalpina, había sido vista por toda la izquierda como una afrenta a la voluntad popular, dado que, en las anteriores elecciones legislativas de junio, los partidos centristas habían salido con los huesos rotos, mientras que la coalición de izquierda llamada Nouveau Front Populaire (NFP) había ganado.
Lo que hace aún más paradójica la situación son los nombres de los ministros elegidos por el dúo Bayrou-Macron, quienes, ante la creciente demanda de un cambio radical en la política nacional por parte de los ciudadanos franceses, han respondido con el habitual mantenimiento del statu quo, eligiendo nombres bien conocidos por quienes siguen la política del Hexágono. Pensemos, por ejemplo, en Élisabeth Borne, a quien el propio Macron había nombrado primera ministra en 2022, y que ahora se encuentra ocupando el puesto de ministra de Educación, su cuarto cargo ministerial en su carrera.
Otro nombre que salta a la vista es el de Manuel Valls, otro ex primer ministro entre 2012 y 2014 bajo la presidencia de François Hollande, pero ya entonces considerado como un miembro de derechas del Parti Socialiste, que abandonaría en 2017. Tras ejercer también como concejal de Barcelona, aprovechando su doble nacionalidad francesa y española, Valls regresó a la política al este de los Pirineos, uniéndose a la formación macronista en 2021. Ahora, Valls se encuentra ocupando el cargo de ministro de Ultramar, sin duda una tarea nada fácil dada la grave situación que atraviesan varios departamentos y territorios franceses de ultramar: desde los disturbios en Nueva Caledonia a las protestas en Martinica, pasando por la trágica situación que vive Mayotte tras el paso del devastador ciclón que sacudió la isla del océano Índico.
Desde 2017, Gérald Darmanin ha ocupado casi siempre cargos ministeriales. Su nombre permanece sobre todo ligado a su mandato como ministro del Interior, ejercido de julio de 2020 a septiembre de 2024 pese a la alternancia de no menos de cuatro primeros ministros. Procedente del centro-derecha, Darminin ha estado a menudo en el centro de la polémica, acusado en varias ocasiones de declaraciones homófobas, sexistas y antisemitas, mientras que durante casi toda la duración de sus mandatos ministeriales ha sido juzgado por acusaciones de acoso y violación, sin que ello afectara, no obstante, a su carrera política. Considerado un «sargento de hierro» en el Ministerio de Defensa, Darmanin ocupa ahora el cargo de Ministro de Justicia.
No podemos dejar de destacar la presencia de Rachida Dati, la controvertida ministra de Justicia de Nicolas Sarkozy (2007-2009), ahora nombrada ministra de Cultura. Dati es conocida por acumular cargos políticos, de hecho ocupa el puesto de alcaldesa del séptimo distrito de París ininterrumpidamente desde 2008, lo que no le ha impedido ser ministra y eurodiputada hasta 2019.
Los fracasos del macronismo en 2024 fueron tan evidentes que hasta el propio presidente francés tuvo que enmendarse durante su tradicional discurso de Año Nuevo a la nación. «Debo admitir que la disolución [del Parlamento, ed] ha traído, por el momento, más divisiones. Si decidí disolver, fue para devolveros la voz y recuperar la lucidez. Pero la lucidez exige que reconozcamos que, hasta la fecha, esta decisión ha producido más inestabilidad que serenidad, y asumo toda la responsabilidad por ello», dijo Macron. Aunque el Jefe del Estado dijo querer «devolver la palabra» al electorado, sin embargo decidió ignorar descaradamente sus indicaciones, recurriendo a todo tipo de maquinaciones para evitar la formación de un gobierno de izquierdas.
Además de las cuestiones internas, en 2024 Macron también fue testigo del desmoronamiento de lo que quedaba del imperio colonial y neocolonial de Francia. París ha perdido gran parte de su influencia en África, con varios gobiernos de África Occidental echando a contingentes militares franceses de sus territorios -los más recientes Costa de Marfil y Senegal-, mientras que, como se ha mencionado, continúan las protestas en muchos de los territorios franceses de ultramar.
En definitiva, la situación política en Francia sigue marcada por profundas contradicciones, donde la ambición de Emmanuel Macron por mantener el control del poder choca con un país cada vez más polarizado y una sociedad que exige un cambio radical. Como hemos señalado, el nombramiento de François Bayrou como primer ministro y la composición del nuevo Gobierno reflejan una clara voluntad de perpetuar el sistema, en lugar de responder a las demandas de renovación expresadas por los electores.
El discurso de fin de año del presidente, aunque marcado por un raro atisbo de autocrítica, parece más un ejercicio de retórica que una verdadera admisión de fracaso. La «lucidez» de la que habla Macron no parece suficiente para reconciliar al Gobierno con una opinión pública cada vez más desilusionada, ni para sanar las divisiones políticas que paralizan al país.
Queda por ver si 2025, que Macron ha descrito como el año de la «redención colectiva», marcará realmente un punto de inflexión o si no será más que otro capítulo de esta larga fase de inestabilidad política. Por el momento, las opciones del presidente y de su Gobierno no parecen prometer una respuesta eficaz a los problemas estructurales que aquejan a Francia, alimentando así un clima de desconfianza que corre el riesgo de tener repercusiones profundas y duraderas en el futuro del país.
LA FORMACIÓN DEL GOBIERNO BAYROU
Primer Ministro, encargado de Planificación Ecológica y Energética: François Bayrou
Secretaria de Estado, Ministra de Educación Nacional, Enseñanza Superior e Investigación: Élisabeth Borne
Secretario de Estado, Ministro de Ultramar: Manuel Valls
Ministro de Estado, Ministro de Justicia: Gérald Darmanin
Ministro de Estado, Ministro del Interior: Bruno Retailleau
Ministra de Trabajo, Sanidad, Solidaridad y Familia: Catherine Vautrin
Ministro de Economía, Hacienda, Soberanía Industrial y Digital: Éric Lombard
Ministro de las Fuerzas Armadas: Sébastien Lecornu
Ministra de Cultura: Rachida Dati
Ministro de Ordenación del Territorio y Descentralización: François Rebsamen
Ministro de Europa y Asuntos Exteriores Jean-Noël Barrot
Ministra de Transición Ecológica, Biodiversidad, Bosques, Mar y Pesca: Agnès Pannier-Runacher
Ministra de Agricultura y Soberanía Alimentaria: Annie Genevard
Ministro de Acción Pública, Función Pública y Simplificación: Laurent Marcangeli
Ministra de Deporte, Juventud y Vida Asociativa: Marie Barsacq
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com
*Giulio Chinappi, politólogo.
Artículo publicado originalmente en World Politics Blog.
Foto de portada: El presidente francés, Emmanuel Macron (i) y Francois Bayrou (d), en el Elíseo, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Gonzalo Fuentes / POOL