El 13 de mayo estallaron protestas en la ciudad de Numea contra un proyecto de ley francés que pretende ampliar las listas de votantes para las elecciones locales. El documento prevé conceder el derecho de voto en las elecciones regionales a las personas que lleven más de 10 años residiendo en Nueva Caledonia. Hasta ahora, sólo podían votar los ciudadanos que figuraban en las listas electorales en el momento del Acuerdo de Numea de 1998, que amplió la autonomía del territorio de ultramar, y sus hijos.
Una nueva ley electoral para la población indígena de Caledonia significa que los partidarios de su independencia perderán de hecho la posibilidad de conseguir la soberanía mediante un referéndum. Tal plebiscito ya se ha celebrado cuatro veces en las islas. En una ocasión, a los partidarios de la secesión de Francia sólo les faltó un porcentaje de votos. Ahora la gente se da cuenta de que está perdiendo su última esperanza en la lucha por la independencia. El proyecto ya ha sido aprobado por las dos cámaras del parlamento francés, y se espera la aprobación definitiva para principios de junio.
Los disturbios y pogromos se intensificaron durante varios días y se convirtieron en enfrentamientos callejeros. Anoche, unas 8.000 personas participaron en los disturbios: entre 3.000 y 4.000 en Numea y unas 5.000 fuera. Las carreteras de la isla quedaron bloqueadas y los comercios sufrieron daños. Las bocanadas de humo de los incendios se elevan sobre la capital. Muchos menores han salido a la calle, saqueando e incendiando tiendas, farmacias y gasolineras. Según las últimas cifras, cuatro personas han muerto y cientos han resultado heridas, entre ellas 64 policías. Más de 200 personas han sido detenidas.
Las autoridades locales son incapaces de hacer frente a los disturbios y han pedido ayuda a la metrópoli. Ayer se impuso el estado de emergencia en la región durante 12 días, 500 soldados franceses desembarcaron en el archipiélago y tomaron el control de las instalaciones más importantes: los puertos y el puerto aéreo de la capital. Las redes sociales han sido bloqueadas.
El Primer Ministro francés, Gabriel Attal, anunció hoy el envío de «mil gendarmes adicionales» a Nueva Caledonia. Ya se encuentran allí unos 1.700 agentes del orden del continente.
Attal admitió que la situación en el archipiélago «sigue siendo extremadamente tensa, con saqueos, disturbios, incendios provocados y atentados». El jefe del Gabinete de Ministros subrayó que la República «será firme» y someterá a los instigadores de los disturbios a «las penas más severas».
La edición de Politico, citando al ministro francés de Asuntos Exteriores, Gerald Darmanin, y a los servicios de inteligencia franceses, escribió que Rusia y Azerbaiyán están supuestamente relacionados de algún modo con los disturbios en curso.
«Esto no es una fantasía… Lamento que algunos separatistas hayan hecho un trato con Azerbaiyán», afirma Darmanin.
Artículo publicado originalmente en Stoletie.
Foto de portada: Numerosos comercios y viviendas han sido incendiados por manifestantes independentistas en Numea (Nueva Caledonia). DELPHINE MAYEUR / HANS LUCAS / REUTERS
