Según el plan del Gobierno, la edad legal de jubilación debería elevarse progresivamente de 62 a 64 años, a razón de tres meses por año desde el 1 de septiembre de 2023 hasta 2030. Además, para obtener una pensión de «tipo completo», el periodo de cotización exigido pasará de los 42 años (168 trimestres) actuales a 43 años (172 trimestres) de aquí a 2027, a razón de un trimestre por año.
El Ejecutivo defiende la medida como «necesaria» para garantizar la viabilidad del sistema pensional, que durante las próximas décadas enfrenta el gran desafío del envejecimiento de la población en Francia y el interrogante de si las futuras generaciones podrán sostener tantas jubilaciones.
«Puedo entender que no mucha gente quiera trabajar dos años más, pero es necesario para garantizar la viabilidad del sistema», dijo la primera ministra, Elisabeth Borne, a ‘France 5 TV’.
El núcleo de la controvertida reforma de las pensiones, el artículo 7 del proyecto de ley, fue aprobado el jueves, once minutos después de medianoche, por la Cámara Alta. Tras siete días de debate, los senadores -en su mayoría de derechas- votaron, como se esperaba, este artículo clave que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años: 201 votos a favor, 115 en contra. Si la diferencia es clara, varios centristas se ausentaron o se opusieron a este texto, los grupos de izquierda (comunistas, ecologistas y socialistas) no superan el 90 … «Es un paso adelante, […] un paso importante», se felicitaba sin embargo, poco después de medianoche, el Ministro de Trabajo Olivier Dussopt en el Senado Público, encantado de ofrecer una victoria política al gobierno mientras que la oposición en la calle no se debilita.
«Hemos discutido el fondo, hemos discutido elementos extremadamente importantes», dijo, repitiendo los méritos de una reforma «necesaria para equilibrar nuestro sistema de pensiones». En Twitter, la Primera Ministra Elisabeth Borne se mostró «encantada» con esta votación, posible gracias a un acuerdo con la derecha del Senado.
Acusado de haber asumido el papel de «Ministro de Relaciones con el Parlamento» por la izquierda, el presidente del grupo LR, Bruno Retailleau, asumió este voto de «responsabilidad»: «Ustedes esperaban que no votáramos a favor, nosotros sí» votaremos a favor del artículo 7, dijo poco antes de medianoche. Y el senador de la Vendée arremetió contra la oposición de izquierdas, acusada de obstruccionista: «¡Estáis en vías de melenchonizaros! Nunca aceptaremos que melenchonicen el Senado».
Estamos convencidos de que estamos salvando nuestro sistema de reparto», declaró Olivier Henno, senador centrista. Le estamos dando un futuro. La senadora socialista Monique Lubin se dirigió directamente al Ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, presente en el hemiciclo: «Su nombre quedará unido para siempre al de una reforma que nos hará retroceder casi 40 años.
En el Senado, los debates en torno al aplazamiento de la edad se habían reanudado este miércoles tras la sesión de preguntas al Gobierno. En el Senado, los debates sobre el aplazamiento de la edad se reanudaron este miércoles, tras el turno de preguntas al Gobierno. «Estamos en el centro de su proyecto de ley, que ha sido declarado inadmisible por nuestro pueblo», dijo la senadora comunista Cathy Apourceau-Poly al abrir el debate el martes.
«Maniobras»
«No se piensa en el calendario de la gente que marca los días», había añadido la senadora socialista Laurence Rossignol. Cada vez que ponemos nombres de pila, cada vez que mencionamos profesiones, os molesta». «En algún momento habrá que aceptarlo. Detrás [de la reforma] no sólo hay números y textos, también hay personas», había denunciado también el presidente del grupo ecologista, Guillaume Gontard. La derecha del Senado, favorable a la reforma, la había elogiado como un «artículo fundamental para equilibrar nuestro sistema de pensiones», según Philippe Mouiller (LR).
A los senadores socialistas, comunistas y ecologistas les hubiera gustado prolongar el debate sobre este artículo. El martes por la noche, el presidente de la cámara, Gérard Larcher, optó, a petición de la mayoría de derechas, por acelerar el debate recurriendo al artículo 38 del reglamento. Los senadores de izquierdas denunciaron el miércoles el «abuso de poder» de la derecha para acelerar el examen de la reforma de las pensiones. En una rueda de prensa, prometieron que «no se rendirían» hasta el final del debate.
El martes por la noche abandonaron la cámara para protestar contra las «maniobras», según ellos, de la mayoría. «Ha sido la gota que ha colmado el vaso, hemos decidido abandonar la cámara después de cosas completamente irreales», declaró Patrick Kanner, líder de los senadores socialistas. Tras la votación del artículo 7, los senadores aún tienen que examinar trece artículos. Los debates estarán abiertos hasta la medianoche del domingo.
Los sindicatos franceses reivindican la mayor movilización contra la reforma pensional
Artículo publicado el martes 7, un día antes de la aprobación del Artículo 7 en el senado.
Por sexta vez desde mediados de enero, los principales sindicatos franceses salieron a las calles en un día de huelga general contra la reforma a las pensiones presentada por el Gobierno de Emmanuel Macron. Los sindicatos consideran que esta ha sido la jornada con mayor convocatoria y califican de «éxito» la paralización de buena parte del país.
Los sindicatos ya lo tildan de día «histórico» en su lucha contra la aprobación de la nueva reforma pensional que pretende sacar adelante el Gobierno de Emmanuel Macron. Cientos de miles de franceses salieron a las calles este 7 de marzo para alzar su voz contra los planes del Ejecutivo alentados por las movilizaciones masivas de todos los sindicatos del país galo.
Según la CGT, 3,5 millones de personas se manifestaron en toda Francia y 1,28 millones, según el recuento realizado por el Ministerio del Interior; una participación ligeramente superior a la del 31 de enero, la mayor movilización contra esta reforma con 1,27 millones de manifestantes.
Se estima que las protestas se han extendido a más de 300 ciudades y poblaciones en todo el país, siendo la más numerosa la de París.
En la capital hubo alrededor de 700.000 manifestantes, según el sindicato CGT. Una cifra que contrasta con la de la policía de París que, por su parte, calculó que se congregaron 81.000 personas.
Sin embargo, el objetivo inicial de los sindicatos de «paralizar Francia «parece no haber funcionado, si bien se ha conseguido paralizar parcialmente varios de los sectores estratégicos del país.
Las centrales obreras concibieron esta sexta jornada de huelga general como fundamental para redoblar la presión sobre Emmanuel Macron y su gabinete, que hasta el momento se han negado a negociar la reforma y pretenden aprobarla en los próximos días en el Senado.
Incluso, algunas fuentes señalan que durante este mismo 7 de marzo se podría llegar a un acuerdo parlamentario en lo que concierne al artículo séptimo de la reforma, que es el que habla sobre el retraso de la edad de jubilación.
Manifestantes bloquearon gran parte del transporte
La convocatoria de la huelga general de este 7 de marzo era vital para los intereses de los sindicatos frente a la postura rígida del Gobierno. Este se ha negado en todo momento a negociar otra propuesta de reforma pensional. Por ello, las principales centrales obreras —CFDT, CGT y FO— plantearon una paralización masiva en el transporte.
A la huelga de este martes se sumaron los camioneros de todo el país, quienes fueron los encargados de cortar algunas de las principales carreteras. Su movilización ha sido clave para frenar el transporte de productos por tierra en ciudades como Lille, Perpiñán, Rennes, Saint Brieuc o Cannes.
Reuters tuvo acceso a los testimonios de algunos camioneros en la localidad de Saint-Nazaire, donde Mickael Lormeau, de 50 años, aseguró que no quiere trabajar «hasta los 64» y que «la sociedad francesa está luchando para no perder sus derechos».
El seguimiento también ha sido masivo en el sector ferroviario, uno de los más movilizados históricamente, ya que solamente el 20% de los trenes de alta velocidad operaban con normalidad y las conexiones internacionales fueron suspendidas por completo.
Una situación similar a la de los aeropuertos, donde la huelga de los controladores aéreos ha hecho que entre el 20 y el 30% de los vuelos sean suspendidos en ciudades como París, Burdeos, Lille o Lyon.
En el sector energético, se consiguió retirar de la red un total de 9,9 gigavatios de producción de electricidad de centrales nucleares, térmicas e hidroeléctricas, según un portavoz del operador EDF EDF.PA, lo que equivale a aproximadamente el 18% de la producción total. Pese a ello, se registró un 41,5% de adhesión a la huelga, inferior al 45% registrada el 19 de enero, pero superior al 40% del 31 de enero.
Otro de los sectores donde más se ha extendido la huelga es el de la educación, donde una multitud de clases fueron suspendidas, pocos alumnos fueron a las aulas y se estima que más del 30% del profesorado no acudió a su puesto de trabajo.
La unidad sindical, clave en el éxito de la jornada
Este éxito de convocatoria, a pesar de ser la sexta huelga en un mes y medio, se debe especialmente a la inusual unidad del movimiento sindical. Los principales sindicatos del país, encabezados por la CFDT —de carácter más moderado—, la CGT y el FO —el más radical de los tres—no han mostrado fisuras hasta el momento en el rechazo a la reforma pensional.
Las principales centrales obreras se mantienen firmes en la necesidad de una huelga indefinida hasta que el Gobierno decida sentarse a la mesa a negociar, ya que consideran su actuación como «injusta».
Tras la jornada de hoy, los sindicatos se sentarán a la mesa para negociar cuáles son los siguientes pasos, aunque los líderes de la CGT y el FO ya han adelantado que «en algunos sectores los líderes sindicales ya se están organizando para continuar de forma indefinida la huelga a nivel local».
Eric Sellini, representante sindical de la CGT en TotalEnergies, confirmó a la agencia Reuters que se esperaba que la huelga, que actualmente bloquea por completo la refinería de petróleo de Gonfreville, en Normandía, se prolongara hasta el jueves, y la de la refinería de Donges, en el oeste de Francia, hasta el viernes.
La CFDT, por el momento, no se ha comprometido a acciones tan drásticas y sigue teniendo como opción principal la del modelo de huelga rotatorio, como se ha seguido hasta el momento. Sin embargo, la presencia de este sindicato en sectores como el energético o el de transportes es mucho menor.
La movilización sigue
Silenciosa desde el inicio del examen del texto el jueves 2 de marzo, la mayoría del Senado ha sacado desde anoche la artillería pesada del reglamento sobre este artículo para acelerar los debates ante la «obstrucción» de la izquierda. Entre otras cosas, el Senado aplicó una norma que limita el número de explicaciones de voto sobre el artículo, lo cual acelera el proceso. La izquierda contraatacó con repetidas peticiones de votación pública de las enmiendas. La tensión se calmó por la tarde.
Tras la jornada de manifestaciones y huelgas del martes 7 de marzo, la intersindical convocó dos nuevas movilizaciones contra la reforma de las pensiones, el sábado 11 y el miércoles 15 de marzo. Los jóvenes decidieron manifestarse este jueves.
El texto de la reforma sigue debatiéndose en el Senado hasta el 12 de marzo.
Artículos publicados en Liberation y France24 con informaciones agregadas de rfi y algunas ediciones de traducción de PIA Global.
Título y bajada a cargo de PIA Global.
Foto de portada: El día de la apertura de los debates sobre el proyecto de reforma de las pensiones en el Senado, en París, el 2 de marzo de 2023. (Denis Allard/Libération)
