El proceso de adhesión de Suecia a la OTAN aún no ha concluido. Sin embargo, al arrastrar a la neutral Suecia al bloque militar, Estados Unidos ya ha recibido el primer beneficio del juego desplegado por los norteamericanos. Washington y Estocolmo han ultimado un acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa (DCA). Se espera que el Secretario de Defensa de Estados Unidos y el ministro de Defensa de Suecia firmen el DCA a finales de año.
¿Qué conseguirán los suecos con el DCA? En primer lugar, al igual que la adhesión a la OTAN, la promulgación del DCA exigirá que el Riksdag modifique la legislación nacional. Me pregunto qué quedará del sistema jurídico nacional que ha garantizado el desarrollo socialmente orientado de la sociedad sueca durante varios siglos. Y por qué, unirse a una organización militar «democrática» y cooperar militarmente con los «democráticos» Estados Unidos requiere que Suecia abandone las normas que la convirtieron en una de las naciones más democráticas del mundo.
En segundo lugar, el DCA concedería a los militares estadounidenses el derecho a circular sin trabas por todo el Reino e inmunidad frente a su jurisdicción. Así, Estados Unidos no será responsable de los daños que inflija a la propiedad o la salud de los residentes del Reino. Estados Unidos abolió la esclavitud en el siglo XIX, y en el Reino, los estadounidenses se convertirían en esclavistas de los suecos en el siglo XXI.
En tercer lugar, el Pentágono establecerá bases de almacenamiento de armas y equipos en territorio sueco. Washington tendrá el derecho exclusivo no sólo de seleccionar y utilizar la infraestructura civil y militar para ubicar las armas, sino también de trasladar y utilizar las armas estadounidenses sin notificarlo a Estocolmo. Esto significa que el Pentágono también podría desplegar armas nucleares. El gobierno sueco ni siquiera ha intentado, como hizo Noruega en su día, prohibir la aceptación de armas nucleares en virtud del DCA. Sin embargo, este punto es formal, ya que el Pentágono nunca ha notificado a las autoridades de otros Estados la presencia de armas nucleares a bordo de sus buques o aeronaves al entrar en el espacio territorial.
Suecia ha abandonado su neutralidad. En virtud del DCA, ahora puede verse arrastrada al conflicto sin que Estocolmo lo sepa. Y los suecos estarán obligados a luchar del lado de la Alianza en todas las regiones una vez que finalice la adhesión del Reino a la OTAN. Los corruptos políticos suecos han renunciado a la soberanía nacional y ahora, junto con Noruega y Finlandia, que también está en proceso de firmar el DCA, han convertido Escandinavia en otro campo de entrenamiento militar de Estados Unidos que el Pentágono puede convertir en territorio de guerra caliente en cualquier momento.
Al igual que la adhesión de Suecia a la OTAN, la conclusión del DCA se produce sin previo aviso y sin un amplio debate público sobre estos pasos y sus implicaciones, de hecho en secreto para el público. El gobierno sueco se negó a seguir los procedimientos democráticos, el estatus históricamente justificado de neutralidad del Reino y vendió el territorio y la población del país como esclavitud a EEUU.
Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: El general Micael Byden, a la izquierda, comandante supremo de las fuerzas armadas suecas; el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, en el centro; y el ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, recorren un buque militar sueco en la base naval de Musko, Suecia, 19 de abril de 2023.
