La economía mundial está entrando en una fase en la que las plataformas se están convirtiendo en vehículos clave de agregación a nivel de empresas, países y regiones. Los países del Sur Global están empezando a ponerse al día con respecto a las economías avanzadas en la creación de dichas plataformas, con avances sustanciales en la creación de plataformas regionales en África y Asia en los últimos años. La economía mundial necesita una mayor diversidad de plataformas, así como una mayor opcionalidad en los flujos de comercio/inversión y una ampliación de la gama de monedas de reserva, algo que podría surgir de un mayor activismo en este ámbito procedente del Sur Global.
Los proyectos de integración regional del Sur Global han avanzado notablemente en los últimos años, con el AfCFTA y el RCEP entre los logros más significativos. Al mismo tiempo, existe un enorme margen para una mayor variabilidad y diversidad en las plataformas que pueden lanzar las economías del Sur Global, la más importante y completa de las cuales podría incluir la agregación de la CELAC (América Latina), la Unión Africana (África) y la OCS (Eurasia). Un conjunto más diverso de bloques regionales que se proponga una integración más profunda podría incluir una plataforma BRICS+ que comprenda la Comunidad de Desarrollo de África del Sur (SADC), MERCOSUR, BIMSTEC, el TLC China-ASEAN, la Unión Económica Euroasiática (UEE). Otras posibles variantes de las plataformas Sur-Sur podrían ser las plataformas pragmáticas que reúnen a las instituciones de desarrollo nacionales y regionales del Sur Global, las plataformas inteligentes que tienen como objetivo una mayor conectividad digital a través de las alianzas económicas digitales (AED), así como las plataformas sostenibles que se centran en el desarrollo ecológico.
El vasto terreno del Sur Global podría convertirse en un laboratorio de innovación en las diversas formas de plataformas que podrían implicar no sólo plataformas de país a país (C2C) o de región a región (R2R), sino también plataformas que reúnan a empresas clave del Sur Global (B2B) en sectores estratégicos, incluyendo la alta tecnología y las TI.
Uno de los últimos ejemplos de este tipo de plataformas es una agrupación de países con emisiones negativas de carbono formada por Surinam, Bután y Panamá. El club podría seguir ampliándose y probablemente podría incluir más países del Sur Global en un futuro próximo.
El Sur Global está, por supuesto, más fragmentado que el mundo avanzado, pero la otra cara de la moneda es el mayor margen para agregar los numerosos proyectos de integración regional y las correspondientes instituciones de desarrollo. Con la ventaja de aprender de los líderes de la integración en Occidente, el Sur Global podría aprovechar ese caudal de experiencia en la construcción de acuerdos y plataformas de integración y llegar aún más lejos en la superación de los líderes. Hay una serie de factores que podrían hacer competitivas a las plataformas del Sur Global: la apertura y la inclusividad en comparación con la selectividad y la exclusividad de las plataformas occidentales; el carácter multicultural de dichas plataformas en el mundo en desarrollo; el margen significativamente mayor para una reducción de las barreras arancelarias en el Sur Global, así como el mayor potencial de crecimiento.
En cierto modo, China ya ha demostrado las posibilidades de liderar y superar a las economías avanzadas en la construcción de plataformas que tienen como objetivo un mayor alcance al Sur Global y a la economía global en general. Su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) ha atraído las críticas de Occidente, pero también los esfuerzos para emular el alcance al mundo en desarrollo en el ámbito de la conectividad a través de proyectos como B3W y la Puerta Global de la UE. El problema de estos dos últimos proyectos es que al principio se presentan como sustitutos competitivos de la BRI, sin las debidas previsiones de conexión con otros proyectos de conectividad de este tipo procedentes del Sur Global.
La formación de las plataformas del Sur Global aumentará el potencial de uso de las monedas nacionales y la desdolarización del comercio y la inversión en el mundo en desarrollo. Por el momento, apenas existen estimaciones numéricas de los efectos del uso de las monedas nacionales y regionales en el Sur Global. Si éstas surgen del mundo académico, cabe esperar que se observen dividendos no triviales gracias a la reducción de los desajustes monetarios (en medio de niveles de deuda a veces elevados) y a la disminución de los costes de transacción.
La clave del éxito de la empresa de plataformas para el Sur Global es la acción conjunta de China e India. Mientras que existe una acción conjunta en plataformas como el BRICS y la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), también existe la división sobre la participación de India en el QUAD y su no participación en el RCEP. De cara al futuro, la coordinación conjunta será indispensable y puede fortalecerse cuanto más se den cuenta ambos países de los beneficios derivados del funcionamiento de las plataformas de las economías en desarrollo. En general, la ventaja competitiva clave que pueden ejercer las plataformas del Sur Global sería evitar un patrón núcleo-periferia, aunque puede ser tentador considerar a los RIC (Rusia-India-China) como el núcleo euroasiático del Sur Global, será imperativo garantizar la debida diversidad y el alcance de la inclusión en el funcionamiento de las plataformas del Sur Global.
La gobernanza mundial actual es un frágil coloso con pies de barro. El creciente peso del Sur Global y la diversidad de plataformas y alianzas en todo el mundo no pueden ser debidamente apoyados por un marco institucional que se circunscribe a una serie de organizaciones internacionales.
Un sistema de gobernanza mundial revitalizado y más sostenible debe permitir la divergencia, más que la convergencia, de los modelos y las plataformas económicas, y debe conceder la debida importancia al papel de las economías en desarrollo y a los acuerdos de integración regional. Es probable que el futuro sistema de gobernanza mundial evolucione hacia una mayor diversidad en múltiples plataformas de país a país y de región a región, y que el dominio de una única plataforma se vea progresivamente socavado por la creciente competencia de las principales regiones de la economía mundial.
Y lo que es más importante, la formación de plataformas amplias e inclusivas que abarquen el Sur Global permitirá a las economías en desarrollo crear sus propias puertas de entrada a la integración en la economía global. Los países de América Latina, África y Eurasia pueden convertirse en partes interesadas en dichas plataformas, con una apropiación plena y un papel significativo en el trazado de su camino de desarrollo. Al mismo tiempo, las economías en desarrollo podrían aportar por primera vez una contribución tangible a la reconstrucción de la gobernanza mundial, con un material de construcción diferente (bloques regionales) y distintos enfoques y prioridades en materia de desarrollo económico y modernización.
*Yaroslav Lissovolik, director del programa del Club de Debates Valdai.
Yaroslav Lissovolik trabajó en el Fondo Monetario Internacional, en Washington, donde fue Asesor del Director Ejecutivo para la Federación Rusa (2001-2004). En 2004 se incorporó al Deutsche Bank como economista jefe y en 2009 pasó a ser jefe de investigación de empresas en Rusia, y luego miembro del Consejo de Administración del Deutsche Bank en Rusia en 2011. Entre 2015 y 2018, Yaroslav Lissovolik fue economista jefe y, posteriormente, director general de investigación y miembro del Consejo de Administración del Banco Euroasiático de Desarrollo (EDB). Desde 2018 ha sido Director Gerente Senior – Jefe de Investigación en Sberbank Investment Research (CIB).
Yaroslav Lissovolik también es miembro del Consejo de Política Exterior y de Defensa (CFDP), del Comité de Bretton Woods y del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia (RIAC). Miembro del Consejo Asesor Global de la Academia Nacional de Desarrollo Verde de la Franja y la Ruta, China. Miembro del Consejo Asesor del Centro de Cooperación Estratégica Rusia-China de la Fundación CITIC sobre reforma y desarrollo. Miembro del Comité de Estabilidad Financiera del Banco Central de la Federación Rusa. Ha publicado libros sobre la entrada de Rusia en la OMC y la integración de Rusia en la economía mundial, así como numerosos artículos y documentos sobre cuestiones económicas y políticas.
Artículo publicado en Club Valdai.
Foto de portada: Reuters.