Este mes se estarán desarrollando diversos acontecimientos importantes a los que hay que prestar atención, el rumbo geopolítico europeo está en pleno desarrollo. Francia asumió la presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE); el Parlamento Europeo (PE) presentó la propuesta para que las inversiones en energía nuclear y gas natural se consideren sostenibles en la transición ecológica; el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell visitó Ucrania; Rusia, la OTAN y Estados Unidos profundizan las tensiones y se reunieron en varios espacios de ‘negociación’; Italia y Portugal tendrán elecciones.
Rusia-EEUU-OTAN
La semana pasada se desarrollaron las primeras y más importantes reuniones de este año: negociaciones entre Rusia y Estados Unidos en Ginebra, el 10 de enero; la reunión del Consejo OTAN-Rusia en Bruselas, el día 12 (el último fue en 2019); y una sesión del Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena, el 13 de enero. Entre medio hubo diversas reuniones bilaterales entre los principales diplomáticos de alto rango de EEUU, la OTAN, la UE, Francia, Alemania, Ucrania.
A primera impresión, las repercusiones mediáticas alrededor de estas reuniones han sido bastantes confusas. Trajeron a debate discusiones mezcladas que han guiado el discurso y análisis de manera caótica respecto a los acontecimientos actuales que atraviesan las relaciones Occidente-Rusia, Ucrania-Donbass, situación de seguridad nuclear mundial, seguridad europea, Rusia-UE… Por supuesto que están relacionadas, e incluso intencionalmente intrincadas, no obstante, es necesario dilucidar los objetivos e intereses de cada actor, la complejidad y particularidad de cada una y especialmente comprender los límites que cada situación impone en las relaciones internacionales.
En principio, hablar de los acuerdos y discusiones sobre seguridad nuclear, que si bien se dan entre las mayores potencias nucleares -además de Rusia y EEUU, incluye a Francia, Reino Unido y China- es una temática que atañe a todos los países del mundo y la seguridad de sus pueblos. Estas son discusiones que se dan en ciertos espacios internacionales multilaterales que representan la necesidad imperiosa del mantenimiento de paz y no proliferación nuclear haciendo valer los derechos internacionales.
De hecho, los primeros días de enero se reunieron los líderes de Rusia, Reino Unido, China, Estados Unidos y Francia y emitieron una declaración conjunta sobre la prevención de una guerra nuclear y la carrera armamentista.
«Afirmamos que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar».
«Creemos firmemente que debe evitarse una mayor propagación de tales armas», dijeron los líderes de las potencias nucleares y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Por lo que vale preguntarse, ¿cuál es el país que continúa posicionando y proporcionando armas nucleares en el continente europeo? ¿Hacia a dónde apuntan?.
Por otro lado, la seguridad europea debe ser discutida por quienes componen esa región también en los espacios creados y pensados para ello, sin intervención de potencias extranjeras. La seguridad europea por muy compleja que sea, debido a los diversos y distintos intereses entre los países, se debe poder negociar al interior y en instancias acordes.
Por lo que la utilización del enfrentamiento Ucrania-Donbass (que ya cuenta con sus respectivos espacios avalados y acompañados por países europeos: los Acuerdos de Minsk y el Cuarteto de Normandía) para construir la idea de garantía de seguridad-inseguridad regional sirve sólo a unos propósitos: los de EEUU.
Aunque se vuelve real la amenaza de la seguridad europea cuando la única solución propuesta es militarizar la zona con la OTAN liderando el equipo. Entonces acusan a Rusia de que el despliegue militar en su propio territorio constituye una amenaza para la seguridad europea mientras la OTAN lleva sus armas a países que no les corresponden, que no forman parte de la Alianza.
¿Quién amenaza la seguridad de quién? Porque no es sólo en Ucrania, Ucrania es hoy el territorio de turno desde donde profundizar las tensiones y los discursos mediáticos.. hace poco fue Kazajistán, o hace unos meses fue la frontera Polonia-Bielorrusia, o Azerbaiyán-Armenia, o Georgia, o el Mar Negro, o el Mar Báltico.
El eje EEUU-OTAN, como vengo analizando en diversos artículos hace meses, han estado profundizando (sino creando) tensiones en todos los países y mares a lo largo de la frontera con Rusia.. lo vimos en el Mar Negro, en el Mar Báltico, en los países Bálticos, Ucrania, Polonia-Bielorrusia, Cáucaso: Georgia, Azerbaiyán-Armenia, Kazajistán, Nord Stream II, el Ártico. Cada situación tendrá sus particularidades, sin embargo vemos que el objetivo último es avanzar militarmente en todas estas zonas utilizando la retórica de defensa y rescate frente a la gran amenaza rusa.
Durante los últimos meses, vimos cómo se preparó y puso en marcha la construcción del enemigo: Rusia, y junto a ella, sus aliados: China e Irán. No sólo quedó en evidencia en cada titular de los medios occidentales y en los ejercicios militares que se practicaron durante el 2021 desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, sino también en las reuniones del G7, en la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en Riga, o en la autodenominada Cumbre de la Democracia marcando la retórica y división entre países supuestamente democráticos, y países supuestamente autoritarios.
El bloque atlantista se encuentra en declive y con pavor frente a la pérdida de terreno e influencia global, y la profundización del nuevo orden multipolar encabezado por el eje sino-ruso. Lo dijo Stoltenberg, “el equilibrio de poder está cambiando”; y también lo dijo Borrell “si dejamos de ser los que fijan las normas no gobernaremos el siglo XXI y me temo que en algunos campos estamos perdiendo la capacidad de fijar normas”.
Entonces, ¿la seguridad de quién se encuentra amenazada? Sin dudas que la de Europa, que seguirá siendo el territorio de batalla; los Estados más vulnerables a la influencia extranjera estadounidense; pero también Rusia que ve avanzar sobre sus fronteras a un enemigo impredecible dispuesto a todo.
“Rusia tiene que tomar una decisión simple con respecto a Ucrania: distensión y diplomacia o confrontación y consecuencias. Sabemos dónde estamos parados”.
El 13 de enero, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo, según informa Sputnik:
«Oímos declaraciones de la OTAN de que se expandirá aún más. Oímos declaraciones de representantes estadounidenses que invitan a la OTAN a nuevos países; me refiero a Finlandia, a Suecia. Oímos declaraciones de algunos países de la OTAN que exigen aumentar el número de contingentes en su territorio; me refiero a algunos de los Estados bálticos. ¿Qué necesitamos para desescalar en este contexto?. Es decir, si la OTAN quiere dictarnos cómo y dónde mover nuestras fuerzas armadas en territorio ruso, esto es casi imposible. Estamos hablando del territorio ruso: Rusia no mueve sus fuerzas armadas por el territorio de otros Estados».
Ucrania y Donbass no es asunto de la OTAN
La atención y la tensión entre Occidente-Rusia está en Ucrania, a pesar de que el enfrentamiento entre Ucrania y el pueblo de Donbass se viene desarrollando hace 7 años. ¿Por qué Estados Unidos recuerda ahora su preocupación por Ucrania?
Los enfrentamientos en el Este de Ucrania entre Kiev y la República Popular de Lugansk (RPL) y la República Popular de Donetsk (RPD) también son intencionalmente analizados de manera que sirva a la construcción del enemigo ruso. Desarrollan la información como un supuesto enfrentamiento entre Ucrania y Rusia. Mientras que Rusia ha explicado una y otra vez que ellos no tienen nada que conversar bilateralmente con Ucrania respecto a Donbass ya que es una problemática que Kiev debe resolver con la RPD y RPL a través del Cuarteto de Normandía, y ha instado múltiples veces a Ucrania a respetar los acuerdos de Minsk. También ha pedido deliberadamente a Alemania y Francia que exijan a Kiev a cumplir con los acuerdos. Aún así, la OTAN y EEUU han titularizado múltiples artículos construyendo la idea de una posible invasión de Rusia a Ucrania, o de un ataque de falsa bandera de Rusia contra Donbass para luego acusar a Occidente. El eje occidental dice respetar los procesos diplomáticos y de diálogo para la resolución de los conflictos en paz y sin escalar tensiones, pero lo único que hace es pasar por encima el Acuerdo de Minsk, el cuarteto de normandía, los derechos internacionales de la ONU y los acuerdos de seguridad entre países de la UE con Rusia.
La Vicesecretaria de Estado de EEUU, Wendy R. Sherman, encargada de las conversaciones con Rusia, decía en la conferencia de prensa el 12 de enero:
“Rusia es un país grande con un vasto territorio. Son un miembro permanente del Consejo de Seguridad. Tienen el ejército convencional más grande de Europa. Junto con Estados Unidos, somos las dos mayores potencias nucleares del planeta. Son un país poderoso. El hecho de que se sientan amenazados por Ucrania, una democracia más pequeña y aún en desarrollo, es difícil de entender, francamente”.
O no se han comprendido las exigencias de la propuesta rusa sobre las garantías de seguridad, o se trata nuevamente de la intencionada búsqueda de enmarañar los acontecimientos con el objetivo de mantener una incertidumbre bélica estratégica en Europa que les permita extender su poderío militar.
El proyecto de acuerdo sobre medidas de seguridad, publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en diciembre de 2021 detalla explícitamente que los puntos más importantes que Rusia ve como amenaza son la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, las actividades militares en las antiguas repúblicas soviéticas y el despliegue de armas en Europa. Por lo que exige un acuerdo firmado para detener cada una de estas actividades profundizadas en los últimos meses por el eje Occidental.
«Algunas de las cosas que han puesto sobre la mesa no son un comienzo para nosotros. No vamos a aceptar que la OTAN no pueda expandirse más”, dijo Sherman en la conferencia de prensa del 12 de enero.
«Desde el punto de vista de Rusia, no se trata de Ucrania, al menos no se trata sólo de Ucrania», dijo a EuroNews Lukyanov Fyodor, editor en jefe de la revista Russia in Global Affairs. «Se trata de cómo se está estructurando el ambiente de seguridad en Europa… y esta idea, que prevaleció después de la Guerra Fría, de que el núcleo de la seguridad europea es la OTAN… Lo que Rusia está tratando de hacer es invitar a discutir cómo puede organizarse de otra manera».
Otro punto a considerar como parte de esta intencionada búsqueda de caos informativo es la frase estadounidense, porque ha sido eso sólo una oración, “nada sobre ustedes sin ustedes”. “No tomaremos decisiones sobre Ucrania sin Ucrania, sobre Europa sin Europa, o sobre la OTAN sin la OTAN, o la OSCE sin la OSCE”, dijo Sherman. No obstante, ninguno de esos actores estuvo invitado a esas reuniones, ni mucho menos se consideró incluir a los líderes de la RPD y la RPL, por lo que la búsqueda de paz queda descartada cuando no se incluyen a las partes protagonistas del conflicto.
Me interesa mencionar la lectura y análisis en diversos medios y portales de internet en donde se puede leer puntos de vista pesimistas que entienden que las conversaciones no van a llegar a ningún lado, y quienes consideran que el simple hecho de que se de la instancia de reuniones y negociaciones entre EEUU y Rusia ya presagia un cambio, un nuevo punto de avance hacia la constitución de un mundo multipolar, o a la llegada de un acuerdo. Pero lo que hemos estado presenciando hasta el momento es un fuerte aumento de las tensiones a nivel discursivo pero también a nivel pragmático.
Por un lado, mientras se realizaba el Consejo OTAN-Rusia el 12 de enero, un grupo de demócratas de EEUU presentó un proyecto de ley denominado ‘Ley de Defensa de la Soberanía de Ucrania de 2022’, sobre medidas restrictivas contra Rusia en caso de una escalada de tensiones contra Ucrania. Desde Sputnik citan parte del comunicado de los senadores:
«Sanciones obligatorias a funcionarios: exige sanciones a una lista de funcionarios que incluye al presidente Putin, al primer ministro, al ministro de Asuntos Exteriores, al ministro de Defensa, al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y a los comandantes de varias ramas de las fuerzas armadas, incluidas las fuerzas aéreas y navales. Sanciones obligatorias a las instituciones financieras: requiere que el presidente imponga sanciones a tres o más instituciones financieras de las siguientes: Sberbank, VTB, Gazprombank, VEB.RF, The Russian Direct Investment Fund, Credit Bank of Moscow, Alfa Bank, Rosselkhozbank, FC Bank Otkritie, Promsvyazbank, Sovcombank y Transkapitalbank».
Además, la propuesta incluye «satisfacer las necesidades urgentes de defensa, la legislación pide a los Departamentos de Defensa y de Estado que aceleren la transferencia de artículos de defensa para reforzar las capacidades defensivas de Ucrania y autoriza 500 millones de dólares en ayuda de seguridad de emergencia suplementaria a Ucrania en caso de una reinvasión por parte de Rusia».
Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo que «la imposición de sanciones contra el jefe de Estado y contra el jefe de Rusia, repito una vez más, es una medida exagerada que es comparable a una ruptura de relaciones».
Por otro lado, y más importante, Ucrania sigue bombardeando Donbass, matando civiles, mientras presentan a Kiev como una víctima de la amenaza rusa. Entonces, para mantener segura a Ucrania prometen y cumplen el envío de armamentos al país como lo hizo Reino Unido y Estados Unidos en estos días. ¿Y contra quiénes creen que van a utilizar el armamento? Contra la población de Donbass.
En este punto resulta muy interesante resaltar la negación de Alemania sobre el envío de armas a Ucrania, el interés de Macron por buscar el diálogo con Rusia, o las aclaraciones de Borrell respecto a las posibles sanciones contra Rusia: “No habrá sanciones preventivas… Estamos discutiendo qué hacer en caso de que pase algo”. En una reunión entre el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Macron estuvieron de acuerdo en que el camino para la resolución entre Ucrania y Donbass es continuar la mediación franco-alemana mediante el diálogo y no militarmente.
Desde el portal de Slavyangrad reflexionan:
“Los más de siete años de continuada agresión militar y económica de Ucrania contra Donbass, causando la muerte de miles de civiles y la huida de cientos de miles, son un argumento mucho más potente para intervenir en defensa de la población civil de Donetsk y Lugansk que los utilizados por Estados Unidos y la OTAN en las últimas décadas para justificar sus guerras”.
¿La OTAN está buscando un nuevo escenario por el cual mantenerse vivo?
Necesitan establecer nuevos enemigos, pero también aliados a los que defender para continuar operando en Europa; mantener el gran negocio del Complejo Industrial Militar estadounidense; mantener su influencia militar en la región; procurar que la región europea siga los mandatos de Washington; y frenar el avance del eje sino-ruso sobre la región de Europa.
No nos olvidemos que a mitad de 2022 se estará trazando el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, arrancó su discurso de apertura de la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en Riga dejando en claro que “hoy vivimos en una era de competencia sistémica”, y que “el equilibrio de poder está cambiando”. Por ello, dijo, “el próximo Concepto Estratégico de la OTAN, junto al Tratado de Washington, serán los rectores más importantes de la OTAN”. Se abordará “esta nueva realidad” a partir de cinco elementos fundamentales: “Protegiendo nuestros valores. Reforzando nuestro poder militar. Fortalecimiento de nuestras sociedades. Tomando una perspectiva global. Y la construcción de la OTAN como vínculo institucional entre Europa y América del Norte”.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Riabkov, y la vicesecretaria de Estado norteamericana Wendy Sherman en Ginebra (ALEXEY VITVITSKY / SPUTNIK / CONTACTOPHOTO)