Análisis del equipo de PIA Global Asia Occidental

El desarme del histórico PKK

Escrito Por Gianna Rosciolesi

Por Gianna Rosciolesi*- El Partido de los Trabajadores del Kurdistán anunció su desarme como alianza militar a los fines de encaminar su lucha política en una “nueva dirección”.

El grupo rebelde, integrado por los kurdos habitantes de Türkiye, logró posicionarse como el símbolo de la resistencia kurda, tomando como principal contrincante al estado otomano y a la burguesía que habitaba y controlaba sus tierras.

Sin embargo, en febrero de este año, su principal líder, Abdullah “Apo” Öcalan, pidió desde un comunicado que el partido abandonara la lucha armada.

El PKK, financiado por entes imperialistas como Estados Unidos, aseguró esta decisión a mediados de mayo, llegando a un acuerdo histórico con Erdoğan, en el que se anunciaba el cese al fuego por parte de las milicias aún activas del grupo. 

El acuerdo simbolizó para el gobierno turco un claro triunfo ante su lucha por el terrorismo, mas no asegura la incorporación y validación de los kurdos en la estructura social y política de Türkiye. La discriminación y la falta de reconocimiento a los pueblos kurdos del país es un aún una lucha política que debe continuar gestionando el PKK y sus representantes, tantos en las urnas como en las calles.

La cuestión kurda

Para reconocer en principio el juego de intereses que se ponen en el tablero con el desarme del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, debemos retomar los orígenes de la lucha de los kurdos en la región mesopotámica.

Los kurdos son el tercer pueblo más numeroso de Asia Occidental, luego de los árabes y los turcos. Su población, que oscila entre los 25 y 35 millones de habitantes, ocupa desde la región de Anatolia en Türkiye, hasta las montañas del Zagros en la República de Irán y el norte de Iraq. Suman kilómetros en el norte sirio y en algunas regiones de Armenia y Azerbaiyán. 

La palabra kurdo se dice que proviene de los turcos que habitaban las regiones montañosas y vivían del pastoreo nómade. El término, que hace referencia a un tipo de ciudadano habitante del oeste asiático, simboliza también al idioma kurdo, que posee origen indoiranio y está dividido en dos dialectos: el kurmanji, hablado principalmente en la zona norte del Kurdistán, y el surani, en la parte sur.

El término de Kurdistán se aplicaba en la época de los Selyúcidas durante el siglo XII. Incluía las zonas al norte del río Araxes, Armenia, al oeste la región de Sivas y Erzerum, Türkiye, al sur Marash, Siria, y al este las llanuras de Nínive, Irak. Esta región sería disputada a lo largo de la historia por los grandes imperios orientales, quienes usarían a los kurdos como tropas en sus ejércitos.

Luego del acuerdo de Sykes Picot, en el que los Aliados se distribuyeron la región levantina que pertenecía al antiguo Imperio Otomano, Francia e Inglaterra concretaron un segundo pacto en 1920 que promulgaba la creación de un estado independiente en la región de Anatolia Oriental llamado Kurdistán. Este acuerdo denominado Tratado de Sèvres, daba autonomía a la nación kurda respecto al territorio turco. Sin embargo, no incluía los territorios con población kurda de Siria e Irán, países que quedarían bajo mando de los Aliados. 

Tras varios siglos formando parte del Imperio Otomano y del Persa, el fin de la Primera Guerra Mundial fragmentó al pueblo kurdo, quedando dividido entre los territorios de Türkiye, Irán, Irak, Siria, Armenia y Azerbaiyán. Con la disolución del Imperio Otomano, los kurdos turcos vieron una oportunidad y plantearon sus demandas de independencia en la Conferencia de Paz de París de 1919.

Mapa del Kurdistán / Elaborado por Celia Hernando para El Orden Mundial.

La proclamación del Tratado de Sèvres desató el descontento de los nacionalistas turcos debido a que aseguraba la expropiación de regiones que pertenecían a su naciente estado, y bajo el mando del padre de Turkiye, Mustafá Kemal, boicotearon la concreción del Kurdistán. Luego de instaurar la República de Turquía en 1923, el nuevo país otomano desmembró cualquier oposición al totalitarismo turco, sembrando políticas de aniquilación a las minorías y de intolerancia a la apertura política. 

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán

El PKK fue erigido en 1973 por el líder kurdo Abdullah Öcalan, quien a través de ideales socialistas, pregonó la independencia del Kurdistán como estado autónomo tanto de Türkiye, como de Siria e Iraq. 

Con el golpe de estado en Türkiye en 1984, el PKK trasladó sus bases al Valle de Bekaa, actual región libanesa ocupada en ese entonces por Siria, en donde el gobierno de Damasco, enfrentado al de Ankara por el territorio de Hatay y la distribución de las aguas de los ríos Tigris y Éufrates, les permitió su estadía para la preparación de la lucha armada.
En 1984 el PKK atacó dos puestos de vigilancia al sudeste de Türkiye, generando una mayor fama en la región, como también una respuesta militar del gobierno turco que comenzó a construir brazos armados dedicados a degollar el movimiento kurdo, como las Guardias Rurales (GKK por sus siglas en turco).

No obstante en 1992, Siria y Türkiye reforzaron su alianza, y comenzaron los planes para expulsar al Partido del Valle de Bekaa. Para ese momento, Öcalan había definido su estrategia independentista contra la institución-estado y no contra la población civil, más la caída de la Unión Soviética, uno de los fuertes patrocinadores del PKK, y la violencia ejercida por sus militantes potenció el debilitamiento del partido. 

Al Partido de los Trabajadores se le atribuyen, entre varios, dos atentados que causaron un revuelo mundial: el perpetrado contra el Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 y el asesinato a tiros a la salida de un cine en febrero de 1986 del primer ministro sueco Olof Palme.

Para 1995 el grupo anunció un alto al fuego, y tres años después Damasco y Ankara fortalecieron sus relaciones con el Acuerdo de Adana, obligando al líder del partido a exiliarse. 

Öcalan buscó asilo en Rusia, Grecia, Italia y Kenia donde fue detenido y condenado a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en la isla turca de İmrali. Allí pertenece desde febrero de 1999. 

La detención del fundador del PKK difundió la causa del pueblo kurdo por fuera de la región mesopotámica. Países como Estados Unidos e Israel mostraron interés en apoyar y desarrollar amistades con el partido, por su fuerte presencia militar en la región y sus descaradas acciones violentas. 

Abdullah Öcalan, líder y fundador del PKK / Reuters

La lucha kurda en Siria se trasladó, con el apoyo occidental, como una de las facciones de la oposición del gobierno de Bashar Al Assad. La ocupación de Rojava en Siria detonó la preocupación del estado turco como un posible nuevo frente de combate tal como lo había sido el Valle de Bekaa, y el apoyo económico de entes extranjeros favoreció su establecimiento y crecimiento. 

Sin embargo, desde el primer mandato de Erdoğan en 2002, Ankara desea formar parte de la Unión Europea para formalizar su estatus en la región. Para ello, el país debía consolidar sus esfuerzos de paz interna y el cese a los hostigamientos de y hacia grupos armados. 

Tomó unos once años lograr las conversaciones que podrían establecer una paz entre las partes, proceso que se denominó İmrali, haciendo referencia a la isla donde se encuentra el líder del PKK. Si bien, había parecido surgir una constructiva tregua, los reclamos del partido kurdo eran demasiado controversiales para el sistema turco, y las demandas no iban a poder ser conformadas a su gusto.

En 2015 se celebraron elecciones en Türkiye, en las cuales el partido de Erdoğan (AKP) perdió la mayoría parlamentaria. El presidente atribuyó este fracaso en las urnas al acercamiento del gobierno a la cuestión kurda, y el 21 de julio de ese mismo año, se realizó un asalto contra un centro kurdo en Suruç que el Gobierno buscó atribuir al Dáesh. Cuatro días después, el PKK declaró el fin del alto al fuego y el 26 cometió su primer atentado desde 2013.

Dejar las armas 

A pesar de encontrarse privado de su libertad hace 26 años, Öcalan continúa teniendo poder suficiente para definir el cauce del PKK. Así fue en el 2005, cuando luego de asumir de cierta forma que la existencia del Kurdistán como región autónoma ya era una meta prácticamente inalcanzable, el líder propuso una nueva directiva. 

Este nuevo enfoque, propone desarrollar el partido en base a un confederalismo democrático. Este concepto simboliza dejar atrás la concepción del estado kurdo y concentrarse en una autonomía suficiente para autogobernar las regiones kurdas en base a administradores que coordinen asambleas populares. 

Öcalan sucumbió a las lógicas de los estados modernos, y eligió posicionar a su partido en un enclave más estable, funcionando como representantes de otras fuerzas externas que quisieran saquear desde el interior los países asiáticos que ocupan. 

El PKK comenzó a proponer pensamientos relacionados a la ecología y el feminismo, lo que le dio prestigio internacional anulando el pasado carnicero que los definió en sus estrategias políticas.

Este cambio de rumbo fue una estrategia del Partido para adquirir nuevos adeptos, sin embargo, cedió ante la inestabilidad de la región oeste asiática respondiendo a los ataques del 2015 mencionados previamente. 

El lavado de imagen del partido sirvió para el gobierno turco así como para el PKK en los primeros años de los 2000. 

Esta concepción se retomó este año, cuando nuevamente Erdoğan comenzó a construir estrategias de engrosamiento de su estructura política al afianzar relaciones con partidos que incluso consideran terroristas.

“Hago un llamado a que depongan las armas y asumo la responsabilidad histórica de este llamamiento”, anunció el 27 de febrero Öcalan en una carta hecha pública por miembros del Partido Democrático de los Pueblos (DEM).

“Como en el caso de cualquier comunidad y partido moderno, cuya existencia no ha sido abolida por la fuerza, voluntariamente, convoquen a su congreso y tomen una decisión; todos los grupos deben deponer las armas y el PKK debe disolverse”, retomó. 

El político nacionalista de extrema derecha Devlet Bahceli, cercano al presidente turco, sugirió el año pasado que Öcalan podría obtener la libertad condicional si su grupo renunciaba a la violencia y se disolvía.

Luego de encontrarse en el Congreso de los partidos que reivindican los derechos del Kurdistán, el PKK resolvió la disolución de su lucha armada. “El legado de nuestra historia de libertad, marcada por la lucha y la resistencia, se desarrollará con más fuerza con el método político democrático con las decisiones del XII Congreso del PKK, y el futuro de nuestro pueblo se desarrollará sobre la base de la libertad y la igualdad” anunciaron en un comunicado. 

El detenimiento de la lucha armada simboliza la deconstrucción del mayor enemigo del PKK, que era el estado turco y la burguesía terrateniente. La disolución de su brazo militar para el excarcelamiento de Öcalan quita peso a sus 26 años de lucha y resistencia desde la isla-prisión, visualizado en que, a pesar de constatar hace ya dos semanas esta decisión, Ankara aún no anunció medidas favorecedoras para el pueblo kurdo ni la libertad del líder. 

Esta decisión allana el camino para el gobierno, afianzando su posición en el tablero europeo y resolviendo uno de los ejes que mayor disputa, violencia y sangre ha generado en su país.

El PKK se ha llevado la vida de más de 40.000 personas, y las acciones realizadas en nombre de la liberación de su pueblo han llevado a la masacre de la población. Mas si su misión es valorizar la tradición kurda, dar autonomía a su pueblo y construir instituciones que logren afianzar su confederalismo democrático, primero debe asegurarse que el gobierno brinde los espacios y herramientos necesarios para que ello sea respetado, y no sucumbir ante las presiones de entes internacionales que poco han aportado por el reconocimiento de etnias desplazadas. 

Foto de portada: Gettyimages

Acerca del autor

Gianna Rosciolesi

Técnica en Comunicación Social, Técnica en Relaciones Públicas y Ceremonial, Miembro de la Cátedra de Relaciones Internacionales de la Facultad de Periodismo UNLP, Integrante del equipo de Investigaciones de PIA Global.

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