Un menor de 14 años disparó contra el político sin que su esquema de seguridad respondiera con agilidad y certeza. El menor fue capturado y entra a convertirse en la pieza central de la investigación criminal anunciada por la señora Fiscal Luz Adriana Buitrago, que ha establecido 4 líneas de indagación.
Miguel Uribe Turbay es vástago de una prominente familia política tradicional bogotana asociada con la arbitrariedad y el atropello de los derechos humanos y la corrupción. Su abuelo, Julio Cesar Turbay Ayala (de origen sirio), fue presidente de Colombia (1978-1982), en su gobierno su implantó una dictadura militar, con una fuerte influencia de los generales fascistas que, alimentados por las teorías anticomunistas de la Seguridad nacional, montaron un régimen amparado en el Estatuto de Seguridad utilizado para cometer toda suerte de atropellos y vejámenes violatorios de los derechos humanos y las garantías civiles. Con tal blindaje la corrupción se ejerció sin control alguno. Su Mama, la periodista Diana Turbay, fue asesinada por sicarios de Pablo Escobar, luego de un secuestro que incluyó a Andrés Pastrana, que posteriormente sería presidente de Colombia (1998-2002). Su tío, Julio Cesar Turbay Quintero, fue otro político muy nombrado, que ocupo los cargos de senador y Contralor de la Republica, posición en la que protagonizó grotescos episodios de corrupción y cinismo político.
Con ese pasado, Uribe Turbay fue escalando distintas posiciones burocráticas, hasta convertirse en uno de los más conocidos jefes del Centro Democrático, el partido de Uribe Vélez, que es el eje de toda la ultraderecha política colombiana.
Durante el gobierno popular del presidente Petro ha sido una de las voces más bullosas y mentirosas de la oposición reaccionaria, siempre empeñada en bloquear y sabotear las reformas sociales del gobierno con discursos fementidos y con ardides politiqueros típicos de su calaña. En ese ejercicio avanzó hasta alcanzar la condición de precandidato presidencial en la disputa interna del Centro democrático, donde sus adversarias y competidoras (María Fernanda Cabal y Paloma Valencia) lo acusan de hacer juegos sucios para sacarlas del juego. Así que, en la actual coyuntura, Uribe Turbay se movía en un ambiente de mucha “calentura” y de agria disputa interna con sus copartidarias de la extrema derecha.
El intento de asesinarlo es bastante grave, condenable desde todo punto de vista; aunque no hay que olvidar que Colombia tiene una triste historia de sangre en este campo. Desde que asesinaron al líder socialista y liberal de izquierda, Jorge Eliecer Gaitán, en 1948, en esta nación han muerto como consecuencia de la guerra y la violencia ejercida por la camarilla oligárquica, 700 mil personas.
La Unión Patriótica, un movimiento de izquierda, fue exterminada por los militares siguiendo órdenes de la casta política liberal/conservadora; en 1990 fueron asesinados varios líderes políticos (Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro, Luis Carlos Galán) por grupos paramilitares promovidos por las brigadas militares y comandos de policía; Álvaro Gómez Hurtado, jefe histórico del falangismo conservador, fue asesinado en 1995, cerca de una universidad, por órdenes de militares que lo acusaron de traición a los planes secretos para sacar a golpes de la presidencia a Ernesto Samper Pizano, por no compartir sus ideas socialdemócratas.
Horacio Duque* Politólogo y periodista colombiano. Colaborador de PIA Global
Foto de portada: Miguel Uribe Turbay junto al expresidente Álvaro Uribe Vélez durante una reunión política. / Getty Images