El 11 de septiembre se realizaron dos marchas, en la costa, en Guayaquil, Daniel Noboa montó un espectáculo grotesco gastando más de 5 millones de dólares del erario público para montar la marcha de la “paz y la seguridad” y promover la consulta popular programada para el treinta de noviembre de este año, con funcionarios públicos chantajeados, buses pagados y banderas blancas y estadounidenses ondeando como símbolo de sumisión colonial.
Mientras tanto, en Quito y otras ciudades del interior la verdadera cara del Ecuador se levantaba. Trabajadores, indígenas, estudiantes y profesionales marcharon unidos bajo una consigna clara: “¡Fuera Noboa!” y no a su política de ajuste.
La respuesta del Estado fue predecible: represión brutal, gases lacrimógenos y violencia institucional. En la marcha del 11 de septiembre la corresponsal de Telesur en Ecuador Elena Rodríguez fue brutalmente agredida mientras transmitía en vivo la represión a estudiantes y trabajadores en un contexto que excede el relato gubernamental y que presenta los siguientes indicadores de la descomposición social y económica producida por su política.
Más de 3.000 homicidios en el primer trimestre de 2025, 138 agresiones registradas a periodistas en lo que va del año, y una juventud condenada a la precariedad laboral y a la falta de posibilidades.
El 75% de la población económicamente activa se encuentra en condiciones laborales vulnerables, no llegan al salario mínimo y no tienen cobertura social.
La canasta básica se calcula en 763,52 dólares, con bienes y servicios llega 1.760 dólares, siendo el salario mínimo vital 465 dólares, a todo esto, se suma el abandono por parte del Estado de la salud, la educación, la seguridad y la obra pública.
La polarización entre la costa (pro-gobierno) y la sierra (resistencia), muestra en cierta medida el intento de Daniel Noboa por configurar una arquitectura territorial para perpetuarse en el poder, donde la represión es articulada como mecanismo de control social para tal fin.
En la marcha oficialista realizada en Guayaquil predominaba un ambiente controlado y sin incidentes donde hacían gala las banderas blancas y estadounidenses.
En las otras marchas, convocadas por sindicatos y movimientos sociales, trabajadores, estudiantes e indígenas, fundamentalmente en Quito, el humo de las gomas quemadas y los gases lacrimógenos de la fuerzas de represión policial, hacían del ambiente un territorio de confrontación, en rechazo a la consulta popular y por la obtención de salud, educación y empleo y salario digno. En este marco se preparaba la jornada de los transportistas que el lunes 15 lanzaban un paro y movilización contra el levantamiento del subsidio y el aumento del combustible.
Para el tratamiento de este conflicto, Noboa plantea la política de “la zanahoria y el garrote”, por un lado, expresa su intención de crear un “Escudo social” con compensaciones para 23.300 choferes de entre $400-$1.000 con una inversión total de $220 millones; pero al mismo tiempo advierte que, la paralización de servicios públicos es ilegal, que según el artículo 346 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), los responsables pueden enfrentar penas privativas de libertad de 1 a 3 años o posibles procesos penales.
Dada así las cosas, Noboa trasladó al gobierno a Latacunga en la zona estratégica de Cotopaxi, territorio de Leonidas Iza (ex líder de CONAIE) en las cercanías de un cuartel militar y un aeropuerto, por un lado, para que los disturbios, de darse, explotaran en la zona de influencia de Leonidas Iza quien acaba de ser removido de la presidencia de la CONAIE por Marlon Vargas Santi, destacado dirigente anticorreista y también para evitar el bloqueo de Quito.
El aumento del precio del diésel de $1,80 a $2,80 por galón y la quita del subsidio seguramente serán el detonante para que los precios se disparen y agraven más la situación general de la población.
Teniendo en cuenta esta compleja alternativa algunas organizaciones de transportistas llamaron a la suspensión de las medidas de fuerza temporalmente para acceder a una mesa de diálogo por 30 días priorizando la negociación, sabiendo que la presión social los excede y los pone ante la mirada popular que está cansada de los abusos del Poder.
Noboa puede comprar marchas, puede reprimir manifestantes, puede intentar silenciar a la prensa, pero no puede detener la historia y cada golpe, cada gas, cada preso o asesinado solo alimenta la llama de la resistencia.

Resistencia popular: la alternativa Inevitable
En Cuenca las comunidades rurales convocaron a una protesta para este martes 16 de septiembre desde un movimiento llamado “Levantamiento por el Agua” para rechazar el proyecto minero Loma Larga, que busca extraer oro, plata y cobre en Kimsacocha.
Los manifestantes, grupos indígenas y ciudadanos, temen la contaminación de las fuentes hídricas y la destrucción de los ecosistemas del páramo de Cajas. Además de esta marcha, se prepara un movimiento más amplio para el 23 de septiembre con el fin de exigir la revocación de licencias ambientales a la empresa canadiense Dundee Precious Metals y de esta manera proteger los recursos hídricos de la región, según reportó el presidente de la Federación del Azuay (FOA) Lauro Sigcha, quien además expresó, “Pero nuestro objetivo es la prohibición de minería en nuestras fuentes hídricas”, si no hay respuesta el 23 de septiembre, convocaremos a un levantamiento indefinido.
Hay un fuerte rechazo generalizado de la mayoría de la población a los proyectos mineros en la región, especialmente a los que amenazan el agua.
Los manifestantes argumentan que el agua vale más que el oro y que la minería extractiva destruye la naturaleza, como se ha visto en otras partes del país.
Si bien el proyecto se encuentra paralizado debido a la resolución de la Consulta Popular de febrero de 2023 realizado en la ciudad de Cuenca, donde la mayoría de la población votó a favor de prohibir la minería en las zonas de recarga hídrica, como es el caso de Kimsacocha, y que la Corte Constitucional del Ecuador avaló los resultados de la consulta, priorizando la protección de las fuentes de agua sobre la actividad minera en esa zona específica.
La población teme la posible renegociación de las licencias ambientales y la potencial reubicación del proyecto.
Consulta popular para el mes de noviembre
El Gobierno de Daniel Noboa necesita contar con las herramientas legales para avanzar en los planes articulados con Estados Unidos y para ello debe avanzar sobre la constitución y al igual que su antecesor Guillermo Lasso va a llamar a una consulta popular programada para el 30 de noviembre de 2025.
El presidente Daniel Noboa ha enviado un total de 15 preguntas a la Corte Constitucional para su revisión.
Las preguntas son sometidas a revisión de la Corte Constitucional para garantizar su legalidad y pertinencia.
Aunque los detalles específicos de todas las preguntas no están completamente claros, el presidente Noboa busca obtener un mandato popular sobre diversos temas de interés nacional.
Actualmente el gobierno está trabajando en los plazos y preparativos para la convocatoria a este show mediático que al erario público le costará cerca de 80 millones de dólares y si bien gran parte de la población no está de acuerdo y se manifiesta en contra de la convocatoria entendiendo que el país tiene otras prioridades, Noboa ha defendido públicamente el proceso de consulta popular y referendo.
El objetivo principal es legalizar nuevamente la instalación de las bases militares norteamericanas y poder manejar a su antojo diversos asuntos como ha ocurrido con la firma del decreto por el cual él, se asegura la potestad de regular el precio del Banano en el Ecuador.
Los movimientos sociales, los sindicatos, las agrupaciones estudiantiles, no son simples manifestantes, han retomado las históricas luchas ecuatorianas viendo la descomposición de fuerzas políticas que no dudan en alinearse con el enemigo de los intereses populares, la soberanía y el medio ambiente y a través de asambleas y debates políticos se constituyen en la vanguardia de un movimiento de cambio que se gesta en las calles con organización popular. El narco Estado neoliberal de Noboa está destinado a fracasar, como han fracasado los anteriores experimentos de saqueo y explotación que sumieron al pueblo en la miseria y la desprotección estatal, pero al calor de estas luchas, madurará la conciencia de jóvenes generaciones que ocuparán el lugar de los traidores que no han interpretado que la dignidad de los pueblos no se negocia.
Oscar Rotundo* Analista político internacional. Editor de PIA Global. Columnista del programa radial Punto de Partida en Radio Grafica de Argentina y Gira Mundial emitido en Radio La Plata FM 90.9.
Foto de portada: Estudiantes de la Central protestan en Quito contra leyes del Gobierno./ API

