El Atlántico Sur está volviendo a ser un espacio de disputa geopolítica entre las principales potencias mundiales. Los Estados Unidos mandaron uno de sus nuevos buques a la región, China sigue pescando en altamar y Gran Bretaña enriqueciéndose en nuestro mar. ¿Por qué la pesca se volvió tan importante en estos años?
Federico Ortega para PIA Global
En la pasada década, la cuestión de la explotación de los recursos pesqueros en los océanos del mundo cobró un creciente protagonismo a la luz de distintas denuncias y pronunciamientos de Organizaciones no Gubernamentales, que visibilizaron esta temática. En la actualidad (principios de 2021), la cuestión de la pesca tanto en Zonas Económicas Exclusivas de países ribereños, como en las aguas internacionales aledañas a las mismas, adquirió ribetes geopolíticos. La pesca es determinante para el sostenimiento de economías y sectores productivos enteros, o como recurso táctico a utilizar en el marco de la guerra mundial, híbrida y fragmentada, en términos de Merino y Rang[1]. En este tipo de guerras, se utilizan tácticas como guerras de monedas, comercial, financiera, ecológica, psicológica, de contrabando, mediática, de drogas, en redes, tecnológica, de fabricaciones, de recursos, ayuda económica, cultural y en leyes internacionales.
En el caso del Atlántico sur, tanto en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEEs), que abarcan hasta las aguas a 200 millas náuticas (370 kilómetros) de la costa, como en la denominada Milla 201, aguas no se encuentran bajo jurisdicción directa de ningún Estado, existen disputas veladas entre distintos actores estatales y paraestatales. La creciente presencia estadounidense busca generar un contrapeso a las acciones chinas en las aguas adyacentes a las ZEEs de la Argentina, Uruguay y las zonas administradas de facto por el Gobierno de ocupación de Malvinas. La ocupación británica en la región posee intereses claros en la pesca, al ser uno de los principales sostenes de su economía, con una participación destacada de flotas españolas y una participación menor de barcos surcoreanos, taiwaneses y de otras nacionalidades.
Las acciones estadounidenses en el Atlántico Sur. La “visita” del Cutter Stone.
Los Estados Unidos manifiestan un creciente interés por los temas relacionados con la pesca ilegal en todos los océanos del mundo. A finales del 2020, se anunció el lanzamiento del operativo Southern Cross[2][3] con el despliegue de un buque de la Guardia Costera de los Estados Unidos, con dirección al Atlántico Sur. Según declaraciones oficiales de Washington, buscan contrarrestar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) en la región y fortalecer las relaciones de cooperación con los países ribereños en pos de la soberanía marítima y la seguridad regional[4].
El cutter Stone, de clase Legend, posee 127 metros de eslora y 16 de manga, con capacidad para 120 tripulantes, un helicóptero y 28 nudos de velocidad máxima fue botado en diciembre de 2020, con destino a Guyana, Brasil, paradas en Uruguay[5] y el puerto de Mar del Plata e incluso en Portugal. Esta operación, si bien es realizada por la Guardia Costera, que se autoproclama como la líder del esfuerzo global para combatir la explotación ilegal de peces oceánicos, cuenta con el apoyo del Comando Sur de los Estados Unidos.
Si bien desde la documentación oficial estadounidense se sostiene el rol de cooperación para combatir la pesca ilegal, finalmente no se dio esta situación ni en Argentina ni en Uruguay. En el caso uruguayo, se argumenta que se debe a la situación actual de pandemia de COVID-19 y los protocolos existentes, que incluso impidieron el desembarco de los tripulantes en el puerto de Montevideo[6][7].
El Cutter Stone, en el Atlántico Sur cumple dos funciones específicas, a considerar. En primera instancia, hacer reconocimientos de la zona y relevamientos de los pesqueros ilegales que operan en la región. En un segundo plano, operar como fuerza de disuasión frente a los barcos de bandera o capitales chinos que pesquen en la Zona Económica Exclusiva argentina o sus adyacencias. Esto implica la imposición de la presencia de Washington en el Atlántico sur de una manera contundente, con la realización del primer operativo de la Guardia Costera estadounidense en la región en décadas. Esta operación es realizada por un barco del tamaño, la capacidad y de botadura reciente como es el Stone, para arribar a un puerto tan sensible a la cuestión pesquera internacional como es Montevideo.
Diversas Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) como Oceanosanos y Global Slavery Index sitúan a Montevideo como uno de los principales puertos receptores de pesqueros ilegales en el mundo, sobretodo provenientes del Atlántico sur, con denuncias de abandonos de tripulantes muertos o moribundos[8]. Oceanosanos, una ONG con financiamiento de Google, Oceana y donantes filantrópicos norteamericanos, tuvo un acercamiento a la Embajada estadounidense en Uruguay con la realización de un Congreso conjunto contra la Pesca Ilegal, donde expuso el embajador de los Estados Unidos, que hizo foco en los objetivos comunes de ambas partes y la necesidad de la cooperación mutua para combatir a la pesca INDNR[9].
Respecto a la llegada del Stone, la Cancillería emitió un comunicado[10] en el cual se enuncia que el barco recalaría en Mar del Plata con propósitos meramente protocolares, sin objetivos operativos ni cooperativos. Finalmente, la Embajada estadounidense, arguyendo “desafíos logísticos” que impedirían el amarre en el puerto, decidió cancelar la visita a tierras argentinas[11][12][13].
Medios opositores argentinos[14][15] aducen que esta decisión es política, y parte de una supuesta inestabilidad en la política exterior argentina. En realidad, si bien los Estados Unidos propusieron que el Stone recalara en Buenos Aires, un barco de su calado y su eslora precisaría el uso de prácticos y el tránsito a través del canal de Punta Indio, previa entrada por Montevideo. La entrada de barcos portacontenedores al puerto de Buenos Aires se ve demorada por su cantidad, con la consiguiente formación de filas. De este modo, el Cutter Stone también vería demorada su entrada a puerto, para el cumplimiento de una parte protocolar del cometido.
Lejos de deberse a motivos políticos, la cancelación de la llegada del Stone responde a ese objetivo de disuasión y de visibilización de la presencia norteamericana en el Atlántico sur. El Stone arribó a uno de los puertos más conflictivos en cuanto a la temática pesquera, en un país con alianzas tanto en el Estado como en la sociedad civil, y de relativamente fácil acceso desde el océano.
¿Qué hay en la milla 201?
La milla 201 es la zona donde finalizan las jurisdicciones de los países ribereños, específicamente las Zonas Económicas Exclusivas, en el marco del Convenio de Montego Bay, de 1982. Por fuera de estas fronteras, se encuentran las aguas internacionales, donde al no existir jurisdicción de un país determinado y por su misma extensión, la regulación solo depende de las autoridades de la bandera del buque en cuestión. Tanto en el caso del Atlántico Sur como del Pacífico Sur, los recursos marítimos más buscados son los calamares, en el primer caso, el denominado Illex argentinus. El calamar en general es una especie muy codiciada en los mercados europeos y asiáticos, aunque como toda materia prima con mayor o menor procesamiento, su precio está determinado por las cotizaciones internacionales y, al mismo tiempo, por fenómenos climáticos como El Niño y La Niña, que afectan los stocks de la especie.
El Illex un calamar cuyo tamaño oscila entre los 14 y 25 cm en los machos, y 20 a 39 cm en las hembras, con un ciclo de vida de un año de duración y migraciones entre la ZEE argentina, la zona controlada por el Gobierno de ocupación de Malvinas y las aguas internacionales. La temporada de pesca, según la legislación argentina, inicia entre febrero y agosto, entre febrero y junio al sur de los 44°S y entre mayo y agosto al norte de esa latitud, debido a la existencia de dos subpoblaciones en el área[16]. La imposición de una veda pesquera en el resto de los meses del año tiene como objetivo proteger a las especies juveniles, fundamentales para la supervivencia de la especie.
La presencia china y de otros países en la milla 201.
Tanto en el Atlántico como en el Pacífico sur y otros océanos del mundo, la presencia de pesqueros de bandera china o de empresas de capitales chinos es una constante. Estos buques suelen ser identificados como ciudades o enjambres de luces, vistas tanto desde los pesqueros argentinos como en fotografías satelitales o patrullajes aéreos.
Esta presencia responde a dos puntos fundamentales, como la mayor demanda interna de productos marítimos para un creciente mercado interno chino, y para la exportación de los mismos. Al mismo tiempo, las políticas desempeñadas por Beijing, de estímulos a las flotas de altamar mediante exenciones de impuestos, sino directamente subsidios al combustible diésel, fomentaron estas prácticas a escala mundial[17].
El sistema de la pesca en altamar está orientado a satisfacer una demanda puntual de productos marítimos, como el caso del calamar Illex argentinus, que es el más codiciado por las flotas. Sin embargo, para que funcione, las empresas deben ocuparse de problemas de funcionamiento, como el transporte de las cargas desde las zonas de captura hasta los puertos y el abastecimiento de combustible de manera constante, debido al alto gasto que implican tanto la exploración como la pesca misma.
Para esto, las flotas chinas recurren al uso de pesqueros que capturan en altamar durante meses, e incluso años, con tripulantes en condiciones precarias, incluso cercanas a la esclavitud, como denuncian ONGs como Oceanosanos y Oceana, llegando al paroxismo de arrojar sus muertos en el puerto de Montevideo[18], debido a las laxas regulaciones existentes allí. El resto de las principales flotas de Asia, como las de Corea del Sur y Taiwán, también son denunciadas y marcadas por condiciones precarias y de semiesclavitud en sus tripulaciones, conformadas por trabajadores provenientes del sudeste asiático, como muestra el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Ambos países son denunciados por la precariedad de la situación de sus trabajadores pesqueros en altamar, visible en situaciones como la no cobertura bajo leyes laborales en el caso taiwanés, los escasos o nulos salarios, las pésimas condiciones de trabajo y la laxitud de las inspecciones, en el caso de Corea del Sur[19].
En el caso chino, mientras tanto, el sistema pesquero funciona con grandes empresas como China National Fisheries Corporation (CNFC), que controlan distintas bases de almacenamiento, procesamiento y puertos para los barcos de la flota de altura, para transportes refrigerados y para los dos buques que transportan petróleo refinado para el abastecimiento de sus naves. Al mismo tiempo, empresas como CNFC poseen varias subsidiarias por el mundo, sobretodo en África y empresas tercerizadas, encargadas de la pesca en altamar.
El problema del abastecimiento de combustibles como el diésel, el transporte de las capturas en condiciones de ser vendidas y consumidas, la provisión de insumos fundamentales para la actividad y para la tripulación, se resuelve con barcos de transporte, denominados reefers. Estos son buques cisterna que abastecen del subsidiado combustible a los pesqueros, mientras que otros reciben las capturas para ser transportadas a los puertos de las empresas o a lugares con menores o más laxas regulaciones.
El tema de las diferentes regulaciones es utilizado por estas flotas, con el cambio de bandera de los buques por la de países con leyes más flexibles o menores controles, como en el caso de Panamá o Liberia. Aviones argentinos llegaron a constatar la bandera panameña de uno de los reefers en el Mar Argentino, en la campaña pesquera del 2021[20]. La ONG Oceanosanos denunció el arribo de estos barcos al puerto de Montevideo, para la recarga de combustibles[21]. Incluso, esta situación es admitida por los mismos chinos en sus informes a la Organización de Regulación y Ordenamiento Pesquero (OROP) del Pacífico Sur, en la cual se hace referencia a transbordos en altamar entre buques chinos y otros con nombres como el Wei Shun, Wei Ning, He Shun y Poseidón, los cuales declaran bandera liberiana, y el Xin Hang, registrado con la bandera de Panamá[22].
La pesca en altamar no incurriría en delitos en jurisdicción argentina si ocurriera exclusivamente en aguas internacionales. Sin embargo, debido a la obligación de todos los buques de poseer sistemas de detección satelital, como el Sistema de Identificación Automática (AIS) y el Sistema de Monitoreo de Embarcaciones (VMS), se puede detectar su posición exacta de los mismos y constatar como muchos pesqueros apagan estos sistemas para entrar en la Zona Económica Exclusiva argentina y los vuelven a encender.
Robo para la Corona reversionado. Los beneficios británicos de la pesca ilegal en Malvinas.
El Gobierno de ocupación de Malvinas, según cifras del 2019, basa el 60% de su PBI en los ingresos de la pesca[23]. Los británicos poseen un sistema de licencias, dentro de las cuales es más importante la del calamar Doryteuthis gahi o Loligo gahi. Con este sistema, obtienen entre 13 y 20 millones de libras anuales, con la provisión de Cuotas Individuales Transferibles (ITQs) de veinticinco años de duración, que son provistas a empresas para que pesquen en un territorio determinado por un plazo de 64 días. A fines de enero del 2021, el Gobierno de ocupación de Malvinas decidió ofrecer una prórroga de otros veinticinco años a los actuales tenedores de las ITQs, de forma de garantizar sus inversiones en la zona[24].
Las ITQs del calamar Loligo son distribuidas, según datos del 2019, entre siete empresas, la mayoría de las cuales son asociaciones (joint ventures) entre capitales españoles y kelpers, los cuales deben tener una participación accionaria de un 51%, según la modificación realizada a fines de enero de 2021[25]. De estas compañías, y en pos de aprovechar esta prórroga dada para las tenencias de cuotas de pesca, se constata la fusión entre Seaview y Seafish, en la cual los capitales españoles que las conforman, dejaron de ser accionistas, para ser propietarios de la nueva compañía, bautizada como Polar Seafish[26]. Esto funciona como un artilugio para evitar las restricciones tarifarias impuestas a los productos pesqueros de Malvinas a causa del Brexit y la marginación de las islas como Territorio de Ultramar del Reino Unido, con lo cual esta empresa concentraría el 18% de las licencias de pesca del calamar Loligo[27].
En cambio, la pesca del calamar Illex posee licencias diferentes, que están al acceso de pesqueros de distintos países, como Corea del Sur y Taiwán. En estos casos, se paga dependiendo de las cantidades extraídas y el tonelaje del barco[28] y sin importar la participación accionaria de los kelpers. Para la captura del Illex, se reservan áreas al norte y noroeste de la Zona Económica Exclusiva del Gobierno de ocupación de Malvinas, entre los meses de febrero y junio[29].
España es un punto clave para la pesca en el Atlántico Sur, por varios puntos a destacar. En un primer aspecto, por la entrada de la producción al mercado europeo, que significaba el 88% de las exportaciones pesqueras en 2017, a través del puerto de Vigo, y por la fabricación de los buques en los astilleros de Galicia. Un caso paradigmático es la fabricación del arrastrero congelador Argos Cies, fabricado en Nodosa, ciudad de Pontevedra, en 2018, para Jupiter Fishing Company, la joint Venture formada entre la Armadora Pereira y el Argos Group, de capitales kelpers. Al mismo tiempo, este astillero está trabajando en dos barcos más para el caladero del Atlántico Sur[30], aunque con la situación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) hay una mayor dificultad para la entrada del calamar en los mercados europeos, por el pago de aranceles a la importación, que rondarán entre el 6 y el 18%. Esto repercutiría en los negocios de los capitales españoles y de los puertos gallegos.
En un segundo aspecto, las compañías que realizan pesca de manera legal en Argentina, se nuclearon en una organización que busca crear un área de pesca regulada en zonas adyacentes a la Zona Económica Exclusiva de ese país y un régimen de explotación sustentable en la región. Esta ONG, denominada Organización para la Protección de los Recursos Pesqueros del Atlántico Sur (OPRAS), tiene presencia mayoritaria tanto en su composición, como en su dirigencia, de capitales españoles, como los propietarios de Argenova e Iberconsa. OPRAS postula que existe un problema de “consecuencias biológicas, económicas y sociales que por sus características excede la actual capacidad de los organismos públicos para adoptar medidas consistentes con sus facultades y limitaciones geopolíticas”[31], para lo cual proponen alianzas y acuerdos con otras organizaciones multilaterales, ONGs, miembros de la sociedad civil y otras organizaciones de protección, como las de Brasil, excluyendo a las flotas chinas. Al mismo tiempo, miembros de OPRAS como el vocal Eduardo Pucci, desdeñan la importancia de la Cuestión Malvinas, catalogándola de relato y utópica recuperación territorial, producto de concepciones dogmatizadas de postulados geopolíticos de fracaso comprobado[32].
De este modo, los capitales españoles realizan movimientos que buscan controlar la pesca en el Atlántico Sur, tanto en la Zona Económica Exclusiva argentina como en las aguas controladas por el Gobierno de ocupación británico. En este último caso, ateniéndose a la jurisdicción argentina, que exige la posesión de licencias y el uso de buques nacionales para la captura de animales marítimos, los capitales españoles que pescan en Malvinas están cometiendo una violación a la ley.
Medidas tomadas por la Argentina para disuadir la pesca ilegal.
En el caso argentino, desde el año 2020 se realizan operativos conjuntos entre la Armada, la Prefectura Naval y la Fuerza Aérea para combatir la pesca ilegal en la ZEE y capturar a aquellos pesqueros que entren en la misma. Los patrullajes en el océano y los sobrevuelos de las zonas más activas en términos pesqueros, finalizaron el pasado año con tres capturas de barcos ilegales[33], dos chinos y uno portugués, sumado a los pedidos de captura internacional para aquellos pesqueros que no acaten la voz de alto de las Fuerzas Armadas y de Seguridad argentinas. En consonancia con esto, el Gobierno de Alberto Fernández aprobó una ley para endurecer las multas a los pesqueros ilegales, basando los montos en Unidades de Pesca, que equivalen al precio de un litro de gasoil. Estas multas puedan ser menores a 1000 Unidades de Pesca ni mayores a trescientas mil, sumado a que el armador debe afrontar los costos de remolcado del buque, portuarios, prácticos y tasas varias[34]. El 29 de enero, el Ministerio de Agricultura creó una Unidad Especial encargada específicamente de elaborar y ejecutar instrumentos para prevenir y desalentar la pesca INDNR, fijar y certificar las condiciones en las que se desempeña la pesca ilegal[35]. De este modo, y con los recursos disponibles, el Gobierno argentino dio varios pasos en la lucha por los recursos del Atlántico Sur.
Proyecciones de la situación bajo la administración Biden.
Si bien la mayoría de las políticas y posicionamientos norteamericanos analizados en el presente artículo fueron realizados durante la Administración Trump, se deben hacer tres aclaraciones fundamentales, para marcar una tendencia sobre las acciones que serán llevadas a cabo por la Administración de Joe Biden. En primer lugar, las políticas marítimas, de construcción de barcos para la Guardia Costera e incluso de seguimiento de los países que pescan ilegalmente en los mares del mundo, se pueden considerar como políticas de Estado a largo plazo, más allá de la inclinación geoestratégica de la Administración de turno. Estas políticas datan del Gobierno de Barack Obama, situándose los primeros reportes de la NOAA al Congreso estadounidense en 2008[36]. Las políticas de construcción de los buques clase Legend datan del 2015[37] y los posicionamientos contra la pesca ilegal datan, como fecha reciente, de la modificación de la ley en 2015[38].
Como segundo aspecto a considerar, los primeros indicios de la Administración de Joe Biden muestran un fuerte acercamiento a los actores de la sociedad civil dedicados a la conservación del medio ambiente, con un fuerte guiño dado por la vuelta de los Estados Unidos al Acuerdo de París. Incluso, la ONG Oceana, una de las más activas en el combate contra la pesca ilegal, sacó un comunicado apoyando las primeras acciones del nuevo presidente en la lucha contra el cambio climático, catalogándolas de esperanzadoras para los océanos[39]. Esto va en línea de un comunicado previo, emitido por el CEO de esta ONG, en la cual repudia la toma del Capitolio estadounidense de enero del 2021 parte de “racistas y sediciosos violentos”, como una “amenaza a los principios básicos de los principios, prácticas e instituciones de ese país” y resaltar lo imperdonable de las acciones de Donald Trump en ese contexto[40].
Finalmente, se debe considerar que, a fines de enero de 2021, la Subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung, denunció por Twitter[41] la presencia de una flota pesquera china a varios kilómetros al sudoeste de las islas Galápagos, que abarca un área equivalente al tamaño de Honduras. Chung también resaltó que esta flota es vigilada por los Estados Unidos, que cooperan con Ecuador y otros países para proteger la pesca de la región, en una de las zonas con mayores riquezas ictícolas del mundo. Estos pronunciamientos van en línea de los dichos y posteos en Twitter de anteriores secretarios de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, que también denunciaron la presencia de flotas chinas en el Pacífico sur, y responsabilizaron públicamente al gigante asiático de la depredación de las flotas ilegales[42].
Conclusiones.
En resumen, el Atlántico sur se ha vuelto, en los últimos años, una zona de crecientes disputas geopolíticas en cuanto al control de los recursos naturales como los calamares y otros provenientes de la pesca. Se puede decir, sin lugar a dudas, que las tensiones geoestratégicas se han trasladado lentamente a este escenario. El Gobierno argentino deberá maniobrar en estas aguas embravecidas, de forma de mantener la defensa de la soberanía en el Atlántico Sur contra toda amenaza externa, en pos de que lo pescado hoy no sea hambre para mañana, que se contribuya al desarrollo de un país con justicia social y recursos disponibles para el desarrollo propio, y no para la expoliación de potencias ocupantes o de flotas de allende los mares.
Federico Ortega es docente e historiador de la Universidad Nacional de La Plata, integrante del Equipo de Investigación sobre la Cuestión Malvinas (EdICMa) y del grupo de investigación sobre el Atlántico Sur y otras regiones de interés geopolítico. Actualmente investiga sobre cuestiones relacionadas con disputas de recursos naturales en los océanos, pesca y geopolítica marítima.
[1] Merino, Gabriel; Rang, Carlos (coordinadores) (2016). ¿Nueva guerra fría o guerra mundial fragmentada?: El resurgir de Rusia, el avance de China, los nuevos bloques emergentes y el desafío a las fuerzas unipolares de Occidente. Editorial Universitaria, Universidad de Río Cuarto, páginas 62 a 63. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.765/pm.765.pdf
[2]https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/01/15/estados-unidos-brindo-nuevos-detalles-de-la-operacion-cruz-del-sur-para-combatir-la-pesca-ilegal-en-el-atlantico-sur/
[3]https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/12/29/estados-unidos-envio-un-buque-de-la-guardia-costera-a-patrullar-el-atlantico-sur-para-contrarrestar-la-pesca-ilegal/
[4] https://www.infobae.com/america/america-latina/2020/12/31/mas-de-130-buques-pesqueros-depredan-el-atlantico-sur-por-que-la-guardia-costera-de-los-estados-unidos-vigila-la-zona/
[5]https://uy.usembassy.gov/es/entrevista-a-eric-geelan-acerca-de-la-visita-del-buque-uscg-stone-a-uruguay/
[6]https://www.gub.uy/ministerio-relaciones-exteriores/comunicacion/comunicados/ingreso-del-buque-united-states-coast-guard-cutter-stone-puerto-montevideo
[7]https://www.republica.com.uy/atraco-en-montevideo-el-buque-cutter-stone-de-la-marina-de-eeuu-id809550/
[8]http://oceanosanos.org/el-puerto-de-montevideo-continua-recibiendo-buques-pesqueros-extranjeros-sospechados-de-pesca-ilegal-en-la-zona-comun-uruguay-argentina/
[9] https://uy.usembassy.gov/es/aguas-mas-seguras-es-algo-que-todos-queremos-embajador-kenn-s-george-junto-a-oceanosanos/
[10] https://cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/comunicado-de-prensa-sobre-la-visita-del-guardacostas-uscgc-stone
[11]https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/01/29/el-buque-de-la-guardia-costera-de-eeuu-que-patrulla-el-atlantico-sur-finalmente-no-hara-escala-en-argentina/
[12] https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/en-el-marco-de-la-visita-del-guardacostas-uscgc-stone
[13] https://ar.usembassy.gov/es/la-guardia-costera-de-estados-unidos-cancela-visita-a-argentina/
[14]https://www.clarin.com/politica/controversias-eeuu-cancelo-viaje-patrulla-costera-argentina_0_a9mpSqyxv.html
[15]https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/02/01/malestar-en-washington-con-el-gobierno-argentino-porque-no-dejo-atracar-al-buque-mas-moderno-de-la-guardia-costera-de-estados-unidos/
[16] https://www.inidep.edu.ar/wordpress/?page_id=4542
[17] Mallory T.G, (2016). “Fisheries subsidies in China: Quantitative and qualitative assessment of
policy coherence and effectiveness”. En: Marine Policy. Número 68.
[18]http://oceanosanos.org/pesqueros-chinos-continuan-bajando-tripulantes-muertos-en-el-puerto-de-montevideo/
[19] https://www.state.gov/wp-content/uploads/2020/06/2020-TIP-Report-Complete-062420-FINAL.pdf
[20]https://www.infobae.com/sociedad/2021/01/30/desde-adentro-infobae-sobrevolo-el-mar-argentino-durante-una-operacion-de-la-armada-para-combatir-la-pesca-ilegal/
[21] http://oceanosanos.org/wp-content/uploads/2020/05/DENUNCIA-BUQUES-OCEANOSANOS.pdf
[22] https://www.sprfmo.int/meetings/scientific-committee/7th-sc-2019/
[23]http://www.fig.gov.fk/policy/jdownloads/Reports%20&%20Publications/State%20of%20the%20Falkland%20Islands%20Economy%202018.pdf
[24]https://es.mercopress.com/2021/01/20/falklands-ofrece-a-empresas-locales-extender-derechos-de-pesca-por-25-anos
[25] Ibidem.
[26]https://www.fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?country=0&monthyear=&l=e&id=111365&ndb=1&df=0
[27] https://www.fig.gov.fk/fisheries/overview/itq
[28]https://ww2.rspb.org.uk/Images/Falkland%20Islands%20fisheries%20detailed%20report%202017_tcm9-440547.pdf
[29] https://www.fig.gov.fk/fisheries/overview/zones/illex
[30]https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/marin/2020/01/07/nodosa-abre-2020-cartera-seis-buques-nueva-construccion/0003_202001P7C2991.htm
[31] https://www.opras.org/objetivos/
[32] https://www.opras.org/2020/05/30/argentina-solo-uno-mas-en-el-atlantico-sudoccidental/
[33]https://www.telam.com.ar/notas/202006/472728-zona-economica-exclusiva-pesca-ilegal-buques-extranjeros.html
[34] https://www.senado.gob.ar/parlamentario/parlamentaria/434514/downloadPdf
[35]https://www.infobae.com/politica/2021/01/29/el-gobierno-reforzara-los-controles-sobre-las-capturas-y-exportaciones-de-pescados-en-el-mar-argentino/
[36]https://www.fisheries.noaa.gov/national/population-assessments/previous-status-us-fisheries-reports
[37] https://ingalls.huntingtoningalls.com/our-products/nsc/
[38] https://www.congress.gov/114/plaws/publ81/PLAW-114publ81.pdf
[39] https://usa.oceana.org/press-releases/oceana-calls-president-bidens-initial-actions-climate-hope-our-oceans
[40] https://oceana.org/blog/ceo-note-condemning-lethal-attack-rule-law-united-states
[41] https://twitter.com/WHAAsstSecty/status/1355158938656899074
[42] https://twitter.com/WHAAsstSecty/status/1319629647949094918/video/1