Por un lado, el Foro de Davos representante occidental globalista de los intereses estadounidenses, y por el otro, el Foro Económico Euroasiático representante del eje euroasiático liderado por Rusia, pero que su visión se extiende hacia demás organizaciones regionales bajo las ideas multipolares.
No sólo permite distinguir a los grandes actores de la disputa, sino también las tendencias generales que describen la situación y el desarrollo de cada eje. El Foro de Davos se encuentra frente a diversas crisis internas y externas que resulta en una importante fisura entre sus miembros sobre la lectura de la situación actual, cómo afrontar los problemas y el desarrollo de soluciones. El Primer Foro Económico Euroasiático en pleno auge y refuerzo de sus proyectos posee un claro desarrollo de las relaciones entre sus miembros, sus intereses, proyecciones y una lectura común de las problemáticas actuales.
En este sentido, la crisis ucraniana, pero anterior a eso, el planteo y fuerte posicionamiento de Rusia ante la OTAN/EEUU sobre las líneas rojas y pedidos de negociación sobre seguridad, han profundizado y acelerado una tendencia que ya estaba en desarrollo: el proyecto multipolar. Aquí es clave comprender que dos de los principales procesos que movilizan los hechos actuales son el declinacionismo unipolar estadounidense por un lado, y el crecimiento principalmente de China, pero también de otros países asiáticos, por otro.
El Foro Económico Euroasiático, parte de la Unión Económica Euroasiática, demuestra la determinación de sus miembros en proteger sus intereses y valores. A partir de las decisiones políticas por parte de los líderes europeos, especialmente las sanciones, Rusia comienza a desprenderse de la Unión Europea como socio, y de la posibilidad cercana de Europa como gran socio de la Comunidad Euroasiática. Ahora Moscú se centra en el desarrollo de la Gran Eurasia mirando hacia el Este y el Sur, proponiendo la profundización de lazos comerciales, económicos y políticos entre los miembros, pero también con otras organizaciones regionales.
No obstante, el director del Club Valdai, experto en relaciones ruso-europeas y euroasiáticas, Timofei Bordachev, concluye que “la inevitable redistribución de recursos y poder a escala global no puede ocurrir de manera completamente pacífica, aunque la irracionalidad de una guerra ofensiva entre las grandes potencias, dado el factor de disuasión nuclear, nos brinda alguna esperanza para la preservación de la humanidad. En medio de la lucha que ahora cobra impulso, Rusia, al igual que Europa, es, a pesar de sus capacidades militares, un participante inferior en fuerza a las principales partes en conflicto: China y Estados Unidos”.
Foro Económico Mundial o Foro de Davos
El Foro Económico Mundial se describe como “la Organización Internacional para la Cooperación Público-Privada, que involucra a los principales líderes políticos, comerciales, culturales y de otro tipo de la sociedad para dar forma a las agendas mundiales, regionales e industriales”.
“Los asistentes al FEM son representativos de las élites mundiales que ejercen el poder político y económico y, a la manera de los superhéroes, parecen haber adoptado una actitud benefactora de «un gran poder conlleva una gran responsabilidad»”, expresó Sonali Kolhatkar en Las élites en Davos fingen preocuparse por la desigualdad.
En el panel “Perspectivas geopolíticas en Davos 2022: «La guerra no es la respuesta», los líderes resaltaron el temor a “que la política en beneficio propio pueda deshacer el orden mundial basado en normas”, producto de “las consecuencias directas de la invasión rusa no solamente en Ucrania, sino también en el resto del mundo”.
En la gran sección de geopolítica del portal Inteligencia Estratégica del Foro en donde se desarrollan a detalle las “perspectivas estratégicas e inteligencia contextual”, es decir su visión acerca de cada temática que atraviesa el mundo y que luego les permite “dar forma a las agendas mundiales, regionales e industriales”, se reconoce que “nuevos centros de poder con diferentes valores y visiones están rehaciendo el orden mundial” y que eso conlleva que “la gobernanza global tradicional está bajo presión”.
Este punto reconoce la ‘profunda transformación’ del panorama geopolítico ‘dando lugar a un orden mundial que es a la vez multipolar y multiconceptual’.
“Muchas de las instituciones que han dado forma a la política y la economía mundial desde mediados del siglo XX ahora deben reinventarse para prepararse para un siglo XXI multipolar y multiconceptual”.
Se menciona la evolución de los roles de EEUU y China como ‘centro de esta agitación’, pero también “los patrones de influencia, cooperación y competencia también están cambiando entre un grupo más amplio de países que incluye a Rusia, India, varios Estados de Europa y Medio Oriente, y el Sur Global (que incluye gran parte de África, América Latina y el Caribe, y Asia)”.
A su vez, se reconoce que el “giro multiconceptual en la política mundial también es evidente en los desacuerdos occidentales sobre los valores políticos centrales, incluidas las diferencias cada vez más fuertes entre los miembros de la Unión Europea”.
El sinólogo, Eamon McKinney, analiza la crisis globalista explicando que se encuentra en una carrera contra reloj a partir de la posibilidad de la victoria de Trump en 2024 y una implosión de la economía mundial. “Se producirá un Gran Reinicio, pero no el que pretenden los globalistas”, dice el experto. Todo esto conlleva a una gran desesperación por parte de este eje para no perder terreno en el tablero geopolítico actual.
La crisis ucraniana fue uno de los ejes centrales del evento, y el punto que marcó una de las principales fisuras a partir de las diferencias de opinión entre el ex secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, y el financista George Soros. Ambos participaron en el Foro, en paneles distintos, y aunque coinciden en que la situación Ucrania-Rusia es el principal conflicto que enfrenta el mundo, mostraron visiones muy distintas sobre posibles soluciones a la guerra en Ucrania y las relaciones con Rusia, pero también hablaron sobre el rol de China y cómo debe abordarlo EEUU. Mientras Kissinger habló de conversaciones de Paz entre Rusia y Ucrania, Soros expresó que la única forma de preservar ‘nuestra civilización’ es ‘derrotar a Putin’.
Kissinger explicó que lo ideal no era otorgar la membresía de Ucrania en la OTAN, sino al contrario que se pudiera constituir como un Estado neutral y así ser un puente entre Rusia y Europa. Considera a Rusia como actor importante para el equilibrio europeo ya que ha sido parte esencial de Europa durante 400 años. Principalmente estableció que lo importante es evitar que ‘Rusia no se vea impulsada a una alianza permanente con China’.
«Las partes deberían ser llevadas a conversaciones de paz dentro de los próximos dos meses. Ucrania debería haber sido un puente entre Europa y Rusia, pero ahora, a medida que las relaciones se reforman, podemos entrar en un espacio en el que se vuelve a trazar la línea divisoria y Rusia queda completamente aislada. Ahora nos enfrentamos a una situación en la que Rusia podría alejarse por completo de Europa y buscar una alianza permanente en otro lugar. Esto puede conducir a distancias diplomáticas similares a las de la Guerra Fría, lo que nos hará retroceder décadas. Debemos esforzarnos por lograr una paz a largo plazo».
Respecto a China, Kissinger dijo que tanto Estados Unidos como China deberían ‘llegar a alguna definición de cómo conducir la relación a largo plazo’ y que eso dependía de sus capacidades estratégicas e interpretaciones de esas capacidades.
Además destacó que junto a Rusia y China, el surgimiento de potencias nucleares adicionales, especialmente de Irán; el ascenso de países como India y Brasil que ‘tendrán’ que integrarse a un sistema mundial; y la ruptura en ‘los arreglos económicos’ que llevan a ‘replantearse la definición y el funcionamiento de un sistema global’, son los ‘desafíos a superar, sino vamos a vivir en un mundo cada vez más conflictivo y caótico’.
Por su parte, el fundador y presidente de Open Society Foundations, George Soros, expresó que ‘la invasión rusa a Ucrania puede haber sido el comienzo de la Tercera Guerra Mundial y es posible que nuestra civilización no sobreviva’.
“Debemos movilizar todos nuestros recursos para que la guerra termine pronto. La mejor y quizás la única forma de preservar nuestra civilización es derrotar a Putin lo antes posible. Esa es la conclusión”.
El financista dijo que ‘los regímenes represivos’ están en ascenso y que China y Rusia ‘presentan la mayor amenaza para la sociedad abierta’ (“En una sociedad abierta, el papel del estado es proteger la libertad del individuo; en una sociedad cerrada, el papel del individuo es servir a los gobernantes del estado”).
El analista Alastair Crooke, concluye que se están ‘viendo los primeros indicios de fracturas en la postura de Estados Unidos sobre Ucrania’. Los miembros de Davos, dice Crooke, tienen “miedo a otra debacle, tras la de Afganistán. Una que se agrava cuando la «guerra» contra Rusia se convierte en un bumerán con el colapso económico de Europa, y cuando la inversión de ocho años de la OTAN en la construcción de un ejército de proximidad exitoso según los estándares de la OTAN se convierte en polvo.
Foro Económico Euroasiático
El primer Foro Económico Euroasiático (FEE) fue creado por una decisión del Consejo Económico Supremo de Eurasia y programado para coincidir con la reunión de la Unión Económica Euroasiática (UEEA), tiene como objetivo seguir desarrollando la cooperación económica entre los Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática.
El tema principal del FEE es “la integración económica euroasiática en una era de cambio global. Nuevas oportunidades para la actividad inversora”. Se discutieron direcciones para el desarrollo estratégico de la integración, profundizando la cooperación en los entornos industrial, energético, de transporte, financiero y digital.
La Unión Económica Euroasiática se describe como ‘una organización internacional para la integración económica regional’. “Prevé la libre circulación de bienes, servicios, capital y mano de obra, persigue una política coordinada, armonizada y única en los sectores determinados por el Tratado y los acuerdos internacionales dentro de la Unión”.
Mientras que el Foro de Davos está compuesto por muchísimos actores de élite y sectores privados, el FEE está compuesto por Estados. Los miembros de la Unión Económica Euroasiática son la República de Armenia, la República de Bielorrusia, la República de Kazajstán, la República Kirguisa y la Federación Rusa.
La Unión se crea para mejorar integralmente, aumentar la competitividad y la cooperación entre las economías nacionales y promover un desarrollo estable con el fin de elevar el nivel de vida de las naciones de los Estados miembros, comunican desde su portal oficial. Está compuesta por el Consejo Económico Supremo de Eurasia, el órgano supremo de la Unión, que incluye a los Jefes de los Estados miembros de la UEEA; el Consejo Intergubernamental, un órgano de la Unión integrado por los Jefes de Gobierno de los Estados miembros; la Comisión Económica Euroasiática, un organismo regulador supranacional permanente de la Unión, con sus miembros designados por el Consejo de la Comisión y la Junta de la Comisión; el Tribunal de la Unión Económica Euroasiática, el tribunal de justicia de la Unión Económica Euroasiática, que garantiza la aplicación uniforme del Tratado de la UEEA y otros tratados de la Unión por parte de los Estados miembros y órganos de la Unión.
Durante la sesión plenaria del Foro en Bishkek (Kirguistán), el presidente de la República Kirguisa que preside actualmente la Unión, Sadyr Zhaparov, expresó que ante la presión externa la respuesta es fortalecer la coordinación entre los miembros.
“La presión externa sobre cualquiera de los estados miembros no puede considerarse aisladamente de toda la Unión o de cualquier estado miembro. En este sentido, necesitamos trabajar de manera coordinada y fortalecer la coordinación de nuestras acciones”
Por su parte, el Primer Ministro de la República de Bielorrusia, Roman Golovchenko, propuso intensificar el trabajo para ampliar el uso de las monedas nacionales por parte de los estados de la UEEA en los acuerdos comerciales, previendo la fijación de precios y la moneda de los contratos en monedas nacionales.
“La Unión Económica Euroasiática es nuestra defensa confiable contra las amenazas externas. Este es un gran mercado, gran demanda, una gran cantidad de mano de obra y recursos financieros. Sólo mediante esfuerzos conjuntos, fortaleciendo y profundizando la integración, podremos resolver todas las tareas más importantes, encontrar nuevas oportunidades para el desarrollo y resistir la presión externa”, dijo Golovchenko.
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante su intervención en la sesión plenaria dijo que si bien no descartan el interés por ingresar a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y establecer relaciones con socios occidentales, hoy la “máxima prioridad es establecer relaciones con nuestros vecinos inmediatos y naturales de la economía común en la Unión Soviética”.
Dejó en claro en la conclusión de que “la Gran Eurasia es, sin exagerar, un gran proyecto de civilización, y la idea principal es crear un espacio común de cooperación igualitaria para las organizaciones regionales”.
“La Gran Asociación Euroasiática está diseñada para cambiar la arquitectura política y económica, para convertirse en garante de la estabilidad y la prosperidad en todo el continente y, por supuesto, teniendo en cuenta la diversidad de modelos de desarrollo, culturas y tradiciones de todos los pueblos. Estoy seguro, y ya está claro, que este será el tipo de centro que interesará a mucha gente”.
Analizó que debido a las tendencias económicas globales el centro del desarrollo económico se está desplazando gradualmente, a la región de Asia-Pacífico. Explicó que en la situación internacional actual en donde ‘los lazos comerciales y económicos tradicionales y las cadenas de suministro se están desmoronando, la iniciativa rusa de formar una gran asociación euroasiática adquiere hoy un significado especial’.
En ese sentido detalló que la Unión Económica Euroasiática estableció una hoja de ruta para la industrialización que incluye más de 180 proyectos con un volumen de inversión total de más de 300.000 millones de dólares. También se preparó un programa de desarrollo agroindustrial que incluye más de 170 proyectos por valor de 16.000 millones de dólares. Destacó que la práctica de las liquidaciones en moneda nacional se está extendiendo, por lo que la proporción de monedas nacionales en el comercio mutuo alcanzó el 75%.
También habló acerca de la importancia de ‘acelerar el diálogo’ sobre mecanismos financieros y de liquidación internacionales propios, incluida la transición de SWIFT a los contactos de corresponsalía directa entre bancos de países amigos, incluso a través del sistema de mensajería financiera del Banco Central de Rusia. “También proponemos reforzar la interacción con los principales centros financieros de la región de Asia-Pacífico”.
Las ambiciones de cooperación no sólo las propone desde el interior de la Comunidad Económica Euroasiática (EurAsEC) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI), sino también con las regiones de Asia, América Latina y África. En ese sentido agradeció el apoyo de los miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes se pronunciaron a favor de crear una amplia asociación euroasiática. “La Organización de Cooperación de Shanghai, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y otras organizaciones han mostrado su interés en esta iniciativa”, dijo el mandatario.
Propuso algunas ideas concretas para el desarrollo integral de la Gran Asociación Euroasiática:
- Desarrollar instituciones comunes para el continente en los puntos clave de crecimiento, lo que incluye pensar en la creación de un centro de exportación y casas comerciales euroasiáticas, acelerar los trabajos para la formación de una compañía de reaseguros euroasiática y explorar el desarrollo de zonas económicas especiales transfronterizas, quizás incluso con poderes supranacionales.
- Desarrollar más activamente la cooperación entre EurAsEC y los socios extranjeros, para informarles sobre los beneficios y las ventajas de trabajar con EurAsEC, sobre nuestros proyectos y planes clave.
- Apoyar la libertad de iniciativa empresarial, las actividades creativas de las empresas y nuestros inversores. Sugiero que creemos más y mejores incentivos para que participen más activamente en la financiación de proyectos euroasiáticos. Las empresas que representan a las empresas nacionales de los países de la EurAsEC deberían, por supuesto, recibir un apoyo prioritario en este sentido.
- Elaborar una estrategia global para el desarrollo de la Gran Asociación Euroasiática, que debería reflejar los principales retos internacionales a los que nos enfrentamos, así como definir los objetivos futuros y contener las herramientas y los mecanismos para alcanzarlos. Deberían considerarse otras medidas para desarrollar un sistema de acuerdos comerciales y de inversión, incluidos los que implican a los Estados miembros de la OCS, la ASEAN y los BRICS.
Por último me gustaría señalar dos análisis interesantes. Primero el del sinólogo, Eamon McKinney, quien relata cómo, “según el Banco Mundial, más de 70 países se encuentran en una situación económica peligrosa”, en donde “sus deudas son impagables, y la solución del FMI de ajuste estructural (austeridad), privatizaciones y recortes en los servicios gubernamentales, condenaría a estos países a generaciones de privaciones y malestar social”.
Allí, McKinney, describe que una posible salida para estos países podría ser ‘repudiar la deuda por completo y abandonar el modelo bancario occidental’. Explica que las alternativas al SWIFT que tienen tanto China como Rusia son una gran oportunidad y que ambos países “ofrecen inversión para el desarrollo, no injerencia y respeto a la soberanía de los países. Cosas que todos los países valoran, pero que son inalcanzables bajo la dominación occidental. Muy pronto, los países del Sur Global tendrán que decidir con quién quieren alinear su futuro”.
Y segundo, el del analista Yaroslav Lissovolik, quien afirma que “la formación de plataformas amplias e inclusivas que abarquen el Sur Global permitirá a las economías en desarrollo crear sus propias puertas de entrada a la integración en la economía global”.
En ese sentido, una posible variable incluye que “un conjunto más diverso de bloques regionales que se proponga una integración más profunda podría incluir una plataforma BRICS+ que comprenda la Comunidad de Desarrollo de África del Sur (SADC), MERCOSUR, BIMSTEC, el TLC China-ASEAN, la Unión Económica Euroasiática (UEE)”.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Logo de la Unión Económica Euroasiática. Extraída del portal oficial portal.eaeunion.org.