1-La crisis económica de larga evolución del sistema global del imperialismo y del capitalismo neoliberal globalizado con sus graves desequilibrios socio económicos largamente acumulados por todo el mundo, y, las repercusiones en la competencia y rivalidades entre tres o cuatro potencias desarrolladas que apunta a una pérdida de la hegemonía del Hegemón imperialista neoliberal ubicado en EEUU que ha precipitado el complejo proceso del surgimiento de un Sistema Multilateral, con perturbaciones y exacerbación de procesos políticos y diplomáticos globales, y a la proliferación de conflictos regionales muchos de los cuales han llevado a enfrentamientos militares prolongados y guerras “ controladas” o delimitadas entre dichas potencias, sin que se haya llegado aún al uso (no descartable) de armas nucleares.
2. El acelerado cambio tecnológico y de las Fuerzas Productivas especialmente en las potencias desarrolladas hacia la robotización, la inteligencia artificial y la miniaturización de sus productos, con una gigantesca ampliación y expansión ilimitada de la llamada revolución científica y tecno-informática, que ha llevado a la concentración de enormes riquezas en manos de las compañías multinacionales poseedoras de tales tecnología de punta; sin que se haya resuelto la contradicción básica entre las Fuerzas Productivas y las Relaciones de Producción que le deben corresponder.
3. El cambio climático con todos sus fenómenos deletéreos como terremotos, maremotos, polución del aire, mares de plástico y basurales gigantescos, calentamiento global, incendios forestales incontrolables, inundaciones, ecocidios y tala de bosques naturales, inundaciones y su secuela de sequías, desertificaciones, plagas y enfermedades desconocidas hasta el momento, pérdida de cosechas y hambre generalizada, etc; que ha forzado una crisis energética de grandes proporciones, con su posible cambio del paradigma energético y grandes transformaciones en la industria automovilística global asentada en las potencias desarrolladas.
4. La llamada revolución demográfica que ha concentrado y hacinado enormes masa poblacionales en megalópolis y gigantescas ciudades, difíciles de cubrir con los servicios públicos esenciales para la vida por los diferentes Estados tanto del centro capitalista desarrollado como de la “Periferia subdesarrollada” (convertida en patios traseros o zonas libres para el saqueo de sus productos y materias primas naturales ), y en donde las mínimas condiciones de vidas son aún más difícil de resolver, produciendo graves crisis sociales, precarización, desempleo, desigualdades, estratificaciones sociales, miseria, y cambio acelerado de los valores tradicionales con su secuelas de descontentos, intolerancias e inconformidades agresivas.
5. El aparecimiento del virus Corona, totalmente desconocido para el sistema inmune del hombre actual, el que debido a las condiciones generales de vida anotadas y al incremento de “la industria sin chimeneas” del turismo masivo y a la rápida movilización de grandes masas poblacionales, rápidamente se tornó en pandemia global, incrementando TODOS los factores entrópicos antes mencionados.
Teniendo en mente este sombrío panorama global (que debo advertir no abarca la Totalidad de la compleja y contradictoria realidad global), es cómo podemos entender y contextualizar no ya el aparecimiento en Colombia de esa fuerza maligna combinada del narco- para- militarismo oficial, OJO, oficial, sino su afianzamiento transnacional como una fuerza armada auxiliar de una fuerza Imperial mayor para la exportación; formada, financiada y entrenada por sus instructores estadounidenses en la múltiples bases militares que para ello tiene en todo el territorio de un desventurado país como Colombia, con un valor económico agregado adquirido en la experiencia de la guerra de Vietnam: el de convertir los cadáveres de los adversarios en simples mercancías.
Ya no son los valores de uso para la vida como el agua, o el aire, o la vida misma, como el sexo; lo que se ha convertido en mercancía. Es el “body count” basado en la vieja práctica del salvaje oeste norteamericano del “body hunter” o cazarrecompensas que todos hemos visto en las películas clásicas de aquellos vaqueros mal hablados de Hollywood, que dejó millones de cadáveres vietnamitas en aquella guerra; sino el valor agregado perfeccionado en el conflicto armado colombiano que dejó según datos incompletos más de 10 mil Falsos Positivos durante el “Uribato” de Uribe Vélez y Juan Manuel Santos.
No sabemos aún cuál fue el valor de cambio de cada cadáver de aquellos ingenuos muchachos crédulos de la seriedad de los contratos de trabajo que les ofrecían aquellos militares y narco para-militares OJO, oficiales. Los economistas del Régimen colombiano tan minuciosos en estos balances no han hecho, hasta ahora, ese aporte a la ciencia económica universal de la infamia.
El régimen del “Uribato”, sin ninguna vergüenza (¿qué vergüenza pueden tener esos dos matarifes hipócritas?) se ufanaron ante el mundo por boca del su ministro de defensa (mi homónimo “Pinzón el Bueno”, sobrino de un narcotraficante de apellido Bueno que paga condena perpetua en USA ) y presentaron esta adquisición económica militar colombiana ante el mundo, el US army y la OTAN, como “exportación de servicios de seguridad” y claro, rápidamente fueron contratados por las compañías trasnacionales reclutadoras de mercenarios en las diferentes guerras y conflictos armados que se desarrollaban en ese momento en el Globo: Irak, Afganistán, Siria, Libia, Somalia, Yemen, y otros países petroleros de la península arábiga.
Al haberse liquidado la Farc-EP en el pacto Santos Timolíon /2016, muchos de esos experimentados masacradores y genocidas narco-para-militares OJO, oficiales, quedaron desempleados y sin recompensas lo que aumentó la oferta de ellos en el mercado trasnacional (ese es otro de los beneficios económicas del post conflicto de Santos que llevará divisas y US dollars a Colombia).
Y como por las mismas fechas del pacto antes mencionado se empezó a dar la derrota de la intervención militar estadounidense en Siria y en Irak, iniciándose también el estancamiento de los 20 años de la costosa guerra en Afganistán, la que finalmente llevó (este mes de julio de 2021) a la “retirada” de los ejércitos de la OTAN en ese cementerio montañoso de Imperios como se llama a Afganistán y, cuyas implicaciones o repercusiones en todo el Asia Central todavía están por analizarse, posiblemente mayores a la derrota de Vietnam, como por ejemplo, obligar a los estrategas estadounidenses a replegarse hacia una Región más vital y trascendental para los intereses económicos y políticos de los EEUU como puede ser el “Mare Nostrum” del Caribe (estadounidense desde mediados el siglo XIX, por aquello de la doctrina Monroe), para poder llenar el inmenso vacío militar imperialista dejado en aquellas montañas asiáticas.
Entonces, vemos pasmados el aparecimiento desembozado y abierto de esa fuerza maligna Colombo-Yanqui de narco- para-militares OJO, oficiales, que también ha empezado a actuar sin encubrimientos en Venezuela y en Haití, países estos que como es sabido por todo el mundo están pendientes de que se cumpla la amenaza reciente lanzada por el presidente USA Biden, “de utilizar todas las opciones, que están sobre la mesa”
Venezuela, ya lo sabemos: el castrochavismo. Haití también lo sabemos: no permitir bajo ninguna circunstancia una insurrección popular que ponga en riesgo el saqueo inmisericorde de ese régimen neocolonial perfecto que, junto con la base de Guantánamo en el Sur de la isla de Cuba garantiza el paso de más del 70% del tráfico marítimo de Norteamérica hacia el canal de Panamá por aquel olvidado o poco mencionado pasadizo profundo de 80 Km de ancho y de enorme significado geoestratégico llamado “Windard Passage”, o en poético castizo el Paso de los Vientos. Poniendo a Cuba socialista en la mira de la remozada geoestratégica estadounidense para todo el Caribe, que considera llegado el momento de contrarrestar en su Patio Trasero caribeño, el desbalance marítimo ocurrido por uno de sus grandes rivales en Crimea, en el Mar Negro.
Aprovechándose de los grandes sufrimientos humanos producidos en el seno del heroico y combativo Pueblo cubano, por más de 60 años de un criminal bloqueo imperialista con todo tipo de sanciones destructivas, aumentadas por la guerra comercial global contra sus rivales de Trump, que Mr. Biden no se atreve a levantar a pesar de haberlo solicitado por mayoría absoluta la Asamblea General de la ONU, que este 23 de junio pasado aprobó su levantamiento por 184 votos contra dos: EEUU e Israel.
Los servicios secretos imperiales consideraron que se podía aprovechar el descontento social y los desajustes provocados por algunas medidas de las reformas económicas iniciadas últimamente, con el fin de forzar una especie de “revolución de colores” exitosa en otras partes, para producir un cambio de régimen en la Cuba socialista antes de que el clamor universal para que se levante dicho bloqueo obligue a las autoridades estadounidenses a su suspensión. Y así, mediante el uso robotizado de la más avanzada tecnología informática que poseen, lanzaron una mentirosa campaña de bulos por las llamadas redes sociales y plataformas mediáticas con el fin de provocar el estallido social esperado desde hace 60 años, y amenazar con una posible intervención militar solicitada por la gusanera de Mayami.
Pero el rechazo popular a tales oportunistas pagados, incitadores de los desórdenes, acompañado de grandes y masivas muestra de solidaridad universal con el pueblo cubano y su revolución pidiendo el levantamiento total y definitivo del bloqueo criminal como causante de todos los padecimientos del sufrido pueblo cubano, así como el respaldo irrestricto al gobierno cubano de los gobiernos de Rusia y China, al parecer ha parado esta ofensiva inicial sin que esto signifique que no va a continuar la guerra híbrida en todo el Caribe, que incluye a Venezuela y a Nicaragua, usando el trampolín de República Dominicana . Aquí, precisamente es donde entran en la escena geoestratégica la ominosa, sombría y maligna fuerza destructora y asesina de los narco-para-militares OJO, oficiales de Colombia.
Notas:
*Médico, antropólogo y ensayista colombiano
Fuente: Colaboración