Nuestra América

Cuba: una gira para Rusia y China

Por Víktor Jéifetz*
El presidente cubano Miguel Díaz Canel está en su más larga gira desde antes de la pandemia: visitó Argelia, la Federación Rusa y Turquía, y el jueves voló a China.

Ocasiones notables: la inauguración del monumento a Fidel Castro en Moscú y el 70 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.

con Ankara, son sólo motivos. El presidente de Cuba fue por inversiones y contratos. El país tiene una gran necesidad de combustible y programas para apoyar el decrépito sistema de energía eléctrica, carece de alimentos y medicinas. La dolarización parcial de la economía aún no ha traído los resultados esperados por las autoridades.

Las negociaciones con los argelinos y los turcos pueden ser consideradas exitosas por Díaz Canel. Los primeros prometieron a los cubanos retrasar los pagos de la deuda, proporcionar una planta de energía solar y reanudar el suministro de petróleo. Los segundos se refirieron al aumento de la facturación comercial y la intensificación de la cooperación en la industria de la energía.

El presidente de Cuba, Miguel Diaz-Canel, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, este martes en la inauguración del monumento a Fidel Castro en Moscú. Foto: SERGEI GUNEYEV (AFP) 

La atención se centra en Moscú y Pekín. Aquí no todo es fácil. El «aliado histórico», Rusia, es cauteloso. El papel de Cuba como socio comercial de Moscú es ahora pequeño y no tiene importancia militar, como en los días de la URSS. Rusia ya ha dado una serie de pasos que deberían acercar las relaciones entre Moscú y La Habana al nivel que existía antes de la “fuga” de la URSS desde las costas del Caribe, Rusia ya lo ha hecho. A Cuba ya se le perdonó la parte del león de las deudas y nuestras empresas iniciaron sus actividades en la isla. Pero para acercarse económicamente aún con más actividad (es decir, para aumentar el número de préstamos sin intereses y suministros de energía preferenciales), el Kremlin quisiera una demostración clara de la lealtad cubana. Las declaraciones rutinarias sobre el apoyo a un mundo multipolar no son suficientes.

La Habana, en el tema de la crisis ucraniana, no está lista para un incondicional apoyo a Moscú como por ejemplo lo muestra Corea del Norte. Lo máximo a lo que las autoridades cubanas se avienen es a abstenerse de votar en la Asamblea General de la ONU las resoluciones de condena a la Federación Rusa. La posición cautelosa de La Habana se debe a la necesidad de maniobrar entre Rusia, que potencialmente puede brindarle un apoyo importante, y Estados Unidos, que poco a poco va a volver al curso de Barack Obama de reparar las relaciones. El presidente Joe Biden ha comenzado a desmantelar el legado de su predecesor, Donald Trump, brindando ayuda humanitaria a La Habana y suavizando las restricciones a las transferencias de dinero, así como permitiendo viajes educativos y profesionales. Cuba entiende que Washington sigue de cerca la dinámica de las relaciones ruso-cubanas. La Habana está esperando: las medidas a medias no salvarán la economía, pero un acercamiento demasiado rápido y a gran escala con Rusia o Estados Unidos podría costar las relaciones con cada una de las “grandes potencias” en conflicto. La visita de Díaz Canel a Beijing es el primer viaje de un presidente latinoamericano a China desde la reelección de su líder Xi Jinping. Los chinos prestan atención a los detalles y la llegada de una delegación de La Habana es una señal clara para Washington de que está listo para continuar su actividad en el bajo vientre estadounidense. La posición geopolítica de China es mejor que la de Rusia y tiene mucho más margen de maniobra. En el contexto de la guerra comercial y económica entre Washington y Beijing la plataforma de apoyo en el Caribe creada por los chinos en la década de 1990 está ganando nuevo valor. Las oportunidades económicas de Xi Jinping son enormes. Al mismo tiempo, los chinos no quieren actuar exclusivamente como donantes y esperan.

¿Qué ofrecerá La Habana a cambio? En Oriente, no es costumbre apresurarse.

Víktor Jéifetz* es editor jefe de “América Latina”, órgano del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia. Catedrático de la Universidad de San Petersburgo.

Esta nota fue publicada en “América Latina” / traducción y adaptación Hernando Kleimans

Imagen de portada: (Prensa Latina) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo hoy que durante su visita oficial a Rusia se pudo constatar que la colaboración bilateral ha avanzado.

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