Europa

Control sobre el Mar Negro: zona en tensión (I)

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
Hace varios meses que la atención y tensión geopolítica y militar están puestas en el Mar Negro.

No son nuevos los motivos y objetivos que impulsan estas tensiones, como tampoco las excusas para llevar adelante ejercicios militares en una zona estratégica. La OTAN, Estados Unidos y sus aliados, especialmente Ucrania, buscan cercar y presionar a Rusia a lo largo de todas sus fronteras. Actualmente el foco está puesto en el Mar Negro, zona euroasiática estratégica. 

Los argumentos para realizar esos ejercicios militares se justifican debido al movimiento y aumento militar de Rusia cerca de las fronteras de Ucrania y por la anexión de Crimea en 2014.

“Hemos visto un aumento significativo de Rusia en el Mar Negro, sobre todo con la anexión ilegal de Crimea, y también con más presencia naval en el año”.

Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Tanto la OTAN como EEUU liderando la Alianza, buscan desmantelar la Convención de Montreux y lograr tener una mayor presencia militar estratégica en la región, lo que provocaría una mayor desestabilización no sólo en el Mar Negro.

Moscú ha advertido reiteradamente que cualquier despliegue y aumento militar en el Mar Negro o en cualquier parte de su frontera, o líneas rojas, provocaría una aumento de las tensiones y una respuesta directa de Rusia.

El Mar Negro como zona geoestratégica

El Mar Negro separa Europa oriental de Asia occidental, conecta el Mar Egeo y el Mar Mediterráneo a través del Mar de Mármara mediante los estrechos turcos: Bósforo y Dardanelos. También está conectado al Mar de Azov a través del estrecho de Kerch. 

Turquía, Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Rusia y Georgia tienen costas en el Mar Negro. 

El estrecho turco del Bósforo es la única salida de tráfico marítimo al exterior de cuatro países: Bulgaria, Rumania, Ucrania y Georgia, mientras que Rusia y Turquía tienen puertos comerciales y salida al exterior por otros mares. 

El Mar Negro posee una importante fuente de recursos energéticos como petróleo y gas natural. También es el corredor de tránsito de los recursos energéticos del Mar Caspio hacia Europa.

En esta ruta de comercio y tránsito convergen diversas culturas, religiones y pueblos que han protagonizado confrontaciones en la región a lo largo de toda la historia. El Mar Negro supone una proximidad estratética, para varios actores internacionales, a la región Área Área Islámica, Los Balcanes, Asia e incluso el Magreb y África.

Predominar esta zona geopolítica supone tener un gran control sobre el espacio euroasiático. 

Estados Unidos y la OTAN se han encargado de tener presencia allí. Poseen bases estadounidenses en Rumania y Bulgaria, realizan ejercicios militares anuales, brindan apoyo y entrenamiento a países aliados.

La OTAN ha declarado al Mar Negro como zona estratégica y se ha dedicado a ampliar su presencia militar en la zona. En estos últimos meses han utilizado nuevamente a Ucrania como argumento. Ucrania, la Unión Europea y los países miembros de la OTAN liderados por Estados Unidos, no sólo “no reconocen ni reconocerán la anexión ilegal e ilegítima de Crimea por parte de Rusia”, sino que también denuncian su “ocupación temporal”.

Según informaron desde Descifrando la Guerra, durante una rueda de prensa con el Primer Ministro ucraniano Denys Shmygal en febrero de este año, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg dijo: “hemos visto un aumento significativo de Rusia en el Mar Negro, sobre todo con la anexión ilegal de Crimea, y también con más presencia naval en el año”. El primer ministro ucraniano anunció también que comenzarán a “construir dos bases navales, una en el Mar Negro y otra en el Mar de Azov” con ayuda financiera de Reino Unido.

También se informó que otro motivo para aumentar la “presencia policial aérea y también en tierra con más tropas de la OTAN, entrenando y estando en activo en la región” como “el apoyo para las fuerzas marítimas de Ucrania y Georgia” se debe a que, según Stoltenberg, ningún país en solitario puede dominar esta región, refiriéndose a Rusia.

Pero como anticipamos, la OTAN no sólo tiene intereses de aumentar su presencia unicamente en el Mar Negro, sino también en el Mar de Barents, el Mar Báltico y el Mediterráneo, logrando “el refuerzo más grande y más fuerte de la defensa colectiva de la OTAN desde el final de la Guerra Fría”.

De los seis países que tienen costa en el Mar Negro, tres son miembros plenos de derecho en la OTAN: Turquía, Rumania y Bulgaria; dos son socios cercanos de la Alianza y opositores a Rusia: Ucrania y Georgia; el último país es Rusia. Además, la OTAN y EEUU cuentan con el apoyo total del Reino Unido en la región, y la presencia de fuerzas militares de países como Australia o Brasil para ejercicios.

Pepe Escobar nos explica que cuando la Casa Blanca habla de “fortalecer las relaciones transatlánticas” significa “una cooperación más estrecha con nuestros nueve aliados en Europa Central y las regiones del Báltico y el Mar Negro en la gama completa de desafíos que tenemos por delante”. 

Lo que llaman “Bucarest 9” incluye a los miembros del Visegrado (República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia); el trío báltico (Estonia, Letonia y Lituania); y dos vecinos del Mar Negro (Bulgaria y Rumanía). Ucrania, no se encuentra aún, aunque Zelensky se encuentre rogando a gritos.

El objetivo de la OTAN y Estados Unidos está puesto hace varios años, en toda la región y países situados entre los mares Báltico y Negro.

¿Por qué a Estados Unidos le interesa desmantelar la Convención de Montreux? 

La Convención de Montreux fue el resultado de los debates acerca de quién debía controlar el estratégico paso marítimo que conecta el Mar Negro con el Mar Mediterráneo. El acuerdo internacional firmado en 1936, estableció que el Reino Unido transfirió a Turquía la soberanía sobre los estrechos del Bósforo y los Dardanelos.

El estatuto de los estrechos de la Convención de Montreux establece que los Estados no costeros del Mar Negro pueden enviar buques de guerra exclusivamente de superficie con un peso total de 30 mil toneladas y su permanencia se limita a 21 días, realizar hostilidades está totalmente prohibido y Turquía es la facultada para supervisar el cumplimiento de las normativas en estas aguas. Actualmente cualquier portaaviones excede el tonelaje permitido. 

Es evidente entonces por qué Estados Unidos necesita deshacerse de la Convención Montreux. El Acuerdo limita por mucho cualquier intención de movilizar embarcaciones importantes por los estrechos y quedarse por tiempo indefinido. Por lo tanto, cercena la estrategia de la OTAN de aumentar la presencia militar en el Mar Negro y mantener una presión militar sobre Rusia.

A principios de este año se generó un gran debate interno en Turquía acerca de una posible retirada del Convenio. Sin embargo, el ministro de Exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu aseguró en abril que seguirán “aplicando de manera imparcial y transparente la convención como lo hacemos desde 1936 pero una convención no es suficiente para asegurar la estabilidad en solitario. La tensión en alza en la región preocupa a todos nosotros”.

El jefe de la Delegación rusa de Control de Armas en Viena, Konstantin Gavrilov dijo, durante un seminario de la Organización de la Cooperación y Seguridad Europea (OSCE), que “Estados Unidos y la OTAN desarrollan sus actividades militares no en algún lugar del Atlántico o en el Caribe, sino a 20 o 30 kilómetros de nuestras fronteras”.

Rusia advirtió reiteradamente que “la escalada de tensiones político-militares directamente en nuestras fronteras conlleva una carga de confrontación”, dijo el  Director del Cuarto Departamento Europeo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Yuri Pilipson.

Este sábado el portal ruso Avia.pro aseguró que “La aparición en el Mar Negro de una gran cantidad de barcos de la OTAN y la realización regular de ejercicios militares dirigidos principalmente contra Rusia, obligó al ejército ruso a preparar una trampa mortal para los barcos de la Alianza del Atlántico Norte, en el que caerán inmediatamente los buques de guerra si intentan lanzarse a una provocación peligrosa o, lo que es peor, tomaran medidas agresivas contra Rusia”.

Las miradas y las tensiones están puestas sobre el Mar Negro. 

En la próxima entrega desarrollaré los diversos ejercicios militares realizados por lo distintos actores en los últimos meses en la zona del Mar Negro, y por lo tanto el aumento de tensión en toda la región; y analizaré qué papel juega Ucrania.

*Micaela Constantini, periodista. Parte del equipo de PIA Global.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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