El candidato conservador a la presidencia de Polonia, Dr. Karol Nawrocki, venció el domingo por un estrecho margen a su rival liberal Rafal Trzaskowski en la segunda vuelta de las elecciones, por 50,89% a 49,11%, tras perder la primera por 29,54% a 31,36% respectivamente. El Primer Ministro liberal Donald Tusk declaró dramáticamente que las elecciones «decidirían el futuro de Polonia», por lo que muchos en todo el mundo se interesaron por la votación dada su creciente importancia en los asuntos europeos. He aquí cinco conclusiones de lo ocurrido:
1. Es la primera victoria conservadora en Europa desde septiembre de 2023
Desde que el primer ministro eslovaco, Robert Fico, volvió al cargo tras las elecciones parlamentarias de su país en septiembre de 2023, no se había producido hasta ahora una victoria conservadora en Europa. Los liberales ganaron en Moldavia el pasado noviembre, en Alemania en febrero y en Rumanía el mes pasado. Al romper la tendencia, Polonia demostró que el conservadurismo no es la causa perdida que los liberales tergiversaron tras esas elecciones. De hecho, al ser el país más grande de la región, lo que acaba de ocurrir en Polonia podría influir también en las próximas elecciones de los demás.
2. Los populistas-nacionalistas apoyan a los conservadores como mal menor
En la primera vuelta, los populistas-nacionalistas Slawomir Mentzen y Grzegorz Braun obtuvieron un total del 21,15% de los votos, con un 14,1% y un 6,34% respectivamente. La mayoría de sus partidarios se unieron entonces a Nawrocki como el mal menor, con la esperanza de que siga comprometido con las ocho promesas que se comprometió a cumplir por escrito tras su entrevista con Mentzen poco antes de la segunda vuelta. Entre ellas, proteger la soberanía de Polonia frente a la UE y negarse a autorizar el despliegue de tropas en Ucrania.
3. Las relaciones de Polonia con algunos de sus socios clave podrían empeorar pronto
Sobre la base de la última promesa, Ucrania no está demasiado contenta con la victoria de Nawrocki, aunque ahora intenta mantener la calma a pesar de haberle condenado por oponerse a su ingreso en la OTAN como una de sus ocho promesas. Asimismo, los lazos con la UE podrían volver a tensarse, aunque no tanto como cuando los conservadores también controlaban el gobierno. Lo mismo ocurre con Alemania, ya que el líder de la oposición conservadora, Jaroslaw Kaczynski, cree que Tusk es literalmente un «agente alemán».
4. Los lazos con Rusia probablemente seguirán siendo tensos en el futuro previsible…
Aunque es probable que Nawrocki acabe enemistado con Ucrania, la UE y tal vez incluso Alemania, y a pesar de ser amigo de Trump, los lazos con Rusia probablemente no mejorarán. Al igual que Trzaskowski, apoya el megaproyecto «Escudo Oriental» de construcción de fortificaciones fronterizas de alta tecnología a lo largo de las fronteras del Estado de la Unión. Lo mismo cabe decir del autoproclamado liderazgo polaco de la «Iniciativa de los Tres Mares», que incluye megaproyectos logístico-militares de doble uso. Rusia se opone a ambos por motivos de seguridad nacional.
5. …Pero el riesgo de una guerra entre ambos por error de cálculo ha caído en picado
Si hay algún resquicio de esperanza en la elección de Nawrocki desde la perspectiva de Rusia, es que su promesa de no desplegar tropas en Ucrania (lo que requiere la autorización del Presidente tras la petición del Primer Ministro) reducirá enormemente el riesgo de una guerra entre ellos por error de cálculo. Polonia seguirá armando a Ucrania a crédito, facilitará el flujo de armas de otros hacia allí y seguirá construyendo el que ahora es el tercer ejército más grande de la OTAN, pero mientras sus tropas no se desplieguen en Ucrania, Rusia no tendrá motivos para atacarla.
«Polonia vuelve a estar preparada para convertirse en el principal socio de Estados Unidos en Europa», incluso más de lo que lo estaba a principios de este año, cuando se publicó el análisis precedente. Los conservadores de todo el continente también tienen ahora la esperanza de repetir su éxito en las próximas elecciones de sus propios países, al tiempo que se reduce el riesgo de una Tercera Guerra Mundial. En el lado opuesto, Polonia seguirá creando desafíos de seguridad nacional para Rusia, que desprecia ferozmente al partido orgullosamente rusófobo que representa Nawrocki, por lo que esto no es una victoria para Putin.
*Andrew Korybko, analista geopolítico internacional.
Artículo publicado originalmente en el Substack del autor.
Foto de portada: © Aleksandra Szmigiel / REUTERS