El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó el despliegue de tropas estadounidenses en Somalia, revirtiendo la decisión de su predecesor, Donald Trump, el año pasado de retirar casi todas las fuerzas que habían estado operando allí.
La Casa Blanca confirmó el lunes la decisión de Biden, que se basó en una solicitud realizada por el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin. Fue informado por primera vez por The New York Times (NYT).
“El presidente aprobó una solicitud del secretario de defensa para restablecer una presencia militar persistente de EE.UU en Somalia para permitir una lucha más efectiva contra al Shabab, que ha aumentado en fuerza y plantea una amenaza mayor”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
“Este es un reposicionamiento de las fuerzas que ya están en el teatro y que han viajado dentro y fuera de Somalia de manera episódica desde que la administración anterior tomó la decisión de retirarse”, dijo Jean-Pierre. Esta fuente evitó calificar de «permanente» la nueva presencia militar de EE.UU en Somalia y afirmó que será «persistente», dado que Washington no planea dejar para siempre sus tropas en suelo somalí.
Antes de la retirada de Trump, Estados Unidos tenía alrededor de 700 soldados en Somalia enfocados en ayudar a las fuerzas locales a derrotar a al-Shabab. El ejército estadounidense también ha llevado a cabo ocasionalmente ataques en el país y ha tenido tropas en países cercanos.
El informe del NYT citó a un funcionario que dijo que la decisión de Estados Unidos fue aprobada a principios de mayo e incluiría el despliegue de no más de 450 soldados. Un funcionario dijo que serían menos de 500.
El Pentágono dijo que las tropas no entrarían en combate.
“Nuestras fuerzas no están ni estarán involucradas directamente en operaciones de combate”, dijo el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby. “El propósito aquí es permitir una lucha más efectiva contra al-Shabab por parte de las fuerzas locales”.
Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses solo podían recurrir a bombardeos para defender a los militares aliados de Estados Unidos cuando enfrentaran una amenaza inmediata, según fuentes oficiales.
La medida se produce en medio de una mayor preocupación por el grupo armado del país vinculado a al-Qaeda, al-Shabab. El grupo, que busca derrocar al gobierno y establecer su propio gobierno en el país, ha logrado avances territoriales contra el gobierno federal de Somalia en los últimos meses. Revirtió los logros de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Unión Africana que una vez habían empujado a los combatientes armados a áreas remotas del país.
La noticia de la decisión del despliegue también se produjo después de que Hassan Sheikh Mohamud, quien se desempeñó como presidente de Somalia entre 2012 y 2017, fuera anunciado el domingo como el ganador de una elección prolongada. Principio del formularioFinal del formulario
Al-Shabab frecuentemente lleva a cabo atentados con bombas en Mogadishu y en otros lugares como parte de su guerra contra el gobierno central del país del Cuerno de África.
En el último tiempo Al Shabab se ha convertido en la filial del grupo terrorista Al Qada «más grande, más rica y más mortífera, desafortunadamente se ha hecho más fuerte». «Han aumentado el ritmo de sus ataques, incluidos contra estadounidenses«, indicó el funcionario, quien remarcó que Al Shabab es actualmente «una prioridad notable» en la lucha antiterrorista.
Somalia ha soportado conflictos y batallas de clanes sin un gobierno central fuerte desde la caída del dictador Mohamed Siad Barre en 1991. El gobierno tiene poco control más allá de la capital y los guardias del contingente de la Unión Africana en una “Zona Verde” al estilo de Irak.