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Argelia privilegia a Italia como «centro neurálgico del gas» al sur de Europa por delante de España

Por Ignacio Cembrero*-
Argel señala que mantendrá los acuerdos contractuales suscritos con España, pero anuncia una respuesta «global» y «polifacética a muchos niveles» tras al cambio de postura sobre el Sáhara.

El enfado de Argelia con el Gobierno de España es de calado y va más allá de la llamada a consultas de su embajador en Madrid, Said Moussi, el viernes pasado. Argel cumplirá sus contratos gasísticos con España, pero a partir de ahora Italia es la elegida para ahondar su relación energética con Europa. “Ante la renuncia, por parte de España, de su posición de neutralidad en la cuestión del Sáhara Occidental y su apoyo explícito a la perpetuación del hecho colonial en ese territorio ocupado, que está fuera de la soberanía marroquí, la respuesta de Argelia será global y se expresará de forma soberana y polifacética a muchos niveles”, anunciaron fuentes oficiales argelinas a El Confidencial. A ojos de las autoridades argelinas, el presidente Pedro Sánchez abandonó su neutralidad al considerar, por escrito, que la propuesta de Rabat para resolver el conflicto del Sáhara, otorgando una autonomía al territorio, era “la base más seria, realista y creíble”. La carta del jefe del Ejecutivo fue desvelada el 18 de marzo por el rey Mohamed VI de Marruecos en un comunicado real.

ATTILI/CHIGI / ZUMA PRESS / CONT ATTILI/CHIGI / ZUMA PRESS / CONT

Argel se enteró por la prensa

Las formas también han disgustado a las autoridades argelinas. No fueron informadas por el Gobierno español de ese ‘volantazo’. Una semana antes de que Sánchez enviase la misiva al monarca, el 14 de marzo, llamó por teléfono al presidente de Argelia, Abdelmajid Tebboune, para hablar del abastecimiento de gas, pero no le contó sus intenciones ni tampoco lo hizo después el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

Argelia “respetará sus compromisos [con España] en lo concerniente a la entrega de las cantidades contractuales de gas para hacer honor a su firma”, aseguran las mismas fuentes oficiales. Recuerdan, no obstante, que esos contratos contienen “cláusulas contractuales de gas que prevén la revisión periódica de los precios en función de la evolución del mercado”. Como este está al alza, las fuentes dejan caer que habrá subidas de precio. Al margen de estos contratos, Argel “orientará sus relaciones en dirección a ciertos socios de Europa del sur que han invertido en Argelia y que mantienen excelentes relaciones tradicionales con nuestro país”, prosiguen las mismas fuentes. “En este sentido, Italia está plenamente capacitada para convertirse en el centro neurálgico del gas en la región, habida cuenta de la capacidad del gasoducto Enricco Mattei y de la demanda y disponibilidad mostradas por los operadores de ese país amigo”, concluyeron las fuentes oficiales.

“Si en octubre tuvimos un buen motivo [privar a Marruecos del gas argelino] para cerrar el gasoducto Magreb-Europa, ahora tenemos otro, el alineamiento del Gobierno español con las tesis de Marruecos sobre el Sáhara Occidental”, comentó un embajador argelino jubilado. A través del Magreb-Europa llegaban a España hasta 13.500 millones de metros cúbicos de gas argelino al año. A través del único gasoducto que aún funciona, el MedGaz, Argelia suministra unos 8.000 millones, aunque su capacidad va a ser aumentada hasta casi 11.000 millones. Desde que Tebboune dio el cerrojazo al Magreb-Europa, el suministro de gas argelino a España ha ido cayendo. Si el año pasado alcanzó el 43% del consumo, en febrero fue tan solo del 23,2%. EEUU se convirtió en el primer proveedor (32,9%), aunque su gas, transportado en metaneros, es algo más caro y necesita ser regasificado a su llegada a puerto.

El gaseoducto Medgaz.

¿Reabrir el Magreb-Europa?

El Ejecutivo español intentó a principios de otoño que Tebboune no cerrara el Mabreg-Europa. Wendy Sherman, la número dos del Departamento de Estado de EEUU, formuló la misma petición cuando fue recibida el 10 de marzo por el presidente argelino. Lo hizo, dijo, en nombre de España y de Francia, pero recibió una respuesta negativa, según fuentes argelinas. Su jefe, Antony Blinken, visitará Argel y Rabat la semana próxima. Será el primer desplazamiento de un secretario de Estado norteamericano desde hace 14 años a las dos capitales magrebíes.

El ministro Albares ha repetido estos días en público que “Argelia es un socio estratégico y prioritario y fiable para España, también como suministrador de gas”. En privado, ha intentado tranquilizar a sus interlocutores con otros argumentos. Les ha explicado que el enfado argelino era solo una rabieta de corta duración. Él niega haber empleado esta expresión ni cualquier otra parecida. En realidad, Argelia ya tiene una relación privilegiada con Italia. Es su primer cliente energético. A través del gasoducto Enrico Mattei, le exportó 21.200 millones de metros cúbicos en 2021, aunque la capacidad del tubo es de 30.200 millones. Nada más empezar la guerra en Ucrania, el primer ministro, Mario Draghi, declaró que su Gobierno trabajaría para “aumentar los flujos” de diversos gasoductos, empezando por el Enrico Mattei, llamado así por el célebre industrial italiano del sector de la energía. El embajador argelino en Roma, Abdelkrim Touharia, señaló que su país solo podía bombear, por ahora, unos 2.000 millones adicionales.

Los responsables italianos han apostado siempre por Argelia y lo hacen ahora con especial énfasis para reducir su dependencia energética de Rusia. “Para Italia sigue siendo necesario contar con un país aliado en el sur para diversificar las rutas energéticas y a Argelia le sigue interesando desarrollar su potencial beneficiándose de los conocimientos externos”, declaró la semana pasada Claudio Descalzi, consejero delegado de ENI, la multinacional italiana de los hidrocarburos y la empresa extranjera con más presencia en Argelia.

Existente una red de 17 gasoductos entre Europa y el norte de África. Imagen tomada de ResearchGate.

Sin vuelos de Air Algérie

La respuesta “polifacética” que anunció Argel conllevó, el jueves, otra medida. El Ministerio de Transportes argelino anunció que, ejecutando las instrucciones de Tebboune, la compañía aérea pública Air Algérie reanudaba sus vuelos con normalidad, como antes de la pandemia. En la lista de vuelos que publicó no figura ningún destino en España, cuando años atrás conectó Argel con hasta cuatro aeropuertos españoles. La decisión beneficia a Iberia y a Vueling, que enlazan, sin competencia y a precios astronómicos, Madrid y Barcelona con la capital del país norteafricano.

Expulsiones para apaciguar a Argel

Para tratar de mitigar la reacción de Argelia, el Ministerio del Interior español expulsó, el jueves por la noche, a Mohamed Benhlikma, un militar argelino que se exilió en España en septiembre de 2019 y solicitó el asilo. Decidió huir “tras ser informado de que su nombre figuraba en una lista de militares buscados, a raíz de su participación en el movimiento de protesta del Hirak” contra el régimen argelino, según Amnistía Internacional que, junto con otras organizaciones de derechos humanos, le apoyó en todo momento. A través de YouTube, denunció la corrupción entre los altos mandos de las fuerzas armadas de su país.

Tras el rechazo de su petición de asilo, Benhlikma ingresó en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores, en Valencia, desde donde logró grabar un vídeo en el que hacía un llamamiento desesperado a Sánchez y a Grande-Marlaska recordándoles que “Argelia es una dictadura”. Ayer jueves fue trasladado al aeropuerto de Madrid-Barajas para ser deportado a su país en un vuelo regular de Iberia. Hasta ahora, las repatriaciones de inmigrantes argelinos se hacían en el ferry de Alicante a Orán, pero en este caso Interior tenía prisa por entregarlo a la policía argelina y le envió en avión. El vídeo muestra su recogida en la escalerilla del Airbus de Iberia por policías argelinos.

Es la segunda expulsión de un disidente argelino en siete meses. Para dar satisfacción a su homólogo argelino, Kamel Beldjoud, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, repatrió en agosto a Mohamed Abdallah, un exgendarme que llevaba en España tres años con su familia. A través de YouTube, también denunciaba la corrupción. Nada más poner pie en Orán, ingresó en prisión.

*Ignacio Cembrero es periodista y escritor con una larga trayectoria que osciló entre Europa y el mundo islámico. Estudió en el Instituto de Estudios Políticos de París y en la Fundación Nacional de Ciencias Políticas de Francia.

Artículo publicado en El Confidencial, editado por el equipo de PIA Global