Nuestra América

América Latina y el Caribe territorios en disputa

Por Luis Ernesto Guerra*
América Latina y el Caribe territorios en disputa por las ultraderechas y el hegemón norteamericano.

América Latina y el Caribe, territorios en permanente disputa con los medios de comunicación convertidos en los agitadores de los golpes de Estado,  que fueron diseminándose en el Cono Sur  con sangrientas dictaduras: Chile, Argentina, Brasil, Paraguay con una de las dictaduras más  nefastas y largas con el dictador Alfredo Stroessner;  Uruguay, Nicaragua el dictador Augusto Somoza ( hijo), Honduras, Guatemala el genocida Efraín Ríos Mont, Republica Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo ” El  Chivo”, sus atroces crímenes, en otros,  cometidos en contra de las tres hermanas Mirabal.

Cabe mencionar que los editoriales de los grandes medios de comunicación siempre han respondido a los intereses de las oligarquías, así como de los diferentes regímenes que pautan la publicidad.

Esta estructura massmediática, abierta y descaradamente ha defendido los postulados de los regímenes neoconservadores y de las organizaciones políticas de las ultraderechas, muy hábiles para hacerse con el poder, despotricando a las organizaciones políticas de izquierda y progresistas de comunistas y, hoy en siglo 21, atacando sistemáticamente al denominado castrochavismo, como si Cuba o Venezuela son las culpables de la abierta lucha de clases y empobrecimiento de nuestros pueblos.

Satanización de que el comunismo significa un atentado y transgresión a la democracia. Tamaña estupidez y tara del neoliberalismo.

El neoliberalismo continúa desnudando su crisis sistémica y estructural, agravada con la sindemia letalidad y mortalidad del Sarscov2, en dónde los países denominados de primer mundo evidencian las profundas brechas de inequidad e injusticia en contra de la región de Latinoamérica y el Caribe, que no ha podido abastecerse de las vacunas, las que priorizan el mercado y no seres humanos que necesitan su inoculación. A la que, por cierto, retorna con más fuerza el hegemón norteamericano convertido en el gendarme de la humanidad.

Son recurrentes las vulneraciones de derechos humanos por mencionar en Chile, con una Policía de Carabineros que tienen improntas de un pinochetismo que cometió delitos de lesa humanidad, una dictadura que ensangrentó la democracia, en donde la memoria, justicia y verdad se han convertido en un mero cliché  para el Estado- Nación que perpetúa estas violaciones con regímenes que únicamente llegan a las casas de gobierno para satisfacer su ego personal y concentrar la riqueza en sus cofradías y castas oligárquicas, así como dar cumplimiento a las agendas impuestas por los multilaterales como el Fondo Monetario Internacional(FMI) y Banco Mundial(BM), que han profundizado la lucha de clases y  generado dineros mal habidos,  escondiéndolos en las denominadas guaridas fiscales o paraísos de papel hoy denominados Pandora, en la que se encuentran involucrados tres presidentes en funciones: Abinader de República Dominicana, Sebastián Piñera de Chile Y Guillermo Lasso de Ecuador, que precisamente se caracterizan por gobiernos neoconservadores de ultraderecha negacionistas de las reivindicaciones sociales y populares de diferentes actores sociales y políticos, que se expresan en excesivos usos de la fuerza, por una fuerza pública, entrenada para violar derechos, concomitante tienen encriptados a los grandes medios de comunicación a un libreto y narrativa que descalifica a los actores populares, endosándoles estereotipos terriblemente discriminantes y excluyentes como “ vándalos, vagos, saqueadores, conspiradores, en donde las fake-news y el lawfare se aplican selectivamente en contra de opositores y opositoras para denigrar su lucha y resistencia en contra del modelo neoliberal que es empobrecedor, injusto, insensible e inhumano.

América Latina y el Caribe se han convertido en territorios en disputa por las ultraderechas de la Unión Europea, Madrid, Miami y la Florida, que no se resignan en ver a los pueblos que se levantan y resisten en la conquista de derechos fundamentales, hoy pisoteados por regímenes despóticos, autoritarios y represivos, que no dejan de endosar los males y metástasis que va diseminando el imperialismo norteamericano en el modelo de establecimiento y democracia desde el Consenso de Washington que, por cierto, ha recrudecido el bloqueo convertido en delito de lesa humanidad, en contra de Cuba, profundamente revolucionaria , humana y humanista, que a pesar de los recurrentes intentos imperialistas de asfixiar al digno y soberano pueblo de Martí, se levanta en pies de lucha. Cuba, un pueblo que ama la vida en abundancia y se aferra al eterno legado de Guevara, de Fidel.

El bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales, verdaderas improntas de muerte imperialista no dejan de agitar puntas de lanza y banderas de subversión política e ideológica, en contra del hermano pueblo cubano, que exporta solidaridad al mundo convertido en la ternura permanente por la vida, la paz.

Déjenme decirles que republicanos o demócratas, su chip mental se diferencia únicamente por el color, pero que en la dialéctica concreta pisotean los derechos de los pueblos. A estos imperialistas les duele que el pueblo cubano defienda su revolución.

el comité central del Partido Comunista de Cuba repudia y rechaza los intentos desestabilizantes con una estructura massmediática y de redes sociales en contra de Cuba.

No es el castrochavismo responsable del vandalismo y saqueo de los recursos naturales de nuestros pueblos, sino una clase oligárquica atrincherada en el libreto que les impone la narcopolítica para seguir violando los derechos.

Colombia, con un pisoteo a su democracia, expresada en los miles de falso positivos, el exterminio selectivo de líderes y lideresas sociales, los que están condenados a la desaparición forzada de jóvenes, adolescentes que posteriormente aparecen totalmente desmembrados y desfigurados sus rostros por el uso de ácidos, a fin de que no puedan ser reconocidos por sus familiares, a los encarcelamientos arbitrarios, a  un régimen que gasta el dinero del pueblo en la compra de armas y granadas antimotines y otros pertrechos represivos.

El régimen de Iván Duque, cumple un papel estratégico dentro de la Geopolítica del imperialismo norteamericano, siete bases para entrenar mercenarios y agitar las banderas de la injerencia, asedio, incumplimiento de los acuerdos de Paz, firmados en La Habana, así como amenazar permanentemente al presidente Maduro, al que no cesan los intentos de magnicidio, que se ha convertido en un objetivo militar para el imperialismo internacional así como de la OTAN, la CIA, Usaid, El Mossad Sionista que no deja de exterminar al pueblo palestino en Gaza o Cisjordania. Ahora con el uso de robots o drones sin tripulaciones, que asesinan desde las bases yankees diseminadas en Europa, Asia o América Latina y El Caribe. Empero, hay un pueblo que resiste, que lucha por su libre determinación.

Venezuela Bolivariana unida y solidaria, la lucha sigue y sigue, los ojos y misiles de subversión yankee, se frotan las manos con sus enormes riquezas y recursos naturales.

El legado de Bolívar y Comandante Chávez, están vivos y vigentes y su presidente constitucional Nicolás Maduro Moros lo defiende. En Venezuela no mandan los Complejos militares, industriales y financieros, sino un pueblo, que ama la vida, la paz, la soberanía, con dignidad, con integración, que seguirá siendo soberano a pesar de que Biden y la Unión Europea no quieran.

Han pretendido boicotear la Mesa de Diálogo que estaba instalada en México con veeduría de Noruega, México, que por el momento está suspendida, debido a la violación del derecho internacional y Convención de Viena por Cabo Verde, un patio de injerencia norteamericano, que secuestró al diplomático venezolano Alex Saab, al que mantuvo arbitrariamente  secuestrado y hoy extraditado a Estados Unidos de Norteamérica, porque no bajan sus armas de asedio e injerencia, pretendiendo enlodar y entorpecer el proceso electoral venidero en noviembre de Gobernadores/as, alcaldes y diputados/as sobre la base del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, la estructura sociopolítica y organizativa del poder popular comunal del socialismo bolivariano .

El único veedor calificado para fortalecer su democracia, su Revolución Bolivariana es el pueblo venezolano, el que es víctima de crímenes de lesa humanidad, de xenofobia, misoginia, y un comportamiento nefasto de los gobiernos neoliberales como Chile, que entra también en elecciones presidenciales con amplia presencia de la Izquierda y el progresismo, aunque la derecha sigue en la lucha por el palacio de la Moneda. como Colombia, que por ahora se va consolidando a través del Pacto Histórico el camino para recuperar la democracia, que es un tejido de organizaciones políticas de izquierda, progresistas, intercultural de los pueblos originarios y afrocolombianos, de organizaciones sociales, de las miradas de la diversidad, de otredades sociopolíticas, culturales, de los nadie, que continúan luchando, en la primera línea, de la olla comunitaria, de las madres, hijas, hijos, de la impunidad, del exterminio selectivo de líderes y lideresas sociales, de defensoras y defensores de derechos humanos, de los/as adolescentes, jóvenes, abuelos, que todavía se aferran y sueñan una Colombia de esperanza, sin miedo, sin el aparato represivo policial y militar, sin parapolicías y paramilitares enemigos de la vida, en dónde el pueblo es el objetivo a eliminarse.

Las derechas se agarran con las uñas al Palacio de Nariño, no se resignan a perderlo convertido en las mazmorras de la muerte a través de las organizaciones políticas como Mira y Centro Democrático, en donde Álvaro Uribe Vélez, es el operador político del imperialismo norteamericano   e Iván Duque, el mercenario exterminador.

Honduras, en el ojo del Huracán político con un régimen a punto de convertirse en plutocrático, en donde la disputa por el poder está muy reñida, a pesar de la represión   al pueblo que resiste en las calles.

Hoy, nos enfrentamos a una de las regiones más desiguales, injustas e inequitativas del mundo, cada vez más agresivo y conflictivo, en la cual el neoliberalismo apunta con sus dardos de guerra no convencional, híbrida ,de cuarta y quinta generación, mientras las organizaciones sociales, populares, gremiales, sindicalistas y organizaciones políticas caminan   en un diferente andarivel político electoral, que hace que las organizaciones políticas de las derechas tengan como fin en mente,  transgredir el ajedrez político acudiendo al más perverso discurso que sataniza a los sectores  populares.

El ejemplo de Colombia a través del Pacto Histórico es la evidencia más clara y concreta de dejar a un lado los sectarismos, chovinismos que muy hábilmente penetran y colocan las derechas el libreto construido en las embajadas norteamericanas para cada país latinoamericano y del Caribe.

La Venezuela Bolivariana a través del PSUV, ha ido construyendo el poder comunal, poder popular, mediante el enfoque de género, generacional e intercultural, dando un giro de 360 grados al Estado-Nación despatriarcalizando la misoginia con la participación de la mujer en el gobierno bolivariano y el territorio soberano defendido por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana FANB y los millones de milicianos.

En Ecuador, el neoliberalismo arrecia con brutal agresividad, 47 % de su población vive con menos de USD$ 90, al mes, 14% con menos de USD$ 50 al mes, el empobrecimiento se ha agravado con un régimen que acelera la privatización de las Empresas Públicas Estratégicas, Petroecuador, Hidroeléctricas, Telecomunicaciones, Sistema de Salud de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.

Ecuador durante los años noventa ya vivió los terribles estragos del neoliberalismo, el vandalismo y saqueo de los dineros públicos,  con el denominado  feriado bancario, que fue un salvaje salvataje a los bancos, que terminó expulsando a cerca de 4 millones de seres humanos a la migración, que por cierto es un derecho humano, como expresión de un feriado bancario y la imposición de la dolarización, que ha  ahondado la lucha de clases , concentración de riqueza en pocas manos, confirmando con ello que los bancos están atados a la lógica del capital y los paraísos o guaridas fiscales.

Este modelo acumulado durante una década permitió que la Revolución Ciudadana acceda a Carondelet, pero le faltó profundizar en el ámbito de la educación y formación política de cuadros para la sostenibilidad de un proyecto político.

Actualmente Ecuador tiene un gobierno neoconservador totalmente neoliberal que está radicalizando su proyecto neoliberal a través de decretos presidenciales.

Empero cabe la dialéctica reflexión se puede derrotar a regímenes neoliberales, pero no al neoliberalismo, en donde los medios de comunicación reproducen las lógicas, narrativas y relatos pautados por las oligarquías que están en el poder.

Carondelet impone su agenda, este es un régimen fundamentalista de mercado que favorece las lógicas del mercado, expresado en foros internacionales por el presidente Lasso “más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador”, que es el retorno al modelo primario exportador sustentado en el petróleo, agroexportación, minería metálica y no metálica, hidroeléctricas.

Se apaga y reprime la protesta social, que es un derecho constitucional mediante decretos de excepción totalmente represivos y lesivos a los derechos humanos del pueblo, con la permanencia de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en las calles, las que actúan con excesivo uso de la fuerza cumpliendo los decretos palaciegos. Nos quieren anestesiar con el miedo. Este contexto y escenario abre el camino a la precarización laboral y las privatizaciones.

Por ahora en Ecuador, 72 horas de movilización popular han sido neutralizadas con un feriado o descanso obligatorio de cinco días. Y un decreto ejecutivo 238, pretende privatizar las hidroeléctricas construidas por la Revolución Ciudadana en la denominada década ganada.

Esta guerra del imperialismo norteamericano en contra de Latinoamérica y el Caribe actúa con violación de derechos humanos

EE. UU de Norteamérica, su atroz y cacareada guerra híbrida con agenda para cada país latinoamericano caracteriza a la injerencia norteamericana, y al neoliberalismo, su matriz represiva con violación de derechos humanos.

Los pueblos comienzan a levantarse e indignarse, porque se precariza su economía familiar y la riqueza se concentra en cofradías y corporaciones de poder, mismas que están enquistadas en los regímenes, que responden al establecimiento y Consenso de Washington, su irracional apropiación de recursos naturales, provenientes del extractivismo, como la minería metálica y no metálica, petróleo, agua, soberanía y seguridad alimentaria, etc.

Esta geopolítica de la reconquista en pleno siglo 21 , responde a una dialéctica y subversión político-ideológica del imperialismo norteamericano, cuyo fin en mente, es recuperar  hegemonía en Latinoamérica, misma que es ejecutada a través, de regímenes que responden a esa colonialidad de poder, como Colombia, Ecuador, Panamá, Honduras, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, algunos de los cuales se encuentran en el umbral de procesos electorales, en los que se evidencia una amplia presencia de las organizaciones políticas de la izquierda y el progresismo  en la disputa electoral y el poder en contra de las derechas neoconservadoras que comenzaron a renacer con Trump y que van camino a su consolidación  con el gobierno federal de Joe Biden , el objetivo de los Estados Unidos  es la de atacar democracias progresistas, continuar con el libreto de satanización a la izquierda,  que considera que el capital debe estar al servicio del ser humano y no al contrario de concentrar la riqueza en pocas manos. Es fundamental desenmascarar que  mediante la penetración de proselitismo religioso de carácter fundamentalista y la recurrente doctrina o teoría de la contrainsurgencia, que despierta indignación y rechazo, frente a medidas económicas antipopulares, que  han terminado vulnerando los derechos fundamentales de los pueblos, el derecho a una democracia que construya política pública centrada en seres humanos, reparando las violaciones cometidas a los derechos humanos, como fue el caso concreto y específico de Bolivia, con un nefasto desenlace dictatorial, acompañado de represión y violación de DD.HH.

Nunca más invisibilización de nuestros pueblos, pero sí resistencia y lucha de la gente, que no tiene membrete de ningún partido político, porque se atenta con su economía familiar, aumentando las brechas entre los pocos que concentran la riqueza y millones de seres humanos condenados a vivir en la miseria, social, económica, política, cultural.

En Chile, Ecuador, Argentina, Colombia, Haití, Brasil, la gente ya no puede más cargar sobre sus hombros una inmensa deuda externa, un tenaz abismo de inequidad e injusticia.

Son los pueblos, que se levantan indignados, pero los regímenes responden con acciones represivas, cumplidas a rasa tabla por la Policía y Fuerzas Armadas, con excesivo uso de la fuerza, como determinaron voceros de derechos humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, asesinatos, heridos, torturados, desaparecidos, persecución política selectiva, con odio y saña.

El fin en mente de la hegemonía de los Estados Unidos, es la dominación, sometimiento, para ello su libreto se configura mediante la penetración de bases militares, acentuando la injerencia desde sus embajadas, a través, de estos denominados gobiernos traseros y raseros.

No hay que desconocer que la Organización de Estados Americanos (OEA), se creó, con el objetivo específico y estratégico de responder a su absurda maquinaria geopolítica, para entorpecer y torpedear todo proceso de paz, como es el caso de Colombia, violar soberanías, mediante demenciales bloqueos: económicos, comerciales, políticos e integrales, cuyos impactos golpean fundamentalmente a los hermanos pueblos de Venezuela Bolivariana, Cuba.

No cesa la injerencia a Nicaragua, este pueblo defiende de pies su dignidad, ante esta alevosa injerencia que viola el Derecho Internacional y que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) defiende su soberanía y libre determinación.

La destrucción de nuevas formas de integración como es La Unión de Naciones Suramericanas Unasur, de esa forma intentó anular la integración entre pueblos.

Nos convocan principios de la Carta Constitutiva de las Naciones Unidas como vida, la paz, la soberanía, la solidaridad, la cooperación, la integración, la no injerencia, porque tenemos matrices culturales originarias de pueblos, nacionalidades, porque esta gran amalgama y acumulados socioculturales, sociopolítico, de diversas identidades, cosmovisiones, son milenarias, también, vienen de África y se fusionan con lo que fue Mesoamérica, el denominado mundo andino y caribeño.

Somos una región de paz y estamos dispuestos a defender el gran legado de Rumiñahui, Moctezuma, Atabalipa, Quilago, de Martí, Bolívar, Alexander Petión, Manuela Sáenz, Alfaro, Sandino, Túpac Katari, Túpac Amaru, comandantes; Fidel, El Che, Zapata, Chávez.

Por ahora nos mantenemos en resistencia, no vamos a callar, levantaremos nuestras voces contrahegemónicas y antiimperialistas, contra esta absurda maquinaria de exterminio llamada imperialismo norteamericano e internacional.

Notas:

*Analista político ecuatoriano y activista de Derechos Humanos

Fuente: Correodelalba.org

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