Sin embargo, este objetivo siempre estuvo condenado al fracaso desde el principio, ya que este evento también proporcionó a los representantes de países neutrales como China e India la oportunidad de compartir su propia visión del final del conflicto, así como la de su socio ruso.
El diálogo resultante hizo que la reunión fuera un arma de doble filo para Zelensky. Por un lado, tuvo otra oportunidad de alto nivel para repetir sus argumentos sobre la necesidad de castigar a Rusia por su operación especial, pero esta vez con la presencia de todos los socios BRICS de ese país. Por otro lado, China e India se aseguraron de que sus demandas no fueran el único escenario sobre la mesa. Al igual que Zelensky, ellos también pudieron compartir estos puntos de vista con una audiencia internacional diversa.
Como era de esperar, no se llegó a un consenso sobre el camino a seguir, pero el Viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Rybkov, reveló el domingo que los socios de Rusia en los BRICS tienen previsto informarle sobre el evento. Esto es mucho más significativo que la simple cortesía que podría parecer a primera vista, ya que Moscú podrá conocer mejor las posiciones de todos los asistentes, lo que a su vez le permitirá afinar su diplomacia hacia aquellos países que podrían estar interesados en una solución de compromiso.
A este respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desmintió las especulaciones que circulan en los principales medios de comunicación, e incluso en algunos medios alternativos, según las cuales Rusia quiere controlar algo más que los cuatro antiguos territorios ucranianos que se unieron a ella el pasado mes de septiembre. El mismo día, reafirmó la declaración anterior de Ryabkov de que «sólo queremos controlar todo el territorio que ahora hemos inscrito en nuestra Constitución como nuestro», lo que coincide con lo que el Presidente Putin sugirió enérgicamente en junio.
Esta postura ya era conocida por los socios BRICS de Rusia, con los que ha hablado con franqueza sobre la operación especial, en particular los representantes chinos e indios que asistieron a las conversaciones de Jeddah. El Representante Especial para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui, y el Consejero de Seguridad Nacional, Ajit Doval, visitaron Moscú hace varios meses y se reunieron con el Presidente Putin. Teniendo en cuenta este contexto, es probable que mencionaran su postura durante las conversaciones de Jeddah al explicar la de sus países.
A través del Representante Especial Li y del Consejero de Seguridad Nacional Doval, el Presidente Putin pudo así transmitir la posición pragmática de su país respecto al final de este conflicto a la mayor audiencia internacional hasta el momento, rompiendo así el bloqueo informativo de Occidente. Al enterarse de que no tiene objetivos maximalistas, a diferencia de Zelensky, aquellos otros representantes cuyos países realmente desean la paz lo antes posible podrían estar a favor de reconocer tácitamente los logros de Rusia a cambio de un alto el fuego.
*Andrew Korybko, analista geopolítico.
Artículo publicado originalmente en korybko.substack
Foto de portada: extraída de korybko.substack.