Nuestra América

A un año del triunfo electoral de Luís Arce en Bolivia

Escrito Por Oscar Rotundo

Las elecciones del 18 de octubre de 2020, fueron la culminación de un proceso de lucha en el cual el pueblo y sus organizaciones derrotaron a una dictadura cruel y sanguinaria.

En las elecciones generales, en primera vuelta y con el 55.10% de los votos, el pueblo plurinacional rescataba la democracia, derrotaba la política injerencista de EE.UU y la OEA, ponía en fuga a los corruptos usurpadores y consagraba en el gobierno al binomio Arce-Choquehuanca.

No podemos dejar de mencionar que dichos acontecimientos se desarrollaron en medio de una pandemia inclemente, menospreciada por las autoridades sanitarias de la dictadura, que además, sin ningún tipo de escrúpulos utilizaron el flagelo del covid-19 para sus propios negocios, desamparando a la población y saqueando al Estado.

Recordar las arbitrariedades de la dictadura de facto amparada por la derecha regional, el Departamento de Estado Norteamericano, con Donald Trump como director del circo y por organismos internacionales como la OEA y UE, no es rememorar hechos pasados, es tener presente a los actores y sus pretensiones, que vuelven nuevamente para hacerse del gobierno y para desmontar al Estado Plurinacional.

El neocolonialismo extremo y la virulencia de los elementos encuadrados dentro de la oposición boliviana, ponen a la sociedad en una tensión constante que dificulta el normal desenvolvimiento de la gobernabilidad.

La derecha cuenta con múltiples recursos económicos y humanos para desestabilizar al gobierno, trabaja desde el exterior y al interior de la organizaciones sindicales, indígenas y sociales para generar contradicciones con el modelo económico social, comunitario y productivo que implementa el gobierno para superar los estragos de la pandemia y de la nefasta administración de la dictadura.

El fin de semana las fuerzas de seguridad decomisaron material explosivo en el hospital de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) que se presume iba a ser utilizado en alguna de las movilizaciones planteadas para las próximas semanas.

Una de las hipótesis que maneja la Policía es que estos elementos serían utilizados en la marcha que convocó Adepcoca para el lunes.

Grupos Cívicos, gremiales y otros sectores anuncian movilizaciones esta semana. Se suman los productores de coca contra nuevo mercado y los indígenas.

Uno de los conflictos planteados es por retiro del proyecto de Ley 218 Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, Financiamiento del Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva o No Convencionales (ya retirada) cuya presentación fue manipulada por la oposición para que se considerada atentatoria contra la economía de los bolivianos por el control de sus ganancias.

Que dicen algunos sectores del sindicalismo con relación al para y al llamado a la movilización

Para el viceministro de Régimen Interior y Policía, Nelson Cox, los anuncios de paro contra la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento del Terrorismo solo pretenden generar “movilizaciones y convulsiones”.

Nelson Cox señalo a la prensa “Lo que aquí ha ganado es la desinformación y esa desinformación parece que es intencionada, hay una intención de generar problemas, de generar movilizaciones y convulsiones, eso es lo que estamos identificando»

Y es así ya que la estrategia de la derecha no es nueva y la encontramos en las acciones del 2018 y en otros países como Nicaragua para igual fecha y en Venezuela y en Cuba.

Núcleos gremiales de distintos lugares del país confirmaron un paro general para este jueves 21 de octubre con suspensión de actividades, cierre de fronteras en coordinación con el autotransporte y comités cívicos y dieron un plazo de 72 horas, desde hoy, para abrogar dicha norma.

Si esto no se interpreta como una maniobra para un golpe de estado, realmente no se ha aprendido nada de la historia reciente.

Según los cálculos del ministerio de economía el paro ocasionaría una pérdida económica para el país de $us 112 millones por día. Con una acción de esta característica el deterioro económico generaría un retroceso en el proceso de inversión pública y reactivación económica promovida por el presidente Luis Arce, teniendo en cuenta que Bolivia viene de un 2020 en el cual la economía cayó en un 6,7% , según estimaciones del Banco Mundial, y que se estimaba que para el 2021 el país pudiera tener un crecimiento del 4,8% .

El desespero de la oposición golpista esta dado en base a los resultados que en el mediano plazo pudieran arrojar las iniciativas gubernamentales, ya que la realidad, debilitaría la trama de mentiras y manipulaciones mediáticas con las que suelen construir escenarios de violencia.

Otro elemento atener en cuenta es que la justicia lentamente va llegando a los golpistas y si a eso le sumamos el clamor popular seguramente se agilizará más.

La lucha entre el pasado de explotación y miseria y el futuro de bienestar y equidad, tiene actores bien definidos, por un lado la casta croata fascista cruceña, separatista y xenófoba y por el otro el conglomerado plurinacional autóctono, laborioso y patriota.

En medio existe una gama de sectores que deben reflexionar de que lado están sus genuinos intereses porque como lo definiera el presidente Arce en el acto en homenaje a la Fuerza Aérea Boliviana en su 98 aniversario.

Notas:

Fuentes consultadas: https://correodelsur.com/www.opinion.com.bo/mundo.sputniknews.com

Acerca del autor

Oscar Rotundo

Analista político y editor del equipo de Periodismo Internacional Alternativo PIA Global Miembro del consejo editorial de la Revista "PUEBLO EN ARMAS", del CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES DE LAS RELACIONES CÍVICO-MILITARES (FUNDAPAS)" República Bolivariana de Venezuela

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