Con el correr de los años pareciera que el mundo le ha dado la espalda a la causa palestina, ya que, durante estos 74 años de usurpación e ignominia por parte del Estado sionista de Israel, las violaciones al derecho de tener una vida digna, no fueran tenidas en cuenta por los organismos internacionales que supuestamente están para garantizar la paz y los derechos humanos.
Las escenas de horror y de impunidad en los territorios ocupados que reflejan los medios que se atreven a mostrar los atropellos cotidianos que sufre el pueblo palestino no tiene límites, llegando a situaciones escandalosas como el asesinato a sangre fría de la colega Shireen Abu Akleh, corresponsal de la cadena catarí de noticias Al- Jazeera a manos de un francotirador.
A este indignante crimen se suma el hostigamiento a quienes acompañaban el cortejo fúnebre de Shireen Abu Akleh por parte de la policía israelí.
En Palestina los asesinatos, el apatheid, la persecución política, los prisioneros políticos, el saqueo, los desplazamientos, los muros, los controles y las violaciones de derechos humanos y civiles y un sinnúmero de arbitrariedades forman parte de la vida de mujeres y hombres que resisten y albergan la esperanza de construir un futuro sin renunciar a su historia y a su tierra.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar estas escenas genocidas, que apuntan a que la crisis escale a niveles de violencia incontrolables?
Para abordar todo lo que encierra el acontecer de la lucha del pueblo palestino, nos comunicamos con Rafael Araya Masry, presidente de la COPLAC, Confederación Palestina Latinoamericana y del Caribe. Diputado Miembro del Consejo Nac. Palestino. Corresponsal de Radio U. de Chile. Quien gentilmente nos ha respondido las siguientes preguntas.
En este 74 aniversario de la Nakba ¿Qué perspectiva de avance piensas que tiene la causa Palestina en el marco de la multipolaridad que se genera en Oriente?
La multipolaridad no es ni fue garantía de que la comunidad internacional actúe de manera determinante para lograr avances significativos en un proceso que pueda coronarse con la creación de un Estado Palestino independiente y soberano.
Vale recordar que el Estado de Israel fue creado artificialmente bajo un sistema al menos bipolar, no en el sentido psiquiátrico –valga la ironía- sino porque existían y co-existían dos grupos dominantes que, a pesar de ser antagónicos tal como lo eran la URSS y los EEUU, y sumados a ellos las potencias europeas, con Gran Bretaña a la cabeza que fue quien dio inicio a ese proceso al legitimar e impulsar la colonización y la creación del Estado de Israel en Palestina, sino que, contrariamente a lo que podía esperarse, ambos polos de poder coincidieron en la creación de ese país, sin que existiera consulta previa alguna al pueblo originario que allí habitaba, el pueblo árabe palestino.
Por otra parte, recordemos que la más alta organización multilateral, la ONU y su Consejo de Seguridad, tampoco han sido capaces por desidia, por complicidad con la potencia ocupante, o por simple omisión, de dar cumplimiento a un sinnúmero de resoluciones referidas a la situación palestina, que quedan como letra muerta en los escritorios de las oficinas de la ONU en Nueva York. Agravado esto por el hecho de que también existe un Consejo de Seguridad multilateral, que ha preservado el derecho a veto de cualquiera de las 5 potencias que lo integran de manera permanente y donde ya sabemos, Israel cuenta con el incondicional veto de Estado Unidos a cualquier iniciativa que signifique una crítica o una resolución de condena, lo cual le otorga la impunidad suficiente como para seguir actuando como un estado paria, al margen de cualquier norma internacional
¿Cuál ha sido la respuesta de la diáspora palestina y la de los gobiernos en el marco de la solidaridad internacional, de acuerdo a tu criterio?
Acá debemos diferenciar claramente pueblos de gobierno. Si bien Palestina es reconocido oficialmente por 140 países de 192 que integran la ONU, las cosas no pasaron de allí, del mero reconocimiento, lo que es un avance, pero insuficiente. Y esos gobiernos se ven imposibilitados muchas veces de ejercer medidas políticas contra Israel, por la amenaza permanente de los Estados Unidos de sancionar a cualquier país que se oponga explícitamente a las políticas israelíes en el terreno.
Y esta es una suerte de “patente de inmunidad” que se le otorga a Israel, inhibiendo la toma de decisiones políticas que actúen coercitivamente sobre la ocupación y sus consecuencias. Recordemos cuando se investigó una de las masacres israelíes en Gaza, hace unos años en que fueron asesinados muchos niños durante los bombardeos de la artillería y la fuerza aérea israelí. Se formó una comisión investigadora, presidida por el juez Richard Goldstone que emitió un informe lapidario sobre el comportamiento israelí, y que, a raíz de la insoportable presión de Israel, EEUU y una parte sustancial de la propia comunidad judía de Sudáfrica, su país de origen, tuvo que retractarse y disculparse por su propio informe, bajo la amenaza de convertirse en un paria dentro de su comunidad.
A diferencia de eso, la actitud de los pueblos en el mundo y de la propia diáspora palestina, el ejercicio de la solidaridad con la causa palestina, no deja de crecer. La diáspora tampoco es una masa homogénea de militancia y existen diferencias respecto de cómo debe enfrentarse el trabajo solidario. Pero en lo que sí existe una cohesión fuera de toda duda, es que esa diáspora tiene los mismos objetivos que tiene el pueblo palestino dentro de los territorios. Es decir, se entiende y se asume que no será la diáspora quien resolverá el conflicto, pero también existe la plena conciencia colectiva de que la solidaridad, las campañas de boicot, la denuncia permanente de la violación de los derechos palestinos, son herramientas absolutamente relevantes para crear conciencia en cada uno de los países donde habitan palestinos y sus descendientes y coadyuvar de esa forma al proceso de liberación y a la realización de la Patria Palestina
Ha habido acercamientos entre los integrantes de la resistencia palestina ¿piensas que puede haber una respuesta contundente ante la prepotencia e impunidad del Estado sionista de Israel?
Primero aclaremos que la resistencia palestina es un calificativo que le cabe y engloba a todo su pueblo y que, si existen divergencias, éstas giran en torno a las vías para ejercer ese derecho a resistir. Pero lo más importante; son todos los palestinos que luchan por una misma causa y quienes tienen como prioridad absoluta la causa de la libertad y la realización del proyecto nacional palestino.
Dicho esto, el diálogo interno es una constante y está más cerca que lejos la concreción de un gran acuerdo nacional que una a todas las organizaciones, partidos e instituciones, para que, de manera democrática y plural, se concrete en los hechos la tan ansiada unidad de todo un pueblo que resiste a la ocupación. Palestina será libre por la suma de todos sus hijos y no por el capricho de nadie.
Notas:
Oscar Rotundo es editor del portal PIA Global
Imagen de portada: Internet
