Primero fue el poderoso Grupo Mediático Folha de Sao Paulo, muy relacionado con la Federación de Industriales del Estado de San Pablo y con el candidato del PT Hadad, quien manifestó que Bolsonaro no tenia ya capacidades para seguir en el gobierno.
Luego fue la FIESP en sí misma que salió a descalificar a Boslonaro en su capacidad de seguir al frente del Gobierno.
Los gobernadores de San Pablo y de Rio de Janeiro ya habían tomado el gobierno de sus estados provinciales rompiendo toda coordinación con el de Bolsonaro, por sus incapacidad de resolver el problema del Coronavirus y por subestimarlo de manera irresponsable creando un escenario de peligro para toda la población de Brasil.
Tambien las fuerzas armadas brasileñas se sumarán a estas criticas. Con su peso en 6 ministerios del ejecutivo nacional-federal y con el vicepresidente Mourao.
Hoy ya la situación avanza en esa dirección, Bolsonaro se desdibuja por sí mismo y por las de sus hijos que no dejan de cometer horrores políticos.
Todo esto supone un escenario ya presente, donde Bolsonaro ya no esta en condiciones y nunca estuvo de gobernar Brasil. Solo fue un “candidato mediático” para frenar a Lula, para que el juez Moro manipulara el sistema judicial y la Suprema Corte.
El objetivo era encarcelar a Lula, sacándolo de su candidatura. Unico modo que ganase Bolsonaro y que el Juez Moro fuese Ministro de Justicia.
Todo esto pudo suceder porque Washington, la derecha financiera republicana, apoyó con toda su artillería a Bolsonaro en todos sus hechos.
La Pandemia del Coronavirus deja al desnudo a monigotes-candidatos del poder financiero y del dinero. Candidatos coacheados y respaldados por los poderes mediáticos-financieros que no están preparados como dirigentes políticos para asumir responsabilidades publicas de estado.
Recordemos que el mismo origen tiene Añez y su gobierno golpista en Bolivia.
Ahora, ya están jugadas las cartas en Brasil. Bolsonaro ya no Gobernaba Brasil sino a través de Washington.
Esperemos que la crisis sanitaria se encauce y que la crisis politica de gobierno en Brasil retome el proyecto popular, federal y sudamericano que lo caracterizo cuando Lula y Dilma fueran Presidentes.
