En los últimos días se reunió Wang Yi con Antony Blinken, Gavin News con Xi Jinping y Anthony Albanese visitó Beijing este 4 de noviembre. La idea es apaciguar las relaciones con el gigante asiático que se muestra bastante escéptico con estos dos países.
Estados Unidos
Hace algunos meses, el presidente norteamericano Joe Biden buscó tener una «foto» con Xi Jinping en alguna de las cumbres en las que podrían haberse encontrado. Sin embargo, desde China lo vienen evitando.
Aún así, varias autoridades de Washington y Beijing se reunieron de igual manera. Es el caso del gobernador demócrata de California, Newsom, quien fue descrito por los medios chinos como una estrella en ascenso en la política estadounidense, finalizó su viaje de una semana lanzando una nueva asociación climática con Shanghai y recorriendo la mega fábrica de Tesla en esa ciudad.
En un momento existió el rumor de que Newsom podría presentarse a las elecciones presidenciales estadounidenses el próximo año, aunque fue desmentido por el propio gobernador.
El 25 de octubre se reunió con el presidente chino Xi Jinping y el vicepresidente Han Zheng. En dicha reunión, el demócrata dijo que se opone a la independencia de Taiwán y al desacoplamiento entre Estados Unidos y China.
Por su parte, del 26 al 28 de octubre el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Washington.
Se trató de una visita luego de la del secretario de Estado Antony Blinken a China en junio. Las dos partes intercambiaron en profundidad opiniones sobre las relaciones chino-estadounidenses y cuestiones de interés común en una atmósfera constructiva.
Wang Yi, durante la conferencia de prensa de cierre sostuvo que “China y Estados Unidos necesitan dialogar (…) el diálogo debe ser profundo y completo para que con el diálogo podamos aumentar el entendimiento mutuo, reducir los malentendidos y los errores de juicio, buscar constantemente ampliar los puntos comunes y buscar una cooperación que beneficie a ambas partes para que podamos estabilizar las relaciones entre China y Estados Unidos”.
El ministro chino agregó además que “en las relaciones entre China y Estados Unidos, de vez en cuando habrá algunas voces discordantes. Cuando sucede, China lo trata con calma porque consideramos que lo que está bien y lo que está mal no está determinado por quién tiene el brazo más fuerte o la voz más fuerte, sino si uno se comporta de una manera que sea coherente con las disposiciones del Acuerdo. Tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, consistentes con el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales, y consistentes con el clima de la época”.
Por otro lado, el fin de semana pasado anunciaron que China y Estados Unidos acordaron en principio celebrar una cumbre Biden-Xi durante la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco a mediados de noviembre. Un funcionario norteamericano dijo que aún se están resolviendo los detalles.
A pesar de que las autoridades estadounidenses lo aseguran, desde China son más cautelosos y también es necesario observar sus acciones debido a que es evidente la persistencia de China de no entrar en las reuniones que maneja Estados Unidos y reunirse dentro «del viejo» orden mundial. Este año Xi evitó la foto del año pasado en el G20 luego, incluso, de la visita de Nancy Pelosi a Taiwán.
Además de la cuestión Taiwán, la situación de Estados Unidos en el Pacífico y su estrategia de seguridad para “contener a China” a través de mecanismos tales como el QUAD, los TAAD con Corea del Sur, las bases militares en Japón y Filipinas y el AUKUS con Australia son una presión hacia Beijing que es probable que en algún momento se vea en la obligación de responder.
Australia y China
Sí bien Australia está en Oceanía, a la hora de analizar su situación geopolítica es necesario tener en cuenta las mismas características que para los países asiáticos del Pacífico: un aliado de Estados Unidos en materia de seguridad y un socio económico de China, posiciones que para ambos países es importantísimo y complejo sostenerlas a la vez.
Pero la alianza Australia-Estados Unidos, como mencionamos arriba, tiene la estrategia militar de AUKUS junto con Reino Unido, creada para contener a Beijing.
Australia y China también tienen diferentes prioridades y ambiciones en el Pacífico, pero lo más importante es que sus economías son muy complementarias. Se espera que estos vínculos económicos sean el principal tema de conversación entre Albanese y Xi.
Es cierto que también China le fue ganando espacios a Canberra en las islas del Pacífico, que históricamente fueron «custodiadas» por los diferentes gobiernos australianos por su ubicación geográfica e importancia geopolítica y económica. Esto se dió por la poca atención a las preocupaciones y prioridades de desarrollo de estas naciones, es decir, las consecuencias del cambio climático y la necesidad de infraestructura básica que algunos países como por ejemplo las Islas Salomón, prefirieron discutir con Beijing.
Aunque en un sentido más macro, China fue ganando terreno a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Cuando el gobierno chino intentó llegar a acuerdos de seguridad con algunas de las islas del Pacífico, la respuesta del gobierno australiano fue hacer visitas oficiales, de asistencia económica adicional y con la promesa de iniciativas para desarrollar relaciones económicas y culturales.
Sin duda, hay margen para la cooperación entre China y Australia en este ámbito. A pesar de su uso continuo de combustibles fósiles, China ha desarrollado una importante industria de energía renovable, mucho mayor que Australia como proporción de la producción de energía.
A pesar de las tensiones, es cierto que la relación comercial bilateral es importante, ya que China es el mayor socio comercial de Australia y representa el 34% de todas las exportaciones y el 28% de las importaciones.
Reconstruir relaciones con Beijing
Antes de la victoria electoral de los laboristas en 2022, el gobierno de coalición de Scott Morrison priorizó la política y la ideología hacia China a partir de las diferencias, sin tener en cuenta que lo más importante entre ambas naciones son los acuerdos económicos.
La visita de este fin de semana del primer ministro australiano, Anthony Albanese a Beijing buscará recomponer las relaciones entre Australia y China que se fueron resquebrajando después de 2017.
Mientras tanto Joe Biden espera anotarse una nueva reunión con Xi Jinping en la próxima cumbre de APEC. Imagen a la que, hasta ahora, el gobierno chino le viene siendo bastante esquivo.
La idea de China como nación siempre es la misma: estar en el centro, sus intereses internos primero y sus acuerdos de manera bilateral se priorizan sobre los colectivos internacionales. Es cierto que también antes de continuar poniendo energías en los organismos liderados por Occidente como la ONU, el FMI y otros, prefiere las alternativas que proponen los BRICS o la OCS donde tiene más posibilidades de acción.
*Erika Gimenez es Licenciada en Comunicación, escribe en PIA Global y otros medios.
Foto de portada: Ambas fotos son del G20 2022. Diseño PIA Global